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Pesadillas por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

Pues este es el penultimo capítulo, espero les guste

Cree en tus sueños, están allí por alguna razón

 

He perdido la cuenta de la veces que me he preguntado si esto no es otra pesadilla, si todo lo que ha pasado hasta ahora no es otro invento de Tchess  y de pronto aparecerá diciendo alguna tontería y despertare. 

No tengo tiempo para detenerme a pensar en lo que ha estado pasando, solo corro hacia la chica, que ha caído de forma un poco dramática doblando las rodillas. Le llamo mientras le volteo.   Aun sin verle, sé que tarde. Su piel esta fría, y sus ojos abiertos, sin brillo. Aunque sé que es inútil busco el mínimo rastro de que aun este viva, pero ella no tiene pulso y la pesadilla que le acompaña tampoco está aquí.  Le cierro los ojos antes de volverme a levantar.

— No tienes que preocuparte por ella, alguien que no puede controlarse es peligroso. No tienes por qué estar aquí, Iridian. Solo me tomara un momento y todo estará bien.

— aquí el único peligro eres tú, Lev—  No puedo decir que me había olvidado de Lev,  sin embargo de entre todas las personas que podrían ser responsables por esto, jamás pensé que fuera a ser Lev, sinceramente pensé que jamás volvería a ver al Lev real— ¿Qué le has hecho a esa chica?

— Yo no le he hecho nada, ¡Acabas de ver que fue ese monstruo al que estas atado!

— detén eso, no me engañaras.  

— Iridian…

— sé que tu estas uniendo a las pesadillas con humanos,  que de algún modo pierden el control o quizá las obligas a matar…  sé que buscabas a la pesadilla que está conmigo, y que has estado haciendo de todo para llamar su atención y que viniera pero no hay forma de reconocerla— Lev ríe, doblándose un poco para sujetarse el estómago.

— tienes mucha imaginación, Iridian.

— No tengo imaginación, ese es el problema. No estoy diciendo cosas sin sentido.  También sé que solo uno de nosotros  saldrá de aquí— Lev deja de reír.

— ¿Vas a matarme?— a su espalda,  Tchess emite un gruñido.

—   quizá.  Hay cosas que quiero saber todavía— estar tan calmado en esta situación… sin duda debe ser que sigo en un sueño. Sé que no puedo ganar si peleo directamente con Lev porque usara a Tchess o cualquier otra pesadilla para darme problemas. No puedo hacer esto solo.

— sigues siendo ingenuo, ¿Qué te hace pensar que hablare contigo? No lo necesito, solo quiero tomar lo que nunca debió ser tuyo.

— Tampoco es tuyo—aunque tiene razón, no tiene que hablar, no ocupo convencerme de nada ni dirá nada que me haga cambiar de opinión— yo solo quiero saber cómo llegaste a esto, hará mucha diferencia saberlo o no. creí que odiabas a las pesadillas.

— lo hago ¿Qué no lo notas?  ¿Por qué otro motivo tendría que buscarlas? Ha sido difícil, pero admito que son fascinantes… es especial este de aquí— Tchess se mueve, despacio. Me doy cuenta que me está rodeando, buscando una posición más favorecedora para detenerme— me sorprendí al ver que tenía mi apariencia.

— ese fue un error que esa cosa aprovecho para molestarme. Dices que esa cosa de allí es fascinante, yo no le daría tanto crédito.

— ¿Ah? ¿De qué hablas, Iridian?

—  que esa cosa que tu llamas fascinante realmente es un completo inútil. Una molestia que solo sabe dar dolores de cabeza— Tchess mueve la cabeza, emite un gruñido bajo— se cree tan importante…

— …

— nunca se calla y dice puras tonterías. Se queja por todo ¿Realmente es quien dice ser? Porque creo que solo estuvo mintiendo— Lev deja de ponerme atención para ver a Tchess, quien ya no esta tan quieto como antes— antes dijiste que no eras tú, Lev, quien hacia todo sin embargo sé que esa cosa nunca hubiera acabado de esa forma con la pesadilla de la chica. Se pone muy delicado cuando se trata de hacer desaparecer pesadillas.

