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Recuerdame (el crononauta) por jenova

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Cuando Deán despertó al día siguiente era mas de medio día, ¿como fue a domir tanto? Unos recuerdos de ayer llegaron a su cabeza, ¿ese destello azul donde lo había visto antes? ¡la criatura esa! Tenía que haber sido una pesadilla, se levantó rápidamente para ver el patio, lo encontró en perfecto estado, eso significaba que había sido un sueño.







- hasta que despiertas - le dijo su padre, era maravilloso lo que podía hacer una buena cantidad de dinero a cualquier hora.






- es que tuve un sueño muy raro a noche - contestó el rubio, en su habitación encontró varias llamadas pérdidas de Filiph, y se la devolvió.






- "gracias por lo de la fiesta" - le reclamó aunque no parecía molesto






- perdón es que a Emily no le caes muy bien - le respondió sabiendo que eso no era ningún secreto.




- "bueno compensame, que te parece si vamos al club y jugamos un poco de tenis, te hará bien el ejercicio"





- bien, en una hora estoy allí - no estaba mal, tal vez eso le ayudará a distraerse.





- ¿donde vas cariño? - le preguntó su madre al verlo bajar arreglado





- a jugar tenis con Filiph al club - me dijo rubio.





- yo te llevare - le dijo su padre, eso era raro, esos días había estado ocupado con un negocio que no lo dejaba ni a sol ni a sombra, pero le insistió de sobre manera en que debía llevarlo, por el retrovisor del carro Fabiane vio la silueta de Michael, ese hombre no se iba a dar por vencido, pero ya inventaría algo para que Deán se mantuviera alejado de él, lo que le preocupaba era que cuando lo viera lo reconociera, y recordara todo, quería alejarlo de ese tipo.







- que te parece si te vas un tiempo a estudiar en otro lado, no se a América - le prepuso el hombre mayor




- tal vez en unos años cuando termine de estudiar y me case con Emily - le dijo el muchacho mirando por la ventana.




No lo iba a convencer además corría el riesgo que ese hombre lo buscara allí.






- llámame cuando terminen para venir por ti - le dijo bastante nervioso mirando para ambos lados




- ¿qué pasa?




- nada, solo quiero pasar tiempo contigo - le dijo Fabiane, lo esperaría pero tenía varias llamadas perdidas si no iba perdería el negocio.





- Filiph me lleva - le dijo confiado





- ¿podría hablar con tu amigo?





- papá, yo soy muy grande para eso, estaré bien - aún apesar de lo que dijo Deán el hombre mayor llamo a Filiph para que no lo dejara estar solo.





- estas distraído - le dijo el castaño dando un saque - te estoy dando una paliza - se jacto




- ayer tuve mala noche, tuve unos sueños terribles - no iba a contárselo, estuvieron así toda la tarde hasta que el rubio cayo rendido, las duchas estuvieron raras, podía sentía la mirada de Filiph en todo su cuerpo.





- ¿y tu novia? Es raro verte sin nadie alrededor - le preguntó apresurándose para secarse y poniéndose la ropa.





Entendía a la perfeccion el rechazo de Emily, y van a comer algo y después iría a ver Emily, irían a la iglesia.




- Deán - llamó una voz a su lado al principio pensó que era el mesero pero por la expresión de su amigo no lo era, pero esa voz, esa voz la conocía, la había escuchado antes, ¿pero donde? Era un conocido, eso era evidente, los ojos azules de Deán se fijaron en el recién llagado, era un hombre de unos treinta, bastante alto podría llegar al 1.90, usaba una camisa gris sin mangas, sus brazos se veían trabajados, parecia que con un golpe podía dejarte inconsciente, se notaba a leguas el cuerpo trabajado, tenía un rostro varonil y una mandíbula fuerte, la barba de 3 días, y unos profundos ojos verdes que miraron con intensidad, el cabello corto y negro como un militar, algo ocurrió en la cabeza de Deán, una sensación de aprensión se apodero de él, si su padre pensó que lo recordaría en cuanto lo viera se equivocó ya hubiera reaccionado ante él.





Es cierto que no le quitaba la mirada de encima pero podía ver en los ojos de su amigo la confusión.




- ¿si? - preguntó Deán sin saber por que su estomago parecía querer reventar, ¿quién era? ¿alguien que había conocido en esos 4 años en blanco?





