Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pesadillas por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Todos aquí estamos locos.

 

Ah, ¿sigues por aquí? de seguro quieres saber que paso en ese bosque después de encontrar los cadáveres. Bueno, ciertamente, Iridian parece una persona fuerte y muy poco perturbable, como pudieron notar.  Pero la verdad es que está a punto de vomitar.

— deja de pensar en eso— me grita, o al menos, el piensa que me está gritando. Y no, no me escucha, solo estoy pensando en ese claro lleno de cadáveres.  Ah… todo es perfecto allí, y demuestra que no necesitas mucha sangre para crear una obra de arte espeluznante. Muchos cuerpos de allá son irreconocibles, y el olor…  creo que por eso él quiere vomitar.  ¿Imaginas cuando pueda llevar eso a los sueños? Casi puedo saborear el miedo.

— ¿ya llamaste a tus amigos?

— si…— el tiempo se pasa de forma extraña, porque realmente yo nunca he tenido una noción del tiempo, puedo esperar horas delante de una cama, o en un armario sin notarlo siguiera, así que de seguro esto que siento es producto de ese cazador.  Me parece que pasa mucho tiempo, y digo mucho porque en realidad así lo siento, antes de que la carretera se llene de autos, voces…  como el cazador no está pensando en nada, es fácil para mí ser invisible. Nadie piensa en mí, todos están centrados en lo que Iridian acaba de encontrar.

— Hey, Iridian ¿Qué paso?

—…

— ¿Iridian?

— ¿Qué no es obvio?— murmura entre dientes. Está molesto, puedo escuchar las cosas que le quiere decir a ese que intentó matarle hace unas horas— hay un montón de cadáveres en el bosque.

— eso lo sé, pero…— no puedo perderme esto. Él baja la voz, y mira alrededor— ¿Qué hacías por acá? ¿Acaso… esa cosa lo hizo?— Pff… les dije que se pondría bueno. Los humanos son tan ingenuos, ese tipo en serio piensa que yo soy lo bastante tonto como para traerles a un lugar en el que supuestamente dejo a mis víctimas. Si yo matara a alguien, y no lo hago, jamás descubrirían donde dejo los cuerpos. Hay lugares en donde jamás serian encontrados. Solo basta un poco de imaginación.

— no, Tchess no tuvo nada que ver.

— ¿Estás seguro?— le ve con desconfianza. Es mucho más gracioso ese humano, cree que en serio puedo controlar a Iridian, como si yo tuviera tal poder. Me da mucho más mérito del que tengo. Y la verdad, solo me está engrandeciendo— no es normal que quedes unido a esa cosa y de pronto te encuentras con una docena de cuerpos…

Son treinta y uno en total— me rio al ver que se sobresalta al escucharme. Se había olvidado de  mí.

— esa cosa no fue, no lo vuelvas a decir.

Me conmueves

¡Cállate!... no, tu no— le dice a Kerem, cuando este abre la boca para decir algo más. No puedo alejarme mucho más de esto, y ya no es tan divertido, aunque el otro cazador se haya puesto de mal humor.

— ¿y esa cosa?

— No lo sé— resoplo. En serio creo que termine rodeado de gente imbécil. ¿Dónde esta chica linda con su bebé? Ella si me gusta. Ah, claro, creo que no va a venir por lo poco decente de esta situación. Por más dura que quiera parecer, esto debería ser suficiente para traumarla. Que mal. Le diré a Iridian que vayamos a visitarla  

— Oigan, ustedes…— a él no lo conozco más que por el nombre, Evans. Iridian no ha hablado mucho con él. Es joven, sí, pero igual de aburrido que todos por aquí. Todos con los que me encontré en el camino de Iridian son igual que él, todos con la imaginación tan cuadrada. Todos excepto esa persona… el forense que ahora mismo parece ser el único feliz al tener tantos cuerpos— ¿Qué hacen? Estaba ayudando a Hackett, pero su entusiasmo con esto da asco.

— ni me lo digas.

