Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

D.Gray-Man Online por Yuiine

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Han pasado unos meses desde navidad y la última vez que vi a Lavi.
 
Hoy recordé que lo tenía en mi lista de amigos, bueno, en realidad pretendí olvidarlo ya que después de haberlo abandonado, dos veces para llevar la cuenta en el récord, no sé cómo debería iniciar una conversación con él.
 
Como muchas veces anteriores suspiré cerrando la ventana de mensajes que había abierto para conversar con Lavi. Hoy tampoco sería el día que me animaría a hablarle así que en cambio busqué el contacto de Lenalee.
 
Han pasado muchas cosas y una de ellas es que me hice amigo de una chica dulce de Black Order. Sorprendente que ese gremio tenga gente como ella; Lenalee y su hermano Komui son bastante amables, aunque él es el mayor parece todo lo contrario, de hecho es increíble que él sea un alto mando de Black Order, bueno, si algo tengo que concederle es que es excelente estratega, ha planeado varios enfrentamientos contra jefes de piso.
 
[ Para: Lenalee
De: Red
Mensaje: 
Hey Lena! Espero que te encuentres bien. Quería preguntarte si conoces algún herrero. Quedo pendiente.
 
Enviar.]
 
Presioné el botón y me quedé revisando mi inventario y skills, probablemente no me lea de inmediato. Mi alerta de mensajes sonó en menos de un minuto tal vez.
 
[ De: Lena
Mensaje:
Jeez ¡Deja de ser tan formal Red! y si conozco a uno muy bueno de hecho, Kanda lo recomienda, le diré que te lleve :D
 
Responder. ]
 
- Shit. - Maldije por lo bajo.
No es que odie a Kanda pero es que es insufrible. No lo odio lo juro, o tal vez un poquito, es que siempre se mete conmigo, lo tolero porque es un amigo cercano de Lena, pero desearía que dejara de llamarme...
 
- Hey Moyashi.
- Soy Red, Bakanda. - Le respondí cruzando los brazos mientras le miraba irritado.
 
Sé que no le caigo bien así que por eso me sorprende, ¿Cómo habrá convencido Lena al autoproclamado samurai a acompañarme esa misma tarde a buscar al herrero que necesitaba? ¿Con que chantaje lo habrá obligado?
 
- Cómo sea. Más te vale caminar rápido, quiero acabar pronto con esto. - Refunfuñó mirándome con desprecio.
 
Quedaba claro que cumpliría su palabra de llevarme, aunque no con la mejor actitud.
Suspiré de nuevo...
 
¿Por qué no simplemente me mandaron el mapa con la úbicación?...
 
Lo seguí por las calles de aquel pueblo.
 
- Aquí es. - Señaló una puerta robusta de madera con acabados metálicos que se veían finos. 
 
Si esa era muestra de su trabajo entonces por seguro debían dominar el oficio.
 
Sin agregar nada más se dió la vuelta. No me esperaba que me presentara pero es increíble que sea tan arisco. Ignorando su partida sin despedirse me dispuse a entrar cuando.
 
- ¿Te vas tan pronto Yuu? - Escuché su voz y me giré para ver cómo Kanda encogía sus hombros suspirando con resignación.
- Te he dicho Miles de veces que no me llames así estúpido conejo. - Y ¡¿Cuántas veces te he pedido yo lo mismo?! El karma es amigo mío Bakanda.
- ¡Eh! - Me sorprendí cuando comprobé a quien pertenecía la voz. Pero ¿Lavi conocía al amargado Kanda? Wow.
- Solo traía al Moyashi con Jhony. - Los dos estaban hablando a unos pasos de mí y yo solo reaccioné cuando escuché el mote.
- ¿A quién? - Dijo mirando a mi dirección. Rayos. - … ¿Red? - No estaba preparado, ¿cómo puede él actuar como si nada hubiera pasado?
 
Miré hacia mis botas un segundo para evitar aquella brillante esmeralda, inhalé y me acerqué a ellos. Bien, si él no va a comentar nada ¿no es mejor así? Adopté mi mejor ensayada sonrisa, al verla Lavi parecía sorprendido.
 
- H-Hey, sigues vivo. - Pero que idiota saluda de esa forma tan forzada, yo. Patético intento de broma.
- ... - Él frunció el ceño. Genial, si no estaba molesto probablemente lo esté ahora.
- ¿Conoces al Moyashi? - Preguntó Kanda ajeno a nuestro intercambio. De todas las veces que puede elegir socializar tenía que ser esta una de ellas.
 
Después de escudriñarme un par de segundos más Lavi suspiró y dejó de ignorar a Kanda.
 
- Si. - Dijo algo cortante y agache la cabeza. - Red me ayudó bastante antes, es un buen amigo mio. - Dijo con sinceridad y calidez.
 