- soy yo, ¡por favor recuerdame! Soy Michael - eso ya no lo podía soportar, tenía la idea de que era imposible que Deán lo hubiera olvidado.




- lo siento es que tuve un accidente y no recuerdo muchas cosas - apesar de la sensación intensa, no se sentía desagradado, es mas, una extraña fascinación la invadía, no podía dejar de ver al hombre que tenía en frente.





- ¡¿qué haces aquí?! No creo que seas socio, ¿o se lo preguntamos a seguridad? - le advirtió Filiph parándose para enfrentarlo, la verdad es ambos lucían pequeños delante del que estaba en frente.





- ¿que? ¡¿me vas sacar tu?! - le dijo dándole empujón a Filiph que lo mando al suelo, ahora veía que el desconocido tenía unos extraños tatuajes, que le provocaron un mareo, unas imágenes flotaron en su cabeza y su rostro se descompuso.




- ¿qué pasa? - preguntó uno de los seguridad





- este tipo se coló en club sin permiso, ¡expulselo! - le ordenó Filiph levantándose envalentonado.



- ¿me muestra su credencial? - le preguntó otro de los tipos





- no es necesario, ya me voy, pero no por que este junior me diga, si no por que no quiero verlo mal - dijo mirando lo pálido que estaba el rubio, era obvio que le había hecho mal recordar aunque solo fuera algo.





Michael salió de hay hecho una fiera directo a un bar, no podía creer eso tanto que anhelaba tenerlo en sus brazos, sentir su piel, ahora no lo recordaba, y tenía novia, además ese ave de carroña que lo rondaba, la sola idea de que alguien lo tocara le revolvía el estómago.





Se sentó en el barra ignorando a las mujeres que le lanzaban miradas de deseo, sin ser presumido eso siempre pasaba a donde fuera, nunca tuvo problemas para seducir a alguien, él era de los que tenía que quitarse los admiradores y admiradoras a bastonazos, pensaba en camino de corazones rotos que había dejado, nunca experimento que era lo que significaba luchar para conquistar a alguien, y ahora este niño se le resistía, le daba mas rabia pensar que este también había caído pero él no lo había sabido apresiar, entendía por que lo querían lejos de Deán, lo había hecho llorar muchas veces, lo había rechazado en muchas ocasiones, tardo en darse cuenta que amaba a ese pequeño, y cuando paso algo que no había sido su culpa pero estaba pagando por todo.





- ¿te invito un trago? - le ofreció una mujer hermosa pero que no le interesaba, todo el mundo parecía soso en comparación con su rubio.





- lo siento no tengo ganas de lidiar con vagabundas - le dijo ganándose que le lanzaran el trago en la cara, no tenía nada en contra de las chica pero era devastadoramente honesto hasta llegar a lo descortés, en eso se parecía a uno de sus padres, solo quería hundirse en el alcohol hasta quedar desfallecido en la mesa, despertó con dolor de cabeza a medio día, estaba en un hotel barato por lo destartalado de la pared y la cama incomoda.





- en que maldito agujero infecto me desperté - dijo tocándose la cabeza.





- pues fue lo único que pude pagar sin que mi marido se diera cuenta que llevó hombres fortachones a moteles - dijo la voz de una mujer que abría la puerta.





- ¿Sámara? - preguntó al ver la hermosa mujer entrando con una vaso de sopa, y un paquete de cervezas.






- estas hecho un desastre, tomate esto - le dijo estirándole el brazo con el vaso - tomate una cerveza, dicen que eso quita la resaca, pero solo una, no quiero que acabes ebrio otra vez.





- ¿como llegue aquí?





- te encontré en el bar, estabas perdido de borracho, te tuve que decir que Deán te estaba esperando para que me acompañaras, no quería que desmayaras hasta que llegar aquí, con el poco dinero que logre quitarle a mi marido te traje antes de que hicieras algo estúpido, le estabas buscando pelea a todos, te desmayaste en el corredor y te arrastre aquí.





- ¿como supiste que estaba allí?



- llame al papá de Deán y me dijo que estaba en el club con Filiph - al oír ese nombre Michael arrugo la cara - quería verlo por que no ha querido hablar conmigo desde que empezo con esa perra Emily, convencí a mi esposo que queria ir al club pero cuando llegábamos te vi salir con seguridad y dirigirte a un bar, al llegar vi de lejos que Deán se iba con Filiph, tampoco quería que mi pareja se diera cuenta de que quería ver a mi ex, entonces quise ir al bar, pasamos un rato hay, te vi bebiendo como loco, después nos fuimos a casa y cuando él se quedó dormido salí a ver que paso, se supone que no volverías, y quería ver si Deán te había recordado.





