Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LA BESTIA por Artemisa Fowl

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

CAPÍTULO 23

El jardín era esplendido, una verdadera obra de arquitectura y gracia en medio de la capital más grande del continente. La princesa Elana la mandó a construir siguiendo sus instrucciones, apenas tenía flores, arboles grandes y frondosos ocultaban las murallas que la encerraban, tupidos arbustos donde graciosos animalillos jugaban todo el día, el suave sonido de un río artificial que corría en medio del bosque y en el centro de aquel pequeño oasis de tranquilidad una casa de madera con un hermoso pórtico desde donde se podían observar el atardecer.

Delma sabía que debía considerarse afortunada, si es que a la ignominia se le pudiera ver con buenos ojos.

La chica que decía poseerla, a la que jamás llamaría maestra, ni siquiera dentro de sí; la trataba con el mimo de una mascota y le permitía las mismas faltas de respeto que a una. Muchos otros hechiceros y brujas la habrían asesinado hacía tiempo, sin embargo, la princesa Elana la consideraba encantadora y digna de la más grande consideración.

La bruja venía a verla todos los días, le trenzaba el cabello, le pintaba las uñas, tocaba el arpa, leía en voz alta y exigía a los sirvientes que le había asignado cumplieran hasta el más insignificante de los caprichos de su familiar. A veces, cuando estaba completamente agotada, absorbía un sorbo de su magia, lo suficiente para que su cuerpo se restableciera.

Era una joven hermosa, inteligente y alegre. Delma casi la habría llegado a considerar una amiga sino fuera porque había vislumbrado en más de una ocasión a la joven sádica, cruel y depravada que se escondía tras su fachada. Aquella que no dudaba en asesinar a un sirviente ante el más nimio error, ni sacrificar a los hijos de familias menores de magos con la creencia de que se volvería más poderosa. A veces le costaba confabular ambas personalidades, la joven dulce contra la bruja despiadada.

Hacía mucho se habría quitado la vida sino fuera por el príncipe Aysel, era una de sus guardianes y era su deber protegerlo hasta que cumpliera la función para la que había sido creado. Era consciente de que sus compañeros y ella fallaron miserablemente, pero mientras el príncipe continuará con vida, todavía tendrían esperanza.

Escuchó a lo lejos el suave caminar de la princesa Elana, se deslizaba con la gracia de un hada de tierra.

Miró por la ventana el mundo que Elana creó para ella. ¿Qué habría pasado con los otros? ¿Habrían muerto, vivirían?

Al principio de su cautiverio cuando se negó a entregarle voluntariamente a Elana su magia la princesa le prometió que le daría cualquier cosa con tal de hacerla feliz, exceptuando su libertad. No consiguió traer al príncipe a su lado, sólo le arrancó la promesa a Elana de que se aseguraría de que el príncipe Aysel no muriera, lo mantendrían con vida.

A nadie le extrañó su petición, a ojos de todos, incluso del mismo príncipe, Delma era la madre del joven vampiro.

Elana entró a la casa corriendo, subió las escaleras y se arrojó sobre su cuello, riendo con las mejillas sonrojadas.

— ¡Oh, querida Delma! — exclamó entregándole un ramo de tulipanes negro—. ¿Adivina quién vendrá a la ciudad? — supuso que Elana no quería una respuesta porque enseguida contestó—. ¡Zwein vendrá! ¡El gemelo de esa inútil, Deux! He escuchado tantas cosas de él. Es una bestia humana, produce su propia magia, su padre lo repudió, pero logró convertirse en un mago a pesar de todo—. Se detuvo con aire pensativo—. ¿Crees que si comiera su carne me volvería más poderosa? Los chismen cuentan que es un hechicero poderoso, tomó a un vampiro como familiar y domina los cinco elementos. Quizás me decida cuando lo conozca. ¿No te emociona la idea?

— ¿Por qué habría de importarme otro bastardo que esclaviza a mi pueblo? — contestó golpeando el ramo de violetas contra la pared.

Elana río divertida ante su arrebato de ira.

—No estés triste Delma. Durante los próximos días llegarán muchos magos de las provincias con familiares de todo tipo, si alguno de ellos me gusta quizás decida tomar a otra mascota para hacerte compañía, seguramente se te quitará un poco lo amargada.

La joven batió palmas emocionada, dio un giro sobre sí misma, besó la frente de Delma y abandonó el lugar tan deprisa como entró.

Delma miró por la ventana, afuera era de noche, apenas se percataba del paso del tiempo en los últimos días; el día y la noche se mezclaban, el tiempo se había detenido y ella permanecía impasible ante el paso de las estaciones, ansiosa por un cambio que nunca llegaba.

El príncipe Aysel continuaba con vida, lo sentía en su interior, de la misma forma que cualquier otro guardián lo sabría, pero… ¿acaso no era demasiado tarde para salvar a su raza? ¿No sería mejor para ellos desaparecer? Negó con la cabeza recordándose que ella sólo era una sirviente, no era su trabajo cuestionar las ordenes de sus amos, solo obedecerles.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).