No podía decir exactamente cuán cansado estaba, su día había sido maratónica, el único momento de relajo había sido en la mañana.
Pero el resto del día Naruto se la paso corriendo de aquí para allá, agendando y controlando todo. La secretaria de Sasuke no había realizado nada en todos esos meses era un caos; la agenda el libro de llamadas y recado. Además tuvo que ir con el contratista para ver el tema del taller para Sai; y un lugar para que Itachi hiciese sus terapias.
Almorzaron todos juntos, Iruka estaba feliz, porque incluso Minato y Kakashi se les unieron.
Por la tarde se había enfrascado en revisar las hojas de vida, que manejaba recursos humanos, pero ninguno tuvo la aprobación de Sasuke, muchos ya habían sido entrevistados por él, y no le gustaron. Así que iba a tener que buscar a alguien más para el puesto, muchas personas estaban interesadas en el puesto y esa tarde recibió decenas de correos con sus hojas de vidas y cartas de presentación, todos esperanzados de tener opción de postular al cargo. Era natural Sasuke Uchiha era el gerente general.
El presidente de la junta directiva, con tan solo treinta años, su padre se había retirado del puesto hacía ocho años atrás (aunque seguía activamente trabajando para la empresa) Su jefe había obtenido el puesto a pesar de estar terminando ingeniería comercial. Sabía que no era su único título, tenía muchos post grados, máster y magister; pasaba parte de su tiempo estudiando consiguiendo así más títulos.
Sasuke era un tiburón en los negocios, desde que era un niño recordaba haber leído de Uchiha Sasuke; multimillonario genio de tan solo trece años, había utilizados los ahorros de nueve años más un dinero que su abuelo materno le regalo para utilizarlo en la bolsa de valores. Algo simplemente asombroso para ser un niño, pero Naruto entonces comprendió que tanto él mismo, como su nuevo jefe no habían tenido infancia, brindándole un amargo sabor de boca.
Naruto de su infancia no podía recordar nada, no recordaba alguna vivencia de antes de los cinco años; a pesar de hacer el esfuerzo. Solo en las noches en sus sueños, escuchaba canciones de cuna no cantadas por su mamá, sino la dulce voz de un hombre. Soñaba con golpes, gritos y que lloraba mucho; siempre soñaba con las caídas libres, cayendo de un risco de una altura considerable; de hecho por mucho tiempo temió de las alturas. Aún le incomodaba pero no tanto como en su infancia y parte de su juventud.
Dejó de pensar en eso y volvió a enfocarse en su trabajo, poniendo esfuerzo en cada detalle, terminando de organizar toda la nueva agenda; un nuevo sistema para guardar los recados y llamadas; como también los correos y la documentación. Pensó que ya no vería tanto papel fuera de archivo ¡craso error! Llegaba incluso más por lo cual puso en su agenda que debía ver qué desastre había en los archivos de su jefe.
Llego rendido a su casa, tomo una deliciosa ducha y se lanzo a la cama, desnudo, se quedó dormido de inmediato rendido de tanto trabajo. Esa noche soñó otra vez con la voz suave de un hombre, que le cantaba canciones y nana, y con voz suave le decía que era el bebé más hermoso del mundo.
El tiempo pasaba vertiginosamente, estaba abatido, llevaba un mes y medio trabajando con Sasuke, éste no le había mentido, la vida laboral del Uchiha era una montaña rusa. Con días que no había tiempo para comer o dormir, aunque ya estaba acostumbrado al timing de trabajo de Sasuke. Le costó varios días hacerlo, hubo noches que se quedaba en la habitación de invitados de Sasuke, porque terminaban demasiado tarde. Buena cantidad de ropa suya; así como útiles de aseo, y maquillaje, tenía en la habitación que ya era suya.
Incluso luego de una semana de protestas porque no veía a sus mascotas, Sasuke había mandando a su chofer a la casa del rubio a darle de comer a sus pequeños todos esos días. Aún así el rubio se quejó, porque sentía que los tenía abandonados, casi llorando. Sasuke tomó al menor de un brazo lo subió a su auto un Audi, que hizo flipara a Naruto, no por el coche, sino por la velocidad casi de rally llegaron a su casa. Naruto aprovecho de hacerle mucho cariño a sus perritos y a su gato Maru-Chan, que le miraba con resentimiento por dejarlo tanto tiempo solo.
