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Shisa por Silvia_Riffie

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Notas del capitulo:

Hello, cómo están, casi en la última parte del fanfic, si pueden vayan a Youtube y busquen la canción: Birdcage de Gackt.

Sin más disfruten del cap.

Cariños!!

 


Minato se bebió su sake de sopetón, se sirvió otro y siguió mirando a Madara como si éste de pronto le hubiera crecido una segunda o tercera cabeza.


Ninguno de los dos hombres hablaba, el Uchiha comía tranquilamente su soba, al parecer la historia de terror había sido mucho para el Namikaze, le comía la lengua para saber sobre la familia de éste, y cómo él le gustaba el terror, pensó en crear una conexión entre ellos de aquella manera.


- Qué hay de tu familia, todos tienen oscuras leyendas de sus familias – Pensó que lo mejor era cambiar el tema, para relajar a Minato.


- No lo sé – Minato contesto más tranquilo – Por el lado de los Namikaze no hay mucho que contar, mi bis abuelo japonés se enamoró de una chica rusa y se casó con ella, mi abuelo se casó con otra mujer japonesa, de la que nació mi padre, y luego desapareció nadie sabe ni el nombre, el gran dolor de mi padre es no saber quién fue su madre. – Relató – Y mi madre es japonesa pura, cómo tanto le recalca a mi padre, ella es de una familia con un pomposo apellido ancestral venida a menos, y su padre es de una familia casi desaparecida Senju, sé que vivían aquí en Okinawa pero no sé más, quizás debería preguntar, con tanto viejito demás que alguno sabe algo –


- Senju ¿eh? – Murmuró como si su boca hubiera algo muy ácido en ella – Tu esposa ella también es de familia japonesa –


- Sí, ella es una Uzumaki, sí, la gran familia Uzumaki – Minato creyó que el silencio de Madara era para procesar que era una heredera multimillonaria.- Lo divertido es que también tiene sangre Senju, claro que no lo sabíamos, pero la madre de su abuela era Mito Uzumaki quien estuvo casada Hashirama Senju, y por lo poco que sé, mi madre es descendiente del hermano de Hashirama, pero más no sé –


- Tu hijo es un Namikaze, Uzumaki y Senju, vaya mezcla – Quiso agregar maldita, con razón había sufrido aquello, y por supuesto el Zorro estaba interesado en el chico, pero por qué en Minato. Trataría de hablar con el molesto demonio.


Kurama observaba de lejos cómo Naruto estaba muy cerca de Sasuke, caminando hacia el lugar en donde estaba un grupo de jóvenes, como todo fin de semana, los pocos jóvenes que había en Ogimi se reunían en la playa, alrededor de una fogata, música, y obvio alcohol.


Naruto estaba nervioso, su corazón palpitaba rápido, éste no lo sabía pero Sasuke podía sentir su corazón, a oídos de este parecía el aleteó de un colibrí, reprimió la sonrisa que deseaba aflorar por las comisuras de su boca, el rubio era tan tierno a sus ojos, a pesar de todo lo vivido, cómo podía conservar parte de su inocencia.


Le gustaría saber todo de Naruto, pero se contuvo de ver toda su vida, por tantas razones, las más egoístas iban porque sus ojos se iban a cansar y él tendría que lidiar con una ceguera temporal y un maldito de dolor de cabeza extra, segundo quería descubrir cosas de Naruto paulatinamente.


Incluso en ese momento cuando el rubio iba un paso más atrás de él podía sentir su luz, su calor, quería embeberla toda por la eternidad, lamentablemente no sería tan fácil, fácil sería que Naruto lo perdonara una vez destruyera su mundo por completo, una maldición solo se podía romper con otra, eso siempre decía su madre, que la única manera de acabar aquello que los destruía era traspasándosela a otros.


Naruto vio a lo lejos a un grupo de chicos cercanos a una fogata, había una mesa de esas de camping más allá con un reproductor de música, y podía ver la silueta de botellas y vasos.


Se escucha el murmullo de risas y conversaciones, el sonido de la música que parecía danzar con el viento, tratando de dar una pelea de escucharse más fuerte que las olas del mar.


