Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LA BESTIA por Artemisa Fowl

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pasó de rapidito, muchas gracias a mis dos únicas lectoras (creo, jejeje)

Ya en serio, desconozco si hay mas gente leyendo esto (pero lo dudo), aún así quiero darle las gracias a…

Alondra

EdMary

 

Me encanta la retro y saber que hay alguien ahí leyendo “esto”. Además de que mucho de sus comentarios me han ayudado a forjar a mis personajes, afianzar todavía más sus personalidades.

¡MUCHAS GRACIAS!

 

CAPÍTULO 60

No se lo confesaría a nadie jamás, quizás ni siquiera a Aysel, si pudiera lo ocultaría incluso de sí mismo, pero durante mucho tiempo imaginó el reencuentro con su familia. ¿Llorarían, correrían a abrazarlo, escupirían palabras de odio? Noches de insomnio se le fueron creando hipotéticos encuentros, escenarios surrealistas que sabía nunca sucederían. A veces había lágrimas, en ocasiones risas, casi siempre odio, en muy pocos “disculpas”; pero en todos siempre estuvo su hermano gemelo, Deux, el niño bueno, el humano. Con el tiempo la esperanza de afecto de Zwein se convirtió en ira. La furia le sostendría ante las miradas airadas y las palabras hirientes. Si su familia había decidido que no lo necesitaba, él tampoco los quería. Pero cuando observó a su hermano desde lejos con esa ridícula ropa y esa expresión de obstinada inocencia primero sintió ternura, después afecto y al final miedo, un terror tan primitivo que requirió toda su fuerza de voluntad no correr de regreso al carruaje antes de que le viera.

Deux lo despreciaría tanto, odiaría lo que se había vuelto, el monstruo que todavía era. No soportaría su mirada de repugnancia y asco sobre si…

Y de pronto Aysel corrió hasta su hermano, lo beso con toda la dulzura que lo caracterizaba y recibió en cambio una bofetada y palabras de odio.

El miedo se transformó en una ira tan primitiva y agreste que por unos segundos lo paralizó. No le molestó que Aysel lo besará, su Familiar podía amar a quién deseará, pero el desprecio y odio en los ojos de Deux le repugnaron. Fue como ver una versión alterna de sí misma, se mataría antes que dirigirle tal mirada a su amado Familiar.

¿Cómo se atrevía a lastimar a su Familiar? ¿A Aysel que era mucho más poderoso y talentoso a sus dieciséis años que lo qué Deux sería en toda su vida?

Cobijó a su familiar en su pecho y enfrentó a su hermano.

El mismo rostro, distintas expresiones.

—Me…beso…— explicó su hermano entre titubeos.

Pasó una mano por la tersa mejilla de Aysel y le sonrió con desprecio a Deux.

—Deberías estar agradecido de que un Vampiro tan magnifico haya siquiera posado la mirada en un Hechicero de un nivel tan mediocre— lanzó las palabras como dardos sin misericordia con el objetivo de herir, disfrutando de la expresión consternada y dolorida en el rostro de su hermano—. Según he escuchado ni siquiera has elegido un Familiar, no me sorprende; me basta con verte para ver lo patético que eres. ¿Cuántos elementos dominas? Seguramente sólo uno, el éter. Te vendría bien convertirte en un entrenador de centauros. No sé por qué, pero sospecho que recoger mierda se te da bien.

Por un largo momento Deux no contestó, se miraron fijamente hasta que Deux apartó la mirada horrorizada de su gemelo, Zwein y rebuscando entre sus bolsillos internos sacó un sobre y se lo extendió, fue Aysel quién lo tomó.

—Nuestro Padre me envió a traerte esta invitación, desea verte.

Aysel se la devolvió a Zwein, estrechó el papel de calidad entre sus dedos y la quemó hasta las cenizas en cuestión de cenizas.

—Dile a tu Padre que no iré.

—Pero...

Deux estaba tan sorprendido que ni siquiera podía hablar.

—Supongo que tenemos algunos asuntos de los que hablar— declaró Zwein dándole la espalda a su hermano y centrando su atención en arreglar la capa de Aysel—. Pero yo les haré saber mi dirección y la hora en que es oportuno que me visiten. El motivo de mi viaje no fue responder al llamado de tu Padre, sino al del Rey. Soy un Mago y poseo un poderoso Familiar, Bestia o no, tarde o temprano tenía que venir a visitarme, si aprovecho mi estadía para arreglar un par de asuntos personales, cuanto mejor; de lo contrario supongo que habrá otras oportunidades.

Sin dirigirle otra mirada a su hermano, dio media vuelta y emprendió el regreso al lado de Max quién le esperaba junto a un Guardia.

Deux corrió tras él e intentó sujetarlo de la muñeca, pero el pequeño cuerpo de Aysel se interpuso entre ambos. Los movimientos del vampiro fueron tan imprevistos y rápidos que su hermano se detuvo de golpe. Un Familiar no podía asesinar a un Mago, pero si a otro Familiar o cualquier otro ciudadano, no era extraño que los vampiros y licántropos fungieran como guardaespaldas de Hechiceros y Brujas.

—No lo toques— murmuró en voz baja Aysel en posición de ataque—. Él me pertenece y no me gusta que lo toquen.

Deux lo ignoró para dirigirse hacia Zwein.

—Nosotros no te enviamos lejos, fue nuestro Padre.

—Pero tampoco hicieron nada para impedirlo— contestó Zwein dándole la espalda—. Ni para traerme de regreso.

Zwein le hizo una seña a su Aysel para que lo siguiera y continuó caminando sin mirar atrás.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).