Sasuke observo el lugar extremadamente complacido, por lo hermoso que era el hogar del rubio, miró la sala; la cocina; el segundo piso; recibidor; el recibidor; y los grandes ventanales que daban al patio, lo vio todo. Era un lugar muy bonito, observó que más allá de la chimenea estilo industrial. Había una puerta abierta en donde se divisaban telas y maquinas de coser intrigado, caminó hasta llegar a la habitación, encendió la luz y se dio cuenta que era un increíble taller de costura.
El lugar era un taller casi como la de un profesional, había maniquíes y bustos, con telas y patrones de lo que sería un traje o vestidos. Otros ya a medio hacer, también había mucho vestuario colgado, entre vestidos vaporosos, otros con pedrerías, enterizos, trajes. Era una cosa increíble de observar. Veía materiales por todos lados, telas por montones en anaqueles, cajas llenas de cuentas y cristales que por su brillo adivino que eran de swarovski; botones de todos los tipos y estilos; cintas y blondas de materiales nobles como la seda, y blondas con hermosos encajes también hecho a mano; lentejuelas de maravillosos y tornasolados colores, era una cosa exquisita de ver.
Qué decir de las maquinas de coser, habían al menos unas siete diferente, y más de una del mismo estilo; no pudo contar cuantos gaget encontró en el lugar, pero había hasta una impresora para imprimir tela con estampado. De dónde mierda Naruto sacó tanto dinero para eso.
- ¡Vaya! Veo que descubriste mi taller – Naruto se sintió muy avergonzado de cómo Sasuke miraba todo.
- Esto – Apuntó con su dedo a todo el taller - ¡No es un mero hobbies! - Exclamó una vez que salió de la impresión – Esto es ¡Arte! – Dijo alucinando.
Camino hacía un enterizo de terciopelo rojo sangre con delicada pedrería en el tono exacto de la tela. Él era dueño de una casa editorial y en ella había una de las revistas de moda más prestigiosas de Asia. Incluso estaba en el mismo edificio, desde el piso ocho a doce. Siempre se daba una vuelta una o dos veces a la semana por el lugar, para ver cómo iba todo, por lo cual estaba muy informado en el área de la moda. Por eso sabía que lo que tenía sus manos era de alta costura. Sabía que muchas de las terminaciones eran a manos, cuánto se demoraba Naruto en confeccionar algo así de magnifico.
- ¿Vendes esto? –
- Sí, no toda, pero vendo, por internet – Naruto suspiró era la hora de decir la verdad a su Jefe, Sasuke no era idiota y pronto sumaría dos más dos y él quedaría atrapado, mejor ir con la verdad de una vez – Soy bloguero; tengo mi tienda online donde vendo mis productos; además trabajo como influencer tanto en Instagram como en otras redes sociales. Tengo además un canal de Youtube – Confesó muy apenado – Hice talleres y cursos de maquillaje por insistencias de mi madre, como ballet cuando niño. También de modelaje porque mi mamá quería que supiera caminar; también cursos como de historia del color, Diseño de vestuario, entre otros. También talleres de comunicación audiovisual – Jugó con sus dedos muy avergonzado de revelar su máximo secreto, contuvo la respiración en el momento que Sasuke se giró para verlo.
- ¿De verdad? ¿Cuántos seguidores tienes? – Estaba sumamente interesado en la respuesta.
– Nadie lo sabe ni siquiera sus hermanos, es mi secreto. Pero como lo va a descubrir tarde o temprano – Naruto se mordió el labio nervioso antes de Revelar la verdad a una persona, nunca se lo dijo a Nadie - Mi usuario en redes sociales es Kyubi Naru –
- Me estás diciendo que eres Kyubi Naru – El Uchiha no se lo podía creer, por tantas razones, la principal era por su Ex, Sakura Haruno, la editora de la revista de moda del que él era el dueño. Cada vez que almorzaban parloteaba de lo difícil que era conseguir una pieza de la marca, que quería entrevistarlo pero el chico siempre se hacía aguas – ¡Mierda! – Soltó Sasuke.
