Después de haber cerrado el trato Sasuke llamó a alguien para que subiera, Naruto no le prestó mucha atención ya que Iruka le había llevado el postre, aún así supuso que había hablado con alguien de recursos humanos porque estaba diciendo los puntos acordonados para el contrato.
-Seguramente ya te ofenderé pero debo saber si tienes otro tipo de vestimenta- Trató mil formas en su cabeza de decirlo de alguna manera suave, pero no había cómo así que solamente podía hacer una cosa disculparse antes.
-Sí, obvio que tengo otro tipo de vestuario, tengo cosas muy formales y no pero diría que mi vestuario es semi formal o mejor dicho así me siento más cómodo no lo sé- Subió y dejó caer sus hombros para darle énfasis a su respuesta.
-Bueno cualquier cosa es mejor que eso, así evitamos que sigan diciéndote espantapájaros-
-No me importa, da igual, con Deidara-San acá siempre encontrará una manera de hacer mi vida miserable desde que llegué, dijo palabras textuales “Odio tu fealdad, así que no descansaré hasta sacarte de aquí”, ni siquiera sé por qué me trata tan mal, si no fuera por Itachi-Sama y Kakashi-Sama ya estaría fuera de aquí-
-Deidara odia todo, y no sé de qué fealdad está hablando él, cuando él está podrido por dentro, pero no te preocupes, ahora entiendo cómo has durado tanto, es gracias a Itachi- Le animó.
-Yo dónde quedo- Interrumpió un hombre de treinta y pocos afirmado de cabellos grises y ojos negros, Hatake Kakashi el primer jefe de Recursos Humanos-Hola Naruto, Sasuke, así que al fin encontraste a un asistente-Sonrió cerrando sus ojos-Pero tenía que ser justo Naruto el “Elegido” de Archivo, dónde encontraré uno tan bueno como él-
-Ya estás quejándote, siempre lo haces, sí al fin encontré uno, sabías que lo iba a tomar en cuanto le conocería por eso no me dijiste nada-Recriminó al mayor
-Lo sabía, lo sabía, pero eras tú o Sai y a él lo veo todos los días-Dijo con pesar.
-Todo el mundo habla de Sai como si se tratase de un terrible demonio, no lo es-Replicó Naruto, pensando el moreno.
-No hablas en serio, Sai es la persona más rara que existe, disculpa Sasuke, habla poco y cuándo lo hace siempre deja la grande, siempre hace algo para molestar a Fugaku por no dejarlo ser artista, y encontrar una manera de fastidiar a Kiba y Deidara, nunca hace lo que le pido, se pasa horas hablando contigo, ni siquiera sé cómo es que tú haces tu trabajo si él te habla a cada momento y a todo esto-Kakashi miró a Sasuke-Prepárate porque tus hermanos te van a matar, primero Itachi que se va esconder a archivo hacer no sé qué y Sai también pero sé que va a pintar y hacer sus dibujos, no te lo ha dicho el pequeñín aún-
-Estaba por decirle eso-Sasuke le pegó una mirada a Naruto como exigiendo explicaciones al instante-Son mis jefes, yo soy un simple empleado si ellos quieren jugar a los ninjas escondiéndose en mi cueva, no los voy a echar además es aburrido estar todo el día solo y los dos me ayudan, ambos son agradables y muy buenos conmigo-Defendió a los Uchiha y a él mismo.
-Iruka tenía razón-Murmuró el Uchiha, refiriéndose a la pregunta que había hecho el moreno, dónde había estado antes Naruto.
-Siempre la tiene-Concordó Kakashi con un suspiro.
-En fin, leamos el contrato, Kakashi necesito secretarios, porque Naruto estará conmigo, necesito un punto fijo, pre selecciónalos y envíalos para que mi asistente elija a uno, por favor inteligencia, luego presencia…
Discutieron todos los términos y condiciones del nuevo trabajo, después Sasuke le impuso a Naruto a pesar de su negativa que un automóvil de la empresa fuera a buscarlo y a dejarlo a su hogar. Kakashi veía como interactuaban ambos jóvenes, era bastante interesante y peculiar, pero sobre todas las cosas muy divertido.
