Con un último giro Joey dio por finalizado su intento de conciliar el sueño. Según su opinión fue por cierto individuo o mejor dicho lo que esta persona le dijo hace horas lo que causo este estado de sonambulismo. Quien pensaría que Kaiba tendría algo que decirle después de tanto tiempo de estar en silencio.
Bueno relativo silencio porque ese tipo siempre tiene algo que decir especialmente con Yugi y los demás. Sin embargo en todo el tiempo que estuvieron como compañeros de clase ninguna vez Kaiba menciono o hablo en privado con Joey acerca del hecho de ser almas gemelas.
Y Joey estaba internamente agradecido por eso. Lo mejor era seguir como si nada hubiera pasado además tener un alma gemela era prácticamente aceptar tener una pareja.
Este pensamiento causo que el rubio frunciera el ceño en completo rechazo por pasarle por la cabeza ese tipo de idea.
Kaiba como lo veía, era de esas personas que quería estar sola. Desde sus comienzos como un compañero callado que apenas dirigía la palabra a los demás hasta el ricachon engreído que conoce hoy en día. Siempre declaraba lo mismo que quería estar solo. Él sentía que el mensaje siempre era hecho para dejarle claro que no quería tener nada que ver con su persona.
Ese sentimiento es reciproco decía en su mente Joey. Entonces tomando asiento en el frio piso se puso a pensar en los pecados que cometió en otra vida que lo trajeron a esta situación. Es una cruel jugada del destino al querer juntarlos a los dos hombres en un forzoso lazo creado por el destino. Ni en pesadillas se imaginaba a Kaiba como su supuesta mitad y aun ahora le cuesta aceptar la realidad que ambos están jodidos hasta la eternidad.
Lo único bueno que se podía sacar era un silencio mutuo incluso algo solidario de parte de ambos. Incluso Yugi no sabe sobre todo esto. Es un poco triste porque el rubio pensaba decirle sobre su alma gemela si hubiera sido alguien como Ami.
Joey se recostó en el suelo dando un largo suspiro. Todavía recordaba a la chica con cariño a pesar que su asistencia en clases fue corta, ella no le dijo el porqué, solo se despidió dándole una enorme sonrisa en su último día. A pesar de no ser su alma gemela él pensaba que podrían haber sido en otra vida. Ella era muy amable y se reía de cualquier estúpido chiste él decía incluido los vulgares que harían a otras enrojecerse llamándolo pervertido. Ami solo reía diciéndole que no lo diga tan fuerte o un profesor puede escucharle.
Muy al contrario a Kaiba que le insultaba a todo lo que decía y consideraba su opinión como inferior. Como siempre volviendo al tema de Kaiba, se regañó el chico.
Todo fue muy extraño desde citarlo a su oficina este domingo hasta preguntarle de que se suponía que debían hablar.
-Tú sabes de que-fue su respuesta cortante antes de que la limosina se pusiera en movimiento dejando a Joey a la salida de la escuela con una pregunta constante.
¿Que tiene Kaiba para decirle?
Por curiosidad acepto la citación además que pensándolo lo peor que podía pasar era Kaiba matándolo para quitarse de la obligación de tener un alma gemela, adicionalmente él tenía los medios de hacerlo pasar por una desaparición.
No dormir te hace pensar en cosas perturbadoras noto Joey al mirar el techo de su departamento con las luces de la calle como único medio de iluminación.
Volviendo al tema, Kaiba dejo de ser el psicópata que tuvo que presenciar en Death T pero Kaiba era Kaiba o sea raro y Joey no estaba preparado de lo que sucedería el domingo.
¿Que tiene Kaiba para decirle?
¿Que tiene Kaiba para decirle?
¿Que tiene Kaiba para decirle?
¿Que…
Y con eso Joey se durmió profundamente en el suelo.
No fue hasta que su padre vertió agua helada al rostro de su hijo que lo hizo despertar de los brazos de Morfeo.
“¡Que mierda papá!” grito sobresaltado el muchacho con los ojos bien abiertos y parándose de inmediato.
“¡Buenos días holgazán, tienes trabajo que hacer! “Sonrió el hombre mayor dejando en claro que le faltaban algunos dientes. Joey no sabría decir cuales perdió por peleas y cuales por mal higiene.
“¿Qué hora es?” dijo mientras buscaba algo con que secarse, optando con la manga de su sudadera.
“Es hora de trabajar muchacho, si no fuera por mí ya te hubieran despedido” declaro el hombre haciendo énfasis en el mí.
“Habla persona que no trabaja.” Remarco el rubio marchándose con destino al baño antes de ser atacado en la cabeza por agua fría.
“¡Respeta a tu padre, malcriado!” Se notaba que su padre se había levantado de buen humor menciono Joey antes de cerrar la puerta de baño.