- Tranquilo en este pueblo se dice que hay de todo excepto caníbales, eso sería lo último que nos faltaría – Ironizó Sasuke – Te prometo que nadie te va a comer –


- No lo sé, siento que se quedaron en silencio en cuanto nos divisaron, y claramente están hablando de nosotros –


- Lo hacen – Sasuke se giró para mirarlo – No es normal que me vean con alguien – Vio perfectamente la pregunta de Naruto en su expresión, así que antes de que éste abriera la boca ya estaba contestando – No soy bueno sociabilizando, nunca lo he sido, no me gustan mucho las personas –


- Pero conmigo has sido simpático – Señaló Naruto vio como su compañero sonreía mirándolo directamente a los ojo, esos hermosos ojos negros profundos, que tanto le llamaron la atención.


- Digamos que tú eres diferente, eres mono y además mi vecino, ayer no dejamos de vernos – Sasuke se acercó un poquito a Naruto, no lo suficiente para incomodarlo – Me miraste con tanta intensidad, que pensé que te bajarías del automóvil –


- Qué idiotez dices –Naruto se sonrojó agradeciendo que la oscuridad estaba haciéndose presente.


- No hueles a chamuscado – Sasuke comenzó a olisquear con su nariz haciendo ruiditos, quiso largarse a reír al ver a su acompañante imitarlo.


- No, quizás es la fogata –


- No, Dobe, el aroma es más cercano – Sasuke siguió tentando su suerte invadiendo el espacio personal de Naruto, quedando su nariz casi topando con la punta de ésta la mejilla del rubio – Son tus mejillas, que se están quemando tan encendidas que están –


- ¡¡Teme Idiota!! – Naruto empujo a Sasuke con sus manos, molesto y aún más rojo por la broma del Uchiha.


- Mira sigue saliendo aroma a quemado de todo tu rostro –


- Imbécil, ahora entiendo, no tienes amigos, porque nadie te soporta – Naruto lanzó palabras mordaces caminando delante de Sasuke, pero este lo tomó de la mano, haciendo que el menor se girara con tanta fuerza para separarse que ambos cayeron en la arena.


La risa de Sasuke fue lo único que detuvo a Naruto de taparlo en groserías e insultos, ni siquiera fue capaz de sentirse incomodo por tener al Uchiha sobre él, aún se sentía completamente turbado de poder soportar tanto el tacto del moreno, eso no era para nada normal en él, realmente detestaba ser tocado, y tampoco quería tener cercanía con nadie, pero ahí estaba comenzando algo que no sabía qué demonios era con un hombre que hacía solo horas que conocía.


- Todos quieren estar así de cerca como lo estás tú, conmigo, pero yo he sabido toda mi vida con quién quiero ser cercano, así qué lo siento, puede que algunas y algunos se sientan envidiosos por tu cercanía a mí –


- Mierda – Soltó Naruto sin dejar de mirar a Sasuke – Eres el maldito popular de la escuela – Lo dijo casi como si eso fuese lo peor del universo.


- No te preocupes, nadie se meterá contigo – Aseguró.


- ¿También eres el matón de la preparatoria? – Inquirió.


- Bueno es un establecimiento pequeño – Volvió a reírse ante los bufidos exasperados del menor.


- Cuánto rato pretenden estar así – Escucharon una tercera voz desde lo alto.


- Hola Shikamaru – Saludó Sasuke sin dejar de ver los hermosos ojos azules de Naruto, y este no se atrevía a mirar hacia otro lugar que no fuera al Uchiha.


- Estás dando como siempre todo un espectáculo –


- Como siempre te estás quejando –


- Cada uno hace lo que mejor sabe hacer – Shikamaru un joven de ojos rasgados, mueca de aburrimiento, cabellos largos tomados en un chongo, con las orejas perforadas, los miraba entretenido -  Quién te acompaña, nunca lo había visto –


- Mi nuevo vecino – Sasuke al  fin se levantó, tratando de evitar a toda costa rozar íntimamente a Naruto, a pesar que su lado sádico le encantaría.


- Vaya – Shikamaru recordó entonces que en esos días llegaría la nueva a ocupar la casa maldita, sabía que ya habían apuestas de cuánto duraban en esa casa.


Sasuke se levantó y ayudó a Naruto a incorporarse, esta vez el rubio aceptó su mano,  era agradable sentirse un poco normal pudiendo sentir la cercanía de otra persona, pero no sabía si podría con otros.


- Naruto, este idiota con cara de aburrimiento es Shikamaru Nara – Presentó Sasuke a su compañero – Shikamaru, este chico con cara de idiota es Namikaze Naruto –


- Bastardo, deja de insultarme, te estás pasando – Naruto arqueó una ceja molesto – Hola Shikamaru – Saludó al mencionado con gesto con la mano, y dando un paso atrás.