Después de una hora de negociaciones Kakashi había preparado un nuevo contrato y Naruto lo estaba firmando, por un momento pensó que estaba presenciando un prenupcial, pero estaba bien porque uno Naruto estaba haciendo un contrato con el diablo y segundo Sasuke iba a pagarle demasiado al chico.
Naruto llego reventando a su casa pasada las diez de la noche, aún así se tomó el tiempo de ir a regar sus plantas, recoger la suciedad de sus perritos, tenía dos una pareja, la hembra era un bodeguero de andaluz y era la mascota más caprichosa y tierna del mundo era pequeñita Naruto algunas veces pensaba que estaba rellena de algodón su nombre era Luna, y Artemis era su perro era una mezcla de chiguagua y algo más que Naruto no supo descubrir a diferencia de luna que tenía pelaje blanco muy pegado a su cuerpo y de cabeza negrita, Artemis era peludo con bucles de color gris era un desastre en apariencia pero era delicioso muy cariñoso y atento con Naruto, además de eso tenía un Gato gordo y grande muy flojo pero divertido de nombre Maru-Chan.
Su casa, no era una casa como tal, era una bodega que estuvo mucho tiempo abandonada, y cuando compró el lugar a un muy buen precio el dueño parecía feliz de deshacerse de ella.
En Tokio era muy caro arrendar, Naruto desde los 5 años comenzó ahorrar todo el dinero que podía, aprendió a vivir con lo mínimo, de esa manera tuvo el dinero suficiente para comprar la bodega y arreglarla a su gusto, contrato a unos trabajadores de construcción para que le ayudasen, quizás esos hombres no tenían título de ingeniero o arquitecto pero tenían la suficiente experiencia para ayudarle y guiarlo, ahora su bodega contaba con dos plantas la primera abierta, donde estaba el living comedor y cocina de un solo ambiente, una logia, un baño principal, una sala de estar, y más allá había estudio donde estaba su taller.
En el segundo piso estaba su habitación, con un gran vestidor, además tenía tocador enorme, otro baño completo, amaba su hogar, además tenía un área verde que adoraba, tenía plantas, una pequeña terraza con un pequeño quincho, sus mascotas podían correr en él, y tenía una piscina, sus trabadores se rieron con su idea pero le ayudaron hacerlo realidad, Naruto compró una piscina de esas estructurales armables, fue una ganga en una tienda departamental era de un metro veinte de alto, de cuatro y medios de largo y dos metros y medio de ancho, lo que hizo fue colocarla en una esquina de la jardín levantó el suelo hizo una losa de cemento con escaleras para llegar la piscina, que fue rodeada por la loza de cemento, se creó una canaleta por donde vaciar el agua de la piscina como se coloraron estratégicamente dos llaves para llenarla de agua, también colocó la lona para taparla cuando no la usara, tenía unas sillas largas para tomar el sol y un pequeño lugar que hacía de bar, era su lugar favorito, habían muchas plantas colgantes.
Amaba todo él había desembolsado una pequeña fortuna, había terminado de arreglar el lugar hace exactamente un año y medio por eso cuando le ofrecieron el lugar de archivador ni lo pensó tenía deudas que pagar y volver ahorrar dinero para sus nuevos proyectos, y ahora tendría mucho dinero eso lo hizo reír aunque sabía le iba a costar caro cuando Sasuke le preguntó por el tiempo le mintió, le iba a faltar mucho tiempo, pero haría lo que fuera por tener dinero de manera decente.