— ¿tenemos que quedarnos aquí? realmente quisiera irme…

— ¿No traes tus armas?— Ah, vaya, ese chiquillo es observador. Kerem mira a Iridian, en especial donde deberían estar las armas. Iridian suspira.    

 — venía a dar un paseo— tan serio. Me aburro— no esperaba que esa cosa terminara metiéndose en el bosque, y encontrando treinta y un cuerpos.

—… ¿el monstruo los encontró?— otro que piensa que soy sospechoso. Y eso que no puedo leer su mente como la de Iridian. Quisiera ponerme a discutir con él, pero hay más personas aquí, personas que no creo que sean tan amigas de Iridian, por más que digan que es uno de los mejores. Realmente no ha hecho nada para yo se lo reconozca.

— sí. Dijo que había olido sangre, entro corriendo hacia acá… luego estaban los cuerpos. No había nada más, ni nadie. Revise la zona primero.

Mentiroso, no revisaste. Saliste corriendo cuando te mostré los cuerpos— le escucho gruñir. No creo que haya nada interesante por acá además de los cuerpos, y como muchos ya están tan descompuestos, no tiene caso emocionarse ¿no creen? En cambio, puedo divertirme ¿no te estás divirtiendo con esto?  Espero que alguien no se me adelante y te visite primero. Mientras dejo que estos sigan pensando tonterías, te diré algo más sobre mí. ¿Te has preguntado porque puedo oler?  A pesar de no ser nada, lo hago. También  puedo saborear. No sé cómo explicártelo, porque es tan normal como lo que tú haces, ¿acaso tú sabes porque hueles o saboreas? Por mi cuenta, puedes decir que es porque los humanos lo hacen. Si tú lo puedes hacer, yo lo puedo hacer.

Incluso, puedo hacerlo mejor que tú, huelo las cosas con más detalle, quizá porque no tengo forma la mayoría del tiempo, no tengo el sentido del tacto, que me quita mucha capacidad mental, he terminado por acostumbrarme. También escucho mejor, como ese cuento de la niña que es comida por el lobo.

— Esto es interminable— ah, ese tipo, el forense. Me dan ganas de aparecer solo para saludarle, aunque en el fondo tenga el deseo de diseccionarme. Ja, como si eso fuera posible. No tendría sentido hacerlo, porque solo vería lo que él quiere ver, nada real— es una pena que no tenga tanto trabajo como parece. Solo unos cuantos se pueden estudiar adecuadamente, los demás irán a otro lado.   

— umm.

— alguien tiene que acompañarme de regreso— nadie dice nada por unos momentos. ¿Lo notan? Nadie quiere ir realmente en un camión lleno de cadáveres…oh, es buen material para una pesadilla.

— Bien, iré— Evans es quien habla— de todos modos tengo que regresar para comenzar con los registros. ¿Kerem vienes?

— sí. Enseguida— él mira a Iridian otra vez y luego sigue a los otros dos. Me aburro, ¿Tú no te estás aburriendo? Hasta ahora, me alegra que no te divierta mi desgracia, pero vamos… soy inquieto por naturaleza, no puedo quedarme dando vueltas por aquí porque ese humano no se mueve. Creo que empezare a quejarme, ese cazador es realmente fácil de manipular cuando le fastidio un poco.

— le está costando hacerse a la idea de no matarte y perder la oportunidad.

— que bien.

— bueno, entiéndele un poco.

pero si Iridian todavía está molesto porque piensa que sus amigos no le quieren. Además, sigue sorprendido de que eso le afecte, porque pensaba que era una fría piedra sin emociones, y se acaba de dar cuenta de que no es así.

— ah, créeme, si me matas ahora no voy a molestarme— dice, aunque en el fondo no es verdad.

— no creo que esa sea la solución. Al menos no ahora. Escuche un poco a Hackett y a Chiara, y bueno… realmente esa cosa no puede hacer nada ¿cierto?

Puedo.

— alardear.

