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Primary Instincts |STONY| por ByTaixX

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En que momento sus sentidos se dispararon y nublaron completamente su juicio, no sabía como ni cuando había pasado. 

El cuerpo del alfa de menor altura se movía completamente solo, en ningún momento había dejado de temblar, y el sudor que cubría su cuerpo cada vez salía con mayor frecuencia. 

Maldecía internamente a su segundo genero por reaccionar tan rápidamente y con una desesperación que no podía fingir ante el aroma que emanaba del cuerpo del capitán. 

Tony se preguntaba como es que él, siendo un alfa, podía reaccionar ante las hormonas de otro alfa, o milagrosamente, un beta, cuando estos no podían tener aroma ¿Verdad? Porque Steve, el gran capitán Rogers, el idolatrado primer vengador era un alfa ¿O a caso se equivocaba? 

 

Ahora podía recordar que Steve jamás hizo una declaración oficial respecto a su segundo género, y era entendible, después de todo, la mayoría de mundanos que conocían la figura del primer vengador daban por hecho que se trataba de un alfa, o en todo caso un beta, teniendo en cuenta que tenía más de setenta años ¿Por qué no podía tener un beta ese físico?

Pero había algo que no terminaba de encajar, algo que la mente de Tony no podía procesar, y la razón por la que se encontraba en aquel lamentable estado para un alfa de clase alta como lo era él, reaccionando como si se tratara de un omega ante el celo del chico de rubios cabellos. 

 

El cuerpo de Anthony avanzó inconscientemente hasta la puerta, la misma que empezó a ser aporreada por las manos del mismo en un desesperado intento por que se abriera y lo dejaran ingresar en la habitación. Su cuerpo decía que se reuniera con el de ojos azules, experimentaba la necesidad de esconder su rostro en el espacio entre el cuello y el hombro del rubio mayor y aspirar fuertemente aquel aroma, morder con fuerza el lugar, hundir sus colmillos, desgarrar la carne y dejar su propia marca, como un tatuaje que jamás desaparecería. "Su omega, su omega" eran las palabras que resonaban dentro de si, repitiéndose una y otra vez sin descanso. Sin embargo, su mente trabajaba por otro lado, aun era meramente consciente de la situación, y se decía una y otra vez que aquello no era posible, que debía detenerse. Jamás había sentido aquella necesidad de marcar algo, y en cierto modo se sentía completamente asustado y fuera de si, sobretodo porque su cuerpo seguía actuando solo, controlado por su lobo interior, y él era incapaz de hacer algo al respecto.

 

— S-Ste. . . ve. . . — De nuevo aporreó la puerta, esta vez con un poco más de intensidad. Ahora ni las palabras podía controlar, definitivamente ese no era él. 

Unos delgados brazos lo tomaron de los hombros, apartándolo lo suficiente como para que el menudo cuerpo se interpusiera entre la puerta y Tony. Natasha no iba a permitir que en su desespero Anthony rompiera la puerta.

 

Ella era una beta, y por muchos libros que hubiera leído sobre las feromonas y cómo estás actúan en cada individuo, jamás entendería por completo las reacciones casi desesperadas de aquellos que reaccionaban ellas con tanta desesperación, más allá de saber que era un proceso más que doloroso el controlarse. Y era evidente, no había que mirar mucho para notar la creciente erección entre los pantalones del alfa de menor altura, y como este, a pesar de estar cediendo a sus instintos, seguía debatiéndose internamente sobre aquello que era bueno, y lo que no lo era. 

 

— No te dejaré pasar, Stark, no puedes controlarte. — Con firmeza, extendió los brazos a ambos lados, haciendo una especie de barrera humana que Tony seguía sin poder mover. 

 

— Controlo. . . Controlo. . . Déjame. . . — Su alfa interior gruñía, su cuerpo temblaba. Tony ya no mantenía esa mirada chocolate, sus pupilas empezaban a dilatarse, cubriendo su ojo con una reluciente capa completamente negra. Y aún así, seguía luchando para no ceder. 