Caminó hacia su baño en el segundo nivel que no tenía puerta, lo que si tenía una puerta era el inodoro para tener un poco más de privacidad, pero al entrar había un doble lavado con un gran mesón de granito, y un enorme espejo que llegaba al techo y abarcaba toda la pared hasta llegar donde estaba la ducha con puertas de vidrios, y una tina estilo vintage al otro lado del lugar, tenía muchos gabinetes de almacenamiento. En el lavado tenía una cabeza de maniquí Naruto se quito la peluca marrón de cabello natural que estaba usando, suspiró no había nada más reconfortante que quitarse esa peluca y dejar libre su cabello rubio, era corto y rebelde amaba su cabello, pero su madre lo odiaba, le decía que jamás en público usará el cabello rubio, desde pequeño su madre lo rapaba, le obligaba a llevar gorros, todos le molestaban por eso, más grande se lo teñía, cuando escapo de su casa para estudiar, comenzó a utilizar pelucas las primeras que tuvo era horribles, pero un compañero de clase le ayudo a elegir pelucas de cabello real, o algunas sintéticas y hacerlas parecer cabello real, le debía mucho a Sora, aun eran amigos, y cuando tenían tiempo se juntaban a tomar algunas copas. Luego procedió a quitarse el maquillaje dejando ver 3 marquitas en cada mejilla, no podía recordar cómo se las hizo, su mamá le dijo que fue cuando pequeño tenía casi cuatro años cuando pasó y que era mejor no forzar su memorias que solo en algún momento lo recordaría o no, pero él pensaba que había algo que su madre le ocultaba, cada una las cicatrices parecían hechas perfectamente horizontal, solo pensar cuánto le debió dolor se estremecía, por último se quitó los lentes de contacto que usaba solo por estética porque no tenía problemas de vista, solo usaba los lentes en el trabajo como descanso frente al pc, las lentillas también era fuerza de su madre que lo usaba sus ojos eran azul cielo, pero usaba unos marrones, su mamá le decía que era demasiado llamativo, todo en conjunto que siempre debía esconder su apariencia real, durante 23 años lo hizo sin chistar, pero ya se estaba cansando.
Tomó una ducha rápida, se colocó su pijama favorito se acostó puso un poco de música en su viejo estéreo, amaría tener un smarth tv pero no tenía dinero para ello, sacrifico muchas cosas como un televisor, un estéreo nuevo, un celular entre otras cosas, todo para tener buenos electrodomésticos en su cocina, una secadora y lavadora, un refrigerador pero sobre todo para tener sus maquinas de coser.
Desde niño ayudó a su mamá quien era costurera en todos sus menesteres, de pequeño sabía hacer un millón de puntadas diferentes, a cortar tela, hacer dobladillos, a usar y arreglar maquinas de coser, ahora tenía en su taller dos multipunto una industrial y una domestica, una maquina bordadora, una cerradora industrial, una recubridora, una elastiquera, ojaladora, bastera, botonera, maquina de pespunte, dos overlock, una aparadora y una atracadora, más otras maquinas para ayudarle a cubrir botones con tela, tenía dos estampadoras una de ellas era multifuncional, y así otros gadget más para su gran pasión, el diseño de vestuario.
Ahora estaba muy cansado para ir a su taller pero tomó una croquera y comenzó a dibujar un traje de dos piezas, pantalones tipo cigarrillo en blanco con pedrería y una chaqueta estilo smoking bicolor negro y blanco también con pedrería en las mangas, una camisa blanca semi transparente con una humita negra de brillantes, estaba cansando y necesitaba dormir pero por alguna razón no podía, recorvada a Sasuke y comenzó a imaginárselo vestido con un traje a la medida en tonos azul marino con camisa negra, comenzó a hacer bosquejos, mientras suspiraba, Itachi y Sai tenían razón Sasuke era uno varón que sacaba suspiros, sintió como su cama se hundía ante el peso de su gato Maru-chan, Naruto dejó la croquera y comenzó hacerle cariño a su gato quien exigía mimos.
Sasuke se estaba duchando, había terminando tarde una junta con algunos posibles inversores, había vuelto al loft del edificio, debía confesar que le encantaba ese loft por eso casi nunca iba a su departamento en la cuidad, toda la tarde pensó en Naruto, lo liberó a las nueve de la noche cuando tenían todo listo para el otro día que se venía, aún no se lo sacaba de la cabeza, que había detrás de esa ropa fea, ese maquillaje y esas lentillas color, no quiso preguntar pero se notaba que había un tema debajo de todo eso, incluso el cabello se preguntaba si era verdadero.
Al salir de la ducha fue a la cocina por una cerveza, había tenido que posponer la salida con Suigetsu y Jugo.
-Así cuánto nos dirías que nos robaste a Naru-chan-Una voz a sus espaldas lo hizo brincar, para luego mirar furioso a su hermano menor Sai era extremadamente pálido, con el cabello y ojos negros, delgado y desgarbado era un doncel sin muchas curvas que ese momento le miraba feo mientras tenía los brazos en la cintura con pose de exigir una explicación, junto con él estaba su hermano mayor Itachi con el ceño fruncido de cabello largo igual de negro con ojos del mismo tono, era un varón y estaba en silla de ruedas, un accidente hace cuatro años atrás culpa de Deidara.