- Lo sé – Naruto dijo sonrojándose como un tomate, de esos que tanto le gustaban a su jefe.
El Uchiha sacó su Smartphone, ingreso a su Instagram buscando al usuario – Dobe me estás diciendo que tú, Naruto, eres Kyubi Naru – Sin poder creérselo, Kyubi Naru era el mayor misterio de los últimos 6 años. Siempre hacia portafolios implacables, sus modelos no eran las modelos tradicionales; tenían todas las medidas y tamaños. Las fotos y el estilo era impecables, se sabía que no habían más de tres piezas iguales, y había una lista de espera enorme aún así estrellas y más lo aceptaban.
- Lo sé, lo sé, crees que es una locura pero…–
- No, no es una locura, lo que creo, es obvio que eres tú. Solo cambias las lentillas por otro color, con un maquillaje muy dramático, una peluca cobriza y simplemente eres otro – Dijo viendo la foto de Kyubi Naru mostrando su ultimo enterizo para donceles – ¡Maldición! a qué putas hora tienes tiempo para hacer de todo y descansar –
- Los videos los hacía bien temprano en las mañana, aunque últimamente dije que me iba a tomar unas semanas libres, para…–
-Para inspirarte, lo sé – Sakura se había quejado de eso – Naruto a qué hora duermes – Volvió a preguntar.
- Siempre he sufrido de insomnio, así que con que duerma dos o cuatro horas estoy como nuevo – Respondió aún más rojo.
- No sé si eso convence Dobe, mucho insomnio y eso pero un día de esto, tu manera de vivir te va a pasar factura – Recriminó al menor, para luego agregar – Sabes que la revista Vanity Runway, te ha contactado muchas veces para una entrevista y ver tu proceso de manufactura, pero tu las niegas siempre por qué – Necesitaba saber la razón detrás de eso.
- Por mamá, sí, ella sabe de mi negocio, pero no tanto. Ella no se maneja mucho en redes sociales e internet, pero esa revista la sigue, es como su biblia. Ni siquiera sabe que trabajo en esto, es muy complicado de explicar –
- Naruto, quién te ayuda en esto-
- Nadie – Respondió tajante.
- ¿Nadie? ¡¿Estás enfermo o qué?! – Dijo furioso – Trabajas como esclavo para mí, en que minuto descansas –
- Ya te lo dije, no es necesario –
- Claro que es necesario descansar, por qué no tienes a más personas –
- Primero porque mi dinero se va en los pagos de los créditos, segundo en mantener a mi mamá, tercero en mis materiales. Por otro lado tendría que estar con ellos acá y enseñarles, como me gusta hacer todo, y sobre todas las cosas no tengo para pagarles, ahora dejemos esto hasta acá, y vámonos que tenemos mucho que hacer – Lo tomó del brazo y se lo llevo.
- Ni creas que ni por un segundo me olvidaré de esto – Le advirtió – Toma a tus mascotas y llevémoslas con nosotros y por supuesto comida para ellas. Tendremos al menos dos semanas agitadas, así que empaca algo más de ropa – Ordenó sin poder dejar de pensar en que ese chico era toda una bomba - ¿Tienes tiempo para entregar tus modelos? –
- Sí, son solo dos semanas, ya lo había anticipado, así que tranquilo – Le restó importancia, porque de verdad tenía los modelos solicitado casi listos, previendo que Sasuke lo exprimir antes de su viaje a Francia.
-si claro, muy tranquilo…
Sasuke se guardo sus reticencias por el momento, pero cuando tuviese tiempo libre iba a pensar en lo que acaba de descubrir.
Salieron de la casa, luego de que Naruto pusiera la alarma, llevando a cada una de sus mascotas, en su canil de transporte, la comida para las dos semanas y su ropa.