— bueno, entonces,  no tiene caso matarle ahora si tú vas a morir también. Aunque parezca lo más evidente, somos amigos, y no nos gusta ver morir a nuestros amigos— que conmovedor. No me asquean estas escenas, pero no son mi tipo, esto es todo lo contrario a una pesadilla, aunque a veces, meter algo de esto sirve para causar otro tipo de miedo.

Dime, sé que alguna vez habrás tenido esos sueños incoherentes donde pasan todo tipo de barbaridades, pero están esos otros sueños, en donde pasan cosas no tan alejadas de la realidad, y que a veces hace despertar con ese miedo de que el sueño sea real. Ese miedo a veces es mejor que el otro.

— oye, cosa… Tchess.

¿Qué?

¿ya no hay nada más por aquí?

¿y cómo quieres que lo sepa? No puedo moverme. Los cuerpos no estaban muy escondidos que digamos, y podríamos pasar semanas buscando pistas en el bosque y no encontrar algo útil. Digo que nos vayamos.

— Santiago ¿tu auto?

— Por allá— quedan ya pocos autos, al menos no tendremos que regresar caminando. No pienso caminar mucho de cualquier modo— ¿Qué pasa?

— deseo dar una última vuelta por el bosque. Tengo la sensación de que pasamos algo por alto— claro,  dejamos otra docena de cuerpos por allá. No hay nada más, aunque si se lo digo no va a creerme.

—  es un poco tarde, podemos venir mañana, no veremos mucho esta noche… ¿esa cosa sigue contigo?

— sí, sigue por aquí… tienes razón, no tiene caso seguir aquí ¿puedes llevarme a mi casa?— él otro chico asiente. Iridian comienza a caminar, avanzo delante de ellos.  Se vería raro que Iridian se detenga de pronto. Las puertas cerradas del auto no son impedimento para nosotros, ¿no te lo mencione antes? Puedo aparecer y desaparecer de cualquier lado si está muy cerca, como un lado de la puerta, así que solo me muevo al asiento trasero. Cuando avanzamos, me hago visible.

— que noche tan movida ¿no creen?

— tú…

— pareces cansado, Iridian ¿necesitas dormir? Nunca he dormido, pero parece entretenido. ¿Y tú qué dices?

— nada.

— cállate, tu voz me tiene harto. Santiago, ¿sabes algo sobre esto? el blog de la chica…

— la última entrada es de la noche que desapareciste. No hay conexión desde entonces, y además, es de un establecimiento de café, no de una casa, todo está registrado con alias e información falsa, así que no ayuda nada.

— no esperaba que sirviera.

— que pesimista. ¿Puedes creer que me consideraba un estorbo?— es divertido verles a los dos intentando ignorarme— de seguro será importante a su momento, ustedes no saben esperar.

— quiero terminar con esto pronto, no esperar.

— Pff… eso no será bueno a largo plazo—  ah, ¿qué les puedo decir de esto? es más que obvio que ellos no son de mucha ayuda por ahora. Debo admitir que esta es la tercera vez que viajo en auto, me gusta, y mucho más ahora que puedo ir viendo el exterior y no ir en el asiento como un perro. En serio voy a hacer que pague por eso.

— ¿Cómo piensas solucionar este asunto?

— no lo sé. Primero debo romper lo que sea que nos este uniendo, después de eso creo que nos vamos a matar entre nosotros.

— ¿Eso es una broma? Que divertido eres— él de verdad cree que puede matarme. Es mucho más ingenuo de lo que pensaba. Ah… ¿Has sentido eso?  No, de seguro que no— oye, Santiago, deberías detenerte.

— ¿Qué?

— ¿Qué dices?

— Alto, para, detente… como quieras, pero apaga esta cosa— no se detiene, pero baja la velocidad.  

— ¿Qué pasa? ¿Hay más cadáveres?— Iridian se gira en el asiento, ya tiene el teléfono en la mano. No es eso lo que sentí, no se puede sentir un cadáver, porque no hay nada que sentir a menos que sea el olor, imposible incluso para mí en un auto como este, con los vidrios arriba y moviéndose a una velocidad no precisamente lenta. 

