Capítulo 3.- Bola de nieve
El lunes temprano por la mañana, Seiya llegó a clases normalmente, el profesor Saga se dedicó a mirarlo sugestivamente toda la hora de clases lo que no ayudó para nada a su magullada reputación, en ese aspecto no hubo nada nuevo bajo el sol, los cuchicheos de sus compañeros y las miradas furtivas que le dedicaban tampoco habían cambiado, casi al medio día el castaño escuchó que los chismes de pasillo se habían multiplicado en su ausencia, a sus oídos llegó que sus proezas sexuales estaban creando tendencia y se estaban volviendo virales, porque se decía que no solo prestaba sus favores sexuales al profesor Saga y a su hermano, sino a otros docentes también, decir que Seiya estaba molesto era decir poco
Las cosas empezaron a cambiar a medida que pasaba la tarde, la gente dejó de tomarlo en cuenta, al parecer había un nuevo rumor en los pasillos que tenía a todos emocionados, la cultura del chisme era algo terrible pero muy entretenido, Seiya notó que las miradas furtivas se dirigían ahora a Shun, esto le pareció por demás divertido a decir verdad
- Hey… ¿no te enteraste? – Seiya estaba sentado apoyado en su árbol favorito del patio cuando Shyru llegó a sacarlo de sus pensamientos
- ¿Enterarme de qué? – Seiya preguntó todo intrigado
- ¿Te acuerdas de la fiesta del viernes?, ¿en la casa de la fraternidad? – Shyru empezó a contar esto todo emocionado
- Claro que me acuerdo, me debes una cerveza porque te gané en la partida de billar
- Eso no es lo importante, esto es… la verdad no sé si lo notaste pero Shun llegó a la fiesta como a la una de la mañana, ¿lo viste verdad? – continuó Shyru
- Claro que lo vi, ¿y eso que tiene que ver? – Seiya lucía intrigado
- Bueno… al parecer nuestro virgen estrella, nuestro modelo de castidad y virtud, no es tan casto y puro como nos hacía creer
- ¿A qué te refieres? – Seiya cerró de golpe el libro y prestó su indudable atención
- A que me contaron que en la fiesta, Shun tuvo sexo ardiente y muy pervertido con su novio en una de las habitaciones del segundo piso – Shyru sonrió maliciosamente cuando dijo esto, Seiya tenía un lápiz en la mano que se le cayó de la impresión, no podía creer que el chisme que supuestamente iban a plantar Julián y Sorrento hubiera dado resultado tan rápido
- ¿En serio?
- Si, que los gemidos se habían escuchado hasta los otros cuartos, me dijeron que hasta hay fotografías de la hazaña pero no he visto ninguna hasta ahora – Shyru se acomodó de mejor manera en el pasto y sonrió
- ¿Fotografías? – Seiya no lo podía creer
- Eso es lo que me dijeron, así que… ¿lo puedes creer?, míralo… solo míralo, él que se creía mejor que todos nosotros, él que se creía la última coca cola del desierto, él que tomaba poses de superioridad con todo el mundo y ahora resulta que es igual a todos, es mortal como nosotros, la verdad espero que no le haya dolido mucho - Shyru señaló a Shun que estaba sentado en una banquita en el sol y leía sus apuntes, se notaba que estaba algo incómodo porque eran obvias las miradas y los cuchicheos de los demás chicos que estaban por el patio
- ¿Que no le haya dolido mucho?, ¿no estás siendo demasiado gráfico? – Seiya reía y meneó la cabeza al comentario de Shyru
- No tonto, no estoy hablando de eso, le debe haber dolido al caer del pedestal en el que él mismo se puso, o de la nube de dignidad en la que andaba subido
- En eso tienes un punto – Seiya concedió mirando a Shun que se hacía a un lado sin dejarse tocar de Hades que había llegado al patio para verlo
- ¿Sabes que es lo más divertido de todo esto?, no sé si te acuerdes pero… Hades bajó a la fiesta, ellos subieron juntos pero Hades bajó a la fiesta una media hora después o algo así, y se estaba vanagloriando de su logro con sus amigos, Bian me lo contó, escuchó como Hades dijo que Shun la chupaba como los dioses y que tenía un culo apretado muy delicioso, sus amigos le palmotearon la espalda, rieron con él y todo eso pero… no le creyeron, ahora sí que se lo creen, solo míralos… - Shyru señaló con la cabeza a Shun que trataba de alejarse de Hades que lo estaba siguiendo por el pasillo
