La sonrisa es esa línea curva que endereza todo
De nuevo esa maldita voz. Estoy intentado dormir después de la noche tan agitada que tuvimos, siento que no he dormido nada, y esa maldita cosa no se calla. Apenas lo pienso, se hace el silencio. Me quedo unos momentos más, no estoy cómodo. Aun medio dormido abro los ojos cuando siento una insistencia que no es mía. Me encuentro con que me están mirando a centímetros de mi rostro. El rostro familiar me hace sentir perdido. ¿Dónde estoy? ¿Estuve soñando? Todo parece irreal.
— Lev— murmuro. Él sonríe. Y es justamente su sonrisa lo que me trae los recuerdos de lo que está pasando.
— No estás soñando, Iridian— le empujo. No estoy en mi departamento, anoche ni siquiera pudimos llegar a irnos de la casa de Chiara, y aunque pudiéramos irnos, yo no me habría ido dejándola con esa cosa— Buenos días.
— ¿Qué quieres?
— me aburro. No puedo llegar a la sala, la cocina esta sola y ya la recorrí toda la noche. No quiero entrar en el cuarto de Chiara cuando esta así. Esta casa es grande, pero eso ya no me importa. ¿Entonces ya tengo un nombre? ¿Lev?— me levanto y giro rápido, tomándole del cuello.
— no vuelvas a decir su nombre.
— ah… interesante… ¿Qué me estas ocultando tan celosamente?— paso por su lado— pero sabes, prefiero que me llames Tchess— le ignoro mientras salgo. Necesito pensar en otra cosa.
La chica, Alice.
Sigue siendo todo un misterio, y me sorprende que pudiera dormir anoche con todo eso. Encuentro a Santiago en la cocina, con una cara de sueño y ojeras. No tenemos idea de que hacer, por más que intentamos buscar una solución, lo único que hicimos anoche fue darle a la chica ropa limpia y algo de comida.
— ¿Qué hay? Tienes una cara terrible.
— intenta estar con una de esas cosas todo el tiempo.
— claro, como si fuera algo que quisiera también. ¿Ya saben que van a hacer con Alice?— estúpida cosa. Sabe muy bien que anoche ya no hablamos, y lo único que quiere es decir lo que planeo y hacernos quedar en ridículo— oh, no había pensado eso, lo juro.
— cállate.
— ¿Solo sabes decir eso? y para ampliar tus conocimientos, no tengo ningún plan con la chica. Sé que quieren hablar con ella, y eso es lo único que puede ser útil ahora.
— Es imposible discutir con esto— le señalo, mirando a Santiago. Él no aparta la mirada de Tchess.
— puedo decir lo mismo de ti.
— ¿Pueden dejar de discutir un segundo?— Chiara entra a la cocina, trae una bata de dormir rosa que apenas le queda— los dos dicen que ocupan hablar con Alice, pero ella no está muy…
— esta chiflada, no necesitas darle vueltas a eso. Si sabe algo, no va a decirlo porque ni siquiera nos pone atención.
— exacto. Tengo… conozco a alguien que quizá podría ayudarnos. Creo que ella solo necesita un poco de ayuda. Necesitaríamos llevarla para que la atiendan— supongo que está sugiriendo que ella va a tener que estar internada con alguien, dudo mucho que lo suyo se resuelva en un momento.
— creo que no tenemos nada que perder. Tenemos que ir a ver qué ha pasado con Hackett.
— bien, iré a buscar a Alice para decirle que irá a otro lugar. Sí, eso está bien— Tchess sonríe, me siento mucho más aliviado al ver que no es igual que esa persona, pero solo es un alivio momentáneo, porque no quiero dejarle hablar a solas con esa otra pesadilla. Pero no tengo que preocuparme mucho por eso, esa cosa viene por el pasillo— ah, te iba a buscar.
— no quiero estar aquí, rodeado de cazadores. Alice tendrá problemas si no nos vamos pronto.
— ¿Qué problemas?— Chiara se adelanta. Esta genuinamente preocupada por la chica— ¿tiene familia? Deberíamos informarle a su familia.
