Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Más allá de nosotros por Yukino

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Capítulo 2 en Wattpad

Voy a agradecerles desde el fondo de mi corazón a quienes también deseen apoyar mi historia en Wattpad. Un fuerte abrazo!! Yukino.

 

Más allá de nosotros

Fanfic yaoi basado en el anime de Yuri!!! On Ice

por Yukino

Viktor x Yuuri

 

 

Luego de la exaltación de la noche anterior que lo tenía algo inquieto, Viktor se levantó de nuevo a seguir su rutina. Y aunque el sol brillaba muy hermoso, él sentía la misma desazón entrando a ese hospital. Todos lo conocían y le saludaban muy amablemente, algunas enfermeras coquetas le regalaban chocolates y panecillos y otros le miraban con lástima: La peor mirada de todas.

Cuando llegó a la salita de espera del área de Trauma, Viktor se dirigió directo a una máquina dispensadora para comprar una botella de agua y mientras recibía el cambio sintió una presencia tras de sí que lo asustó.

—Usted es el señor Viktor Nikiforov, ¿verdad? Lo reconocí por las fotos que vi en internet.  Mucho gusto… —El hombre hizo una pausa larga mientras Viktor con una leve sonrisa esperaba que terminara de hablar —Soy yo, quien le habló anoche acerca de Yuuri Katsuki y…

El amable desconocido no pudo seguir hablando, pues Viktor estalló de furia. Lo empezó a insultar de todas las maneras posibles, casi sacando toda su frustración en ese hombre mayor, de barba y cabellos muy blancos. El anciano pacientemente esperó a que terminara de desahogar todo eso que tenía guardado, al parecer le sucedía con mucha frecuencia que las personas a las que se acercaba le trataran así.  No pasó desapercibido el impase para nadie, por mucho que Viktor intentó mantener el tono de su voz bajo.

El hombre de ademanes sencillos intentó tomarlo por una mano, pero Viktor la rechazó por completo de manera muy grosera. Ya por fin el buen doctor salió de una de las habitaciones y los increpó a ambos sobre el escándalo. En ese momento todos volvían a lo suyo. Desgraciadamente, los espectáculos de ese tipo eran frecuentes en esa área, dónde la muerte era la vigilante.

—¿Me quieren explicar qué está pasando? Esta es un área de cuidados intensivos para pacientes en coma, un poco de respeto por Dios —el doctor miró a Viktor que seguía muy contrariado y luego al hombre mayor que no se le hacía para nada conocido—. ¿Quién es usted? ¿Familiar o amigo del paciente?

—Mucho gusto doctor, yo soy…

—¡Es un charlatán! —intervino Viktor, muy alterado. Para apaciguar un poco el incómodo momento, el doctor los llevó a una oficina muy pequeña, donde había una mesita redonda, quería saber el motivo de semejante disgusto, y no quería hablarlo frente a todos los demás que estuvieran por ahí. Viktor alegó todo lo que pudo que no quería hablar con ese hombre. El doctor lo tomó por una mano y lo miró fijamente.

—Viktor vamos a tomarlo con calma, este no es un sitio para escándalos ni peleas. Los traje hasta acá para que me expliquen qué sucede así que por ahora Viktor por favor escúchalo—. Y el sobresalto en el alma del patinador ruso vino de nuevo. Ese susurro de la noche anterior volvía, pero ahora de la boca del hombre que cuidaba de la salud de Yuuri. El doctor no tenía idea de qué tendría el anciano que hablar, pero por alguna razón, su presencia no parecía contener segundas intenciones.