-Son unos desgraciados nunca me hablaron de él- Se quejo girándose de nuevo hacia el frigorífico, donde sacó dos cervezas más y se las dio a sus hermanos.
-Sabíamos que lo acapararías para ti-Itachi tomó la botella-Tiendes hacer eso con todo lo que te gusta, y en cuanto conocí a Naruto supe que te iba a gustar-
-Es que él es simplemente brillante- Respondió Sasuke-Cuando lo vi trabajar hoy, el temple que tiene, todo me gustó será grato trabajar con él-
-Sé por el contrato que llegaron a varios puntos para trabajar juntos, ya lo leí-Sai se sentó en desayunador-Pero ahora tendrás que llegar a un acuerdo con nosotros-se apuntó a él y a su hermano mayor-
-Y si no quiero-
-Haremos tu vida cuadritos hasta que nos des lo que queremos-Amenazó Itachi-
-Cuánto tiempo de Naruto quieren-
-No lo sabemos, sabías que nos escondemos en esa cueva, yo pinto ahí, Itachi va jugar ajedrez con Naru y conversar de todo, Naruto es genial, supongo que lo notaste-
-Si Sai, me di cuenta por eso lo quise a mi lado, está bien pueden esconderse en mi oficina y aquí, también puedes pintar acá Sai puedo mandar hacer un taller pequeño en la terraza, hay mucho espacio, papá en este lugar no tiene pito que tocar así que no tendrás problemas de acuerdo-
-Sabes que nos veras todos los días-Itachi le avisó- Ese chico me encanta me llena de vida, y deberías tratar de conocerle, sabes que él fue quien remodeló parte del archivador verdad, además de eso tiene un gusto exquisito para la moda, usa esa ropa para no arruinar la suya, y su hogar es de otro planeta-Tanto Sai como Itachi conocían la casa de Naruto.
-Ya está bien me estás intrigando, bueno si tanto le conocen de qué color son sus ojos-Preguntó cómo que no quiere la cosa.
-Eeeeh no lo sabemos, Naruto es muy reservado con la apariencia, pero tiene que ver con su mamá, ella es realmente una cosa de temer, creo que va por ahí en cuanto a Kushina Uzumaki, da igual o más miedo que ella, cuando llama a Naruto lo he visto colocarse pálido, es muy absorbente, aún no sé como lo hizo para vivir solo, bueno ella mismo dijo que odiaba Tokio y por alguna razón mintió Naru-Chan cuando le dijo en donde estaba trabajando, pero ella le insiste en que no puede ni pensar en mostrar su apariencia real-Explicó Sai.
-Entonces era una peluca lo que usaba verdad-Sus hermanos asintieron-Se quedaran a dormir aquí cierto- asintieron nuevamente -Está bien…
Conversaron por mucho tiempo, los tres intrigados por la apariencia real de Naruto e ideando planes para descubrirlo.
Naruto despertó antes que su alarma tocara, fue directo a la ducha, y luego al vestidor viendo sus opciones para vestir, tenía mucha ropa algunas las había hecho el mismo, pensó qué sería lo mejor para ir a trabajar, suspiro antes de ir por unos pantalones de tela negro bien ajustados tipo cigarrillos, zapatos estilo Oxford de charol negro, una camisa negra con un lazo negro en el cuello, y una chaqueta de eco cuero en la mangas y paño en resto de la chaqueta, y un bolso de imitación de cuero negro opaco grande.
Se miró en el espejo sonrió encontraba que se veía genial, le encantaría salir con su cabello rubio y ojos azules sin maquillaje, pero recordó a su mamá y fue a maquillarse un poco se colocaba un poco de latex sobre las cicatrices para luego colocar una bb cream sobre la piel, luego las lentillas se coloco un poco de sombra nude en los parpados y un poco delineador debajo de las pestañas, y colocó un poco de brillo labial, luego fue por la peluca, le apetecía usar el cabello suelto así que peino la peluca uno poco dejándola desestructurada.
Dio de comer a sus mascotas, se preparo un café para llevar con un poco de leche, y buscó una barrita de gránala, el sonido del claxon le advirtió que el vehículo de la empresa estaba ahí para llevarlo.