— No— el auto se detiene, pero no lo apaga. Abro la puerta…— es algo más—   puedo bajarme,  seguimos en cerca del bosque, aunque no muy lejos de la ciudad, incluso hay unas casas a la derecha, hacia dónde vamos.

— hey…

— Shh— no es en esa dirección. Algo se aleja en dirección al bosque, no por dónde veníamos, pero quizá… siento que eso nos estaba siguiendo. ¿Eso? Pff, ya sueno como ellos. Lo que estoy sintiendo es la  presencia de otra pesadilla. Este asunto es mío,  pero no debo parecer muy ansioso por querer ir.

— ¿Qué demonios estás haciendo?

— hay algo por allá. Nos seguía, pero nos detuvimos y se alejó, pero se detuvo más allá— los dos se ponen alerta. Vaya, en serio es más fácil de lo que pensé. Ellos están ansiosos por tener acción, por tener algo que hacer. Acostumbrados a actuar antes que a pensar— no creo que se ocupen las armas.

— ¿estás seguro de que hay algo?

— Jamás miento— eso parece convencer a Iridian, a pesar de que ya he mentido, no es verdad que jamás mienta. Como él comienza a caminar, me adelanto. Es como una repetición de lo que paso hace un rato, un vagar por el bosque, aunque ahora sé muy bien a donde ir, y me basta con mantenerme firme en el camino por el que voy, e Iridian no tiene más remedio que seguirme cuando va hacia otro lado.

Me detengo solo cuando algo me detiene. Una sombra sin forma al igual que yo.

— ¿Te detuviste?— ah, no venían tan lejos como pensé.

— Algo así—  me convierto en el humano que me dio.  Frente a nosotros, esa otra pesadilla se pasea como humo negro, de un lado al otro de un camino apenas visible.  No quiere dejarnos pasar, es más que obvio.

— eso… ¿¡Porque nos trajiste aquí!? Esto es una trampa— pero que idiota. Resoplo, sin tomarme la molestia de responder. Nada creativos, ¿no lo crees? hubiera sido mejor usar ese cementerio improvisado como cebo para poner una trampa y acabar con un montón de ellos.  Me adelanto un poco, no quiero recibir un ataque, aunque seria de lo más lindo ver gritar a ese cazador. No estoy preocupado, porque puedo ver que esa otra pesadilla, se encuentra en la misma situación

— tú…

— no es una trampa, sácatelo de la cabeza. Pero deberían quedarse un poco atrás— al final de cuentas, si muere Iridian, moriré yo. 

La otra pesadilla ya se dio cuenta de que lo soy también. Se ha detenido, como escuchando lo que hablamos. Algo se mueve detrás del humo,  que en un segundo a otro, termina siendo un humano también, un adolescente castaño, con ojos verdes y grandes, casi como los de un niño. Y eso es más bien lo que parece.   Detrás de él, lo que se movió es una humana, también adolecente, rubia, y con su ropa manchada… sangre…

— hey, ¿estás bien? Iridian, tenemos que ayudarla— extiendo mi mano.

— ¿quieren callarse? Ella está bien… ¿no es así?

— ¿Quién eres?

— la pregunta aquí es ¿Quién eres tú?

— Eres uno de nosotros, y estas con esos… ¿Por qué?— no logra darle el tono molesto a su voz. Por respuesta, levanto la mano donde se nota eso que nos une a Iridian y a mí.

— no tengo muchas opciones, tu tampoco por lo que veo. Y ella es…

— Alice.

— ¿Hatt?  ¿Me llamaste? ¿Ya podemos irnos?

— ¿Hatt? ¿Ese es tu nombre?— no lo creería ni aunque fuera cierto.

—Hattely. Alice no se encuentra bien…— no necesita decírmelo. Ella ni se ha dado cuenta de que estamos en medio de un bosque, que llegamos de la nada o que tiene su ropa llena de sangre, que al parecer no es de ella— no es su sangre.

— ¿de quién?

