El sanitario era testigo de la dulce y excitante sinfonía de los gemidos de placer de Misaki mientras él y Miyagi, hacían él amor.
El editor se encontraba de espalda recargando sus manos por el mosaico y sintiendo a Miyagi introducirse con fuerza por su cavidad anal
—Ahh...Miyagi...
—Misaki... me encantas
—¿E..estás cómodo?
Misaki giro su rostro para ver a Miyagi, la diferencia de altura tal vez era un problema para el profesor que tenía que inclinarse más para poder penetrarlo como se debía.
—Estoy bien—dió una estocada—me encanta tu culo hermosura—Miyagi propinó otras embestidas haciendo que el castaño volviera a gemir de gozo
—Ahhh....Miyagi....ahhh
El vapor de la ducha volaba alrededor de sus cuerpos y Miyagi continuó con las penetraciones, deleitándose con ese par de glúteos que impactaban en su pelvis haciendo un sonido muy excitante. El profesor veía las gotas de agua deslizarse por el cuerpo de Misaki así que lamió su espalda causando escalofríos en su novio.
—Ahhhh.. si.. que rico se siente
Miyagi agarró el cabello húmedo del editor y tiró hacia atrás para plantarle un beso grotesco sin dejar de embestirlo y después mordió su cuello
—Misaki...estoy a nada de venirme
—Hazlo... no te contengas.. ahhhh
Takahashi ya estaba casi rendido después de tanto sexo y eso que Miyagi hacía gran parte de todo. Le encantaba que el profesor fuera tan viril y mucho más al decir varias veces que le amaba.
Misaki sintió como le dieron la vuelta y quedó acaballado en Miyagi, sus erecciones húmedas rozaron y el castaño agarró la del profesor para meterla otra vez en su ano.
—Ahhh... Miyagi... hazme venir, lo necesito
—Lo haremos juntos mi amor
Miyagi abrió la llave para que más agua caliente cayera por sus cuerpos y después recargo a Misaki por la pared y comenzó a joderselo tan duro hasta hacerlo eyacular.
—Ahhhhh... Mi..Miyagi..
—Si...Misaki.. gime, córrete para mi
El docente mordió el pezon izquierdo de Misaki y sintió la punzada en sus testiculos anunciado su orgasmo
—Ya no resisto más..AHHHH..Misaki..
Yō dejó caer su rostro entre el cuello de Misaki y aprisionó su cadera haciendo la última estocada muy profunda, completa y vaciar todo su semen en ese orificio.
Takahashi rasguñó la espalda de Miyagi al sentir los espasmos y por diferencia de segundos, ambos hombres estallaron de placer
—AHHHH.. MIYAGI..AHH
Misaki arqueó la espalda por tanto placer y su esencia cayó en el torso de su novio.Miyagi jadeaba en el oído del castaño con su corazón latiendo con fuerza, se separó y volvió a meter todo su falo de golpe.
—Misaki...estoy loco por ti.
El editor temblaba después de tan fabuloso orgasmo y su piel se erizó al oír esas palabras de Miyagi en su oído.
Quedaron así un par de minutos hasta que el docente quitó a Misaki de la pared.Ambos se miraron y se dieron besos cortos para recobrar la normalidad de sus respiraciones.
—Iremos a la cama, agarra unas toallas Misaki
Takahashi quizo bajarse de Miyagi pero el profesor se lo impidió y caminó con el castaño aún penetrado hasta donde estaba el mueble.
Misaki cogió varías toallas de la cómoda y regresaron a la habitación para secarse.
El docente lo depositó con cuidado por el colchón y se retiró de Misaki, al hacerlo su espeso semen salió del cuerpo del castaño haciéndole suspirar...
Misaki se cohibió un poco y optó por agarrar una toalla enorme para rodear a Miyagi y tirarlo a la cama junto a él
—Estoy....agotado Miyagi
—Yo también Misaki
El mayor giró a Misaki para dejarlo sobre su pecho y con una toalla comenzó a secar su cabello castaño
—Estuviste fabuloso Misaki, después de todo, no fue mala idea que hayas bebido algo extraño. Me encantó que te comportaras tan desinhibido conmigo y que rogaras por que te poseyera.
Misaki no respondió a sus palabras por lo que Miyagi alzó su rostro de forma suave. Con mucha sorpresa descubrió que su novio ya tenía los ojos cerrados y un bonito rubor le cubría las mejillas. Lo movió un poco pero fue inútil, Misaki se había quedado dormido....
—Maldición, cuando llegue a casa, Nowaki me va a sermonear por llegar tan tarde y todo por ayudar a los tarados de Miyagi y Takahashi.
Ellos de seguro siguen cogiendo y yo aquí tratando de evadir a los locos de la familia Usami y al rubio oxigenado ese.
El profesor de literatura apretó el volante cuando vio al auto que le seguía detenerse por el estacionamiento donde había aparcado.
Con habilidad pudo estacionarse en un lugar escondido y como había al menos un ciento de autos podría confundirlo.
Y en efecto vió a Mink descender del auto y mirar para todos lados, por suerte una camioneta que ingresaba le tapó la visibilidad y para cuando terminó de pasar, Hiroki vio al rubio azotar la puerta del copiloto dispuesto a marcharse.
