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LA BESTIA por Artemisa Fowl

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CAPÍTULO 27

Pensó en protestar cuando su maestro le ajustó el sombrero de ala ancha, pero la expresión preocupada en los ojos de Zwein le convenció de que lo mejor sería guardarse sus pensamientos para sí.

—Los rayos de sol son impecables, podrían ocasionarte quemaduras menores, debí pensar en esto antes de salir.

Aysel pensó en recordarle que él era un vampiro, quizás su piel fuera incluso tan delicada como la de un humano, pero sus habilidades de regeneración eran las mejores entre las razas, cualquier quemadura se curaría con el paso del tiempo. Tuvo un maestro que en una ocasión decidió quemarlo con hierros candentes, el fuego arrasó con la piel, músculos e incluso tendones, pero en cuestión de días comenzó a sanar, en un par de semanas su piel tenía el mismo aspecto saludable de siempre, sin cicatrices que delataran el suplicio por el que había pasado mientras su magia interna lo curaba.

Zwein pagó al hombre que le vendió el sombrero y los guantes de algodón para proteger también sus manos antes de continuar caminando.

Las residencias de los magos habían sido una experiencia curiosa, pero en el mercado, donde la gente común, sin magia vivía, comía y comerciaba era toda una experiencia. Nueva, vivificante, única…los humanos le lanzaban de vez en cuando alguna mirada curiosa, algunas chicas y chicos susurraban de cuando en cuando un escandaloso cumplido o susurraban entre ellos antes de estallar en carcajadas. La ligera mascada de seda que Zwein envolvió en su cuello antes de salir mantenía oculto su collar y nada en su apariencia, porte o forma de dirigirse los distinguía como un hechicero y su familiar. Ambos eran solo dos jóvenes que recorrían las calles, deteniéndose en algún puesto al azar o comprando alguna que otra chuchería. En medio de ese gentío no eran buenos ni malos, sólo…

— ¿Tienes sed? ¿Te gustaría un poco de té frío?

Su Maestro lo interrumpió de pronto.

—No lo sé— contestó con timidez.

—Hay un agradable puesto por allá. ¡Vamos!

Las calles estaban sucias, llenas de polvo, muchos de los puestos habían sido fabricados con restos de madera, plásticos y láminas que habían conocido mejores días, los niños mugrientos corrían de un lado para otro, haciendo recados, extendiendo sus dedos en búsqueda de una moneda, las mujeres discutían a gritos con los comerciantes, los hombres lanzaban chistes obscenos cada dos minutos. El ambiente era un caos, caluroso, maloliente, ruidoso, pero de alguna manera Aysel sentía que había más vida entre aquellos toscos hombres y mujeres carentes de magia que en los plácidos y abundantes banquetes y fiestas que los magos ofrecían en sus mansiones.

— ¡Dos cafés helados por favor! — ordenó Zwein lanzando dos monedas casi transparentes a una chica detrás de un mostrador quién le pasó dos vasos de barro a cambio—. Pensé que te gustaría probar el café, sino te gusta podemos cambiarlo por un té. Es una bebida natural, te caerá bien.

Aysel miró con desconfianza la bebida oscura en el recipiente, no sería la primera vez que un maestro lo obligará a beber algo que sabría lo haría enfermar, sólo para reírse de su sufrimiento. Si Zwein lo hubiese querido lastimar, había tenido muchas oportunidades. Su maestro se veía tan relajado, satisfecho y seguro de sí mismo que no dudo en darle un largo trago a la extraña bebida.

El sabor no le desagrado del todo, aunque no se convertiría en su bebida favorita.

—Me gusta— admitió dándole un sorbo más pequeño mirando como su maestro disfrutaba de su bebida.

—Antes de que comenzarás a vivir conmigo me gustaba venir aquí casi todos los días o siempre que me atrevía a salir de mi departamento— comenzó Zwein sentándose sobre el suelo sucio, Aysel lo imitó, recargó su cabeza sobre el hombro de su maestro y escucho con atención, seguro de que descubriría algo importante—. Aquí no soy un hechicero ni una bestia humana, soy un chico más. Puedo caminar, conversar y mirar sin temor de que nadie me acuse por ser un monstruo. A esta gente no le importan los magos ni las bestias, sólo luchan por sobrevivir día tras día, viven, se enamoran, se casan, tienen hijos, trabajan y se hacen viejos. Es una buena vida, ¿no crees? Incluso si es una existencia miserable en algunos aspectos, tienes la libertad de convertirte en lo que quieras. Supongo que es lo más parecido a la libertad que los seres, humanos y bestias por igual somos capaces de alcanzar.

Aysel quiso decirle que su gente sería igual si no fueran apresados y torturados por los humanos, pero se estarían mintiendo a sí mismo. Incluso con su escaso conocimiento del mundo, Aysel sabía que los vampiros eran criaturas fieras deseosas de poder y prestigio que antes de la llegada de los humanos mantenían una perpetua lucha entre sí y las otras bestias.