—Mi nombre es Paul. Como ven soy un anciano sin nada que perder y no estoy aquí por alguna razón económica, si eso piensa señor Nikiforov. Solo espero que me escuchen hasta el final, e intenten abrir un poco su mente —el gentil anciano tomó un poco de aire y miró al doctor—. Cuando yo era mucho más joven, trabajé siendo médium—el doctor subió las cejas e hizo una expresión burlona que Viktor entendió totalmente, pues el joven médico ya parecía saber a dónde iba todo aquello. Viktor apoyó su codo derecho en la mesa y luego puso la frente en su mano conteniéndose para no golpear al viejo, Viktor y el doctor se miraron entre sí y decidieron seguir escuchando motivado por el doctor más que por la curiosidad que otra cosa, mientras Viktor hacía todo lo posible por no salir de nuevo de sus casillas—. Entiendo sus caras incrédulas, yo tenía la capacidad de hablar con almas perdidas para tranquilidad de sus familiares, pero lo dejé cuando mi hija pequeña, falleció en un accidente que yo provoqué. Intenté comunicarme con ella y lo único que escuché fueron horribles lamentos y gritos. Nunca jamás volví a hacerlo. Y nunca jamás algún muerto intentó hablarme, hasta ahora… Yuuri Katsuki.

—¡Yuuri no está muerto! —Gritó Viktor dejando reposar un puño en la pequeña mesa—,está en coma y ahora mismo voy a estar a su lado, porque no estoy dispuesto a seguir escuchando cómo se burla usted de mi situación.

—Señor Nikiforov, no me estoy burlando bajo ninguna circunstancia y tampoco estoy diciendo que Yuuri esté muerto, pero su alma está atrapada, como retenida y no sabe a a dónde regresar. Es muy frecuente este tipo de situaciones, quizás haya una oportunidad de poder ayudarlo. Yo podría ser el puente, él lo llama, lo busca.  No puede ir por Yuuri Katsuki nadie más que no sea usted.

—Doctor, por favor, haga que saquen este charlatán de acá y deme el informe del día de hoy. —Viktor se levantó de la mesa mirando de reojo al anciano de cabellos blancos envuelto en un gabán negro, guantes de cuero y de mirada sencilla. Intentaba acomodar toda esa absurda información en su cabeza, pero era claro que todo se trataba de una tontería. El doctor sin levantarse de la mesa, lo vio por encima de sus lentes, algo preocupado, parecía muy reflexivo ante esa situación.

Viktor quiso entender qué pensaba el doctor en ese momento, pudo ver en su mirada una duda que lo hizo sentir incómodo. Paul estaba muy callado esperando que alguno de los dos dijese algo, pero el doctor se excusó diciendo que tenía que salir de ahí a seguir en sus rondas, así que le pidió al anciano de manera muy amable que se retirara. Paul un poco decepcionado, pero comprendiendo la duda que generaba, se retiró del lugar no sin antes dejar sobre la mesa un papel con sus datos de contacto. Al cruzar junto a Viktor para salir de ahí,  él lo miró casi con odio, hasta que salió de la salita.

—¿Puede usted creerlo doctor? Solo esto faltaba, que alguien intentara hacer burla de mi situación.

—Viktor —respondió el médico en medio de un suspiro—, creo que en este momento estás muy alterado, la presencia de este hombre no te hizo para nada bien y es totalmente comprensible; ve e intenta tomarte este día para ti, dormir un poco más, relajarte, salir con algún amigo, no quisiera que tú también enfermaras. No te preocupes, cualquier cambio con Yuuri por mínimo que sea te lo haré saber. —Y fue allí donde se dio cuenta que el doctor estaba muy preocupado por algo que seguro involucraba a Yuuri.

El doctor acompañó al patinador hasta la salida del hospital, parecía que el médico deseaba decirle algo, pero por alguna razón no se decidía. Viktor, entre tanto, seguía hablando muy molesto acerca de la presencia del viejo, de lo ridículo de su propuesta y de lo mucho que la gente podía importunar en situaciones tan delicadas. El joven doctor le explicaba que había tenido que lidiar antes con familiares de pacientes que recurrían a todo lo inimaginable para poder hacer que sus seres queridos despertaran, o al menos lograran comunicarse con ellos, sin embargo, al final el resultado casi siempre era el mismo. 