Woooo era lo que mente de Naruto soltó al ver el mercedes Benz fuera de su casa en tono azul marino era una maquina hermosa, el chofer estaba esperando por él fuera del vehículo, le sonrió, le dio el buenos días y luego abrió la puerta, el interior del vehículo era maravilloso asientos de cuero negro, olía delicioso.
Llegaron en cosa de minutos a la empresa, Naruto estaba nervioso era la primera vez que vestía algo así en la empresa y todo estaba hecho por él, caminó hace el ascensor y marcó el piso 35, al llegar no había nadie aún, eran las siete y media o eso creía.
-Hola, Buenos días- Naruto se giró para ver quien lo saludaba, sonrió sin quererlo ahí estaba Minato Namikaze, uno de los grandes jefes de la empresa.
-Namikaze-Sama buenos días-Saludos alegro, ese hombre era un no sé qué para el menor, a Naruto le gustaba mucho, se sentía bien a su lado, Minato Namikaze era rubio alto de ojos azules, el menor muchas veces pensó que se parecía a él.
-Oh Naruto-Minato le sonrió acerándose al menor, ese chico le encantaba era divertido, inteligente pero sobre todo muy amable-Te ves realmente bien, muy guapo- Nunca lo había visto tan bien vestido, era realmente delgado con vaya unas caderas y un trasero, sonrió en solo pensar a Sasuke trabajando con ese Doncel-Felicidades sé que Sasuke te ascendió-Fue hacia él y puso su mano el hombro del pequeño-Hijo cualquier cosa que pase con Sasuke me lo dices si lindo, él es muchas veces brusco-
-Minato-San muchas gracias por su preocupación-Naruto sintió un cosquilleo al sentir la mano de él sobre su hombro, como si quisiera abrazarlo, siempre le pasaba, le gustaba, pero no de la manera de desear, sino más bien como a un pariente, no estaba seguro-Le prometo que si no me las puedo arreglar solo con él le diré a usted-
-Muy bien, no te retraso más, ve con tu jefe que debe ya estar preguntando por ti, ten un buen día de trabajo y trata de que Deidara no te arruine el día, lo sabes verdad si te hace algo solo dime, o dile a Sasuke el sabe poner en su sitio a ese hijo mío-
-Gracias Señor-Naruto se despidió de él y fue hacía la oficina de su nuevo jefe, luego tomó el ascensor, entró al loft, al no ver al Uchiha en ella.
-Wooooooooooo-Grito Sai viendo a Naruto-Naru-chan estás perfecto, hermoso, topisimo, pero wooooo-Volvió a gritar, aún en pijamas y todo despeinado yendo hacia Naruto, Sai había bajado a tomar desayuno y estaba preparándolo para él y sus hermanos cuando vio a Naruto llegar.
-Hola buenos días, cómo estás-Naruto se sonrojó era el segundo alago del día.
-Solo eso vas a decir, te ves increíble-Sai volvió a decir obligando a girar-Vaya que trasero tienes, en serio estas hermoso-
-Lo estás- Itachi ya estaba vestido y en su silla de ruedas-No lo crees hermano-Miró a Sasuke.
-Por supuesto que está increíble, menos mal que tenías atuendos más o menos formales-Dijo sorprendido, era el jefe y no debía mirarle de otra manera, pero vaya que piernas, que caderas y wooo el trasero, maldición, Naruto ayer era interesante en carácter y personalidad y le atrajo pero ahora además de eso tenía un físico de infarto.
-Lo hiciste tú ¿verdad? Porque te queda impecable-Itachi lo miró varias veces.
-Sí lo fabriqué, es la primera vez que uso todo- Sonrió nervioso.
-Tienes mucho talento, deberías dedicarte a eso-Sai sonrió a Naruto.
-Sí podría hacerlo el mismo día que a ti te dejen ser pintor-
-Padres-Susurraron todos.
-Naruto a qué hora dormirás si trabajas para mí y además haces ropa, ya te chivatearon estos dos ayer-Acusó Sasuke.