Naruto con solo recordar que su jefe había descubierto de él uno de sus más grandes secretos lo ponía ansioso. Aún así había podido entregar los vestidos y los trajes solicitados en los tiempos acordados y viajar a Francia con el Uchiha. Tuvo la suerte que Sasuke hiciera espacio en su agenda para salir con él a vitrinear, le dio un crédito que iba a descontar de sus liquidaciones de sueldo para que comprase telas o lo que él necesitara. Naruto no se hizo de rogar, tomó el ofrecimiento de Sasuke, maravillado de estar en el País de la moda, así que fue a las mejores tienda de telas y accesorios, y gasto la pequeña fortuna que su jefe le había prestado a crédito.
Era verdad que estaba muy cansado y que apenas tenía vida, pero amaba ambas cosas, lo hacían inmensamente feliz.
Dos meses de la nada habían transcurrido en el vertiginoso mundo de Sasuke Uchiha. Estaban en una reunión de hermanos en la oficina de Sasuke, en realidad, era una reunión sobre recursos humanos, adquisición, y los problemas que tenían en esos momentos. Su teléfono comenzó a sonar con la música del exorcista, haciendo reír a Sai e Itachi al instante.
- Porque tienes esa música de tono – Sasuke preguntó sonriendo, era divertido escuchar esa música como tono de llamado.
- Lo siento, tengo que contestar, perdón – Naruto estaba todo avergonzado no por el tono de llamada sino porque no podía no contestar – Hola mamá –
Las risas atragantadas de los hermanos Uchiha no se hicieron esperar y él se sonrojó a más no poder por aquella acción. Se las había arreglado para evitar las llamadas de su madre frente a su jefe.
Sasuke no lo podía creer, quién en su sano juicio ponía esa música para el tono de llamado de su madre, al parecer ese era Naruto, la voz estridente se hizo presente en la habitación, tanto que Naruto se alejó de su teléfono.
- Hola Naruto, me escuchas – Gritó la voz femenina – Niño porqué te demoras tanto en contestar, por qué siempre tan lento – Se quejó la mujer con irritación.
- Madre estoy trabajando en este momento, por favor me puedes llamar más tarde – Lo peor de sentirse avergonzado. Era tener que ver a su jefe a los ojos, mientras hablaba con la mujer de sus pesadillas
-Vamos Naruto, seguro ni trabajas, solo sacas la vuelta, nunca serás como yo que hago más de una cosa a la vez, además que me importa poco si estás con la reina de Inglaterra siempre debes contestar mi llamado en tu vida yo soy tu prioridad – Recalcó con furia.
- Mamá es en serio – Naruto se sintió mortificado – Estoy ocupado en este momento y mi jefe en este instante me está mirando feo – Las risas atragantadas no se hicieron esperar una vez más. Sasuke lo miraba feo pero no porque hablase por teléfono, sino por la forma en que la mujer le hablaba.
- El debe entender en tu vida yo soy la prioridad – Volvió a recalcar lo que toda la vida le decía a Naruto - Estoy segura que no hay nadie contigo en todo los casos. Por qué siempre mientes no te enseñé ser un niño malo – Naruto rodó los ojos sabiendo que diría a continuación – Me esforcé tanto, te enseñé ser un señorito perfecto para cualquier varón, pero claro cómo eres un patoso cabeza hueca, mi mayor decepción – Dijo en tono sufrido la mujer – En fin, hablando de varones, por eso te llamo, quiero que asistas a unas entrevistas de matrimonio, con hijos de algunas de las mujeres más prestigiosas del club –
- ¡Por Dios! ya hemos hablando de esto Mamá – Naruto se sintió cansando de pronto y con muchas ganas de llorar – No tengo intenciones de ir a esas entrevistas. Si me caso será por amor, no me interesa casarme con nadie, aun si es el príncipe de Inglaterra, o jaque de los emiratos árabes, no me voy a casar con nadie, aunque tú me ordenes, olvídalo –
-Naruto no me hables así, todo lo que he hecho por ti, me lo tienes que devolver, todo lo que he gastado en ti – Se podía notar que la mujer a la otra línea estaba azorada por las palabras de su hijo - Tienes que hacerte cargo de mí cuando yo sea un poco más mayor. Ya tienes vientres años debes parar de tratar de vivir libertinaje. No se ve bien que un doncel viva solo, ya es hora que me des un nieto y sientes cabeza – Naruto soltó un suspiro de cansancio, frustrado por la situación – Oye mocoso no te atrevas a hacerme esas insolencias me debes respeto, di mi vida por ti, así que hazme caso y ve a la reunión, si lo haces iré y te llevare de las mechas y por lo que más quieras ponto bonito y esconde tu apariencia real que es bastante fea – Dijo con voz agria y amenazante.
