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Vinsmoke before flowers por Akashi_Male

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Pasaron tres días en los que sus hermanos desembalaban cajas y cajas, y ordenaban todo en su respectivo lugar. No dejaban que él se acercará porque, según ellos, era trabajo que debían hacer por si mismos.

Claramente no le dirían a Luffy que temían que rompiera las cosas por su hiperactividad y tendencia a quebrar adornos cuando se emocionaba.

 

―¡¿Ya estas listo?!― Escuchó al otro lado de la puerta, el pelinegro solo sonrió.

―¡SI!― Salió rápidamente, llevándose a su hermano puesto en el camino―. ¡COMIDAAAA!

―¡LUFFY, JODER!― Gritó Ace, quien permanecía en el suelo. No lo admitiría en voz alta, pero ese golpe si le había dolido.

 

Por su parte, el menor corrió hacia la cocina, donde Sabo terminaba de preparar el desayuno. El olor era delicioso, abriéndole aun mas el apetito.

 

―Buenos días―. Saludó el rubio, luego comenzó a acomodar todo el la mesada―. ¿Dormiste bien?― Asintió frenéticamente mientras comenzaba a comer como si no hubiera un mañana―. Me alegra.

 

Pasaron varios minutos, en los cuales Ace bajo y reto a su hermano, luego se unió al desayuno.

 

•_•_•_•_•

 

―Vale, yo iré a arreglar nuestra inscripción a la universidad―. Sabo asintió antes de que el mayor se girará para comenzar a caminar.

―Vamos, Luffy. Tengo que entregar unos papeles en el instituto para que puedas empezar lo antes posible.

 

Se subieron al auto y partieron rumbo al lugar, un instituto de renombre llamado Red Line. Se decía que solo asistían hijos de personas poderosas, herederos de diferentes empresas grandes, multinacionales.

¿Cómo él iría a un lugar así? Bueno, su padre pagaba sus estudios desde que el jardín de niños.

 

―¿Estas nervioso?― Inquirió el rubio, Luffy solo negó con la cabeza―. Seguro harás amigos de inmediato, siempre es así―. Sonrió al oírlo, era verdad que hacia amigos con facilidad―. Cuando lleguemos no te separes de mí, el papeleo seguro será rápido.

 

Treinta minutos de viaje fue lo que tardaron para llegar frente al gran edificio, la entrada era grande, con una reja de gran tamaño y un logo en el centro superior.

Bajaron del vehículo, Sabo saco los papeles de la guantera y cerró las puertas con seguro.

 

―Bien, va- ¿Luffy?― Una gotita bajo por su cabeza al notar que el pequeño era experto en escurrirse por ahí e irse por su propio camino―. Genial…― Suspiró pesadamente, solo esperaba encontrárselo cuando finalizará la reunión con el director.

 

•_•_•_•_•

 

Miraba maravillado las instalaciones, el lugar era grande y sentía que se perdería en cualquier momento, pero eso no lo desanimaba para nada.

El edificio contaba con cuatro pisos, hasta lo que había visto tenían diferentes clubes: basquetbol, esgrima, cocina, vóley, futbol. Y eso que solo recorría la parte exterior del instituto, por lo que decidió adentrarse al lugar.

Todos los ojos fueron a parar hacia él en cuanto entró, y al segundo comenzaron los murmullos. El pelinegro solo sonreía, le importaba bastante poco que las personas hablaran sobre él, estaba mas concentrado en admirar el lugar.

Notó que todos traían uniforme, parecía ser algo reglamentario. Los hombres tenían camisa blanca, corbata a rayas negras y blancas, saco negro con líneas blancas en las mangas y solapas, el pantalón también era negro. Las mujeres, de forma inversa, tenían la misma camisa, pero con corbata estilo escoses negros y blancos, saco blanco con rayas negras, falda también escocesa con la misma combinación de colores.

Claro, él llamaba la atención porque estaba vestido de forma casual.

 

―¡Yonji-sama! ¡Ichiji-sama!― Se asustó cuando las mujeres empezaron a chillar, segundos después todos comenzaron a empujarse para lograr llegar a la entrada, llevándoselo de paso.

―¿Qué demonios les pasa?― Susurró con molestia, fijándose en eso que llamaba tanto la atención.

 

Dos personas entraron con paso firme y serías expresiones, uno tenia el cabello rojo y el otro verde. Sus cejas eran rizadas, su porta denotaba respeto e ignoraban a todos a su paso.

 

―¿Dónde está Niji?― Se les escuchó hablar, el pelirrojo levantó los hombros.

―No sé―. Fue su corta respuesta, no sonreía para nada y no expresaba emoción alguna.

 

A pesar del gran escándalo que había a su alrededor, ellos no se inmutaban, como si estuvieran acostumbrados a tal suceso. Luffy no podía dejar de mirar al de cabello rojo, le llamaba mucho la atención y su corazón bombeaba con fuerza.

