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El nuevo edificio de la faculltad. por LECTERSWAN

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Notas del fanfic:

Los personajes no son mios, son del mangaka y genio Eichiro Oda, yo solo los tomé prestados para crear estas historias sin fin de lucro 

Notas del capitulo:

Como siempre inicare diciendo que estoy resubiendo todos mis trabajos en un anueva cuenta, owo la anterior esta hackeada y en espera de ser removida de esta pagina.

Gracias a los que me estuvieron esperando, he vuelto¡ y espero darles un trabajo de calidad, sin más que decir, a leer¡

Estas exhausto, llevas toda la mañana, y parte de la tarde, con la nariz entre los cientos y cientos de libros que se aglomeran en la biblioteca. Levantas la vista y te mareas de tan solo ver la cantidad de enciclopedias y materia de consulta que hay en la mesa frente a la que estas sentado. ¡Dios¡ ¿cuánto tiempo les habrá llevado a los directivos de la Facultad reunir toda esa cantidad de libros?

Como sea ya estas harto de ver tanto papel impreso, incluso el aire tiene ese típico olor a biblioteca, todo huele a papel antiguo mezclado con polvo. Ese olor hace que te pique la nariz y en un acto reflejo te llevas la mano, cubierta con la manga de tu sudadera gris, hasta esta para aplacar el escozor. Miras atento a tú alrededor y notas que estas solo, o al menos eso parece porque hasta donde puedes ver no hay alumnos sentados en las mesas del fondo y mucho menos entre los estantes de libros de farmacología y fisiología renal.

“Tal vez estén en la planta alta” piensas optimista, aunque sabes que la planta baja es la que generalmente está más ocupada porque es ahí donde están todos los libros de las carreras de Medicina, Odontología y Enfermería, y no es por parecer presuntuoso pero esas son las carreras que hasta ahora tienen más demanda en esa Facultad, las carreras de Biología y Psicología quedan en segundo plano ya que no hay muchos alumnos que se dediquen a ellas; así que por deducción la planta alta (que es donde están los libros de biología y psicología) debe estar totalmente desolada.

Te estiras en la silla y mueves tu adolorido cuello de un lado a otro tratando de que desaparezca esa tensión que solo surge cuando estas estudiando de verdad, y no es que no estudies, es más bien que no eres de esos típicos ratones de biblioteca que se pasan todo el semestre encerrado entre las paredes de cristal y de cemento que conforman ese edificio del saber, como le llaman los maestros. Te enderezas en tu asiento y aspiras hondo para relajarte.

 “Ya está bien de tanto estudio, las proteínas G van a seguir aquí cuando vengas mañana” piensas mientras haces los libros a un lado y tomas tu mochila para salir por fin de ahí. No te molestas en colocar los libros en los estantes de devoluciones, marcados en la parte delantera con un código, pues sabes que algún empleado de la biblioteca vendrá y los colocara en su lugar, además ya estas harto del olor a libros, si sigues un minuto más ahí vas a terminar vomitando. Caminas a paso rápido por el único pasillo que conecta con la salida, miras a tu alrededor y te das cuenta que en verdad estas solo, es más ni el vigilante de la entrada (que siempre revisa las mochilas para cerciorarse de que ningún alumno se roba los preciados libros) está en su lugar habitual, en fin, hoy no tenías muchas ganas de estar mostrando las pocas pertenencias que traes en tu mochila.

Sales del edificio y te topas con la grandiosa noticia de que está lloviendo “Genial¡” te colocas la mochila en la espalda y subes el gorro de tu sudadera, no está lloviendo como tal, más bien solo son ligeras gotas que apenas y alcanzan a humedecer la tela de la sudadera, pero no por eso son menos molestas en cuanto unas te caen en la cara y en los lentes de montura de plástico negro que siempre llevas (mas por vanidad que por necesitarlos para mejorar tu vista) así que apresuras el paso para poder llegar hasta el coche que dejaste aparcado en el estacionamiento de alumnos que se encuentra detrás de la Facultad.

Caminas tan aprisa que ni siquiera te das cuenta que la Facultad esta extrañamente vacía, no hay nadie, ni siquiera los empleados que se encargan de regar o cortar el pasto no se encuentran y no es porque este lloviendo, es más bien como si todos se hubieran esfumado.

“Bah¡ tonterías” pero aunque pienses eso algo en el interior de tu cabeza te advierte que no todo va bien, es como si de repente hubieras entrado en una dimensión distinta. Estas tan sumido en tus pensamientos que ni siquiera te has dado cuenta que has llegado a los nuevos edificios en construcción, ¿Hace cuanto tiempo que habían empezado la construcción y hasta ahora no habían terminado con ella? ¿Dos semestres o más?

-Lo único que causa es ruido y ya, total esos nuevos laboratorios no se vana ocupar sino hasta que llegue la nueva generación “Si es que deciden dejar a los nuevos alumnos tomar clases en ellos”.

Cosa casi imposible pues la dirección escolar quería que el edificio les durara unos 5 años mínimo para poder regodearse con los altos mandos cerca de su acertada inversión de dinero. Sin embargo hasta ahora todos los trabajadores que construían el edificio no habían hecho muchos avances, justo ahora lo único que se veía era una gran cerca de metal con lonas que rezaban “lamentamos las molestias”

Caminas más rápido ante las gotas que caen, cada vez más gruesas y frías, desde el cielo. Justo acabas de llegar hasta la esquina donde inicia la reja metálica que delimita la construcción. Sigues caminando sin molestarte en mirar, hasta que un agudo grito de terror te obliga a detenerte en seco sintiendo como ese sonido se clava en cada una de tus células impidiéndote seguir. En cuanto tu cuerpo reacciona y por fin puedes levantar la mirada tus ojos solo se fijan en el marco de cemento que posteriormente será una ventana. Pronto desearas no haber caminado por ahí.

                                                        *           *           *

Sucedió muy rápido, la luz se esfumo y las gotas de lluvia dejaron de golpear tu cara. Ahora no sabes ni donde estas, seguro aun llueve “en algún lugar” pues aun puedes oír el constante golpeteo de la lluvia contra el edificio en el que estas. Un momento, edificio?¡.

Miras a todos lados y lo único que alcanzas a ver es un cuarto semioscuro de cemento, no parece haber nadie a tu alrededor, en un impulso de adrenalina te intentas levantar pero algo te detiene, tus manos y pies están atados con una gruesa cuerda, ¿Cómo no te diste cuenta antes? Forcejeas tratando de soltarte pero es inútil quien sea que te haya hecho eso sabía lo que hacía.

¡CRAC¡

El sonido de varios ladrillos cayendo llama tu atención, no logras ver nada, o al menos no ves nada sospechoso, el sonido regresa pero esta vez viene detrás de ti, como puedes te giras para encontrarte solo con aquello que ni en tus peores pesadillas has podido ver.


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