El mencionado le pareció extraño aquello, pero guardó silencio. – Hola, mucho gusto, Naruto, soy compañero de Sasuke –


- Sí, seremos entonces compañeros también – El rubio le sonrió afablemente.


- Hey, la fiesta es acá – Se escuchó un grito desde más allá de la fogata.


- Vamos, antes que el idiota de Suigetsu se le ocurra venir, de hecho Shikamaru quédate un segundo con Naruto, iré hablar con ese idiota antes que haga alguna estupidez -  Corrió antes de que los otros dos aceptaran.


- Lo hace por mí – El Namikaze informó a Shikamaru – No quiero ser el raro de mi nueva escuela, pero no soporto que otros me toquen, ni estén muy cerca de mí. Aún no entiendo cómo soporto a Sasuke-Dattebayo –


El Nara quedó esclarecido de sus dudas al escuchar a su nuevo compañero de salón. – No te preocupes – Dijo al darse cuenta que no había hablado de inmediato – Cada uno tiene sus cosas, no te sientas presionado sobre nada – Te darás cuenta que ser peculiar es normal acá –


- Gracias – Naruto volvió a sonreírle.


Sasuke que se había adelantado ya  estaba hablando con el tal Suigetsu, un chico de cabello blanco, y también con otro chico alto y fornido de cabellos cobrizos, que parecían escuchar atentamente lo que decía el Uchiha.


- Chicos este es Naruto Namikaze, vive en la casa de en frente a Sasuke, y será nuestro compañero de clases a partir del lunes – Informó Shikamaru.


- Hola a todos – Naruto volvió a ser gestos de hola con las manos.


- Hola – Se escuchó como un sonido general.


- ¿Entonces, qué piensas de la monstruo Inmortal? – Escuchó a una hermosa chica de cabellos rosa y extraordinarios ojos verde como si fueran turquesas, preguntarle.


- Disculpa, la qué – Naruto no sabía qué se refería la chica.


- ¿No lo sabes? … cuánto llevas viviendo ahí, más de un día y ningún viejo chismoso te ha contado sobre tu casa –


- Sakura – La voz de Sasuke a sus espalda hizo girar a la chica, los dos se miraron por unos momentos.


Naruto podía jurar que el ambiente de pronto se hizo pesado, y sintió nerviosismo en el aire, al ver el rostro de Shikamaru supo que algo más había ahí.


- No lo sabía, no he hablado con nadie, además de Sasuke y ahora con Shikamaru, desde que llegué, no tenía idea de que mi casa tuviera un nombre – Dijo como si no se hubiera percatado del ambiente. – Aunque si lo pienso es obvio, cuánto tiene esa casa –


- Centenares de años – Dijo la chica volviendo a mirarlo – Cómo fue tu primera noche en ella –


- Normal – Naruto contestó extrañado – Qué se supone qué debería sentir, es solo una casa –Todos ahí se miraron entre sí incómodos – Qué pasa – Naruto se llevó las manos a las caderas – No me gustan las intrigas, qué se supone que hay en mi casa –


- Tu casa tiene mala reputación, eso pasa – Habló un chico muy parecido a Sasuke, pero más pálido y cabello corto – Soy Sai Shimura, un gusto – Le saludó de la misma manera que Naruto agitando la mano – Nadie lograr vivir mucho tiempo en esa casa –


- Se van pronto, lastima es muy bonita – Sin querer las inocentes palabras de Naruto hicieron reír a Sakura y otras chicas.


- No, cuando digo no logran vivir, es porque terminan muriendo, se cree que es a causa de de la casa, se les dice a todos las familias de los que perecieron o a los sobrevivientes que no vendan la casa, pero ahí van, la vuelven a vender, y vuelve a morir gente, se dice que esa casa está llena de malos espíritus, vengativos y llenos de sed de sangre, acosan a todo ser que la habite –


- Bueno, yo dormí bien anoche – Respondió Naruto – No sentí nada, y en realidad si una casa termina siendo una asesina, ojala venga mi abuelo y lo mate – Dijo con tanta seriedad aquello que casi ninguno de los presente supo si reír, pero Sasuke lo hizo, entiendo la razón.


- Dobe no dejas de sorprender – Sasuke fue a su lado – Vamos por Tequila mejor, con su permiso – Caminó con el rubio hacia la mesa.