 

―Ichiji-sama―. Todos contuvieron la respiración al ver a una chica pararse enfrente de los individuos, tenia una tarta cubierta de chocolate y crema en las manos, temblaba nerviosa y trataba de sonreír.

 

Los jóvenes se detuvieron, mirándola de arriba abajo sin transmitir emoción alguna. No respondieron nada, solo se quedaron observándola.

 

―Hi-hice esta tarta para usted, espero que le guste…― Pasaron varios segundos en lo que nadie decía nada, todos estaban expectantes de lo que sucedería, hasta que el chico tomó la torta en sus manos y la muchacha sonrió abiertamente―. Ichiji-sama…― Dijo con algo de esperanza, sin esperarse realmente lo que sucedería a continuación.

 

El pelirrojo miró la tarta en sus manos, el de cabello verde sonrío con burla como si supiera lo que pasaba por su mente. El joven fijo sus ojos en la muchacha, aplastándole el postre en medio de la cara.

 

―¡…!― El rostro de Luffy se endureció al ver aquello, sus puños se cerraron con fuerza. ¿Quién se creía que era para hacerle pasar tal humillación a esa pobre chica?

―¿De verdad creías que podías darle algo así? Mi hermano no comería comida de una pobretona como tú, que asco―. Se burló el peliverde, el otro no decía nada.

 

Luffy ya estaba por ir a partirle la cara a esos tipos, pero una mano le agarró la muñeca para impedirle que se moviera. Giró su cabeza hacia el costado, encontrándose con una alumna de cabello naranja y mirada dura ante la escena frente a sus ojos.

 

―No te metas, créeme que será peor―. Advirtió―. Además, ella se lo buscó, nunca hay que meterse en el camino de esos hermanos…

―¿Hermanos?― Inquirió confuso.

―Si, los hermanos Vinsmoke―. Sentenció soltándole la muñeca, luego el pelinegro volvió su vista hacia los dos individuos.

 

Ambos habían retomado su camino, el peliverde le dio un fuerte golpe en el hombro a la chica con el suyo mismo, logrando que se cayera al suelo.

Ichiji se detuvo un segundo al notar que había una persona ajena a la escuela, ya que no tenia el uniforme puesto, fijando sus ojos en él. Notaba su expresión de enojo, pero realmente le daba igual. Algo en ese chico le llamó la atención, quizás el por qué estaba ahí, o tal vez sus ojos inocentes.

Fuera cual fuera la razón, tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para seguir su camino.

 

―Oh, oh…― La peli naranja se puso pálida al notar como Ichiji se les quedó viendo.

―¿Qué pasa?― Preguntó Luffy al ver su expresión.

―¿Tu eres alumno de aquí?― Negó con la cabeza―. Uf, menos mal. Cuando uno de ellos se te queda viendo de esa manera, es porque te han elegido como siguiente objetivo.

―¿Objetivo?― Ladeo la cabeza sin entender, la chica suspiró.

―Para hacerte abandonar la escuela. Si les caes mal no será tan malo porque harán que te expulsen, pero si los provocas o ellos simplemente tienen ganas, te harán la vida imposible para que abandones tú mismo el instituto.

 

•_•_•_•_•

 

―Muchas gracias, Sengoku-san―. Estrecharon sus manos con una sonrisa.

―Esperamos a su hermano con ansias el lunes―. Sabo asintió, luego salió del despacho del director.

 

Camino por los pasillos para llegar a la salida del lugar, tomando su teléfono y mandándole un mensaje a Luffy para encontrarse frente al instituto. Cuando lo mandó, estaba por guardárselo en el bolsillo, pero no notó a la persona que caminaba hacia él, chocándose y provocando un gran estruendo. Él fue el único que cayó al piso.

 

―Joder. ¡Fíjate por donde vas!― Exclamó el desconocido, el rubio levantó la mirada encontrándose con un chico de cabello azul, vestía con el uniforme de la institución y tenía una expresión bastante dura.

―Lo siento…― Fue lo único que dijo, levantándose un tanto adolorido.

―¿Lo sientes? ¡La próxima ve por donde caminas!― El menor lo miró de arriba abajo, incomodándolo un poco―. Maldito plebeyo, no sé que haces aquí, pero los pobretones como tú deberían tener la entrada prohibida en este lugar.

―¿Disculpa?― Lo miro con enojo. ¿Quién se creía que era?― No hace falta que me menosprecies, idiota. Además ¿qué te crees? ¿El dueño de la escuela? Te informo que solo eres otro estudiante más, no tienes derecho a tratar así a las personas, y menos que menos despreciar a alguien como lo haces.

―Será mejor que te calles, plebeyo―. Sonrió altanero al notar su mirada furiosa.

―Oblígame―. Pasó por su lado, dándole un golpe en el hombro con bastante fuerza―. No te creas tanto, que realmente no lo eres.

 

El peliazul se giró para decirle algo más, pero no sabia que responder. Sólo lo vio alejarse por el largo pasillo hasta que lo perdió de vista, cerrando sus puños con fuerza.

 

―Me las vas a pagar.

 

 

 

Continuará…


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