 

Cuando pensó que pudo tomar de nuevo control de su cuerpo, trastabilló dando un par de pasos hacia atrás, cayendo sobre su propio trasero, y con su mano temblorosa, tapó su nariz. No pensaba que funcionara de mucho, pero el no respirar el aroma que fluía de aquella habitación tal vez ayudaría a terminar de relajarse, y estaba funcionando, hasta que volvió a descubrir su nariz.

 

Esta vez el aroma se había intensificado, y un nuevo síntoma añadido a todo el cúmulo de emociones que estaba sintiendo se hacía presente. Estaba salivando, en cantidades demasiado exageradas, incluso podía sentir como sus dientes empezaban a moverse y sus colmillos crecían. De nuevo perdía el control de su cuerpo, y su mano fue el perfecto sustituto del tan apetecible cuello del rubio. Aunque sangrara, no soltó su extremidad de entre sus fauces, presionando hasta que la sangre brotara. 

 

— ¡Anthony, detente! — Natasha, que había estado protegiendo la puerta, de dejó caer, arrodillada y un tanto alarmada ante el comportamiento del alfa. — ¡Para! — Anthony negó repetidas veces con su cabeza, aún sin soltar su mano de entre sus dientes. — Estás lastimándote. . . — Aunque decir lo obvio no iba a ayudar en nada.

 

— ¡Mngh! — Anthony había cerrado de nuevo los ojos, intentando recuperar inútilmente el completo control de su cuerpo. Mordió más fuerte su extremidad, sentía unas inmensas ganas de llorar. 

 

— Lo siento, Tony. . . No me dejas otra opción. . . — Finalmente, la mano del alfa dejó de estar presa entre sus fauces. Su mandíbula se relajó lo suficiente para soltar la carne atrapada entre sus dientes, y seguidamente, el cuerpo inconsciente del castaño impactó contra  el suelo. La ruso había noqueado con un fuerte y certero golpe al contrario, solo entonces pudo apreciar por primera vez la fea marca que había quedado en la mano derecha del vengador. Se veía completamente extraña, no como las suaves marcas que muchos omegas portaban en su cuello y lucían agradables, no. Esa marca era completamente un desastre, y no tan solo por la sangre que brotaba sin detenerse, eso era el menor de los problemas. 

Los dientes del alfa habían desgarrado la carne hasta llegar al músculo, con tanta fuerza que si lo hubiera dejado consciente unos segundos más, tal vez esta se hubiera desprendido. Definitivamente, esa herida necesitaba puntos.  

 

— Por favor, llévenlo al hospital, que traten su herida. — Ordenó la beta a los dos agentes beta de S.H.I.E.L.D que habían permanecido controlando la situación y dispuestos a atacar si las cosas salían a peor. — No se que tanto tardará en despertar, suminístrenle calmantes una vez llegue. Más vale tenerlo inconsciente, puede ser un peligro en estos momentos para él Capitán Rogers. 

 

Ambos betas asintieron ante las ordenes impuestas, y con cada uno tomando uno de los brazos del alfa, consiguieron llevárselo para poder tratar su herida. 

Suspiró aliviada, sin embargo había otro asunto que resolver, y no era por desconfiar, pero si Fury se había arriesgado a que Roger pasara por esa situación ¿Qué tanto habría tenido que soportar el Capitán para mantenerse en ese estado? En el que ni despertaba, pero emanaba una fragancia que hasta podía afectar a una beta como ella.

 

Con ayuda de un mueble cercano, logró incorporarse, a pesar de su cojera. Tal vez no debía haber forzado tanto su pierna enferma, el periodo de curación se alargaría. 

Una vez frente a la puerta de la sala, llamó repetidas veces, pero no recibió respuesta alguna, volvió a intentarlo unos minutos después obteniendo exactamente el mismo resultado. Un extraño silencio que la incomodaba. 

 

— Fury, soy yo. Anthony no se encuentra aquí, se lo llevaron. — 

 

De nuevo no recibió, pero esta vez, si se escucharon unos pasos aproximándose hacia la puerta, el pestillo siendo quitado y finalmente la puerta se deslizaba sobre el suelo, abriéndose para dejar paso a la beta. 

