Narro Yo.
Ace se despertó bruscamente de la cama en la que se encontraba, no entendía muy viene lo que pasaba, así que salió afuera de la habitación, se dio cuenta de que estaba en un barco en medio del mar, los recuerdos de la noche anterior le vinieron a la cabeza, se dejó caer al suelo, apoyando su espaldas en el baranda tomándose la cabeza con las manos, en ese momento apareció Sacchi, un beta muy simpático a presentarse con él.
-Hola, Soy el comandante de la cuarta división: Sacchi
Narra Marco.
Iba caminando por el barco arreglando algunas cosas, cuando pase cerca del mocoso que abordamos ayer, el conversaba con Sacchi, tenía una cara de cabreado y a la vez confundido, tenía unas ganas de abrazarlo y no separarlo de mí, pero preferí seguir mi camino.
Deje el trabajo un poco para ir a desayunar, en el comedor no vi al nuevo en ningún lugar, lo cual obviamente significaba que no vendría a desayunar.
Después de unos minutos termine mi desayuno y seguí con mi trabajo.
Como casi dos horas después termine con todo mi trabajo y padre me dijo que fuera a buscar al nuevo para presentarlo ante todos y que nosotros nos presentáramos.
A estar buscándolo lo vi abriendo la puerta del almacén de alimentos y vigilando al parecer de que nadie lo viera así que me escondí antes que me viera esperando a que entrara, el entro muy rápido, yo me acerque a la puerta y la abrí un poco para que él no se diera cuenta, él estaba sentado en el suelo mientras comía muy rápido, en un momento dejo de comer, me preocupé y me acerque a él para terminar dándome cuenta de que solo estaba dormido, realmente se veía muy tierno con sus mejillas llenas de comida y también en ese momento me di cuenta de que tenía unas hermosas pecas que lo hacían ver aún más tierno e infantil, me quede un momento mirándolo hasta que empezó a abrir los ojos y masticar nuevamente como si nada y a parecer ni se percato de mi presencia.
-Hey.
Se sobresaltó un poco
-Desde hace cuánto estas ahí?!
-Acabo de llegar- una pequeña mentira-te gusta mucho comer, porque no fuiste antes al desayuno?
-Cállate, no quería estar con unos malditos como ustedes – él ni siquiera se dignó a mirarme, solo seguía comiendo – porque sigues aquí, necesitas algo más?
Por un momento olvide por qué lo estaba buscando.
-Sí, Padre quiere hablar contigo
-Dile al viejo que no me interesa hablar de nada con él.
-Vamos, acaso te piensas esconder por siempre de él?-dije intentando poocarlo
-Yo no me escondo, solo preparo mi estrategia para matarlo-dijo como un niño pequeño, lo cual me hizo soltar una pequeña risa.
-Entonces por qué no vas a decirle a la cara que lo matarás.
-Mmm…está bien, así sabrá a lo que se enfrenta.
También era fácil engañarlo como a un niño.
Le ende mi mano para que se parara, la cual acepto tras dudarlo por un momento, cuando lo toque sentí un cosquilleo muy agradable en la mano.
Narra Ace.
En el momento que me ofreció su mano no quise aceptar pero algo dentro de mí hizo que la tomara, pero en ese momento tuve un sentimiento muy extraño como si conociera ese toque, era obvio que él era un Alfa, lo sabía por su aroma.
Cuando lo mire a los ojos el me miraba fijamente, nos quedamos pegados en la mirada del otro, para mí fue una sensación que no podía explicar, pero volví en mi así que solté su mano y deje de mirarlo bajando la mirada sin querer a su cuerpo, tenía un cuerpo de infarto, realmente espectacular.
Moví un poco la cabeza dejando esos pensamientos de lado, no podía pensar esas cosas de uno de mis enemigos.
-Ya vamos con el viejo.
-Claro, vamos.
Salimos del almacén, el caminaba delante de mí y recién me di cuenta de su peculiar peinado, realmente lo encontraba extraño, parecía una piña pero de todas formas se veía bien.
Caminamos un poco más hasta que llegamos donde un gran hombre dl cual estaba sentado, es obvio decir que era Shirohige, se notaba que era un alfa superior.
-Demoraste en encontrarlo Marco.
Así que se llama Marco, me gusta su nombre
-Lo lamento Padre.
-No importa, Hola mocoso - Dijo lo último dirigiéndose a mí.
Continuara…