— Iridian…

— ¿Qué? Tú no tuviste que sopórtale todo este tiempo. Si me dices que vas a librarme de esa pesadilla, adelante— alzo las manos en la señal universal de rendición— me largo, ya no quedan cazadores en la ciudad, puedes quedarte con esa cosa.

— estas… hablando en serio.

— ¿Para qué quiero yo una pesadilla tan molesta como esa?— lo que no creo es que me deje ir tan fácil. Miro de nuevo a Tchess. Realmente intento no pensar mucho en lo que hago ¿Lev puede escuchar todavía a Tchess? ¿Tchess me escucha? Si es así, puede arruinar lo único que se me ocurre para salir de esta. Lev no se mueve, sigue mirando a Tchess, con el ceño un poco fruncido— además, siempre diciendo que no miente… yo no le creería mucho lo que dice.

— no importa, entonces… ¿Podrías dejar tus armas? Sé que debes llevar más de una encima— suspiro antes de arrojar la pistola, tomándome el tiempo.

— ¿Por qué hiciste eso con los  otros? En el cuartel no quedo nadie…

— ah… eso fue porque tenía que averiguar quién era el que tenía la pesadilla. No fue nada personal.

— Se vio muy personal ¿Tanto les odias también?

— lo único que hicieron cuando tuve problemas fue darme una nota de despedida. Entenderás que no les guarde aprecio, pero no los odio. Solo fueron un efecto colateral de algo más importante— arrojo uno de los cuchillos, intentando que piense que es el último— y si en el camino podía librarme de esa molestia de paso, no vi porque no hacerlo ¿Es todo?

—  ¿Qué tengo que hacer?— miro alrededor— ¿Tenemos que quedarnos aquí? estuvimos en otro lugar cuando llego esa cosa…

— Es más complicado que unirlos—  Vuelvo a mirarle, esta vez mas fijamente. Es Lev,  realmente es Lev quien está aquí. Creo… que de no ser porque Tchess estuvo con su apariencia todo este tiempo no podría actuar tan tranquilamente— aunque la pequeña Alice hizo un poco del trabajo ya… umm, aun tendré que hacer la parte más complicada ¿Qué podría esperar de una chica que desobedece?

— tú… ¿Cómo supiste que ella había roto un poco el lazo que me une con Tchess?

— se ve claramente.

— Tu puedes verlo…— me muevo hacia atrás, alejándome de Lev. Las únicas veces que escuche hablar de ese lazo fue a Alice y a Tchess, si Lev también puede verlo entonces…— ¿Qué eres? ¿Realmente eres Lev?

—  Soy yo— por primera vez, creo que no estoy frente a Lev ¿Cómo podría Lev hacer todo esto? una parte de mí se niega a creer que sean la misma persona. Veo que intenta hablar otra vez, no lo pienso más y corro hacia él.  Algo me tumba poco antes de llegar, intento moverme pero eso se mantiene firme— por favor, no intentes nada como eso otra vez, es peligroso.

— ¿Qué te has hecho?— del suelo, una masa de las misma oscuridad que tienen las pesadillas me mantiene tumbado, no hay rastros de otras pesadillas, y  puedo escuchar los gruñidos de Tchess mas lejos.  Lev se me ha acercado, y puedo ver sus ojos, se han vuelto completamente negros, cada que se mueve deja como una estela de sombras tras él. Dejo de moverme, sorprendido por lo que veo.

—  lo necesario para librarme de las pesadillas.

— ¿Todo esto es por eso? ¿Por qué tenías pesadillas?— la presión que siento aumenta, me cuesta respirar.

— Tú no entenderías, no sabes cómo fue.

— nunca… ¡Nunca hablaste con nadie!—  no puedo respirar… si la presión sigue me quebrara las costillas— Sé que yo no era más que un mocoso entonces, pero… debió haber alguien…

— ¿Un terapeuta?— la presión desaparece y comienzo a toser. Lev se ríe— ¿Y que querías que le contara, Iridian?  Dime, ¿Cómo resolverías eso sin terminar con una medicación que no necesitas o en un centro psiquiátrico?

—… no lo sé.

— entonces, deberías callar. No es bueno hablar de las cosas que no conoces. Ahora eso no importa— tirado en el suelo, no puedo pensar. Son demasiadas cosas…. es demasiado. Desde donde estoy solo puedo ver a Alice, con una expresión tranquila en el rostro que parece que está durmiendo ¿Cuántas personas han muerto por culpa de él?