— Alice no tiene familia. ¿Qué van a hacer con nosotros?
—eh…
— pienso que lo mejor será buscarle ayuda, para que pueda…
— ¿Qué es lo que tú sabes? ¿Cómo terminaron así? ¿Quién fue quien les hizo eso? ¿Por qué estaban anoche en ese lugar?— Santiago suelta una pregunta tras otra. Son justo las mismas preguntas que yo quiero hacer.
— Yo no sé nada…
— Ah, cazadores idiotas, no tienen nada de tacto. Eso es lo que menos importa en este momento ¿sabes?
— ¿Cómo que no importa? ¿No es lo que queremos saber?— le encaro. Eso no deja de sonreír.
— yo mejor preguntaría, Hattely ¿Por qué estás haciendo que ella vea algo que no existe?
— se pone mal si lo dejo de hacer. No me gusta ver a Alice sufrir, no voy a dejar que sufra, así tenga que hacerle creer que está en un lugar que a ella le gusta y no está pasando todo esto— me cuesta unos momentos entender a qué se refiere.
— sí, tonto, ella. No sé lo que él le está haciendo creer pero no es normal la forma en que contesta, ella está viviendo en una ilusión. ¿Qué pasara si se desaparece la ilusión?— apenas piensa eso, comienza a hablar con el otro monstruo, reconozco algunos idiomas, y finalmente terminan hablando algo que no logro entender, en un idioma que no suena para nada a algo que exista.
— ¿Qué estás haciendo?
— nada. Bien, entonces, ¿Quieren llevar a Alice primero o ir con tus amigos?— esa cosa cree que me está engañando.
— La chica, ¿Estaba así cuando la conociste?
— no… ella estaba bien. Yo no voy a decirles nada, son cosas de Alice, si ella quiere contarles lo que paso, entonces que lo haga. Yo no diré nada.
— eso es lo que me estaba diciendo Hatt. ¿No es sospechoso? ¿Por qué no nos quiere decir nada? A Iridian no le gusta que le oculten cosas.
Pero si le gusta ocultar cosas…
— no importa, no confiaría mucho en lo que diga esa cosa de cualquier modo. No podemos hacer esto todos juntos, Santiago, ¿Puedes llevar a Chiara y a la chica a donde sea que la vaya a llevar?
— claro.
— iré con Hackett, pueden alcanzarme allá si quieren.
— yo no pienso entrar allá hasta que me digan que todos esos cadáveres ya no están.
— quiero hablar con Hattely— me esperaba algo como eso. Pero si todavía no confió en el primer monstruo que encontré como para confiar en el que viene con la chica. Claro que quiero saber porque están juntos, y las cientos de preguntas que tengo que hacerles, pero no confió en ellos.
— ¿A dónde iremos? No quiero estar con los cazadores. Ellos no entienden nada, y le harán daño a Alice— se dirige a Tchess. Parece que le esta implorando, con esa apariencia de adolecente que tiene, me parece más un berrinche.
— ya lo veremos. Alice estará bien dependiendo los secretos que oculte— Tchess sonríe, una sonrisa peligrosa, que contrario a todo, me hace sentir calma solo porque le hace menos humano. Me confirma que esto no es real.
Cuando todos están saliendo, veo que Tchess le dice algo a Chiara. Frunzo el ceño. Chiara es extremadamente amable con este monstruo. No me gusta. El auto de Chiara es pequeño, así que usan el de Santiago para irse. Yo y esa cosa vamos caminando.
— ¿Qué le dijiste a Chiara?
— ¿Celoso?
— Ja ¿hablas en serio?— él se ríe.
— Quizá te moleste que Lev hable con chicas— le estrello contra la pared, aunque lo lamento dos segundos después. Eso le hace reír con más fuerza, las personas nos miran— en serio no aprendes.
— Cállate— ¿Qué demonios sabe esta cosa? ¿Cómo sabe…?