- Vaya… espero que Shun disfrute sus momentos de fama así como él y esa bola de estúpidos me han hecho disfrutar los míos – dijo Seiya mirando como el muchacho de verdes cabellos caminaba por el camino empedrado con Hades a sus espaldas, los muchachos que estaban por ahí le dedicaban miradas sugestivas y murmullos, era claro que Shun estaba odiando este cambio de eventos con pasión, Seiya pensó simplemente en que el karma es complicado, pero que el balance del universo era genial, eso se ganaba Shun por andar regando chismes a sus espaldas
El resto de la tarde fue muy buena para Seiya, nunca pensó que el ser ignorado podría sentirse tan bien, nadie lo había tomado en cuenta, nadie lo miraba ni cuchicheaba a sus espaldas, la atención de todos los chicos de la clase estaba en Shun, el muchacho de cabellos verdes se sentaba más o menos por la mitad de la clase por lo que Seiya que se sentaba al final, tenía un lugar privilegiado para poder verlo mientras se ponía más incómodo cada vez, para Seiya fue muy obvio el hecho de que Shun estaba muy consciente de lo que estaba pasando, y eso le parecía por demás divertido, karma… si eso era, karma…
Esa noche al llegar a casa, Seiya estaba de muy buen humor, y de mejor humor se puso cuando entró y vio a Julián que estaba cocinando, el peliazul dueño de casa rara vez cocinaba pero cuando lo hacía era épico porque tenía una sazón de envidia
- Wow… ¿cuál es la ocasión? – Seiya sonrió apreciativamente al sentir el delicioso aroma
- Sabía que ibas a estar de buen humor, asumo que nuestro pequeño experimento dio resultado, ¿cómo estuvo todo? – Julián estaba genuinamente interesado y quería escucharlo de primera fuente, así que le sirvió una copa de vino a Seiya que la tomó y se subió en el mesón para poder charlar con Julián mientras cocinaba
- ¿Nuestro experimento?, no puedo creer que en verdad lo hayas hecho Julián, ¿estás loco? – Seiya no podía dejar de sonreír
- Te dije que lo íbamos a hacer Sorrento y yo, nadie se mete con mis amigos sin pagar el precio – el muchacho de cabellos azules chocó su copa de vino con la del castaño y sonrió
- Sabes… por primera vez este semestre me sentí normal, la atención ya no estaba en mí y en mi vida sexual, la atención estaba en Shun que fue el que ayudó a regar como arena al viento todos esos comentarios de mí, eso es lo que yo llamaría, “el karma es una perra”
- Sí que es una perra, pero cuéntame, ¿qué pasó?, ¿qué te dijeron? – Julián sonreía con anticipación, en verdad quería saberlo todo
- Primero cuéntame cómo empezó todo esto – dijo Seiya tomando su vino
- No fue difícil, hoy en la mañana me fui con Sorrento por tu facultad y nos tomamos un café en el carrito que te gusta y hablamos de lo que vimos en la fiesta, habían unos tres muchachos que vi en la fiesta cerca de nosotros que se estaban bebiendo nuestras palabras, y boom… no hay ciencia aquí Seiya, así es como nacen los chismes
- ¿Qué dijiste exactamente?
- Nada más de lo que te dije que iba a decir, que vimos a Shun y a ese novio que tiene teniendo sexo en la habitación del segundo piso de la casa de la fraternidad, nada elaborado, si le dije a Sorrento que deberíamos embellecer un poco el cuento pero él dijo que no, que no sonaba creíble si decíamos que habían cadenas o látigos involucrados – Julián se encogió de hombros para luego ir hasta la refrigeradora y sacar vegetales para la ensalada
- Ok., lo que escuché es más o menos lo mismo que me acabas de decir, pero tiene el dulce tinte de que Shun es un fraude
- ¿Un fraude? – Julián frunció el ceño al preguntar esto
- Si te conté que él pregona a los cuatro vientos que no cree en el sexo antes del matrimonio, y por eso mira al resto de los mortales por debajo de su hombro, bueno… ahora resulta que es un mortal más y al parecer muchos de la facultad se lo están recordando, eso estuvo buenísimo – Seiya sonrió muy complacido
- ¿Se lo recordaste tú también?