- Es en serio – Entonces Naruto volvió a preguntar – De verdad todos han muerto en esa casa –


- Sí – Respondió Sasuke pasándole una copita pequeña previamente llenada con tequila, le puso un poco de sal en el dorso de la mano al menor quien se la comió y luego se tragó de un sorbo el chupito para luego tomar un pedazo de limón y chuparlo, hizo un estremecimiento ante la amargura y la quemazón de su garganta ante los grados de alcohol que tenía esa bebida, pero de inmediato le quito la propia copita de Sasuke y se la tragó. – Oye – Se quejó.


- Sabes mi madre ayer despertó con un golpe en el area de su ojo, y mi padre algo sufrió aunque no me lo digan, ¿Una casa puede hacer algo así? –


- Naruto – Sasuke no quería que el rubio pensara en ello – Déjalo por hoy, vamos a bañarnos menor, antes que nos pasemos de copas y no sea seguro ir –


- No lo sé – El rubio tomó las hazas de la mochila que cargaba.


- Qué dijimos, estás en este lugar para liberarte de todo, ya te robaron demasiado esos hijos de perras, como para qué le des lo que queda de ti –


- Tienes razón, vamos – Se quito la mochila, el chándal y su ramera blanca, para luego quitarse los pantalones y las zapatillas de lona, quedando con la camiseta y el short de baño.


- Dobe te tomaré de la mano y correremos hacia el agua juntos, hasta tomar una ola – Informó, haciendo lo que dijo llevando consigo a Naruto corriendo hacia el mar.


Sakura observó al Uchiha con su nuevo amigo internándose en el mar, apretó la botella de cerveza que bebía.


- Si sigues haciendo eso la vas a reventar – Advirtió Ino, su mejor amiga de cabellos rubios y ojos azules –


- No me gusta esto –


- Amiga vas a comenzar –


- Es serio Ino, no me gusta esto – Sakura le dijo a su amiga – Él me preocupa –


- Qué tanto se miran ustedes – Sai preguntó al ver a las chicas mirándose y haciéndose gestos – Algunas veces creo que ustedes hablan telepáticamente.


Ambas muchachas se carcajearon de lo lindo juntas ante las ocurrencias de su compañero.


*


Minato ya estaba un poco bien pasado de copas pero le daba igual la compañía de Madara era buena, y estaba tan relajado como hace mucho no lo estaba.


- Bueno, de verdad esa casa está maldita –


- No dejarás de preguntarlo verdad – Madara se rió al ver al Namikaze insistiendo una vez más – No es la casa como tal, es el terreno, y toda la sangre derramada –


- He visto tantas películas de terror, sé cómo irá la cosa, tengo dos opciones salir de ahí ahora, o quedarme y tentar mi suerte, y como amo el terror, tentaré mi estúpida mala suerte, mientras mi hijo se salve me da igual morir –


- Qué comen en Estados Unidos, para que sean tan intrépidos – Madara estaba maravillado – Quizás tú seas de “The Final Boy” –


- No hay tal cosa – Minato rebatió – Es “The Final Girl” por lo tanto si alguien sobrevive sería mi esposa Kushina – Vio entonces la hora en su teléfono que tenía en silencio – Mierda – Se levantó de un salto.


- Qué pasa – Madara ante aquella acción, no quedó más que preguntar.


- Tengo muchas llamadas  perdidas de Kushina, no es normal-


- Te acompaño –


Pagaron la cuenta y a paso rápido marcharon a casa del rubio. – Kushina – Minato corrió al verla toda mojada con una bata mal puesta cubriendo un cuerpo, llorando descontroladamente, y a su lado una chica joven de unos veinte años de cabellos chocolate y ojos negros con un lunar en el contorno del ojo derecho. – Qué pasó –


Kushina se levanto abrazándose a Minato y volviendo a llorar desesperadamente.


*


Kushina perdió el conocimiento unos segundos, pero al sentir que tragaba agua y que no podía respirar, la adrenalina hizo lo suyo, la mujer trató de luchar para salir de la tina, pero aún sentir que sostenían sus tobillos, trato de luchar y gritar mientras se comenzaba ahogar, y de pronto vio la cabeza de Mizuki, su amante flotar a su lado, haciendo que ese susto horroroso le diera la fuerza para levantarse de la tina cayendo de culo sobre el frío piso del baño, cortándose la pantorrilla con la copa que antes había caído.


Sin importarle eso se levantó mirando la tina, estaba toda turbia, llena de lodo, hierba y sangre, y aún seguía flotando la cabeza cercenada de Mizuki en ella y las manos que antes había visto emergieron también desmembradas del cuerpo.