— Te lo dije antes ¿no?— pone una expresión aburrida mientras caminamos de nuevo— no eres tan cerrado como te crees. Tu mismo me has dicho todo lo que se sobre ti. Aunque admiro tu tenacidad, no se mucho sobre Lev, pero si se lo que sientes cuando me vez, o cuando hablo de él. Yo no uso solo las palabras.
— ah… eres un incordio.
— También te aprecio— antes de llegar, le convierto de nuevo en el perro que traía ayer, esta vez no escucho reproches, pero si siento una gran resignación. Kerem me dirige una mirada larga antes de segur su camino.
El espacio de Hackett está solo, como siempre. Apenas cierro la puerta, Tchess se convierte en humano.
— me preguntaba cuando vendrían.
— ¿Novedades?
— no mucho. Es lo mismo que sabemos desde hace tiempo. Según lo que pude ver por mí mismo. Sin embargo hay algo nuevo, aparte de la antigüedad, note que los cadáveres más antiguos están más destrozados, muestran más salvajismo.
— ¡eh! Pero si los cuerpos estaban casi descompuestos ¿Cómo puedes saber eso?— Creo que este monstruo es la primera cosa que muestra tal interés en lo que hace Hackett. Le mira con tal curiosidad que me repugna.
— los huesos. Muchos estaban rotos y tienen marcas… por aquí, mira— camina rápido hasta el escritorio y toma un papel, una fotografía— ¿Lo puedes ver? Por aquí…
— sí. ¿Y eso porque es nuevo?
— la chica que encontró Iridian, y los anteriores, no los tienen. Las heridas se concentran en el tejido blando, mucho más sensible al dolor y a tener una muerte más lenta… y violenta en cierto modo.
— ahórrate la imagen mental. Entonces, dices que los primeros asesinatos fueron más salvajes.
— sí.
— sí, tiene sentido— Hackett también asiente. Es sabido que los primeros homicidios de los asesinos seriales, o cualquiera que haga un asesinato, serán intentos torpes, una constante evolución hasta que encuentra su estilo. Si lo que está matando a estas personas también pasó por eso, entonces es normal lo que encontramos.
— aunque también podría sugerir que quizá no sabía lo que hacía o no quería hacerlo.
— ¿De qué estás hablando ahora?
— bueno, estamos hablando de una pesadilla controlada por un humano. Si yo fuera esa pesadilla, y tú quien me ordenara algo, ya no hablemos de asesinar, me resistiría con toda la voluntad que tengo. Quizá es más salvaje porque estaba luchando contra ese control.
— hablas como si supieras de eso.
— tengo mucha imaginación. Aunque a lo mejor me equivoco.
— Estamos hablando de pesadillas, cualquier cosa puede ser posible— Hackett se encoje de hombros— pero bueno, su hallazgo no fue tan interesante como esperaba. Ahora, quisiera preguntar algunas cosas…— ah, esto es molesto. Me siento en una de las sillas, intentando ordenar todo lo que ha pasado estos días. Parece que solo encuentro cadáveres desde que conozco a esta cosa. Sé que algo está tramando, pero la verdad no estoy seguro de que es lo que pretende comportándose de ese modo, esperaría un comportamiento justo como el monstruo de Alice, no está cosa cooperadora y parlanchina que me toco. Al final, me he convencido en seguirle el juego para descubrir su plan y usarlo a mi favor.
Casi una hora después, seguimos en la morgue. Me está dando frio, y estoy aburrido. Esa cosa ha estado respondiendo a un montón de cosas que deberían interesarme, pero ahora no lo hacen. Al parecer, Hackett si tenía muchas preguntas. Alcance a entender algo sobre cómo pueden cambiar, como se ocultan y me perdí por completo cuando hablaban de anatomía.
— ¿podemos largarnos ya?
— que amargado eres.
— tengo más cosas que hacer.
— mentiroso. Vivo contigo y no tienes nada que hacer más que matarnos, y eso no te lo permito. Así que… no tienes nada que hacer, relájate.
— Que molesto— justo escuchamos unos pasos en las escaleras. De nuevo pienso en el perro, y para cuando la puerta se abre, ya no hay más que dos humanos en el lugar. Bah, siempre hubo solo dos humanos.
