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Shisa por Silvia_Riffie

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Notas del capitulo:

Helloooooo!!! Yeah!!! Con este fic estamos al día, así que pasado mañana se actualizará "La Duda"


Espero que disfruten el capítulo, quizás tendrán muchas más duda y adoraré leerlas jajaja.


Nos vemos  en otro fic!!!

 


Minato quiso llorar, porque trataba de recordar que había pasado la noche anterior, pero solo se acordaba de haber ido a dormir y ya. Por qué despertaba en el bosque cercano a la playa, menos en esas condiciones.


- Oye, tranquilo, te ayudo – Madara se acercó a su lado para caminar – No es muy rápido para haber encontrado amante –


- Qué – Minato estaba visiblemente consternado.


- Oye estás bien  -


- No – Contestó al borde de la histeria – Yo no entiendo, me dormí en mi cama, cómo es qué llegué aquí…Dios no recuerdo que pasó – Unas lágrimas comenzaron a caer con desesperación.


- Tranquilo, vamos a tu casa primero – Madara habló con tranquilidad – Podrás caminar –


- Sí – Minato con ayuda de Madara comenzó a caminar hacia su hogar, no estaba lejos, si no que a unos pocos metros de distancias.


Llegaron en cosa de minutos a la casa por el lado del jardín, desde lejos Sasuke e Itachi observaban a su tío con el vecino nuevo, cada uno especulando qué le habría pasado al hombre.


Kushina pateó la ropa de cama furiosa, no había podido dormir tranquila esa noche, primero porque el sonido de los pájaros nocturnos. Algunas de sus pertenencias se habían caído durante la noche casi causándole un infarto, se escuchan voces desde afuera de la casa, le parecía inconcebible que las personas en Ogimi  estuvieran de fiestas menos en octubre.


Se levantó hecha un demonio, se bañó en pocos minutos para vestirse solo con un vestido muy cómodo, no se quiso poner brasier porque su espalda, hombros y  brazos dolían no sabía por qué razón, por lo cual no le apetecía torturar su cuerpo con un brasier. Caminó descalza por la casa, el hecho que tuviese tatami era un must, además que era francamente refrescante no tener que ir con zapatos dentro de casa.


Buscó a Minato en su habitación pero no estaba, la Shoji estaba abierta hasta atrás, quizás había salido a correr, la playa estaba cerca. Para su sorpresa tampoco estaba su hijo en su habitación extrañada, pero pensando que quizás estaban juntos se dirigió a la cocina.


- Buenos días – Su hijo estaba en la cocina, preparando el desayuno – Oye cuándo aprendiste a cocinar que rico se ve –


- Papá hizo que tomara lecciones de cocina – Contestó concentrado en su tarea, estaba haciendo unos huevos, colocaba en un colador fino pan rallado luego quebraba un huevo lo colocaba sobre el pan rallado y lo tapaba con más pan rallado y a la freidora, una vuelta y vuelta y estaban listo – Hay arroz en la arrocera eléctrica, y un poco de sopa de miso, también hice un poco de café y té verde, me ayudas  a llevarlo a la mesa –


- Claro – Kushina estaba asombrada de las artes culinarias de su hijo, ayudo en lo que le pedía, vio que la mesa ya tenía la vajilla y los cubiertos puestos. Sintió nostalgia, cuánto había crecido Naruto en esos pocos meses  y todo por su culpa, aunque trato de enmendar el error, era casi imposible decirle a Naruto o Minato lo que había hecho.


- Papá no ha vuelto – Naruto también había pasado a verlo a la habitación pero no estaba.


- No, toma desayuno, iré a buscarlo, porque esto se ve delicioso y no puede comerlo frío – Sonrió a su hijo.


Naruto comenzó a comer sus alimentos viendo a su mamá marchar, no le gustaba mucho estar con ella, pero tampoco habían hablado mucho desde todo el episodio negro, así que quizás habría que tener una buena conversación con ella, aún así dudaba poder perdonarla.


Kushina se asomó por el pasillo interior, para salir por el jardín que era la parte que conectaba con la Riviera de la playa, no le importó colocarse sandalias porque el pasto era suave y luego había tierra mezclada con arena.


Vio como Minato venía con ayuda de un gran hombre que no conocía pero se parecía al chico del día anterior, la cara de su marido parecía de dolor y turbación, se preocupó por él, caminó hacia él para averiguar qué había pasado.