Kushina se llevo una manos a la boca gritando histéricamente, pero congelada no podía moverse.


- Señora está bien – La voz de una mujer la sacó del trance.


Kushina se giró para ver a una chica de unos quizás diciemuchos y veintipocos de dulce aspecto mirarlo.


- Oh Dios, está sangrando venga, hay que atenderla – La chica tomó una bata que estaba en el banquito del baño y ayudo a la pelirroja a cubrir su desnudo cuerpo, y la llevo hacia uno de los asientos que había en el dormitorio. La chica volvió a ingresar al baño, abriendo una de las gavetas del lavado sacando un kit de primeros auxilios.


Kushina seguía llorando desesperada, escuchaba las palabras dulces de la chica, pero no podía dejar de llorar, fue entonces que la chica propuso salir al exterior, la madre de Naruto trató de buscar su teléfono pero no pudo, fue esa niña que ni conocía quién lo encontró.


Se sentaron en los asientos que daban al antejardín, que ella tan majaderamente quiso colocar, trató de llamar a Minato pero tampoco pudo, aún podía ver las partes del cuerpo de Mizuki dentro de la bañera, comenzó a convulsionar soltando arcadas, terminando de vomitar, agua sucia, chocolate y la champaña.


La chica llamó a su esposo por ella, pero él no contestaba, hasta que luego de infernales minutos lo vio llegar junto con el vecino, ni siquiera le importo todo el daño que ambos se habían hecho, simplemente quería ser abrazada y consolada por el amor de su vida.


Madara veía la escena, qué mierda le habían hecho a la mujer, sus ojos fueron a parar en la chica que acompañaba a Kushina, qué diablos estaba haciendo ahí.


- Kushina – Llamó Minato, al sentirla desvanecer en sus brazos.


- Llevemosla adentro – Opinó Madara.


- Si pero no a su habitación – Dijo la chica, al ver la mirada de los hombres sobre ella – La señora Kushina, no quería estar ahí –


- Qué sucedió – Consultó Minato – Quién eres tú –


- Oh, soy Izumi Ahihcu, la señora habló en el pueblo pidiendo ayuda domestica bien pagada, vine a la entrevista y escuché los gritos, y con la fama que tiene está casa corrí ayudarla –


- Gracias – Dijo de corazón – Qué la habrá puesto tan mal –


- Se golpeó en la cabeza y se cayó de la tina, se hizo un corte en la pantorrilla, ya la curé, pero un médico debe verla por si las dudas –


-  No sé cómo agradecerte tanto –


- Solo deme el empleo – Sonrió – Su señora dijo que era puertas adentro.


- Claro, más que nunca agradecería la ayuda –


- Preparé té para todos – Informó Izumi saliendo de ahí para darle espacio al matrimonio.


- Vamos, te ayudo – Madara siguió a la chica.


Ya en soledad Minato preguntó a Kushina qué había pasado, pero parecía traumada, lo único que hizo fue apuntar hacia el baño. El rubio miró hacia el lugar, meditando si era correcto dejarla sola un segundo, pero termino yendo hacía el lugar.


Había sangre en el suelo, una copa hecha trizas, la bandeja para la tina estaba en una esquina del lugar, unas velas arruinadas por el agua, y la televisión aún trasmitiendo La Flauta Mágica. Qué había pasado en el lugar, hasta que un lugar putrefacto llegó a sus fosas nasales, miró la tina soltando una exclamación de asco.


- Pero qué mierda –


- ¿También lo ves? – Kushina fue a verlo al escucharlo.


- Por supuesto que sí – Se tuvo que tapar la boca y las fosas nasales con asco – Qué pasó –


- Oh Dios, Minato, no sé cómo llego aquí – Sollozó – Perdón, simplemente lo hice, cuando vi el estado de Naruto, simplemente perdí la cabeza y lo maté – Reveló.