- Créeme que no hizo falta, no consideré necesario echar más leña al fuego, con lo que sus propios amigos le están haciendo, no necesita que nadie más ayude, es en serio, con esos amigos para qué enemigos – Seiya meneó la cabeza
- ¿A qué te refieres? – Julián estaba picando vegetales con una habilidad de envidia
- A que uno de los que más ha cuchicheado es Hyoga, su mejor amigo, el que dijo que él me había visto teniendo sexo con el profesor Saga en el escritorio, realmente él es el que inventa todos los chismes de la facultad entera, ese estúpido es una víbora – Seiya habló con rabia en ese punto
- ¿En serio?, ¿no hay lealtad entre ladrones? - eso a Julián le parecía patético y divertido
- Al parecer no, no hay lealtad, espero que Shun aprenda su lección y deje de hablar de la vida ajena inventando chismes de la gente y poniendo amantes donde no hay, en otros temas, ¿alcanzo a bañarme antes de cenar? – Seiya acabó su copa de vino y de un salto se bajó del mesón
- Si, báñate tranquilo que recién puse la carne en el horno
- Genial, ¿te dije que eres mi persona favorita en el mundo Julián? – Seiya tomó la mano del peliazul y lo miró a los ojos cuando preguntó esto
- No, pero me agrada serlo, aunque no quiero ser solo eso, y tú lo sabes – Julián apretó la mano de Seiya en un claro gesto
- Ohhh… ¿vamos a seguir hablando de eso?, ¿en serio Julián? – Seiya ladeó la cabeza al preguntar esto y soltar su mano
- ¿Por qué no me crees?, tú me gustas mucho Seiya, como nadie en mucho tiempo
- Yo creo que te gusto porque soy el único en todo el campus que no ha pasado por tu cama y eso te vuelve loco, pero… no quiero dañar nuestra amistad, lo entiendes, ¿verdad?
- No, no lo entiendo, pero lo respeto porque te respeto, ya ve a bañarte – Julián le acarició la mejilla a Seiya y lo miró con ternura, el castaño lo besó en la mejilla y se fue por el pasillo hacia su habitación
Los días que siguieron fueron muy interesantes en la facultad, los chismes en torno a Seiya habían sido completamente olvidados porque había una nueva historia mucho más jugosa recorriendo el campus, Seiya ya había experimentado todo esto en carne propia y sabía los alcances de los rumores de pasillo, pero el tratamiento era diferente cuando él no era el protagonista de los chismes
Poco a poco la historia se fue tergiversando, de pronto habían varias personas que juraban que habían visto a Shun y a Hades teniendo sexo por todo el campus, empezaron los rumores de juegos sexuales pervertidos, juegos con ataduras y cadenas, se rumoraba que habían fotografías y demás cosas pero hasta ese momento no se habían hecho públicas, Shun era el principal blanco de las habladurías porque además de que hablaban de sus proezas sexuales, estaba todo el asunto del hecho de que Shun era un mentiroso y un falso, había mantenido por mucho tiempo su condición de virtuoso y nada de eso era cierto, los comentarios eran bastante crueles en ese sentido, eso nadie lo pudo haber previsto
***
Era jueves en la mañana y el despertador sonó en la habitación, esto no era inusual, lo inusual era que el muchacho de cabellos y ojos verdes que estaba acostado en la cama ya estaba despierto, a decir verdad no había dormido mucho esa noche, ni las pasadas noches tampoco, su vida se había vuelto un infierno y no lo acababa de entender, odiaba lo que estaba pasando, lo odiaba todo
Shun se movió en la cama y apagó la alarma, suspiró y se dejó caer en las almohadas, suspiró otra vez antes de sentarse lentamente y hacer una mueca, no se había sentido bien desde que despertó el domingo en la mañana, y no era cuestión solo por las consecuencias de los tragos de la noche anterior, no… no era solo eso… hasta el momento se negaba a aceptarlo pero… a estas alturas ya no lo podía seguir ignorando
- Hey… ¿aún no te levantas?, ¿te sientes bien? – Hyoga había entrado a la habitación de Shun y tenía un par de vasos de café en las manos
- No quiero ir a clases hoy, me duele la cabeza – dijo Shun llevándose una mano a la cien
- ¿Tomaste algo?, ohhhh… creo que has tomado más de una cosa, eso no está bien Shun – Hyoga miró la mesa de noche junto a la cama de Shun y allí estaba un frasco abierto de pastillas, un vaso y una jarra con agua
- No puedo dormir, todo está tan… tan… no sé cómo explicarlo si no lo puedo entender – Shun sonaba frustrado
- Hablaste con Hades, ¿verdad?