-No lo sé, trataré con sinceridad de hacer ambas cosas pero si no puedo, le digo que en serio me dedicaré al trabajo antes que mi hobbies-
-Hobbies- Inquirió Sasuke incrédulo viendo todo el outfit de Naruto- Eso no es Hobbies es pasión y tienes muy buen gusto – Qué- Naruto se había acercado a él para arreglarle la corbata-Ah gracias, generalmente lo hace Iruka-Se sintió raro al tenerlo tan cerca- Se miraron un instante, tanto que Itachi y Sai se miraron cómplices- Dime una cosa Naruto si te pregunto de que tono son tus ojos me dirías- Pregunto de pronto, haciendo que todos en el lugar se tensaran- Sé que es un tema delicado pero muero de curiosidad-
Naruto quedó en blanco sin dejar de ver los ojos ébanos de Sasuke, podía mentir, hacerle el quite a la pregunta como lo hacía siempre pero por alguna razón no quiso mentir.
-Azules- Pestañeo como Hipnotizado -Mis ojos son azules y mi cabello es rubio- Contestó adelantándose a la segunda pregunta-Pero no te lo mostraré- Sin más terminó de arreglar la corbata y alejarse de él.
-No-Itachi hablo- Le dijiste a él que acaba de conocer algo que nunca quisiste revelarnos, porque haces eso-
-Porque es mi jefe y no dejará de pensar en eso ni de insistir hasta cansarme- Contestó restándole importancia.
-Quiero verte al natural-
-Sai eso suena horrible-Dijeron a la vez sus hermanos.
-Por dios soy un doncel igual que él, no me gusta de esa manera, solo tengo curiosidad de verlo sin maquillaje, lentillas y peluca-
-No, Sai, Mamá no me deja-
-No está aquí- Rebatieron todos.
-Lo sé pero es un tema delicado-
-Bueno al menos dijiste algo que teníamos mucha curiosidad, tomaste desayuno-Sasuke quiso dejar el tema de lado ya vería como hacer que le mostrase su lado natural como dijo Sai.
-Solo una barrita de granola y café-
-Vamos ven a tomar con nosotros-
-Gracias- se quitó la chaqueta quedando solo con la camisa de gaza negra semi transparente, sin saber que había dejando a los hermanitos sin aliento otra vez- Minato-Sama siempre llega tan temprano-Inquirió curioso-Ya estaba acá-
-Minato en su oficina tiene un segundo piso que usa de habitación, no sé muy bien qué pasa con él pero muchas veces se queda acá- Sai reveló – Habrá desayunado-
-No lo creo- Sasuke ya le había texteado, no soportaba ni a su esposa e hijos, pero el rubio siempre fue de su agrado, realmente lo estimaba.
Itachi sabía pero no era su asunto y el de nadie en la habitación, él ya estaba instalado en el comedor bebiendo café.
Naruto miró su agenda que era enorme revisando todo lo de ese día- Itachi hoy tienes terapia-Recordó-Por favor ve, o si quieres y si a usted no le molesta-Miró a Sasuke- Puedo pedir que hagan la terapia acá-Sabía que el tema de su invalidez era un tema muy serio casi tabú pero desde que lo conoció le insistió hasta el cansancio para que hiciera terapia, sabía que tenía probabilidades de volver a caminar pero por alguna razón el mayor se negaba.
Sasuke miró a su hermano casi con los ojos a punto de salir, sin querer el rubio reveló un secreto del mayor, Itachi le hizo un gesto de que no dijese nada frente al chico.
-Sí por favor pregunta si pueden hacer la terapia acá, e igual si hay algún artefacto o algo que necesiten podemos conseguirlo-No iba a dejar la ocasión, su hermano estaba rehabilitación y eso era una de las mejores noticias que había recibido en años y ese día no sería la única.
-Naruto haz lo que dijo Sasuke, no me apetece salir de aquí-
-Entonces hermanito lindo- Sai rodeo los hombros de Sasuke con sus brazos-Vas a construir un tallercito para mí y un lugarcito para Itachi, eres tan buen hermano-Le molestó divertido.
-Lo soy-Sasuke sonrió de lado con soberbia- Naruto busca un contratista o un diseñador de ambientes para construir lo que necesitemos, habla con el terapeuta qué necesita, y lleva a Sai contigo en cuanto tengas a uno de ellos para qué le diga que quiere en su taller-Naruto anoto todo en la agenda, estaba semi parado, con la rodilla sobre la silla, mientras escribía con una mano en la agenda y con la otra tenía su taza de café, le observo de nuevo, se vía completamente hermoso, demonios tenía serios problemas, él casi nunca se vía ensimismado por una persona ya fuese una mujer o doncel, quizás una mujer en el pasado Sakura, en alguien que no quería pensar en ese momento, pero Naruto era todo un enigma, podía ver la piel canela debajo de esa blusa semi transparente, de verdad el doncel no sabía lo que provocaba en otros, pudo ver la mirada de Itachi en el instante que se quito la chaqueta por eso se giro a mirarlo.