— ¿Cómo… curaste tu fobia?

— quieres retrasar todo ¿Eh? Aunque entonces también eras muy curioso. Pero es tarde, Iridian, ya no puedes detenerlo incluso si me matas— a lo lejos escucho detonaciones de armas. Lev sonríe— te lo dije, es tarde.

— ¿Tarde para qué?

— Para convertir este lugar en una ciudad de pesadillas— la presión sobre mí desaparece y en su lugar aparece una especie de correas solo en mis muñecas y tobillos que  me dejan igualmente en el suelo.  Miro a Lev, intentando descifrar el significado de sus palabras. Intento patalear, tirar de mis manos hasta soltarme— te lastimaras si continuas.

—  tú terminaras mal, Lev, piensas llenar la ciudad con monstruos.

— ¿Monstruos? Yo nunca he hablado de monstruos. Así les llaman ustedes pero es un nombre inapropiado ¿no crees?— da varios pasos hasta donde estoy, al punto que solo puedo per sus zapatos— eso que tu llamas monstruo no es más que un reflejo de  nosotros, estuvimos cazándoles sin entender ni un poco de lo que hacían, nunca les importo. Y cuando entiendes todo de lo que son capaces, no hay nada imposible.

— …

— ¿te quedas callado ahora? no importa, no importa— no puedo decir nada. Realmente siento que ha perdido la razón pero ¿una persona demente puede hablar con tanta coherencia?  Sé que las pesadillas no son lo que había creído, pero ¿usarlas? Y a tal magnitud como dice él… ya no intento librarme de lo que me mantiene inmóvil— he trabajado mucho para poder llevar a cabo todo esto, practique demasiado para perfeccionarlo…— Lev se agacha, veo en su mano un brazalete plateado, dudo que sea plata. Recuerdo cuando encontramos ese brazalete cuando aún odiaba a Tchess.  Me parece escuchar esa voz en mi cabeza, quejándose y diciendo que no debería de sorprenderme saber que las pesadillas pueden usarse ¿acaso no hice eso con Tchess, y Alice y Hatt también? 

—  No es igual

— ¿Qué?

— la forma en que descubriste todo esto ¿realmente vale la pena?

— Pero que cosas dices— una risa alegre— no lo sabré si no lo hago. Solo me falta esa pesadilla, y todo terminara, así que comportarte un poco más, Iridian, de ti depende que las personas allá afuera sufran o no— No me culpes de lo que haces. Aprieto los dientes. Ya no tengo dudas— sería más fácil si estuvieras inconsciente de nuevo, Iridian. Menos doloroso también, lamento decirlo.

—  ¿Qué…?— Lev camina y le pierdo de vista, no puedo moverme para ver dónde está, pero no ocupo saberlo, casi de inmediato comienza el dolor. El dolor que me deja la mente en blanco, que no puedo describir pero sé que nunca sentí un dolor como ese, que no sé dónde duele, solo hay dolor y más dolor— ¿sigues consiente? Me sorprendes— jadeo cuando el dolor se va.  El alivio me hace notar también el silencio,  pues creía que el gruñido alto y agudo estaba en mi cabeza, sin embargo ahora entiendo que no era yo, si no Tchess quien hacia ese ruido.

— ¿Qué hizo Alice? Esto está…— escucho sus pasos de nuevo, algo me toca la cara— ¿Qué hizo Alice? Oh, no pongas esa cara, nadie más pudo haber hecho algo como esto ¿Qué hizo?

— No lo sé— el dolor esta vez es como unas garras rasgando mi espalda— yo solo… quería separarme de esa cosa— jadeo, toso, respirar duele— ella dijo que podía, no pregunte como.

— Maldición…— me rio, aunque duele mucho.

— Mal momento para haberla matado— escucho un golpe algo lejos, como si Lev hubiera arrojado algo contra la pared. Me rio más, quizá de alivio, quizá porque he enloquecido— Esta bien, siempre puedes intentarlo la próxima.