- Mamá debo cortar –
- No te atrevas jovencito, aún estoy hablando, si lo haces… –
- Si lo hace qué le va hace – Sasuke se había acercado al menor con la firme intención de quitarle el teléfono y eso hizo poniéndole en altavoz – Que yo sepa Naruto vive solo, tiene su casa y trabaja para mí, no vive con usted, ni usted le da para vivir, sino que al contrario, sé que su hijo la mantiene – Naruto trato de rogarle que no le hablara muy asustado. Mientras que Itachi y Sai estaban atónitos, Sasuke no era de los que se metían en donde no lo llamaran – Por otra parte su voz me molesta intensamente, no puedo concentrarme en la reunión que tengo. Su hijo es mi asistente y trabaja para mí desde las ocho de la mañana a nueve de la noche – Informó a la mujer – No lo vuelva a llamar en horario de trabajo, sino lo voy a echar sin recomendaciones y les diré a todos que su madre es una puta patada en el trasero y que si lo contratan tendrán que aguantar llamadas de mierda como esta, Adiós – Sin que la mujer pudiese contestar nada.
- ¡Me va matar! – Chilló Naruto tomándose de los pelo desesperados – Tengo que escribirle, ¡Dios! Me va interrogar sobre todo y cuando sepa que estoy trabajando en esta empresa me va a matar – Estaba hecho un completo lío.
- Oye – Sasuke tomo de los hombros a sus asistente – Mírame – Ordenó haciendo que el otro le mirase casi con lágrimas en los ojos – Tienes vientres años, tienes tu casa, eres independizado, mayor de edad, ella será tu madre, pero no es tu dueña. No puedes vivir para ella, es tu vida, no la de ella, deja de vivirla a su modo. Te maneja desde kilómetros de distancias tienes un ataque de ansiedad en estos momentos por una llamada de ella, dime que es lo peor que pudiese pasar –
- Que me mate – Contestó a punto de llorar.
-No, Naruto en serio – Sasuke le sonrió divertido – Qué te puede hacer, no puede obligarte a vivir con ella, ni a casarte o a nada. Eres un adulto, además no estás solo tienes a ese par de tarados – Apuntó a sus hermanos que estaban detrás de él – A mí, tu jefe, te lo dije eres un excelente chico, nosotros te ayudaremos. Ella solo tiene poder si tú se lo das, no le temas, no importa si se enoja, da igual, no puedes vivir tu vida acorde de los deseos de otros. Lo mismo va para ustedes –Se giró para mirarlos – Tú – Apuntó a Sai – Vas a tomarte en serio el tema de la pintura que tanto amas. Comienza a ver galerías y a exponer – Luego miró a su hermano mayor – Itachi tú debes superar el pasado de mierda. Comenzar hacer lo que te gusta, que es periodismo. Y tu Naruto comienza a luchar más por tus sueños ¿Quieres ser diseñador de moda? entonces hazlo, quieres ser independiente hazlo, quieres mostrarte como eres dale, nada te lo impide, nadie les impide nada – Le dijo a los tres tratando que todos se empoderaran.
- Claro que nos lo impiden, nuestros padres – Se quejó Sai apesadumbrado.
