Byakuya suspiro resignando a no tener un día tranquilo mientras más de sus subordinados y de otras divisiones sé acercaban a ofrecer felicitaciones por su futuro matrimonio.
Sabía que esto era obra de Rukia o mejor dicho; toda la asociación de mujeres Shinigami. Tendría que hablar con su hermana acerca de este asunto, no era adecuado que este tipo de temas concernientes al clan Kuchiki fueran del dominio público antes de haber sido consultados ante el consejo y su persona. Tendría que pensar en un buen escarmiento para Rukia y que de una u otra forma aprendiera una lección valiosa.
Mientras cavilaba las palabras que diría a Rukia, sintió la presión espiritual de Renji a lo lejos y de la misma manera en la que crepito disminuyó rápidamente.
Sonrió confirmando que Renji nuevamente llegaría retardado a su trabajo. Tal vez aprovecharía y lo castigaría por su osadía. Disfrutaba mucho ver a Renji llorar... esos ojos avellanas nublados de placenteras lágrimas... aquellos labios entreabiertos; jadeando en una vago intento de pronunciar su nombre. Cerró los ojos con más fuerza de la habitual decidido a alejar esas ideas de su mente, al menos por el momento.
Sólo tenía que ser paciente y en menos de dos meses Renji sería suyo y no tendría por qué sentir ese sentimiento de acusación por atreverse a sobrepasar los límites con su teniente.
La renuncia oficial de Renji a su puesto en la sexta división había sido entregada hace dos días, el documento contenía varias clausulas las cuales se resumían a algo tan simple como: Renji prestará sus servicio en caso de verse necesario sin causar alteración alguna al orden de su división asignada., pero antes de eso, tenía que ser autorizado por los demás capitanes y por la central cuarenta y seis quienes evaluarían a Renji y decidirían si era apto para dejar su división sin representar riesgo al Seireite.
En sus adentros se permitió opinar que era bastante absurdo y ridículo la cantidad de papeles que tanto Renji como él tenían que arreglar con respecto a su salida de los escuadrones de la corte, ¿Qué pensaban que haría Renji al renunciar? ¿Invadir el Seireite y proclamarse su dueño? ¿ ir haciendo destrozos por las calles? En su opinión considero todo este trámite por mucho exagerado.
Entre los trámites de Renji y los documentos de la boda junto con su organización, había demasiado por hacer en tan poco tiempo. Cuándo se casó con Hisana la recepción había sido bastante discreta y moderada; no hubo muchos invitados pero, ahora estábamos hablando de Renji quien tenía amigos en cada división y en el mundo humano, en esta ocasión la "fiesta" como la llamaban Rukia y Renji; sería bastante grande.
Teniendo en cuenta el carácter y maneras de ser de dichos amigos de su prometido no debía tomarlo por sorpresa si ocurría algún incidente el día de su boda.
Sus pensamientos se detuvieron en el instante que dicho prometido atravesó la puerta, haciendo una leve inclinación y el saludo que acostumbraba Renji camino hacia su lugar con la ropa algo arrugada y el cabello aún goteando agua y colocado en lo que debía de ser la peor cola de caballo del mundo.
Le dolían el cuerpo y no sabía si era a causa del entrenamiento o por la noche bastante movida que tuvieron después del trabajo el día anterior.
Byakuya era una verdadero bastardo cuando quería, siempre yéndose en la madrugada sin avisar o incluso apagando su alarma por qué lo encontraba divertido. Ese maldito mocoso con cara de adulto.
Eso era algo que aprendió a lo largo de sus años de relación, Byakuya podía ser bastante infantil con muchos temas, quisquilloso con la comida y posesivo con sus posesiones.
- Llegas tarde Abarai. -
- No me diga capitán, no lo había notado. -
- Debería infringirte un castigo para que recuerdes a quien debes respeto. -
- Mmm ¿Cómo que clase de castigo? -
- Se me ocurre más de uno. -
- Esos suena bastante bien. - Byakuya sonrió ante la aprobación de Renji, hoy sería bastante entretenido también.
- ¿Cómo sigue tu cuerpo? -
- Bastante adolorido, deberías de tener más consideración conmigo. -
- No creo haberte escuchado quejar anoche. - el rostro de Renji se enrojeció. - Tú cara reflejaba el gran placer que sentías mientras... - la mano de Renji tapó rápidamente la boca de Byakuya, sentía su cara ardiente, por otra parte Byakuya sonrió con satisfacción al haber acertado.
- En ese caso dejaremos tu castigo pendiente para la próxima noche. - La cara de Renji se descompuso ante el claro disgusto.
- No soy tan frágil. -
- Eso lo sé, me lo has demostrado en muchas ocasiones y de diferentes maneras. Aún así, no creo que sea bueno seguir con este ritmo para tú cuerpo, al menos permitirle que se recupere un poco. -
- Me parece bien, Oh! por cierto; ya que no haremos nada hoy en la noche, los chicos mencionaron algo de ir a beber a las afueras del Seireite, así que... -
- ¿Quieres ir? -
- Por supuesto, debo aprovechar estas oportunidades. Al menos hoy no tenemos tantos cosas por hacer... la mayoría de los papeles relacionados a mi salida ya están siendo tramitados, solo faltan algunos preparativos para la boda pero eso es lo de menos. Rukia también planea venir y pensé que tal vez tú podrías ir un rato ¿Qué dices? -
- No. -
- ¡Que! ¿Por qué? -
- No tengo planeado que me vean en un bar de mala muerte con un montón de... -
- ¿De que? Vamos acaba tu oración. -
- Irresponsables. -
- Pues yo nunca los he visto faltar a su horario. -
- Llegar en estado de ebriedad no se considera favorable en un ambiente laboral Renji. -
- Lo sé muy bien, no se te olvide que fue bastante difícil nuestra convivencia por mucho tiempo. -
- No me agrada que salgas con ellos, puedo hacer una breve excepción con los tenientes de la 5, 3 división ; incluyendo a mi hermana por su puesto. Pero la teniente Matsumoto y el teniente Hisagi no son de mi agrado. -
- ¿Hisagi? ¿Que tiene Hisagi? -
- No me agrada la manera tan familiar en la que te habla o toca. -
- Por todos los... conozco a Hisagi de la academia; era mi senpai, le tengo confianza, nos une una gran amistad de años y camarería al igual que Kira y Momo. -
- Dejemos esta conversación pendiente para otra ocasión, tienes trabajo que hacer. -
- Imbécil. -
- Teniente Abarai, le recuerdo que mientras este llevando ese uniforme y porte esa insignia de teniente me debe respeto como su superior; entendido. -
- Sí capitán Kuchiki. -
Renji frunció en ceño ante lo que reconoció como una evasiva de Byakuya, sin más sé dio vuelta y comenzó nuevamente a revisar sus documentos antes de salir al patio de entrenamiento.