-Cierra la boca hermanito-Molesto Sai.
-No molestes- Siseo – O no tendrás taller- Amenazo antes de que Sai volviese abrir la boca.
-Buenos días- Minato entró al lugar sonriendo, le gustaban los hermanos Uchiha y Naruto, hacía tiempo que no tomaba desayuno solo café y una barra de granola, le gustaban siempre tenía en el cajón de su escritorio.
Todos le saludaron, a los minutos llego Iruka salvando el día haciendo un desayuno real, fue una mañana amena, entre bromas, risas de parte de todos.
Todos se despidieron para un nuevo día de trabajo, la mañana de Naruto y Sasuke se pasó rápidamente, ninguno había salido de la oficina, tenían mucho que hacer, el día anterior el Uchiha había pedido colocar otro escritorio y estantería con todas las cosas que Naruto necesitaría para desempeñar su papel de asistente.
Minato por su lado estaba en su oficina cerrando un trato vía video llamado al otro lado del mundo, sonrió triunfante al cerrarlo, despidiéndose de los inversionistas efusivamente.
-Ojala fueses así de efusivo conmigo amor-La voz de Uzumaki Kushina a sus espaldas hizo que la sonrisa de Minato se esfumara, se giró para mirar a la preciosa pelirroja frente a él, vestida finamente-Ya estás con esa cara de ogro, no te cansa-Kushina tomó asiento frente a su marido-Debes venir a casa, es ilógico que duermas en esta oficina-Se quejó-Lo peor me haces el hazme reír de todos- La mujer enfureció al ver como Minato ponía los ojos en blancos- Odio que no tomes en serio lo que te digo, me estás hartando con tu insolente comportamiento-Gritó lanzado los guantes que tenía en la mano a la cara del rubio-Odio que hagas eso-
-Y qué harás loca de patio me irás a acusar con tu papito, ya no tiene el poder que tenía hace 20 años ni soy el mismo de entonces- Se levantó molesto ya harto de todo- No soy tu juguete Kushina, no soy tu mascota a la que puedas mandar como se te plazca, no tienes nada para controlarme, ya no lo tienes-Dijo golpeando la mesa aún a pesar del tiempo, dolía todo su ser.
Kushina dio un paso atrás, odiaba cuando Minato hablaba de eso, porque no sabía cómo responder, sabía que lo que había pasado había sido trágico, aún ella misma se atormentaba de recordarlo, pero Deidara era su hijo y debía protegerlo de todo, aún si con eso perdió lo único que tenía para controlar a Minato, pero gracias al cielo a pesar del incidente del pasado, el Namikaze estuvo mucho tiempo tranquilo quizás porque igual podía chantajearlo con sus hijos, pero ya ambos estaban grandes y sabía perfectamente que Minato estaba cansado de ellos, el rubio tenía razón no tenía el poder de hace años atrás, ni la cosa más poderosa con la que controló a Minato por cuatro años, su hijo.
-Aún sigues llorándolo-Sabía que no debía decir eso, pero estaba tan molesta con él.
-Cómo no hacerlo, sé que lo abandonaste a su suerte en ese risco, sé que pasó algo más, sé que Naruto no se resbaló, sino que Deidara lo empujó, si Kushina te escuche a ti y a Deidara pelear por eso, nunca, nunca te perdonaré, y quiero el divorcio, me lo darás porque si no voy a meter a mi propio hijo a la cárcel-Amenazó muy en serio.
-No serías capaz de tal crueldad-Los ojos de la mujer se llenaron de lágrimas.
-Soy capaz de hacerlo, amo a mi hijo pero sé que está tan podrido como tú, deberías conocer el sabor del dolor al perder un hijo, tú fuiste capaz de dejar morir al mío-Escupió con odio, su alma, su ser estaba lleno de odio y dolor, la sonrisa era solo una máscara para esconder toda la oscuridad que había en su interior.
- Dónde quedó mi Minato- Susurro tratando de apaciguar las aguas.