- ¡Maldita sea! ¡No! – Sasuke siseó – Yo les tengo que contar una cosa, creé para ustedes algunas cuentas bancarias en el extranjero a sus nombres, en algunos paraísos fiscales, completamente legal, antes que pregunten – Casi le dio risa ver las caras de sorpresa de sus hermanos ante lo dicho – Así que pase lo que pase con nuestros padres, ustedes no los necesitan. Solo quería que ustedes dejasen de lado la opinión de nuestros padres, que nunca serán felices con lo que somos. Lo mismo va para ti, Naruto, basta los tres, de arruinar sus vidas en cosas que no les gusta, en vivirlas del modo que quiere otro, pero no ustedes, comiencen a vivir por ustedes mismos –
-Espera, espera, espera – Sai estaba aturdido – Qué quieres decir que tenemos cuentas bancarias –
- Naruto ve con Iruka, a tomar un té o un trago lo que te calme, deja tu teléfono aquí, si llama le contesto yo –
Naruto hizo lo mandado y se perdió detrás de la puerta blanca en donde estaba en ascensor, pensando en todo lo dicho por el mayor, como si las palabras de Sasuke, lo hubiesen liberado de una gran maldición.
- Bien ustedes saben que a los trece años me hice asquerosamente rico. No fue solo mi dinero o suerte, en realidad alguien me ayudo – Estaba por revelar uno de sus más grandes secretos, pero estaba bien, tenía todos los recursos en esos momentos para proteger a sus hermanos.
- Quién te ayudo – Itachi estaba muy sorprendido por la revelación.
- Tío Madara –
- Qué, cómo – Sai casi se cayó de la silla, eso sí que no lo esperaba.
- Un día navegando por internet, busqué su nombre solo para ver si encontraba algo de él, lo hice tiene una empresa petrolera en los emiratos árabes. Se casó con un millonario heredero doncel, mayor que él, mucho mayor que él, con cero visión para los negocios murió a causa de un cáncer al colon. El único familiar era el tío, así que lo contacte no por su dinero, sino para saber cómo estaba, ustedes saben era mi tío favorito, aún lo es – Explicó toda la historia desde el principio – Era como un padre para mí, entonces me contesto y estuvimos un año entero hablando. Las llamadas que pensaban que eran de una chica que había conocido por Messenger era él. Un día me dijo que invirtiera mis ahorros en sus acciones y así lo hice, comenzó a enseñarme finanzas y comenzamos a comprar acciones de otras empresas entonces dijo que lo mejor que podíamos hacer era crear cuentas a sus nombres en las Bahamas y suiza, para que tuviesen dinero si las cosas comenzaban a ir mal con nuestros padres y terminaban desheredado como él – reveló.
- Dios, cuánto dinero es Sasuke – Itachi estaba que no se la creía.
- Demasiado, para tres o cinco vidas – Contestó.
-Madara como está – Sai sonrió recordando vagamente a su tío que jugaba con él. En esos momentos era más fácil hablar de procesar que era asquerosamente rico.
-Bien, excelente, de hecho lo verán en unos dos meses más – Informó, yendo hacía la cafetera que Naruto había instalado en una esquina de la oficina, porque ambos bebían mucho té, café y aguas de hierbas. En vez de pedir a la secretaría era mejor tener una esquina con todos los implementos y preparar una deliciosa bebida cuando quisiera. Se preparó un expreso para él y dos capuchinos para sus hermanos.
- Volverá a Japón – Sai estaba flipando con la información recibida.
-Sí, tiene que hacerlo, dice que necesita recuperar al amor de su vida, y tomar venganza – Sasuke le paso los café a sus hermanos, volviendo a sentarse en su silla.
-O sea irá por Minato Namikaze, y vendrá a lo Bellatrix Kido a matar a Kushina, a nuestros papás y abuelo – Susurro Itachi.
- ¡¿Qué?! – El menor de los hermanos chilló - Tío Minato y tío Madara, tuvieron un amorío… Es que no me lo puedo creer – Sai se sintió shock.
- Por qué crees que lo desheredaron tonto – Itachi lo reto – Porque se encamó con Minato Namikaze, haciendo que le peligrara la maldita fusión de las empresas Uchiha y Uzumaki. Tú no lo recuerdas, porque eras casi un bebé, pero antes el holding era Uzumaki y Uchiha. Con los años cambio a Uchiha y Namikaze, luego de los problemas legales que tuvo el padre de Kushina – Explicó el mayor.