— No hay una próxima vez— la voz de Lev ahora tiene un tono de enojo— he pasado tanto tiempo experimentando, encontrando todo para este momento, las circunstancias que llevaron a esto no se volverán a repetir— ¿Qué fue lo que dijo Tchess? Algo sobre cerrar la ciudad, ponerse alerta. Nadie volverá a caer en el mismo truco.  Respiro, debo salir de aquí antes de que Lev encuentre una forma de resolver el problema que tiene, sea cual sea. Es imposible mover mis manos y pies, no puedo alcanzar el cuchillo que aún tengo y nadie sabe que estoy aquí. Espero que mis amigos estén bien, en serio me alegra  mucho que ninguno de ellos este aquí. Lev camina de un lado a otro, en silencio. Yo solo puedo ver el rostro de Alice. 

— Lev, Lev, yo… podría ayudarte ¿Qué dices? Como antes…

— no vengas con eso, ¿de verdad piensas que soy tan idiota para creerlo? Eres un cazador, Iridian, y yo lo fui una vez también, se cómo actúan. Además… creo que puedo intentar hacerlo a la inversa…— me tenso solo de escuchar que volverá el dolor— Alice intento separarles, pero ¿Qué hizo? No puedo terminarlo yo, entonces quizá si vuelvo a unirlos como al comienzo…— parece que habla para él. Algo me acaricia el cabello. Cuando pienso que sentiré más dolor, lo único que siento es algo helado en todo el cuerpo, tan helado que comienzo a temblar sin control. Mis dientes chocan sin control. Puedo ver la sombra de Lev, algo oscuro que se mueve sin seguir los movimientos de Lev. Me quedo mirándola fijamente, sé que Lev no se mueve porque esta frente a mí, la sombra tiene los dedos alargados, como garras que se esfuman, retuercen y cambian en varias formas. La sombra se vuelve normal— He terminado… necesito comprobarlo. No necesita decírmelo, puedo sentir de nuevo la presencia oscura de Tchess en mi cabeza,  pero esta vez en una sombra de lo que era… algo que solo es furia y que no responde.

— funciona, no necesitas comprobar nada. Puedo sentirlo— Lev no dice nada, comienzo a sentir algo mas además de la presencia de Tchess, algo que empuja mi propia conciencia, que intenta tomar el control de todo. Siento un deseo incontrolable de quedarme quieto, que no puede ser mío porque  yo quiero luchar, quiero librarme de esto. Tchess deja de emitir ruidos. 

—  todo está bien—  no, no todo está bien, al contrario pienso que todo está muy mal.

— No sigas…

—Ojala nunca te hubieras involucrado en esto, Iridian. Me apena mucho que nos veamos en estas circunstancias.

— Ya veo…— nunca pensé que pudiera salir fácilmente de aquí, ni yo me iré tan fácil— ¿en serio dejaras que haga lo que quiera contigo?

— ¿Qué?

— Ya veo que todo lo que decías no eran más que mentiras. No me extraña viniendo de una cosa como tú— reúno fuerza para sonreír, Lev sigue mirándome pero no veo su expresión, no estoy hablando con él de cualquier modo— no eres tan genial como me hiciste creer si te han atrapado.

— Iridian, basta— Tchess se ha puesto a gruñir, escucho como levanta las patas intentando moverse. La presencia oscura en mi cabeza se ha puesto a agitarse, puedo sentir su odio.

— Solo una cosa más: Realmente debes ser patético para dejar que te atrapan y que un humano te controle— por unos segundos no pasa nada, todo sigue en calma. Luego un rugido, la bestia en que esta transformado Tchess se levanta, gruñendo y moviéndose furioso y la cosa en mi cabeza parece estallar volviéndose un torbellino oscuro. Lev grita algo, tiene que moverse a un lado y rápido cuando las garras de Tchess pasan justo donde estaba él. Otro rugido, y un salto ponen a Tchess delante de mí.

— ¡No! ¡Detente, no puedes!

— realmente me das pena, eres una cosa inútil que arruino todo por creer que podía hacerlo por su cuenta ¿Qué paso, Tchess? ¿Fue demasiado para tu corta inteligencia?—  No escucho que dice Lev por el nuevo rugido que emite Tchess. Aun no es suficiente,  aún está siendo controlado por Lev aunque por la expresión que pone le está costando mucho mantenerle. Solo un poco más…— Mírate, ahora eres un enorme perro faldero—  el sonido salvaje que emite Tchess retumba en  mi cabeza, las tiras oscuras que me detienen desaparecen y ruedo justo a tiempo para evitar ser aplastado por Tchess. Lev está levantándose también, aunque no me di cuenta en qué momento cayó al suelo, grita algo que no me intereso en escuchar. Me levanto,  un poco desorientado, solo para quedar ante los enormes dientes de Tchess. Escucho el gruñido que emite— ¿Qué dices, cosa?