— Ah, Iridian— es uno de los gemelos— no sabía que todavía estabas aquí. Hackett, te buscan en la entrada, creo que te traen los resultados de sabrá dios qué cosa— es Jayden.
— Iré enseguida— pero si ya se está yendo. Suspiro, será mejor que me vaya también. Debo llamar a Chiara, y ver que todo siga en orden.
—El mundo no se va a destruir si te distraes dos segundos.
— De nuevo traes a tu mascota— Jayden se acerca cuando lo levanto. Decidí que ya no puedo cargarlo por el lomo porque todos se me quedan viendo peor que si le pegara. Si supieran que no es un perro real.
— si… no te recomiendo que lo toques, tiene mal temperamento.
— ¿¡Quién es el del mal temperamento aquí!?
— me gustan los perros. Kaiden es alérgico si pasa mucho tiempo con ellos.
— dudo mucho que este le de alergia. Como sea, tengo que irme. ¿Llego Santiago?
— sí, creo que subió con Chiara hace unos minutos. ¿Es seguro que ella venga aquí todavía? Es decir… hay muchas escaleras, y la mayoría del personal somos hombres. No quiero imaginar lo que pasara si ella comienza a tener a su bebé por aquí.
— es un buen punto. Se lo diré.
— No soy un maldito perro sarnoso ¿Puedes dejar de tratarme como uno?— me importa más encontrar a Chiara, ella dijo que no iba a venir, y si esta aquí, debe tener algún motivo importante para venir— me voy a vengar, lo juro. Y lo voy a disfrutar.
— no me digas.
— Soy alguien muy vengativo, aunque no rencoroso— eso no tiene sentido. Encuentro a Chiara en el espacio de Santiago. De nuevo, apenas la puerta se cierra, Tchess se convierte. Le veo sacudir el cabello, peinárselo con los dedos de la mano, sonriendo.
— cuanto tiempo.
— ¿Paso algo?
— le estaba contando a Kerem lo que encontraron, sobre Alice y la otra pesadilla. Mi amiga dice que tendrá que quedarse unos días. Nos llamara si hay alguna mejora. Hattely accedió a quitar su influencia.
— Menos mal, era un embrollo hablarle como si fuera una retrasada— Tchess suspira. No parecía molesto de hablarle de esa manera— ah, eso es porque es fácil meterse en personaje ¿no crees?
— no.
— bueno, eso es todo lo que quería decirte.
— ¿y qué le dijiste tu a Chiara?
— umm ¿Quién sabe? ¿Qué fue?— maldito…
— solo me dijo que pusiéramos cuidado en donde la dejábamos, porque Hattely podría escaparse con Alice. Hice que pusieran algunas protecciones en la habitación, solo puede salir cuando abran la puerta, y además…
— ¿Qué?
— le pediré a alguien que se quede con ellos, por si se le ocurre atacar a alguien mientras esta allí.
— buena idea.
— No creo que pase, pero está bien— Tchess hace un gesto indiferente con la mano— Hattely no es como yo, es joven y está muy apegado a esa chica. Mientras ella esté bien, creo que no habrá problemas. Él también quiere que Alice regrese.
— Yo lo hare— Todos miramos a Kerem— no creo soportar estar aquí sin hacer nada. Y si eso se pone mal… puedo matar a esa cosa sin sentirme culpable.
— vas rápido, chico. Si lo matas sin saber que pasa, entonces tendrás que soportarme por aquí para siempre. Iridian ya está resignado ¿no es así?
— ¡Claro que no!
— eh, que cruel y yo que estoy ayudando tanto— dejo que siga quejándose. No me extraña la actitud de Kerem, aunque prefiero que las cosas no sean tan complicadas.
Ya es bastante tarde, pero no puedo dormirme. Necesito tener algo de acción, no soy alguien que se quede sentado sin hacer nada. Ni siquiera conozco los programas de la televisión, cosa que no le pasa a este monstruo.
— ah, ese es un buen programa— le cambio solo para molestarle. Ya no me he molestado en molestarle— esa es una película de terror, aunque tiene muy baja calidad.