- Entonces puedo ser pintor – Recién había caído en cuenta de eso, su rostro comenzó a iluminarse lleno de dicha.
- Puedes hacer lo que quieras – Sasuke le sonrió con cariño – Todos podemos ser lo que deseemos, lo que pasa es que yo amo ser empresario – Dijo feliz.
- Cuándo nos ibas a decir –
- En el minuto que Madara llegase, Itachi, pero no creo que se moleste si les digo antes –
- Esto es mejor que todo en mi vida, no me importa el dinero, o sea sí, pero no, o sea claro que sí – Sai ya no sabía qué decir – Dios Sasuke, Itachi se dan cuenta que podré hacer lo quiera – Estaba a punto de saltar no recordaban los mayores haberlo visto tan feliz.
- Bueno quiero hablar de otras cosas con ustedes, deberán guardar silencio, y ayudarme – Pidió Sasuke – No mandé a Naruto con Iruka para contarle de Madara, sino porque te tengo noticias Sai, tu amado Kyubi Naru es en realidad Naruto –
-¡¿Qué?! – El grito fue de ambos hermanos.
-Sí, lo descubrí hace semanas, lo dejé pasar en ese momento porque no quería importunar más al Dobe. Pero sí, lo es ¿Pueden creerlo? Casi me fui de espalda cuando lo descubrí – Aceptó para sus hermanos – En fin, temo por su salud, necesita ayuda y unas cuantas costureras realmente expertas en su trabajo. Estaba pensando en ofrecerle financiamiento, asimismo encuentro que haría una gran casa de modas. Creo que si lo hacemos los tres no tendrá escapatoria – Sonrió con malicia, de esa manera lo pondría tras las cuerdas y no podría negarse – También así tendrá tiempo para trabajar aquí, más que nada porque es la fachada que tiene con su madre, que trabaja en un taller de moda – Explicó a sus hermanos lo que él mismo Naruto le había dicho en una conversación que tuvieron en Francia – El piso 13 está libre, podríamos dárselo como un gran taller de moda -
Itachi pensó en lo dicho por su hermano, no lo encontraba una mala idea, pero habían problemas – No es tan fácil, ese piso es de nuestro accionista la empresa sharingan aunque no lo use, no podemos llegar usarlo, hablar con ellos es complicado, pero podría intentar hablar con el representante – Pensó en como contactar al representante de Sharinga Corp, eran un dolor de cabeza la verdad, pero era una excelente empresa, con los cuales tenían varios negocios.
Sasuke sonrió muy seguro antes las palabras de Itachi, el mayor lo observó y comprendió de inmediato.
- Es de Madara el piso ¿Verdad? – Itachi lo miró casi con un ataque con todas las revelaciones – Mierda Sasuke, él es dueño de Sharingan Corp –
- Por supuesto que el piso es nuestro – Sonrío de lado, sabiendo que los iba a dejar helado – De hecho chicos, Sharinga Corp, es una sociedad limitada con cuatro socios – Los miro divertido y agrego – Tres de ellos están en esta habitación –
- Por la mismísima mierda santa de todo el mundo – Itachi exclamó sorprendido – Qué tipo de monstruo son ustedes – Aludiendo a Sasuke y su Tío – Por qué estamos dentro de esa sociedad sin saberlo, como firmaste los papeles –
- Tengo poderes amplios de ustedes dos, par de idiotas – Contestó – Me los dieron hace como quince años, cuando les dije que necesitaba hacer dinero y los quería como socio, como estaba ya emancipado. Papá los forzó a darme los poderes, con eso los ingresé en la sociedad. Por eso os digo son tan cochinamente ricos, sin la necesidad del patrimonio de nuestros padres – Reiteró a sus hermanos.
- Papá se cagara en los pantalones cuando se dé cuenta que eres el socio mayoritario de esta empresa, al juntar tus acciones en solitarios y los de Sharinga corp –
- No, Sai, papá se cagará en sus finos pantalones cuando se de cuenta que nosotros cuatro, junto a tío Madara, tenemos el control absoluto de todas las empresas Uchiha y Namikaze -
- Oh Santa Mierda…