—Las sílfides creen que al morir renacerán como animales alados, esta idea las hace felices. ¿Podríamos nosotros soñar con reencarnar como humanos comunes y corrientes?

Zwein jugueteó con sus dedos enguantados antes de contestar.

—Deberíamos…

Se puso de pie de pronto arrastrándolo consigo.

—Es hora de que continuemos. Este paseo ha resultado mejor de lo que esperaba, hay otros lugares interesantes que conocer además del mercado, aunque este es mi favorito por mucho.

Tres niños, no mayores de diez años pasaron cerca de ellos, iban riendo, conversando y jugándose bromas entre sí.

Quizás ambos lo supieron apenas los vieron, pero la expresión alegre de su rostro los engaño.

Fue cuestión de menos un minuto, cada chiquillo sacó una navaja y apuñalaron a Zwein en el estómago, el grito ahogado que dio fue suficiente para que Aysel reaccionara. Su maestro se desplomó en el suelo con las manos en el estómago intentando inútilmente contener la sangre.

Aysel le miró, pensó en gritar, suplicar, llorar por ayuda, en cambio su cuerpo reaccionó por sí mismo, alejado de sus pensamientos conscientes.

Desnucó con las manos a un chiquillo, con la navaja que le arrebató a otro le cortó la garganta y con el tercero se limitó a rasgarle la carótida al tercero con sus filosos colmillos. Asesino a sangre fría a los tres niños en menos de cinco segundos.

Se acostó sobre el cuerpo de Zwein, su magia, su vida se le escapaba, se deslizaba entre la sangre cálida. No podía permitirlo. Era el único ser además de su familia que había sido buena con él. Si tan sólo no fuera una bestia tan estúpida y supiera como transmitir su magia a su maestro sin antes haber establecido sus vínculos.

“Acerca tu rostro al de éll”

No reparó en el origen de la voz, obedeció; de alguna manera supo que venía de su interior.

“La magia no requiere de vínculos o contratos, no forma parte de ti ni tú de ella Aysel, tú eres mágico. Deja que fluya, piensa en el cuerpo sano, fuerte y vivo de tu maestro, imprégnalo de tu esencia. Dale vida”

Pensó en la sonrisa de Zwein, sus palabras amables, sus explicaciones detalladas y su cuerpo vivo, su respiración regulada, sus músculos pujantes, la sangre recorriendo su interior.

No lo dejaría morir.

Aysel dejó que su propia esencia lo abandonará antes de obsequiárselo a Zwein, lo entregó todo, cuerpo, alma y mente a su amo…

Y de alguna u otra forma, sin saber el cómo o porque, lo consiguió, Zwein viviría.

“Lo has hecho bien, Aysel, esperemos que esta bestia responda a nuestras expectativas. Descansa”

Tras esta extraña felicitación de la voz desconocida se desvaneció en el dulce olvido de la nada.

 

 

Notas finales:

Hola, aprovechando estas líneas y por si hay alguna persona interesada en convertirse algun día en escritor profesional me gustaría recomendar este libro de ensayos que he estado leyendo estos últimos días, esta enfocado principalmente hacia un público femenino, pero considero que varias de las ideas que se pueden extraer siven para varios sexos.

No lo he terminado, tampoco concuerdo en todos los puntos con la autora, pero tiene algunas experiencias interesantes, en su mayoría son recopilaciones de entradas a su blog, esta escrito en un lenguaje sencillo, lo puedes leer con calma y te deja con un bonito mensaje del tipo "Practica, sigue practicando, continúa haciéndolo un poco más y si fallas, allá vamos una vez más"

En español no es muy conocida, pero en inglés tiene cierto prestigio en el ramo de la novela de ciencia ficción y fantasía, ha estado nominada y ganado varios premios prestigiosos, entre ellos El Locus y El Hugo y en sus novelas sus personajes son homosexuales, bisexuales y no se qué más. No he tenido la oportunidad de leer una de sus novelas en español todavía, aqui la reseña, pero espero hacerlo pronto.

El libro se llama...

La revolución feminista geek escrito por Kameron Hurley.

«La revolución feminista geek» es una colección de ensayos de Kameron Hurley sobre feminismo, la cultura, experiencias personales, las relaciones de poder o las redes sociales. Comprende numerosas entradas de su blog, así como ensayos escritos específicamente para este libro. Con un estilo beligerante y directo, al tiempo que cuidadosamente elaborado, reflexiona sobre cuestiones como la lucha contra la invisibilización de las mujeres, la perseverancia necesaria para progresar como escritora, la importancia del cambio cultural… que encuentran eco en muchas personas, interesadas o no en la cultura geek. Su escritura elocuente, provocadora y brutalmente honesta, es universal.

Bueno, gracias por leer...

Saludos...


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