Ingresó en la habitación, y aún con una evidente cojera, sus pasos fueron apresurados hasta el lugar en donde Steve se mantenía tumbado. El aroma en el aire se estaba desvaneciendo, dejando la situación como un recuerdo que sería difícil de olvidar para todos, especialmente para aquellos más afectados, aunque dudaba mucho de que Steve recordara algo cuando se había mantenido inconsciente quien sabe cuanto tiempo. 

La pelirrojo volvió a arrodillarse al lado del rubio, y acarició con extrema delicadeza la rojiza mejilla del muchacho. Seguía sin entender bien que pasaba, pero si algo sabía, es que Steve seguía manteniendo el suero del súper soldado en su organismo, era evidente porque seguía manteniendo la misma fuerte complexión desde que lo recordaba, y a pesar de poseerlo aún este no había actuado curando sus heridas o sacándolo de la inconsciencia. 

 

— Quiero la verdad. . . ¿Qué demonios está pasando con Steve? — 

 

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— James. . . — El mencionado giró su rostro lo suficiente como para ver quien lo estaba llamando. 

 

— T'Challa ¿Cómo me encontraste? — El chico pantera se acercó al de cabellos largos, mostrándole una sonrisa ladina mientras cruzaba sus brazos. 

 

— No es muy difícil encontrarte, Bucky, no cuando todo tu cuerpo huele a mi. — Bucky volvió a voltearse, mirando esta vez hacía el horizonte desde aquel balcón del que sería su futuro hogar. 

 

Wakanda era un bonito lugar para vivir, pero a pesar de todo seguía sin poder acostumbrarse a las grandes ciudades, ni la "nueva tecnología" con la que todos estaban tan familiarizados. Decir que desde que recuperó sus recuerdos extrañaba Shelbyville, era poco. Extrañaba su lejano hogar, pero más aún, extrañaba la tranquilidad de las montañas y por sobretodo la compañía de su mejor amigo. Aquel que creyó en él ciegamente y desde que se marcho junto al joven rey a su hogar, no volvió a ver.

 

— ¿Ocurre algo, James? — T'Challa se acercó a su pareja, recostando con suavidad su barbilla sobre el hombro del de ojos azules. — 

 

— Tan solo extraño ciertas cosas. . . — 

 

— ¿Extrañas a Rogers? — T'Challa no era estúpido, conocía cada expresión del brazo de hierro. 

 

— No, yo solo. . . Ah — Suspiró, volteándose a mirar a su pareja. — No se si alguna vez pueda acostumbrarme, ser rey junto a ti. . . No creo que sea mi lugar. 

 

— ¿Acaso lo dices por la descendencia? — El de piel morena deslizó una mano por el rostro de su pareja. A pesar de la barba, el rostro de Bucky seguía siendo tan suave como siempre. — No necesitamos descendencia, vivir contigo, quererte y amarte, es lo único que me importa. 

 

— T'Challa. . . — No pudo continuar frase ya que fue interrumpido por un fuerte abrazo. 

 

La acción dejó tan cerca ambos rostros, que el beso fue inevitable. Ambos pares de labios se encontraron casi con desesperación, y aún así el contacto fue completamente gentil y suave, disfrutando el momento entre dos seres que, a pesar de sus problemas e inseguridades, seguían manteniéndose juntos y unidos.

T'Challa no permitió que su pareja siguiera teniendo inseguridades acerca de su futuro matrimonio. Este estaba por hacerse público en Wakanda y próximamente se extendería por el resto del mundo. El enlace había tenido las últimas semanas a Bucky en constante insomnio, y el de piel morena era consciente que tan incomodo se encontraba James ante la situación. Estar alejado de su mejor amigo era difícil, su apoyo le era más que imprescindible y, además, su nuevo futuro papel como segundo gobernante lo mantenía inquieto. Por su pasado y daños causados, era evidente que le aterraba la reacción del pueblo.

 

Caminaron hacía el interior de la habitación, tomados de la mano y sin soltarse, terminaron sentados sobre la cama que había en la sala, siendo Bucky quien obviamente seguía mostrando signos de nerviosismo. 