- Qué – Minato se giró para observarla sin comprender – Qué hablas –


- Hablo de la cabeza de Mizuki que flota en el agua –


- … - El Namikaze la miró horrorizado – Tu qué Kushina – Su cabeza comenzó a trabajar mil por hora, olvidando la tina por el momento. – Qué hiciste –


Kushina por segunda vez comenzó a llorar – Dijo qué era para sacarle dinero a tu padre, dijo que no iba hacerle nada a Naruto, que iba a estar bien –


- Qué mierda hiciste – La tomó de los hombros zamarreándola, se sintió poseído por la ira – Qué le hiciste a nuestro hijo –


- Te prometo que nunca pensé que lo iban a lastimar – Sintió como el agarré de  su esposo aumentaba provocándole dolor – Pero cuando todo comenzó cuesta abajo me preocupe traté de lidiar con él para que liberara a Naruto, pero estaba fuera de sí, entonces cuando apareció, perdí la cabeza, mi niño, mi niñito estaba completamente roto, yo perdí a mi bebé, mis dos hijos – Las lágrimas cesaron, y la expresión de terror de la mujer cambió por una oscura – Si mis hijos eran solo pedazos, él también lo estaría, lo llamé a nuestro lugar de encuentro y lo maté y lo hice pedazos –


Minato la soltó sin poder creer lo que estaba oyendo, la soltó y se giró de nuevo hacia la tina para buscar el tapón.


- No sé cómo está la cabeza de Mizuki en la tina – La mujer se sentía liberada de contar al fin esa verdad que llevaba meses escondiendo. Se acercó hacia la tina – Qué – Exclamó sin poder creer lo que veía.


La tina estaba llena de aguas servidas, insectos muertos, arañas, cienpies, polillas entre otras cosas y también había mierda flotando en el agua.


- Mañana llamaré a un fontanero, debe ser porque los conductos son antiguos – Minato no podía con aquella revelación.


- Minato, yo … -


- Basta Kushina, si sigues hablando, ahora tú terminaras muerta – Fue lo suficientemente amenazante para que la mujer diera un paso atrás – Ve a bañarte estás hedionda, le diré a Izumi que te acompañe, mientras tanto, clausuraremos este – Salió dejándola sola.


Minato quería gritar hasta quedar con la garganta desgarrada, cuándo su vida volvería un poco siquiera a la normalidad, sin tantos altos y bajos que destruían su alma, ahora no solo era padre de un niño víctima de tortura, era el esposo de una asesina. Podía culparla, por supuesto de todo, pero no de matar a ese hijo de perras, porque él hubiera hecho lo mismo. Pero cómo fue tan estúpida para entregar a su propio hijo a unos mal nacidos, sus manos picaban por matarla.


*


Kurama observó a su niño reír en medio de la fogata, llevaban horas en la playa, jugó mucho en el mar junto a Sasuke, tanto que tuvieron que salir porque tenían los labios y las punta de los dedos amoratadas por el frío, mientras bebían escuchaban historias de todo tipo, el mocoso parecía feliz.


Naruto estaba agradecido que todos estuvieran entusiasmado de enseñarle parte de la historia de la isla, ninguno aún preguntaba sobre su vida, esperaba que pudiese alargarse lo suficiente para no tener que decir nada.


Sasuke puso sobre los hombros de Naruto, su chaqueta para abrigarlo más, a pesar de que parecía divertido, tiritaba levemente de frío.


- Sí cuida al nuevo, no queremos que se resfríe antes de su primer día de clases – Molestó Kiba un extraño chico que iba acompañado de un perro.


- Creo que a Sasuke-Kun le gusta mucho el nuevo – Molestó otro chico de extrañas cejas presentado como Rock Lee.


- Así es – Aceptó Sasuke – Es refrescante una cara nueva, entre todos ustedes –


- Ya por favor, no les cuerda a este imbécil – Se quejó Suigetsu.


- Deja de beber como cavernícola, no pienso cargarte a casa – El chico de cabellos cobrizos llamado Juugo, advirtió.


- Somos jóvenes una sola vez, debemos beber hasta perforar nuestros hígados – Gritó ante de empinarse el botellín de cerveza.


Naruto escuchó como algunos se quejaban de él o bufaban ante su estupidez, pero le daba un punto, todos los jóvenes en donde sea que vivieran tenían casi los mismos gusto en el peligro, él en el pasado no era diferente, ahora se andaba con cautela, por eso intercalaba el alcohol con algunos bocadillos que las chicas habían traído, y Chougi un gordito agradable que sus padres tenían una taberna, había llegado con mucha comida cosa que agradecía. También bebía gaseosa en medio del tequila, quizás su estomago lo iba a lamentar, pero no quería emborracharse.


Miró a todos, en especial a una chica de largos cabellos sedosos y hermosos ojos en gris perla, al principio pensó que estaba ciega, pero no, era de genética, su primo también tenía los mismos ojos. Pero lo que más le llamó la atención fue el estuche de violín que llevaba consigo.