Levanté rápido los ojos y ví que me sonreía, no pude evitar sonrojarme y luego encontré más interesante la punta de mis botas.
 
- ¿Y tú? - Preguntó volviendo a sonar animado.
- Lenalee. - Respondió simplemente.
- Oh. 
 
A todo esto yo seguía ahí como florero, presente pero sin interactuar me sumí en mis pensamientos preguntándome que tan cierto era el que Lavi me considerara su amigo y encontrando yo mismo todas las razones para destituirme como tal.
 
- Bien, le diré a Lenalee.
- Yep, yo me encargo. Saludos a Lena. - Regresé a la realidad. - Así que Moyashi... – Dijo segundos después tanteando el apodo.
- Ugh. - Pesé a mi previo estado anímico le lancé una mirada en advertencia.
- ¿Qué? – Se hizo el inocente. – Al menos te queda mejor que Garra Plateada.
- ¡¿Eh?! - Me imaginaba que lo sabía pero aún así me sorprende.
- Eres bastante famoso.
- Ah eso, yo, emm. Como sea no es el punto, y yo estaba en medio de algo, así que con tu permiso. – Hable tal vez un poco infantil haciendo ese berrinche pasando junto a él. Aunque era media excusa y media verdad, en parte para escapar y en parte porque en realidad acababa de recordar que hacía ahí en primer lugar.
- Me lo dijo Kanda. De hecho sígueme. - Dijo adelantándome para abrirme la puerta del local que el amargado había señalado antes.
- Somos compañeros de universidad, Kanda y yo tenemos varios cursos juntos y Lenalee es una amiga en común. - Explicó concisamente; debió leer la curiosidad en mi cara. 
- Oh. – Atiné a decir mientras entrabamos a la tienda.
 
Distinguí espadas y otras armas colgadas de las paredes y en exhibidores de cristal. El cambio de escenario al entrar a la tienda me hizo sentir desorientado con lo que acababa de escuchar. 
 
Increíble que se conozcan del mundo real, increíble que Kanda tenga amigos. ¿Serían ellos los amigos con los que se quería quedar?... No, no tengo derecho a preguntar ni a meterme.
 
Mantuve los ojos bajos evitando la brillante luz que emanaba del candelabro sobre nuestras cabezas.
 
- ¡Hey Jhony! – Llamó Lavi cuando topamos con lo que interpreté era el mostrador.
- ¡Lavi ya estás de vuelta! – Saludó un chico de lentes y cabelllo de rizos alborotados en un especie de chongo. Luego se fijó en mi. – ¡Ah pero si tú eres el de Noche Bue…!
- ¡JHONY ESTE ES RED! RED, JHONY. - Gritó Lavi introduciéndonos
 
Y así Lavi me presentó a JhonyGill, un ávido herrero slash inventor; gustaba de experimentar mientras creaba armas y diversos objetos, tan confiable que era uno de los proveedores de armas de Black Order.
 
Era un tipo agradable, nos hicimos amigos casi de inmediato y hasta me hizo olvidar mi negatividad.
 
- Parece que le haz caído bien a Jhony. – Acabábamos de dejar el local agendando mi regreso por el pedido en una semana.
- Él también a mí. Gracias por presentarnos, dudo que Kanda hubiera sido de ayuda.
- Jajajaja. Kanda siempre viene por mantenimiento para su katana, aunque intenta no coincidir conmigo.
- Jaja, puedo intuir por qué – Me he cruzado con Lavi realmente pocas veces pero hoy descubrí otra parte de su personalidad, es bromista y le gusta meterse con “Yuu”. Gracias por eso.
- No aprecia mi amistad. – Simuló estar ofendido.
- Me sigue pareciendo increíble que tenga amigos. – Comenté. – Que envidia. – Dije en voz baja mirando hacia el horizonte.
 
 
En mi infancia no tuve muchos amigos, todos se alejaban de mi asustados de mi brazo rojo, solo era una gran marca de nacimiento, pero eso no lo comprendía la mente de un niño de 7 años, y es que algunos niños pueden llegar a ser muy crueles, debido a eso comencé a alejarme de todos para evitarme penas y encontré mi refugio la computación y videojuegos.
 
 
- Bueno Lavi, fue un placer. – Le dije cuando ya estábamos por llegar al portal de teletransportación.
- El placer fue mío distinguido caballero. – Hizo una reverencia exagerada. Definitivamente un joker.

.
.
.

Jhony cumplió muy bien con mi encargo, el power-up de mi guantelete realmente lo había convertido en largas y afiladas garras haciendo finalmente honor a mi sobrenombre, aunque se volvieron oscuras con pocos detalles en plata como la cruz al centro. Ahora tenía que equiparlas antes de la batalla junto con aquel abrigo para que los efectos combinados del set me dieran un bonus. Y también estaba la otra arma  

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).