— ¿conoces todo?
— desde que salieron las películas me dan mucho material para las pesadillas, así que si, conozco todo lo que ha salido.
— tsk.
— Pero bien, no es que desaproveche para verlas de primera mano— no tiene caso seguir cambiándole al aparato. Convivir con esta cosa no es tan malo como pensé, las cosas siguen casi igual, y ciertamente, tengo más posibilidades de atrapar por fin a quién está detrás de todo esto. Nos ha costado seguirle el rastro, y desde que llego, nos hemos acercado más al culpable.
— ¿Por qué esa otra pesadilla estaba tan sorprendida al conocerte?
— ¿Hatt? No lo sé…
— ¿Me crees idiota?
— Si— le entrecierro los ojos. Esta cosa…— no es por nada importante. Solo que como tú, quizá sea un poco famoso entre los míos—… ah… le miro. No me mira. Esta cosa tenía una misión también, lo ha dicho, lo he visto cuando apareció en el recuerdo del primer cadáver. Eso debe estar relacionado— Ja, no estás tan mal encaminado con esos pensamientos. Solo te diré que soy más importante de lo que has creído nunca.
— Importante— suelto, con desdén. ¿Cómo una de estas cosas puede ser importante? ¿Acaso es algo así como el lord?
Apenas lo pienso, se gira a mirarme.
— pero en serio ¿Cómo crees que vivimos? También tenemos nuestras reglas, algo que nos controle y no nos haga cometer cosas como lo que persigues.
— no hacen mucho progreso.
— no puedo decirte aun todo, pero no soy el lord que dices. Puedes decir, en términos humanos, que soy más un guardián. Y no estoy haciendo mi trabajo— murmura eso ultimo. Guardián… me da algo de curiosidad— como sea, entre más rápido hagamos esto, volveré a Eerkah.
— la tierra de las pesadillas.
— uh, me gusta ese título. Mas viniendo del pesado cazador idiota y rubio— pongo los ojos en blanco. No ha dejado de sonreír. Está bien que sonría, porque eso me quita la confusión en la que creí no volver a caer jamás. Esa sonrisa que no le hace humano es lo único que me mantiene seguro de que no es Lev.
Ah, estoy cansado, quiero dormir.
Debí quedarme dormido sin notarlo, porque todo está oscuro cuando abro los ojos. No, hay luz… la televisión sigue encendida. No puedo despertar por completo.
— ¿Qué...?
— ah, estas despierto— le miro, de pie ante mí, sonriendo. Una sonrisa amable. ¿Qué hace aquí? ¿Dónde…?— ¿Tenias un sueño, Iridian?
— Lev…
— Shh, vuelve a dormir— siento su mano acariciar mi cabello. Cierro los ojos. Su toque es cálido. Tuve un sueño, era un sueño extraño… ¿o no lo era?— Duerme, yo cuidare tus sueños— Lev está aquí, me siento tranquilo, cansado…
Vuelvo a abrir los ojos, pero ya no estoy en mi casa. Estoy en un parque ¿Cuándo…? Es de día, hay niños corriendo hacia una fuente. Miro alrededor. Reconozco un poco el parque, aunque… yo no debería estar aquí. Algo está mal con esto. Reconozco a Chiara de cuando éramos niños.
— ¿Chiara?— ella voltea, una niña de shorts y mal peinada, luego sigue corriendo con los demás niños. Me giro y veo a alguien caminando…— ah, Lev…— Lev está aquí, debo preguntarle… Lev… él…. no puede ser.
— con que incluso alguien como tu puede tener sueños, eh… que interesante— esa sonrisa… es esa maldita sonrisa.
— tú…— maldición. Ya entendí que demonios está pasando— termina con esto de una vez.
— pero si es tu sueño Iridian, muéstrame— todo se pone oscuro, se convierte en un manchón giratorio, y luego comienza a formar otra cosa. Casas, calles… lámparas… todo. Reconozco el lugar. Esto es… y luego, de nuevo él, Lev… y yo…
Muéstrame tus sueños, Iridian.