T'Challa se percató de la situación, y tal vez debería empezar a preocuparse. 

 

— No es matrimonio lo que te preocupa ¿Verdad? — Bucky no respondió, tan solo suspiró notablemente molesto. — Bucks, sabes que puedes confiar en mi.

 

Tardó un poco en animarse a responder, no sin antes haber soltado las manos de su pareja para juntar las suyas y volverlas puño. 

 

— No se que me está pasando. Últimamente algo me aqueja por las noches. No sé de que trata, no se si tan solo es mi imaginación o algo extraño está pasando dentro de mi cabeza. Mis sueño. . . — Suspiró. — No consigo ponerlos en claro, no que es exactamente lo que sueño, no recuerdo haber vivido esas experiencias, y aún así todo parece tan real. 

 

— ¿Qué tratas de decirme, Bucks? 

 

— T'Challa. . .  Por alguna razón, no consigo verme en mis sueños, pero si recuerdo varios episodios. Tan claros como si realmente hubieran ocurrido, y a la vez son totalmente ajenos a mi. En mis sueños, soy un hombre, pero no soy yo. . . Te daño a personas, daño a Steve, te daño a tí. . . — Con algo de desesperación llevó ambas manos a su cabeza. — No se que está pasando ¿Y si mi mente está reaccionando de nuevo a la manipulación? ¿Y si realmente hago todo aquello? 

 

— Bebé. . . — T'Challa de nuevo abrazó a su pareja, besando con suavidad la frente del de piel clara. — Eso no va a pasar. . . Son solo sueños. 

 

— Tengo miedo. . . Cada vez son más recurrentes, cada vez se sienten más reales. Tengo miedo de un día levantarme y ver la masacre que he causado, ver sufrir al pueblo por el que tanto te esfuerzas. . . — Esta vez, fue un beso depositado en los labios el que hizo callar de nuevo al chico.

 

— Por ese corazón tan puro que tienes es la razón por la que estoy completamente seguro de que eso no pasará. Eres noble, leal, y sobretodo buscas la justicia.

 

— Yo. . . Lo siento. — Terminó por disculparse. Tal vez hacía demasiado tiempo que no podía mostrar su verdadera vulnerabilidad.

 

T'Challa no habló más, se concentró en abrazar a James y reconfortarlo. A pesar de sus feos inicios, y el deseo de matar a Bucky que sintió una vez su cuerpo, todo había cambiado y para bien. Logró mirar más adentro de lo que era el "Soldado de Invierno" y se enamoró completamente de la fragilidad y la sensatez del de ojos azules. Cualidades que mantenía tan escondidas por miedo a ser lastimado y por el tiempo en el que su mente estuvo controlada, incapaz de tener un juicio propio de la realidad en la que vivía. 

 

De repente, la puerta de la habitación fue fuertemente abierta. Alertada, la pareja se separó completamente alarmada por el repentino golpe de la misma contra la pared. 

Detrás de ellas, dos soldados de Wakanda se encontraban paradas, alteradas y con noticias no tan agradable de escuchar. 

 

— Rey T'Challa, hay un intruso en el castillo. Lo hemos buscado por todos lados. Manténganse alejados.

 

— ¿Cómo ha burlado nuestras defensas? — Bucky empezó a impacientarse.

 

— Es por eso que venimos a advertirlo, es peligroso, pónganse a salvo. — Respondió una de los soldados. 

 

— No está en mis planes quedarme parado cuando mi gente puede correr peligro. Protejan a James. 

 

Black Panther iba a abandonar la habitación cuando una cálida mano conocida lo detuvo. Bucky se veía notablemente nervioso, pero aún así la suave sonrisa en su rostro no desaparecía. El de piel morena entendía a la perfección que significaba aquella expresión, y devolviéndole la sonrisa, tomó su mano.

 

— No te creas que voy a dejar que vayas tu solo. Juntos o nada.

 

— Juntos o nada.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Nuevo capítulo y en tiempo récord! 

 

Voten positivamente si les ha gustado y dejen su comentario contándome que tal les pareció.

 

¡Nos vemos pronto!

 

Atte:ByTaixX 

 


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