Se detuvieron en la recepción de la salida, el doctor quiso despedirse, pero el hombre de cabellos de luna parecía querer sacar todo aquello que había callado durante tantos meses desde que Yuuri cayó en coma. Finalmente se echó a reír de nuevo recordando al anciano y la «sesión espiritista». El doctor escuchaba pacientemente todo lo que Viktor tenía que decir, siempre con una sonrisa muy forzada en sus labios. Sin embargo, llegó al punto en que pareció no poder callarse más e interrumpió las carcajadas de Viktor.

—¿Y qué pasa si lo escuchas?— Viktor abrió sus ojos a más no poder, atragantándose con su risa. Empezó a confrontar al doctor con todo tipo de palabras. Hubo un momento en que pareció recordar que ese joven hombre se había preocupado por su situación de manera especial y que le debía el hecho que no hubieran desconectado a Yuuri antes.

—Dígame que está pasando doctor, todo este tiempo su rostro ha lucido muy preocupado y casi que ignoró la situación de ese anciano ridículo. Hable ya por favor.

—Viktor —dijo el doctor mirándolo muy fijamente y cambiando el tono de su voz a uno más bajo—, el comité médico se ha reunido y ha decidido quitar el soporte vital a Yuuri de manera irrevocable. Lo siento mucho. —Viktor sintió la implosión de su pecho ante aquellas palabras. Apenas si pudo seguir respirando con normalidad, empezó a marearse y se sentó en el sofá que había en la recepción. Todos le miraban y suponían por su actitud que debía estar recibiendo noticias terribles.

—No puede ser cierto…

—Viktor, Yuuri no presenta ningún progreso en lo absoluto. El comité médico y el comité administrativo del hospital decidieron proceder como te estoy contando. Intenté de todas las maneras posibles aplazar una vez más esta decisión, pero ya no tengo ningún soporte científico que impida que ellos actúen. No debería haberte informado hasta que no tuviera la comunicación oficial en mis manos… No sé qué más decir —El hombre de cabellos grises sintió que el joven doctor estaba haciendo una pausa muy larga, tal vez estaba conmovido con aquella situación y le estaba dando tiempo para asimilar lo que acaba de pasar —. Es el momento de despedirte.

Viktor no respondía para nada. Estaba ahí mirando al infinito buscando entre el mar de persona a alguien que le dijera que aquello no era cierto, algo tenía que poder hacerse y pensó en todas las opciones incluso la de iniciar una batalla legal; pero sería inútil a largo plazo y solo lo llevaría a la misma decisión. Miró un poco aturdido al doctor y recordó lo que le dijo antes de la horrible noticia.

—¿Usted creyó algo de lo que dijo ese viejo? —El doctor abrió los ojos, le sorprendió el hecho que Viktor lo mencionara en ese momento.

—Lo que yo crea es irrelevante. A mí también me parece descabellado, pero en esta situación desesperada y que en nada va a afectar el estado de Yuuri, ¿porqué no escucharlo? Solo eso, quizás haya algo de lo que tenga que decirte que le traiga paz a tu alma, solo quiero tu bienestar, te he visto consumirte día tras día en esa habitación esperando que él despierte. Me has conmovido pues pocas personas son tan constantes… Y en lo que pueda ayudarte, claro que lo haré —suspiró un poco, buscando algo más qué decir—. Ahora vete y descansa, en cuanto tenga la comunicación oficial te llamaré. Seguro será hoy mismo.

El doctor escuchó su nombre por el alto parlante y tuvo que irse no sin antes darle el papel que Paul había dejado sobre la mesa. Viktor se quedó ahí sentado por horas, recorriendo en su memoria toda la vida que compartió con Yuuri y le pareció injusto el poco tiempo que se les había otorgado. Ahora iba a perderlo, iba a verlo apagarse sin siquiera haber podido cruzar una última palabra con él. Miró el papel en su mano con el nombre y el teléfono del charlatán, ya no tenía ganas de burlarse ni de pensar en improperios y creyó por un momento que si el doctor le sugería hablar con él tal vez debía hacerlo. No podía suponer qué esperar, pero nada había ya que perder y esa misma noche, después de pensarlo mucho y mirando aquella mesita con el té de su amante servido, llamó a Paul.

 

 

*********************

Con amor: Yukino. 

Próximo capítulo: Final.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).