No-soy-una-cosa— podría dejarme caer solo del alivio que siento al escucharle, que ni me importa el tono peligroso que usa para hablar.  

— También me da gusto escucharte— sus deseos de despedazarme me llenan la cabeza, esos pensamientos tan familiares ahora— pero no tenemos tiempo para ponernos al día— a él le toma solo unos pocos segundos entender lo que está pasando, puedo notar su toque en mi cabeza, revisando mis recuerdos. Vuelvo a mirar a Lev, que está sacudiéndose la ropa— Lev, todo acabo. 

— ¿Acabar, dices?— él se gira,  como si no hubiera pasado nada importante y eso— si me fuera a detener por un imprevisto no hubiera hecho nada, Iridian. Además, te lo dije, es tarde para detenerlo— desde que estamos aquí no para de hablar de detener ¿Qué es lo que no se puede detener?

las puertas…— por reflejo miro a la enrome entrada de este lugar, pero no veo nada alarmante— no, cazador idiota, las puertas…

¿Qué está pasando?— Algo golpea el techo, produciendo un sonido largo. El techo se derrumba a una buena distancia de donde estoy y lo que menos importa son las pesadillas que acaban llegar. El cielo,  en lugar del color normal que debería tener, ahora es completamente negro, algunas ondas de color violeta y verde le atraviesan de vez en cuando. Eso solo dura un momento, porque de un parpadeo  regresa a la normalidad— pero que… 

Iridian— me muevo para evitar  que me arranquen la cabeza de un zarpazo— esto está mal, no quiero estar aquí. Larguémonos pero ya.

¿Dónde quedo el “yo matare a quien nos hizo esto”?

— No lo entiendes… no es para nada como habíamos pensado. Eso que viste es lo que llamarías el cielo de Eerkah. Él abrió las puertas… ¡Iridian!—   alcanzo a Lev en unos pasos, él ni siquiera se mueve cuando me acerco.

— ¿Qué demonios pretendes? Nada tiene sentido, Lev.

— no necesita tenerlo, eso es lo emocionante. Debes estar hablando con  esa pesadilla ¿te ha hablado de las puertas?

— solo estas dejando entrar a las pesadillas a este lugar, no es gran cosa— Se ríe, siento sus hombros temblar entre mis manos de la fuerza con que ríe.

— Realmente cambiaste poco, Iridian— da unos pasos atrás, soltándose de mí— hacer eso no es nada importante. Tuve mucho tiempo para pensar, para darme cuenta de que podía usar también a eso que llamamos pesadillas. Fue un accidente, pero…—  me muestra sus manos, alargándose como si fueran hechas de ese alquitrán— descubrí que podía hacerlas parte de mí cuando morían.

— que…

— pero no quería convertirme en una pesadilla, dudo que sea posible por completo. Así comencé a averiguar si era posible unir a un humano y una pesadilla viva y así llego Alice.  Por obvias razones no puedo hacerlo yo mismo conmigo— ni siquiera puedo mirar el cuerpo de Alice— mi intención era hacer que todos tuvieran una, así ya nadie tendría nada que temer pero no es posible, supongo que tiene que haber cierta compatibilidad o aceptación, no importa.

— Lev…— si le escuchara sin conocer nada, pensaría que se ha vuelto completamente loco. Pero Alice era un testigo, yo mismo he visto lo que pasa y tengo a una pesadilla de la que no me puedo deshacer. Tchess está completamente en silencio, asimilando todo, en especial la muerte de Alice—no puedes hacer eso.

— claro que no ¿no escuchas? Por eso, desde hace un tiempo mi objetivo es convertir esta ciudad en algo especial.

¿Qué?

si yo no puedo ser como tú, ni como las pesadillas, entonces creare un lugar especial— el cielo vuelve a cambiar— será una nueva ciudad de pesadillas, si eres eso a lo que todos le temen, entonces ya no tienes nada que temer—  trato de imaginar lo que dice, pero solo puedo recordar los cadáveres que encontramos ¿Realmente es posible hacer eso?