- Minato ¿estás bien? – Gritó al darle alcance - ¿qué pasó? ¿Por qué estás con la ropa de ayer? –


- No lo sé – Contestó turbado – De verdad no lo sé, ayer me quedé dormido en mi futon y desperté en el bosque que limita con la playa –


- … – Kushina no dijo nada porque veía los chupetones en la piel del cuello, y parecía tener problemas para caminar, podía ver el dolor en su marido. Sí, Minato le fue infiel pero siempre lo dijo, nunca había mentido, por lo cual no dudaba en su palabra.


- Creeme por favor – Dijo con un hilo de voz casi llorando.


- Tranquilo, tranquilo – Kushina lo tomó del brazo – Vamos a casa, Naruto hizo un delicioso desayuno y debe estar preocupado – Ayudó a caminar a su esposo – Gracias señor… -


- Uchiha, Madara Uchiha, su vecino, soy el tío de Sasuke, creo que ayer se presentó ante ustedes – Tomó la mano desocupada de la mujer.


- Muchas gracias por ayuda, y un gusto conocerlo – La mujer dijo – Soy Kushina Uzumaki y él es mi Marido Minato Namikaze –


- El gusto es mío – Sonrió de lado a la pareja – Bien me voy, porque fue una larga noche y tengo mucho sueño, espero que nos veamos pronto –


El matrimonio no dijo nada, solo asintieron con la cabeza y luego comenzaron a caminar alejándose del nuevo vecino. Llegaron en silencio a la casa, ninguno sabía qué decir en realidad, Minato se sentó el pasillo aún llorando silenciosamente.


- Mina, ve a tomar un baño, no sé qué estás sintiendo ahora, pero Naruto – Miró hacia dentro de la casa.


Minato se tragó su dolor y sus lágrimas asintiendo a las palabras de su mujer, levantándose con dolor, sentía un dolor emocional indescriptible.


- Vamos a te acompaño al baño – Kushina lo ayudo nuevamente a ponerse de pie e ir al cuarto de baño, donde estaba la ducha – Báñate e iré por ropa y un medicamento –


- Cómo está tu golpe – Era mejor decir algo más que  lidiar con lo que estaba viviendo.


- Me duele bastante, y el no dormir no ayuda pero tranquilo pasará, como lo tuyo y como lo de Naruto – Le sonrió afable – Apúrate, no hagamos preocupar al zorrito –


La mujer salió con rapidez para darle intimidad al Namikaze, fue en busca de ropas, un ungüento, y medicamento, le daría uno de los que tomaba ella para controlar sus nervios.


Minato en cambio estaba destruido, una parte de él quería saber qué había pasado, y otra no, se sentía asqueado, abusado y violado y lo peor no sabía por quién, ni como. Se desvistió, revelando su cuerpo frente al espejo, tuvo que ahogar un grito, todo su cuerpo tenía marcas indecentes, chupetones, mordidas y arañazos, giró un poco su cuerpo y cuello para ver su espalda, otra llena de rasguños feroces como si fuesen de un animal, más se asusto.


Ingresó a la ducha, comenzando a limpiar su cuerpo muy a consciencia, queriendo extirpar todas esas marcas indecentes, la parte más vergonzosa era limpiar su entrada, colocó sus dedos en su interior para comenzar a sacar aquello que no debía estar ahí, gimió su entrada pulsaba de dolor e incomodidad, sentía sus dedos resbalar por la sustancia. Comenzó a llorar desbordado por las emociones.


Naruto vio como su mamá volvía con una cara diferente, parecía nerviosa y preocupada, estuvo tentado a preguntar, pero lo mejor era no saber.


- ¿Y papá? –  Prefiero preguntar eso antes que otra cosa.


- Se está dando un baño, sudó mucho y de ahí viene –


El menor siguió comiendo, sin decir nada más, Naruto, trató de demorarse en comer sus alimentos, para esperar a su papá, Kushina también bebía lentamente su té verde. Minutos después llego Minato a unirse con su familia, se sentó con problemas pero trató de que su rostro no lo reflejara su dolor.


- Papá te pasa algo – Naruto veía sus ojos rojos.