Sin poder aguantar su curiosidad, preguntó, se le hacía más que extraño traer semejante artefacto musical.


- Oh – Las chicas se rieron al igual que algunos chicos – Hinata lo hace porque su padre piensa que a estas horas va a practicar, de hecho a tu casa cuando estaba vacía, tienes una sala de música, ¿No lo sabías? – Sakura respondió por la chica – Todos lo que viven ahí la dejan ir a tocar –


- No – Naruto fue tajante – No he explorado la casa, pero por qué vas a mi casa, si está maldita además a tocar, no te da miedo –


- N…No – Respondió tímidamente – Me gusta hacerlo, algunos familiares perecieron en esa casa, voy a tocar, porque mi abuelo cree que así apaciguó sus almas perdidas – Explicó.


- Pero no deberías traer un Stradivarius a la playa, la arena no es el mejor lugar para él –


- C…Co…No...Cono…ces – Trató de hablar, pero el chico la había deslumbrado.


- Algo – Sonrió nervioso, queriendo darse con un golpe en la frente, él mismo estaba trayendo su vida a la palestra. – Entonces tu padre piensas que estarás toda la noche en casa, no sabe que está habitada –


- Por lo mismo, muchos la dejan porque así pueden dormir tranquilos sin ser molestados – Ino informo.


- Saben mi padre es un idiota adicto al terror, desde que soy un bebé he visto cosas de terror  u horror, de hecho he vivido ya mi propia película de terror –


- ¿Ah sí? ¿Cuál sería? – Preguntó Sakura.


- Escupiré sobre tu tumba – Contestó serio, sabiendo que en algún momento se iban a enterar era mejor que lo hicieran desde ya – Solo estoy esperando el segundo acto –


Algunos se miraron entre sí, sin saber si eso era cierto o estaba bromeando, Shikamaru observó a Sasuke quien asentía levemente como para decirle que era verdad lo que decía, la película iba de una manada de imbéciles que torturaban y violaban a una chica en una cabaña alejada de la mano de Dios, la chica se lanza a un lago y ellos la dan por muerta, hasta que regresa como la diosa de la venganza.


El Nara tomó su guitarra comenzando a tocar una canción que Naruto supo inmediatamente cuál era – Me lo prestas – Estiró su mano hacia el Stradivarius de Hinata – No lo desafinaré, te lo juro – Al parecer el tequila si había hecho su efecto. La chica dudó y Naruto lo vio – Te prometo que lo cuidaré, Dios es un Stradivarius, también tengo uno – Le dijo. Hinata decidió entregándoselo, de Inmediato Naruto se paró sacando el instrumento.


Su estomago vibró como si estuviera lleno de mariposas alteando sin parar, cerró los ojos haciendo una expresión que dejó a más de uno ensimismado, él no lo sabía, pero su rostro era una mezcla de amor, anhelo y placer.


Para la sorpresa de todos comenzó a tocar el violín al son del sonido de la floja melodía que Shikamaru tocaba en la guitarra. El Nara le siguió el ritmo, esa canción no era tan conocida como otras del artista, menos en el dos mil veinte, cuando lo que casi todos escuchaban era trap o k-pop.


Para terminar de sorprenderlos el rubio cantó…


 - Hikari no naka de mita osanai kioku wa (Los jóvenes recuerdos que vi en la luz) – Entonó en voz suave, mientras el sonido del violín acompañaba exquisitamente su voz - Kegareta kono boku ni wa ima mo tō sugite (Todavía está demasiado lejos para este sucio yo) – Guardó silenció un segundo como si realmente la letra reflejara sus más profundo y escondido ser - Yami no naka, kimi no na o nando mo sakenda (Grité tu nombre muchas veces en la oscuridad) Owaranai jidai no naka de kimi shika inakute (Solo tú en una era que nunca termina) – Elevó un poco más la voz comenzando a mecerse con el sonido de su propia voz y la melodía que creaba el violín -  Aganau koto sai dekizu ni boku o tojikomeru (Enciérrame sin poder cambiar) Inoru koto shika dekinakute… kanashimi wa ienai (Solo puedo rezar ... no puedo curar mi tristeza) –


Shikamaru trató de seguirle el paso pero Naruto era extraordinario, debía aceptarlo, el movimiento de su mano que sujetaba el arco, movía este con una maestría que ninguno de todos los que estaban ahí habían visto en su vida en persona.


Sasuke se estremeció ante la visión que Naruto le estaba dando, su cabello danzando al son del viento.