-Lo mataste en el momento que me quitaste mi hijo, lo hiciste pasar como tuyo, me atormentaste, amenazaste y golpeaste a mi pequeño para torturarme por mis pecados, y ayudaste a matarlo y preguntas dónde está tu Minato para empezar nunca fui tuyo, mocosa caprichosa, arruinaste mi vida por completo-
-Nunca escucha Minato, nunca iba a dejar que ese niño me hiciera quedar como el más grande hazmerreír de todos, ese mocoso era signo de tu infidelidad, fruto de tu engaño, jamás debiste engañarme-
-Jamás lo hice, nunca te ame, nunca quise casarme contigo, yo me enamoré a él, aún lo amo-Grito ya desesperado.
Kushina dio un salto de horror ante tales palabras- Aún tanta devoción para Madara Uchiha el te abandono, no le importo que estuvieses preñado de él, simplemente se fue y te dejo como la basura que eres, te desee por mucho te ame tanto pero tú siempre tenías que añorarlo a él, tenías que quedarte preñado de un pequeño mocoso molesto como Naruto, ya pasa la página-
-Lo haré cuando tú me des el divorcio-
-Y después qué harás con tu vida-
-Me iré tan lejos como pueda de ti- Prometió.
-Nunca te lo daré, nunca serás libre amor eres mío, así deba drogarte siempre para tenerte dispuesto a mí- también le prometió llena de odio, ambos se miraban queriendo destruir al otro.
Todas las personas afuera de la oficina pasaban rápidamente se escuchan los gritos no muy bien lo que decían por las paredes pero se notaba a leguas que nuevamente discutían, Deidara miraba afuera de su oficina hacia la de su padre, siempre que sus padres peleaban sentía nervios, desde que tenía siete años tenía nervios de eso, vio a Kushina salir azotando la puerta, está le pego una mirada que lo hizo palidecer de miedo su madre era de temer.
-Vamos tenemos que hablar tu padre lo sabe “todo”- Hizo énfasis en la palabra todo, haciendo que el rubio tragase duro, era como haber tragado nitrógeno enfriando todo su cuerpo casi matándolo de dolor, sabía a lo que se refería su peor miedo se hacía realidad, entraron a la oficina de este.
Minato se derrumbo en la silla comenzando a llorar, toda su maldita vida, era amargura, su padre lo vendió como una yegua a los Uzumaki la hija de estos Kushina estaba loca por él, lo quería a cualquier precio y lo pago, no importo cuanto lloro a sus quince años a su padre, solo recibió golpes, su padre lo odiaba por ser un doncel, así que cuando a los Uzumaki no les importo que este fuese un doncel su padre cerro el trato salvándose de la banca rota Kushina era casi tres años mayor que él, aun se estremecía al recordar como Kushina lo drogo en su noche boda, y toda la luna de miel, porque él no era capaz de excitarse con ella, nadie le creería si dijese que sufrió violencia de parte de ella, se reirían en su cara.
Cuando pensó que su vida era una mierda, conoció gracias a los negocios de su suegro, a la familia Uchiha y más concretamente a Madara Uchiha, se enamoraron locamente, el lo hizo perdió la cabeza y corazón por ese Uchiha pero la burbuja de amor prohibido se reventó cuando quedo en gravidez, su suegro quería matarlo, pero increíblemente Kushina no dejo que lo golpease por su estado, no supo que había pasado con Madara solo supo que la familia de este lo había desheredado por la ofensa y este tuvo que irse prácticamente del país nunca pudo decirle que habían tenido un hijo juntos, sacó el marco de foto de uno de los cajones, ahí estaba la única foto que tenía con Naruto su hermoso hijo de tres años y medio vestido con un short naranja y una solera blanca muy sucia, sonreía feliz, a pesar de que días antes Deidara había cortado su cara unos bigotes de zorro, aun recordaba como su pequeño lloraba sin parar y como Kushina lo golpeo para callarlo haciéndolo llorar más, tuvo que suplicar por un médico para su bebé, los hermosos ojos azules añiles brillaban era un mini él con ese cabello rubio salvaje, como amaba a su pequeño, lo que más les desconsolaba es que nunca encontró el cuerpo y no lo haría porque su hijo estaba vivo a unos metros de él, pero Minato no lo sabía, nadie lo sabía.