- No hijo, solo me entró un poco de shampoo, no es nada –


Sin más que decir terminaron su desayuno sin problemas, Kushina y Minato dijeron al menor que ellos iban a lavar la vajilla y demás. Naruto se fue a su habitación, sacar su futon y airearlo, se puso nuevamente sus audífonos y dejó que cualquier canción a lo random en spotify comenzara a sonar, era Zion de la banda sonora de Matrix, una de las trilogías favoritas de Naruto. Esa canción lo hacía bailar, como perder la noción de donde estaba, además estaba casi en medio de la nada, comenzó a saltar, y ha mecer su cuerpo, su cabello se movía para todos lados, cerró sus ojos y simplemente se dejó llevar al son de la canción.


Sasuke vio al rubio bailar, su cabello rubio brillaba como hebras de oro por el reflejo del sol, podía verlo como su cuerpo se contorneaba al son de alguna canción, le apeteció ir a donde él.


Como era sábado no tenía clases, podía invitar al chico a salir, realmente quería conocerlo, lo mejor posible, así que acercó al chico con sigilo para asustarlo.


- ¡¡MIERDA!! – Naruto dio un tremendo grito al sentir la mano de alguien a su espalda, después del grito se agachó poniendo sus manos sobre su orejas, aterrado.


- Dobe – Sasuke le habló un poco turbado por la acción de Naruto – Oye, tranquilo – El pelinegro tomó la cabeza de Naruto para tratar de que abriera los ojos – HEY – Gritó muy fuerte al tiempo de zamarrear al rubio.


- Déjalo – Kushina gritó junto a Minato, quienes corrieron hacia su hijo.


Minato corrió más rápido que su esposa para llegar a Naruto y tomarlo en brazos, para llevarlo hacía el engawa.


- Qué le hiciste tteba-ne – La mujer siempre decía esa muletilla cuando estaba enojada o muy nerviosa – Qué le hiciste – Volvió a preguntar furiosa.


- Nada – Sasuke contestó sin comprender por qué tanto escándalo – Solo lo toqué por la espalda, le hablé pero no creo que me haya escuchado –


- Escucha, nunca jamás en la vida vuelvas hacerle eso a mi hijo – Lo amenazó levantando su dedo para darle connotación a sus palabras.


- Está bien, perdón, no sabía que se iba a poner así – Sasuke levantó sus manos como tratando de poner paz.


Itachi que veía todo desde lejos, sonrió divertido al ver a su hijo siendo gritado por una mujer, comenzó a reírse, Madara también se ría al verlo tan insignificante frente a la pelirroja que parecía una leona furibunda que le habían tocado su cachorro.


El hermano mayor de Sasuke comenzó a buscar información de los vecinos, no tenía muchas esperanzas pero googleó el nombre de Namikaze Minato y ¡¡boom!! Un centenar de resultados comenzaron aparecer en la pantalla de su teléfono. Comenzó a pasar sus dedos por los artículos más interesantes, uno en particular llamó su atención, pinchó en él, leyó con rapidez toda la información que salía, lo hizo silbar asombrado.


- Qué encontraste – Madara lo miró por la esquina del ojo, sin dejar de mirar a Sasuke.


- Léelo tu mismo – Le pasó el teléfono – Iré a salvar a mi hermanito –


Itachi llegó en medio de gritos de Minato y Kushina hacía Sasuke, y Naruto estaba recostado en el pasillo interior como ido de todo. En vez de ir directo a salvar a su hermano, fue donde estaba el rubio, increíblemente el matrimonio estaba tan atentos en regañar a Sasuke que no se percataron de su presencia, tomó la muñeca de Naruto para tomar su pulso estaba frenético, vio sus pupilas dilatadas, estaba en shock, el trauma debía ser grande.


- Hey qué haces – Minato observó a Itachi tocar a su hijo.


- Tranquilo soy médico, uno de los pocos de este lugar – Siguió revisando a Naruto con paciencia – ¿Tienen alcohol? –


- ¿Para beber o el de medico? – Minato preguntó - ¿Puedes ayudarlo? –


- Está en shock por el susto – Explicó – Para beber el más fuerte que tenga por favor, es para hacerlo reaccionar –


- Toma – Madara llegó con botella pequeña – Creo que esto te servirá – Su sobrino lo tomó y lo puso bajo de las fosas nasales del chico, el olor era tan estridente que hizo toser a Naruto, sacándolo de su fuero interno.