 - Ajisaino nureta ha o ichi-mai chigitta  (Rompí un trozo de hojas mojadas de hortensia) Mizu tamari ni ukabete-kun omoidasu (Flota en el agua y te recuerda) – La voz del rubio le llegó a todos, trasmitía dolor, anhelo, melancolía, como si él estuviera sufriendo, Sakura sintió como los bellos de sus brazos se paraban - Ameagari no yūgure ni kasuka ni kikoeta tōku no fune no kiteki (El silbido de un barco lejano que se escuchó débilmente al anochecer después de la lluvia) Nazeka kanashikute (Estoy triste por alguna razón) – Naruto guardó silencio, haciendo un solo de violín, Shikamaru entendió que estaba dando más tiempo antes de llegar al nirvana de la canción.


Naruto entonces abrió los ojos y por alguna razón se quedaron fijos en Sasuke, algo que no pasó desapercibido por nadie, el rubio seguía tocando el violín como si este tuviera vida propia y de pronto cambió el tempo de la melodía como a uno más rockero, sin romper la melodía o desafinar, pero la sorpresa vino al momento de que volviese a cantar. Shikamaru también hizo el cambio, haciendo que ambos instrumentos de cuerda se sincronizaran.


- Yurusa renai nonara subete ga kiereba ī  (Si no está permitido, todo debería desaparecer) Kurushimi mo itami mo nani mo iranai sekai e (A un mundo donde no se necesita dolor ni dolor) – La voz se elevó mucho más casi en un grito lleno de sentimiento, pero sin perder el compaz o la afinación.


Naruto estaba como poseído, bailando y moviendo el instrumento, como si este estuviera completamente a merced del menor. El menor incluso en su cabeza podía sentir el sonido de la batería y el bajo que faltaban ahí.


- Aganau koto sae dekizu ni boku o tojikomeru (Enciérrame sin siquiera poder cambiar) Inoru koto shika dekinakute… kanashimi wa ienai (Solo puedo rezar... no puedo curar mi tristeza) - Puso más emoción en su voz, más dolor rasposo, porque en ella estaban todos los sentimientos que llevaba ocultos, y como si el viento supiese  sobre su dolor comenzó silbar y chocar, el mar estaba embraveció -Yasashiku naita sora kara kikoeta kiminokoe mo (Tu voz escuchada desde el cielo que lloraba gentilmente) Namida o ukabeta mama bi waratta boku ni wa…. mienai… (No puedo verlo cuando sonreí con lágrimas...)  mienai… – Gritó la última frase y luego la repitió, y sonrió, sonrió llorando…


Kurama se acercó sin temer por Sasuke o alguno de los mocoso, como hipnotizado ante la visión que estaba frente a sus ojos, la lluvia comenzó a caer pero nadie puedo moverse. Y el violín seguía resonando como si Naruto le diera vida.


- Hikari no naka de mita osanai kioku wa  (Los jóvenes recuerdos que vi en la luz) Oto no nai egao sae ima wa ureshikute (Incluso una sonrisa sin sonido es feliz ahora) – La voz de Naruto se elevó sobre la lluvia, el mar y el viento, parecían hacer un cuarteto de voces -  Nidoto modorenai anogoro ni mo  (Incluso en ese momento en el que nunca podría volver) Bokutachi wa bishō tte ita (Estábamos sonriendo) – Su voz se cayó y dejó que el violín terminara suavemente como secundando el suave sonido de las cuerdas de la guitarra de Shikamaru, mientras él sonreía a Sasuke, como si no hubiera nadie más ahí.


El rubio completamente ignorante que había encandilado a todos a su alrededor, como si fuese el Dios del Viento y la tormenta. Las mejillas arreboladas de Naruto, su respiración rápida, y sus profundos ojos azules añiles brillaban rebosantes de vida, como si todas las pesadas cadenas que lo tenían sometido hubieran caído.


La tormenta cayó estrepitosamente en el lugar, pero nadie era capaz de moverse, sorprendidos.


Sasuke fue el único que se levanto acercándose a Naruto como si hubiera caído en un hechizo del rubio.


- Oh un zorrito – Naruto dijo como reventando la burbuja, encandilado al ver al hermoso zorro de pelaje fuego - … - Guardó silencio, recordando sus sueños - ¿Kurama? – Llamó sin ser consciente.


Sasuke se congeló al escucharlo como si un rayo le hubiera caído sobre sí…


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