— si esto es un sueño, por favor, alguien despiérteme ya.

—  No es un sueño. Todo lo que dice…  puedo notar las puertas, aunque no es completo, este lugar pronto va a consumirse. No sé lo que pasara con los humanos que se estén aquí— Tchess tiene el impulso tan fuerte de irse, que mis piernas tiemblan por lo contradictorio de su deseo de irse y el mío de quedarme.

— ciérralas entonces, ve y cierra las puertas.

— ¡No puedo! Estoy otra vez atado a ti. No puedo irme— la desesperación con que lo dice me hace pensar en Chiara, en algún hospital con su bebé, en mis amigos que deje a salvo al dejarles atrás. Todos ellos… nadie podrá irse de aquí porque nadie sabe lo que pasa. Necesito tiempo… necesito decirles que se vayan, Alice tenía razón al decir que debíamos marcharnos y alejarnos— Demasiado tarde para arrepentirse.        

— Lev…— me agacho, lo suficiente para tomar el cuchillo que aun guardo.  En lugar de atacarle, apunto el filo a mi garganta. Lev aparenta estar serio, pero sus ojos se han entrecerrado y los músculos de su cuello están tensos— aun necesitas a Tchess.

Quiero vivir, cazador idiota ¿Qué haces?— solo confía en mí— bien…

— No me opondré. Dejare que tengas a Tchess— Lev cruza los brazos, en sus labios aparece una sonrisa.

— ahora pedirás algo a cambio ¿no?

— Déjame hacer una llamada, después de eso, te dejare hacer lo que quieras— parece que no me cree, pero lo piensa un poco y luego solo señala el teléfono que deje en el suelo cuando saque las armas.

— Solo el teléfono Iridian— Tchess no le pierde de vista cuando camino hasta el teléfono y luego regreso a donde estaba.  Sé a quién llamar,  así que solo espero a que responda.

Iridian ¿Cómo es…?

Hackett, escúchame bien, no puedo repetirlo  ni explicarlo: Tienen que marcharse, de inmediato. Llévate a Chiara  y a Kerem, llama a Evans y recógelos de donde sea que estén, márchense lo más rápido que puedan de la ciudad— no escucho nada del otro lado de la línea.

¿Y tú?

Les alcanzare después.

Chiara no querrá irse sin ti. Y están pasando cosas…

miéntele, convéncela o llévatela a la fuerza, como sea pero no pueden quedarse aquí ¿entiendes?

entiendo.

—Llámame cuando estén fuera— termino la llamada. Sé que Hackett no me cree, pero no necesito que me crea y de todos sé que es el único que hará lo que pida aunque no esté de acuerdo. Lev no dice nada, solo escucho los reclamos de Tchess aunque está más atento a lo que hacen las otras pesadillas y Lev. El silencio solo es roto por algún grito o sonido lejano.  Hago un recuento de las cosas que han pasado estos días, más para Tchess que porque yo necesite recordarlo.

¿Qué harás, Iridian? Tu Lev no piensa dejarte vivo. Espero que tengas un buen plan para terminar con esto— yo también lo espero. El mensaje de Hackett llega casi quince minutos después, mucho más rápido de lo que  esperaba.

¿terminaste? Siempre te preocupas por todos aunque es claro que mentiste, no piensas reunirte con ellos.

— No… yo… Lev, déjame quedarme aquí. Esto que dices, esa ciudad… yo quiero verlo, estar allí— Por primera vez Lev está sorprendido—  estoy cansado de todo, solo quiero… déjame quedarme.

— ¿es en serio? tu… ¿no me detendrás?

— si quisiera hacerlo te habría intentado matar más veces, lucharía… incluso pude matarme antes y no lo hice ¿necesitas más pruebas de que hablo en serio?— nos interrumpe un gruñido,  Tchess está cambiando de forma. Ah… pienso en algo más apropiado para él, no puede estar siendo Lev más tiempo. Cuando termina, Tchess tiene el cabello más rojizo, largo y salvaje, piel pálida y un rostro delgado con unos ojos color naranja brillante.

— ¡Tu! Me mentiste…

— Lo siento, no puedo dejar que les pase nada.