- Si pero… la gente dice que nos vieron, él dice que no pero… todos dicen que sí, todos creen que sí, y yo… me duele Hyoga – Shun limpió una lágrima de su mejilla, lo que menos quería era llorar pero no lo podía evitar, ya no quería sentirse como se sentía pero no lo podía evitar
- Es lógico que te duela el orgullo, es solo un chisme Shun, no le des más importancia de la que tiene
- No es el orgullo lo que me duele, no solo eso, me duele… físicamente me duele, estoy lastimado Hyoga, visiblemente lastimado – Shun explicó esto y le dolió el alma, eso era algo que no quería reconocer pero que no podía evitar
- ¿Qué?, ¿es en serio?, ¿lo hiciste con Hades? – Hyoga en cambio no lo podía creer, Shun había mantenido que no lo habían hecho… hasta ahora…
- No… no… no lo creo… no lo sé, y eso es lo que me está matando, yo… no lo sé, a ciencia cierta no lo sé… no tengo forma de estar seguro… no… no lo sé… - Shun se puso de pie y caminó por la habitación, se frotó el rostro con las manos y se apoyó finalmente en la pared cruzándose de brazos
- ¿No lo sabes?, por todos los dioses Shun, pero de lo que me dijiste… tu… - Hyoga no encontraba las palabras
- Yo no lo recuerdo Hyoga, por más que me he roto la cabeza tratando de hacerlo, no puedo recordar lo que pasó el sábado en la noche, me quedé dormido o me desmayé o me drogaron, no lo sé, el asunto es que por más intentos que he hecho no puedo recordar nada Hyoga y eso me está matando – Shun se veía muy vulnerable y confundido, Hyoga caminó hasta él y le preguntó:
- Ok., ¿pero recuerdas algo en lo absoluto?
- Si… recuerdo cosas pero no tienen sentido, es antes de… - Shun no sabía cómo explicarse y se sentía inmensamente frustrado, así que Hyoga lo tomó de las manos para que dejara de caminar de un lado a otro y se concentre al preguntarle:
- ¿Qué es lo que recuerdas?
- Yo… yo estaba en la fiesta, tomé algunos tragos, bailé un ratito y luego todo es bastante confuso, recuerdo una habitación y a Hades que me besaba, recuerdo que me quería sacar la ropa y que yo me negaba, lo recuerdo encima de mí, recuerdo su aliento en mi piel, recuerdo que quería quitármelo de encima y que no podía, él es muy pesado – Shun hablaba y sonaba confundido, Hyoga tomó su mano y preguntó:
- ¿Y luego que pasó?
- Luego… nada, asumo que me quedé dormido, asumo que me desmayé, estaba ebrio… no lo sé… porque lo que recuerdo luego de eso no tiene sentido
- ¿Por qué?
- Porque tengo la imagen de un ex novio, hace años que no lo veo, todo es muy confuso, su rostro se confunde con el de Hades, no lo sé…, de lo que estoy seguro es que desperté el domingo en la mañana y estaba aquí, solo tenía puesto mis boxers, Hades estaba a mi lado dormido también, casi desnudo como yo y me abrazaba, yo… esta no sería la primera vez que Hades duerme conmigo, pero si la primera vez que me saca la ropa cuando yo estoy inconsciente
- ¿Entonces sí durmió contigo? – Hyoga estaba medio confundido en este punto
- Él a veces se queda conmigo y dormimos juntos, pero solo dormimos juntos, nunca antes hemos tenido sexo, nunca antes he tenido sexo con nadie, Hades lo entiende, o por lo menos eso es lo que yo creía, él me decía que me amaba y que no le importaba esperar pero se estaba poniendo inquieto, quería que lo hiciéramos, él quería y yo… yo… - Shun hundió el rostro en las manos en desesperación
- ¿Pero lo hicieron o no?
- No lo sé, el asunto es que… he sentido algo de incomodidad, tú… tú sabes dónde… - Shun no podía articular las palabras, le daba extrema vergüenza explicarle a Hyoga que su trasero le dolía, que había visto sangre, que no estaba del todo normal, esto no le había pasado nunca, bueno… salvo aquella vez hace mucho tiempo…
- ¿En verdad?
- Eso es lo que me hace dudar, y yo no sé… Hades dice que no, que me dejó dormir en la habitación de la casa de la fraternidad y que me trajo aquí cuando la fiesta acabó, que me desnudó por comodidad y que se acostó a mi lado, que nada pasó, que todo es habladuría de la gente, que no haga caso a nada ni a nadie, pero… todo el mundo dice lo contrario – Shun se mostraba inseguro y dolido
- Eso no te consta, no creo que debes entrar en pánico aún, ¿no lo crees? – Hyoga puso la mano en el hombro de Shun que lo miró pero se distrajo porque su teléfono sonó, y al tomarlo el alma se le fue al piso
- ¿Aún crees que no debo entrar en pánico? – Shun le dio el teléfono a Hyoga que al tomarlo abrió la boca de la impresión, en la pantalla se podía ver una fotografía en donde claramente se podía apreciar a Shun recostado sobre su espalda, tenía los ojos cerrados y parecía inconsciente, sobre él estaba Hades besando su pecho y tenía una mano dentro de sus pantalones…