- no, y cuando lo intente se puso mal - Michael se levantó para dirigirse al baño - y si, se supone que no regresaría pero es una historia larga.




- pensé que cuando te viera todo se arreglaría, pero veo que no, es que su papa nos prohibió decir cualquier cosa de ti.



- a mi me dijo que si le hacía recordar podría matarlo, ¿es cierto?



- eso me dijo a mi también, aunque en todos los programas que he visto es todo lo contrario, es decir se les aconseja que los expongan a cosas conocidas, pero también solo ha sido en novelas y películas



- ¿has hablado con el médico?




- si, pero no me dijo nada, que solo se lo diria algún pariente




- no se que hacer, no me esperaba esto cuando volví.



- para mi deberíamos arriesgarnos y tratar de que Deán recuerde



- no, no quiero herirlo




- ¿y vas a dejar que el hipócrita de Filiph se te adelante? - dijo con cierta molestia




- ¿y eso? Pensé que eran amigos




- cuando Dean me confeso que estaba enamorado de ti lo acepte, eso no se controla, pero ahora que paso todo esto me di cuenta que siempre estuvo tras él, a veces saboteaba nuestras salidas con decirle a su abuela, pensé que lo hacia para molestar por la rivalidad que supuestamente tenían, es mas él seducia a todas las chicas que se le acercaban y lo intento conmigo, ahora se que lo quería para él y nunca dijo nada.




- ¿y que puedo hacer? No puedo llavarmelo y mostrarle las cosas sin arriesgarme a herirlo




- ¿y si lo conquistas de nuevo? Es decir ya se enamoro de ti una vez




- el problema es que si me aceptan de nuevo tendré que viajar y no podre llevarlo.

      

               
                   ⏳⏳⏳⏳⏳



Filiph ayudo a Dean a irse al carro, el menor se sentía mareado y le dolía la cabeza, no entendía muy bien que había pasado.



- ¿quién es ese hombre? - pregunto recostando la cabeza en la silla de cuero.




- no me corresponde decirte, tienes que hablar con tu papá



- lo conocí en esos años que no recuerdo, ¿verdad?




- tienes que hablar con tus papás, yo no te lo podría explicar, desconozco parte de la historia




- lo conocí si o no - le exigió saber, ese hombre lo había alterado en gran medida, algo importante paso con él.




- si, pero se supone que estaba en la cárcel



- ¿carcel? - ¿de donde el podía conocer a alguien que estuviera en la cárcel? Con que clase de gente habia estado tratando todo ese tiempo, trato de hablar con sus padres pero le dieron una pastilla y se quedo profundo.



Soñó con un lugar lejano, como de otra época, sintio un dolor en la espalda como un fuerte latigazo, en el sueño él era jaloneado en un lugar oscuro, al abrir los ojos se encontró en un cuarto blanco en ese cuarto se hallaba su otro yo sentado haciendo algo en un papel.




- hola - le saludo haciendo que su contraparte también lo saludara.




- te ves alterado, ¿estas bien?




- hoy vi a un sujeto - le respondió pero no tuvo ni que decir su nombre ni describírselo, su doble sonrio como si supiera de quien se trataba - ¿sabes lo que significo? ¿qué paso con ese hombre?



.- tú dime, yo dependo de ti - le dijo mostrándole una cartas que estaban en blanco - aun no quieres ver - con esa frase se desperto cuando tocaron a la puerta.



El desayuno estuvo callado, y una pregunta flotaba en el aire.




- ayer Filiph me contó lo que paso, ese hombre era Michael - le dijo su padre




- eso ya lo se, pero que era para mi, me altere mucho cuando lo vi, Filiph me dijo que lo conozco pero no quiso especificar de que, que eso me lo tenían que decir ustedes.





- espera que terminemos de desayunar y tu mama y yo iremos al despacho hablar contigo.



Fue el desayuno mas largo de su vida, sus inquietudes cada vez lo ponían mas tenso.



- ¿y bien? - preguntó una vez su padre cerro la puerta del lugar y lo instó a sentarse en el mueble



- hijo... - trato de decir su madre pero fue interrumpida por Fabiane




- yo seré quien se lo cuente
                 

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