- Hey tranquilo, recuéstate nuevamente, te puedes marear – Itachi le dijo, tomando la mano de Minato para que la pusiera sobre el pecho de Naruto. El mayor lo miró incomprendido su accionar pero agradeciendo que no haya tacado a su hijo – Cuando te sientas mejor trata de levantarte, antes no sí –


Naruto solo asintió sin decirle nada porque no sabía qué le había pasado, tenía lapsus así, recordó que se asustó  porque sintió que alguien lo tocaba, un simple toque que le hizo perder el conocimiento. Se sentía desgraciado, comenzó a llorar sin quererlo delante de personas que no conocía.


- Te voy abrazar – Minato informó al rubio antes de hacerlo, lo consoló de su dolor, todos miraban al par de rubios, el mayor también estaba llorando.


Kushina se envalentonó y camino hacia su familia, se sentó al lado de Naruto, y tomó una de las manos de Minato, no se atrevía de tocar a su Naruto, pero quería que supiese que estaba ahí.


- Por qué dejaste que me pasara esto – Naruto se giró de pronto mirando a su mamá – Por qué no pagaste el maldito rescate, no pediste ayuda, sabías que ese hijo de putas de Mizuki me iba a secuestrar, cómo mierda permitiste que me secuestraran – Terminó chillando.


- Naruto yo… - Kushina no sabía qué decirle porque ni ella sabía por qué actuó así.


- No puedes decir nada, porque ni siquiera tú sabes por qué lo hiciste, destruiste mi vida – Naruto miró a todos con ojos desenfrenados como buscando algo, sus azules se detuvieron en los de Sasuke, sin saber por qué, simplemente por impulso se levantó y corrió hacía el tomándolo de la mano y arrastrándolo de ahí.


- Naruto – Minato se levantó para seguirlo pero Itachi lo detuvo – Suéltame  -


- Tranquilo, déjelo ir, Sasuke lo cuidara, si bien cometió un error por ignorancia, es un buen chico –


- Cómo sabe qué pasa con él –


- Google – Susurró – Al parecer son bastante conocidos, con solo colocar el nombre de usted, millones de resultados salieron. Debo suponer que se vinieran a un lugar tan lejos de todo, es por su hijo –


- Así es, por favor no lo mencione con Naruto, es muy delicado el tema –


- Encontraron un psiquiatra, lo necesita –


- No aún, solo llegamos ayer, además aquí no sé si habrá uno, queríamos ver en Okinawa – Explico Kushina – Conocen ustedes alguno –


Itachi se giró para mirar a Madara – Él – Lo apuntó – Nuestra familia es médica, supongo que Sasuke también lo será –


- Puedo ayudarlo, y creo que con todo lo que ha atravesado ese chiquillo, lo mejor será tener alguien cerca para controlarlo –


- Gracias –


Itachi miró más allá de las espaldas del matrimonio, observó como una chica se reía divertida de todo eso, le lanzó un beso mientras le cerraba un ojo. Mierda, pensó, por eso él nunca iba a ese lugar, cerca de esa casa, porque siempre la veía ahí, sentada el engawa, meciendo sus piernas, con una sonrisa picara.


Sasuke en algún momento cambió con Naruto tomando el mando de esa maratón, guió a Naruto hacia el bosque, corrieron sin descanso hasta llegar un paramo, en donde habían flores, y el sonido del mar se escuchaba estridente.


- Qué lugar tan hermoso es este – Naruto no soltó la mano de Sasuke, estaba maravillado con lo que veía, había un campo de flores moradas, no sabía el nombre de ellas pero eran hermosas, y la meseta con un plano único del cielo y el mar era hermosísimo, se preguntó por qué no habría turistas ahí, sin lugar a dudas debía ser el lugar más imponente de todos, extrañamente cerca del risco había un columpio de hierro, y cadenas, una enredadera de madre selva lo envolvía era una cosa única que nunca había visto en ningún otro lugar al que viajo con sus padres.


- Este es el paramo secreto de los Uchiha, tu casa pertenecía a nuestros ancestros, todo lo que ves un kilometro antes de llegar a tu casa, es nuestro, de hecho la casa en la que vives, antes era nuestro también, es lo único que vendieron mis padres hace unos años, todo lo demás y esto es nuestro, nadie tiene permitido venir aquí – Explicó Sasuke.