—…

— Tchess…

— Lo sé— Iridian dice que es sospechoso. ¿Acaso no buscamos a un humano con una pesadilla que ocasiona esos asesinatos?  Además, está unida a uno, ¿eso no le daría la ventaja de convertirlo en lo que quiera? Además, la sangre…

— ¡¿Tu eres Tchess?! ¿Ese Tchess?

— ¿Acaso hay otro?— noto la curiosidad de Iridian por esas palabras, pero no es momento de contarle lo que tú ya sabes sobre mí. ¿Quieres sabes si pienso que ella es culpable o no? ¿Y tú qué piensas?

La pequeña Alice perdida en el país de las maravillas.

No podemos dejarla aquí— es lo que piensa Iridian. Está tanto preocupado por la salud de ella como por los asesinatos. Si ella es la culpable, Iridian no podrá matarla, eso es lo que piensa, y si no es culpable, debe saber algo ¿no? Yo pienso lo mismo respecto a eso, aunque en mi caso, no dudare en matarla si resulta ser quien hizo todo esto.

— señorita…

— Pierdes el tiempo— le digo— están en la misma situación que nosotros, Iridian. Además ella no parece vernos por culpa de él.

— No entienden nada… no podemos… si volvemos…— ah ¿Notas eso? la desesperación, el miedo y el secreto ¿No es delicioso todo eso? ¿No quieres saber más, humano? Si, tú siempre quieres saber más, lo sé.  ¿Ves como se miran los cazadores? Saben que hay algo sospechoso aquí. Y no lo dejaran pasar.

— entonces se quedaran aquí, ella se pondrá peor y posiblemente morirá al igual que tu, porque no quisiste que le ayudaran— Hatt me mira, puedo ver  que intenta tomar una decisión.

— Vamos, no tenemos que hacer nada mas aquí— Iridian se da la vuelta, me muevo para quedar a su  lado.

— no vas a dejarla aquí. Se lo que estás pensando, y creo que tienes razón.

— no voy a dejarla en mi casa, y tampoco podemos llevarla con los demás.

— sí, eso lo suponía. Pensaba llevarla con tu amiga, Chiara.

— No, de ninguna manera. Ella no puede ir con Chiara…

— ¿lo has notado? Ella no está muy cuerda que digamos…— él la mira. Le hago una seña a Hattely  para que se acerque a nosotros. Esta enfurruñado, pero entiende que tiene que obedecerme, y eso me da ventaja.  Entre nosotros, podemos saber algunas cosas referentes a los nuestros, por ejemplo, sé que Hatt es joven, no tendrá más que algunas décadas de haber venido al mundo— ¿desde cuándo esta así?

— no lo sé.

— ¿pero antes estaba bien?

— si…

— ¿ella fue la que hizo eso de allá? ¿Por qué estaban por aquí?— es evidente que sabe algo, pero no quiere decirlo. Iridian le mira, suspicaz— entonces no queda otra opción más que vengan con nosotros ¿confías en que Chiara estará bien?

— Absolutamente, además, solo será esta noche— pienso que ella sabe algo, si no es quien buscamos, al menos nos va a decir algo sobre como terminaron como nosotros. Eso no es para ti, deje que Iridian escuchara eso porque no puedo decirlo en voz alta.

— entonces vámonos.

— no seas descortés. Alice ¿listo?

—  Si— la chica esta desaliñada, su mirada pérdida. Comienzo a creer que algo muy extraño está pasando con ella.

— Por aquí— sonrió, señalando el camino por el que veníamos.

Y bueno, ¿Qué más puedo contarte de esto? la chica está loca, esa pesadilla no se despega de ella, y creo que esconden parte del misterio que quiero resolver. Por ahora, no me queda más que seguirles,  al menos los cazadores entendieron más o menos la situación. No pienso preguntarle a Hatt nada hasta que podamos estar a solas.

—Todos aquí estamos locos, Alice.

Sonrió antes de desvanecerme, tal y como el gato de Cheshire

Notas finales:

Nos leemos el próximo sabado, Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).