— confié en ti.

— Lo siento— pero todo esto siempre ha sido por los demás, nunca por mí. Incluso si muero ahora, está bien  porque moriré con la certeza de que ellos están bien por ahora— lo siento, no puedo encontrar otra salida—  me acerco a Tchess y le beso, solo un beso antes de que me empuje.

— No te permitiré hacerlo— me dice, pero no es el único que ha aprendido trucos. Veo cuando entiende que no puede moverse y comienza a gritarme— ¡Iridian! ¡No te atrevas! ¡Confié en ti!— cierro los ojos antes de volverme hacia Lev.

— He terminado— Lev no dice nada más, me cuesta mucho quedarme de pie mientras se acerca.

— Ya verás que todo será mejor— cierro los ojos, aunque quisiera ya no puedo moverme. El dolor me toma desprevenido, Tchess da un último reclamo antes de que todo se vuelva a sumir en gruñidos, gritos y oscuridad.

 

¿Dónde estoy?... el suelo… me giro y me topo con un techo muy alto. Siento frio ¿Qué estaba haciendo? escucho un gruñido lejano, y poco a poco comienzo a recordar: Lev, las pesadillas… me siento, notando que estoy solo. No hay nadie aquí, no siento la presencia de Tchess en mi cabeza. Notar que no está aquí ahora me hace sentir demasiado solitario. Tengo que encontrar a Lev. 

 Por la ventana puedo ver que el cielo ya ha cambiado. Me muevo despacio, sin hacer ruido ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? me detengo en la puerta, mirando alrededor. Todo me parece más oscuro, con menos color.

— Iridian— la voz viene de algún lugar frente a mí. Es Lev, sin duda— justo a tiempo, ya casi termina— sigo el sonido de su voz, hasta que distingo su silueta. Hay un silencio que me pone la piel de gallina— ¿no es increíble? ¿Puedes sentirlo?

— Si, lo siento.

— ya nada puede detenerlo, es imposible regresar este lugar a como estaba antes— Lev sonríe. Le miro, intentando encontrar en esta persona al Lev de mis recuerdos ¿Cómo pudo terminar así? ¿Qué es lo que veía cada que intentaba salir? ¿Cómo llego a la conclusión de que crear un lugar como este era la mejor opción?  Siento pena por Lev, pero no culpa. Lev nunca quiso la ayuda de nadie— ¿lloras, Iridian?  Lo sé, es hermoso.

— Lo siento— yo lo único que sé es que Lev se ha perdido.  Veo una sombra más oscura moviéndose un poco más lejos. Ah, ya es la hora…  tomo a Lev del  brazo y le giro un poco, lo suficiente para abrazarle.

— ¿Qué?

— Lo siento— Lev no hace nada al inicio, pero después intenta zafarse.

— ¿Qué haces Iridian? Basta… detente…— solo me aferro más a él,  sin dejarle escapar. Algo le golpea primero a él, luego a mí.  Se  queda quieto, mirándome y luego baja la vista. Comienzo a sentir el ardor— ¿Por qué…?— me dice, veo el dolor de la traición en sus ojos. Su boca se pinta de rojo con la sangre que comienza a salir. Yo bajo la vista hasta las afiladas  garras que nos atraviesan.

— No podía dejarte hacerlo— siento el sabor a sangre en la boca. Algo más me comienza a doler, como una quemadura pero dentro de mí, justo donde Lev tiene sus manos apoyadas. El peso de su cuerpo supera mis fuerzas, los dos caemos, y me quedo viendo el cielo. Ya no siento la respiración de Lev, ah, creo que ha muerto… ¿así se siente morir? Dejo de sentir, ni frio, ni dolor. Intento moverme, pero mi cuerpo ya no reacciona. En la oscuridad aparecen dos puntos naranjas y lo que creo es un rostro. Intento hablar, pero no recuerdo cómo hacerlo.

— Tus amigos están bien— escucho la voz,  apenas entiendo lo que dice, pero me hace sentir en paz por fin— Dije que te mataría, cazador idiota…— si pudiera reír, lo haría. Ahora que ya no hay nada que me detenga aquí, me dejo ir— Descansa en paz, Iridian. 

Notas finales:

Gracias por leer, nos leemos la próxima semana!!


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