- El columpio lo pusieron ustedes entonces – Al fin soltó la mano del moreno y camino hacia el risco – Se puede usar –


Sasuke sonrió – Sí, ¿quieres usarlo? – Sintió la necesidad de volver a tomar la mano de Naruto, pero no parecía algo prudente de hacer.


- ¿Es seguro? –


- Si, pero claro solo si no te sueltas –


- Bien, me arriesgaré – Naruto se sentó en el columpio, haciendo que Sasuke pudiese ver como el rubio llevaba el dije collar que le había regalado puesto en el cuello, eso lo hizo sonreír más.


- Te ayudaré – El Uchiha comenzó a mecer al Rubio.


Naruto gritó como hace mucho no lo hacía de euforia, el viento chocaba en su rostro, sentía como sus piernas eran levantadas por la velocidad que tomaba el columpio, y ya no tocaban nada, era una sensación extraña, su estomago hormigueaba de adrenalina y nerviosismo, veía como el columpio se mecía con él, haciendo que de pronto viera el mar a metros de distancia, comenzó a reír, como hace meses no lo hacía. En ese preciso momento se sentía lleno de vida, se sentía él.


Sasuke escucho como la risa gorgoreaba del rubio como si fuese espuma, era un sonido maravilloso que le daba paz, tanta paz. Estuvieron minutos así hasta que se cansaron, Naruto necesitó ayuda para volver a caminar con paso firme y el Uchiha gustoso lo ayudo tomándolo de la cintura.


Naruto se sintió extrañado de que no le molestase ni incomodase que Sasuke lo tocase, pero no había nada en ese instante, parecía tan natural el toque de ese chico, pero no quiso pensar más en eso. Se recostaron sobre el paramo de flores, tenían un aroma delicioso, cortó una de ellas para apoderarse mejor de su olor.


- Son iris purpuras, son la representación de la sabiduría y el elogio, aunque los cristianos decían que las iris representaban la pureza, la luz, el árbol de la vida, y la perfección. Paradójicamente en Francia marcaban a las mujeres adulteras en los hombros con la imagen de una iris –


- Vaya sabes mucho sobre ellas –


- Son las que más se producen acá y uno de los tantos puntos turísticos de todo Okinawa –


- No lo sabía, papá eligió este lugar para vivir, pero  no sé nada de Okinawa o de Ogimi en verdad –


- Podemos cambiar, si deseas podríamos salir a hacer turismo, conozco todo esto como palma de mi mano –


- Me gustaría, pero apenas me conoces por qué querrías pasar el rato conmigo, seguro tienes amigos –


- Unos pocos, pero si te digo que ayer llamaste mi atención ¿cómo te sentirías? – Susurro colocando una Iris que él cortó en el canal que hacía la oreja – Te ves hermoso –


- No, no lo soy – Naruto llevo su mano para sacarse la flor pero Sasuke lo detuvo con su mano – No soy puro, ni hermoso, ni nada, estoy roto, sucio y horrible con estás cicatrices – hizo fuerzas para liberarse de Sasuke pero no pudo – Suéltame por favor –


- No estás ni sucio, ni horrible, y no te veo roto – Susurro acercándose al rubio quién dejó de respirar por la cercanía – Solo veo a un hermoso chico rubio –


- No sabes lo que hablas, no puedo tocar a nadie, no puedo verme a un espejo, no puedo dormir con la luz apagada, ni sin música, no puedo dormir si no me intoxico con alguna pastilla, no puedo cerrar los ojos sin sentir esas asquerosas manos sobre mí – Sollozo furioso consigo mismo por volver a llorar – En Estados Unidos me secuestraron, me torturaron, violaron y me enterraron vivo – Reveló con dolor.


-… – Sasuke abrió los ojos sorprendido por lo que había escuchado, furioso al mismo tiempo, alguien se había atrevido a tocar lo que era suyo.


- Tus ojos están ro…jos – Naruto comenzó a decir pero de pronto cayó sobre el frondoso pasto.


Sasuke se sentó ahorcajada del menor, sin perder la conexión visual con el rubio, ingresó al subconsciente de Naruto, buscando sus más terribles recuerdos.


 

Notas finales:

Nos vemos en otro fic, Cariños!!!


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