Kamijō soltó un suspiro y después de 10 minutos decidió que ya fue suficiente y salía del estacionamiento para regresar con Nowaki.
Akihiko veía el teléfono de Tanaka viendo los últimos lugares registrados donde había estado Misaki. Le sorprendió enterarse que su padre lo tuviera en vigilancia causando celos en el autor.
—¿Entonces ese viejo de verdad pretende quitarme a Misaki?
—No diga tonterías amo Akihiko y le recuerdo que usted fue quien dejó a Misaki y a quien debería ir a buscar es a Shinobu. Debe estar pasándolo mal con todo esto, no sea desconsiderado.
Akihiko estuvo por responder y una llamada ingresaba al teléfono del mayordomo, era Fuyuhiko y Usagi san se lo mostró y después presionó el altavoz para que Tanaka contestara
—Usami Sama
—Dime que ya encontraron a Takahashi
—Aún no, amo
—Como sé que Akihiko se encuentra contigo entonces mi hijo deberá escuchar esto: en varios medios se habla de tu pelea con Mink, hay algunas imágenes de todos los involucrados y por si fuera poco, Isaka san también está muy molesto por tus espectáculos, dijo que ya te lo había advertido.
Usagi san soltó una risa
—¿Y cree que me importa el tonto de Isaka? Me tiene sin cuidado lo que los medios digan de mi. Mi único interés es encontrar a Misaki que de seguro se largo con ese profesor. Y de una vez le advierto que no trate de acercarse a mi esposo.
—Veo que te importa poco lo que te diga y debo de recordarte que así como tú lastimaste a Misaki, tal vez ese dolor te sea devuelto y al doble, y no, no te preocupes por mi, no tengo ningún interés romántico en Misaki.
Yo deseaba que fueras feliz con ese niño, después de todo eres mi hijo y quiero tu bienestar. Espero de verdad no sufras cuando te des cuenta de tus errores, Akihiko.
El escritor estuvo por refutar esa respuesta y el sonido de un auto a toda velocidad le hizo voltear a la derecha, con asombro vio el Bentley de Misaki pasar de largo y arrojó el teléfono
—¡Es Misaki! ¡Date prisa Tanaka!
El escritor piso el acelerador y movió el volante empujando al mayordomo.
—¡Amo Akihiko, no sea imprudente!
—¡Alcanza a Misaki entonces!
Tanaka tomó el control del deportivo y aceleró para alcanzar el auto del castaño sin importar los gritos del Usami mayor al teléfono
Hiroki tenía que aceptar que manejar el auto de su ex alumno era pura adrenalina, tras unas horas de estar dentro, le agarró el modo y el gusto a conducir una maquina como esa y más porque era modo manual.
—¡Wow!... esto es divertido ya veo porque al idiota de Akihiko le gusta ir a todos lados con el deportivo gris. ¡Si!....
Al profesor se le borró la sonrisa del rostro cuando por el retrovisor veía un lujoso auto tratando de alcanzarlo.
—Ay no... que no sea gente de ese rubio loco porque ya valió.
Hiroki aceleró más y se calmó al ver la unidad de departamentos donde se encontraba el suyo con suerte podría confundirlo entre todas las unidades que conectaban el complejo e ingresó por uno de los accesos para perder al acosador.
Descendió por una rampa de forma silenciosa y giro a la izquierda para llevar el auto al estacionamiento. Se tranquilizó al ver que el auto giro por la derecha y respiro.
—El amortiguador de tu auto es estupendo Takahashi, cero ruido hace esta máquina.
Vio con alegría el estacionamiento y casi al final del mismo, el auto negro salía de uno de los costados y Hiroki puso el grito en el cielo
—¡Mierda! No no
Akihiko estaba sorprendido que Misaki o quien condujera supiera cómo ingresar a donde vivía Hiroki.
Salió hecho una furia para llevarse a su esposo y golpeó el vidrio que ahora estaba polarizado.
—¡Abre la puerta Misaki!
Kamijō lo veía con el ceño fruncido y ahora si se encabronó, quito el seguro y salía para responderle a su amigo.
—¡A mi no me gritas tarado!
—¡¿Hiroki?! ¿Eres. tu?
—¡Pues claro que soy yo! ¡Ni que fuera un holograma! No seas pendejo.
—¡¿Donde está Misaki?! ¡¿A donde se lo llevó el estupido de...
—Guarda silencio y no se de que me hablas Akihiko
—Si no quieres que te haga brazo de cochino para que hables como cuando éramos niños y verte llorar, será mejor que..
—Será mejor que se vaya de aquí Usami san
Nowaki aparecía de entre los autos y empujó a Akihiko.
—Deje en paz a Hiro san. Es una vergüenza que siga sin arreglar sus asuntos e involucre a mi novio
El médico se puso frente a él viéndolo sin parpadear
—Váyase Usami san ó ahora si, no dudaré en golpearlo.
Akihiko chasqueó la lengua y pasó a lado de Nowaki
—Dame las llaves Hiroki. Me llevaré el auto de Misaki
—No
Akihiko apretó el puño y sintió como le jalaron del brazo.
—Por favor amo Akihiko, vámonos de aquí—Pidió Tanaka
—Necesito ver el tablero, en el se quedan guardadas las últimas rutas de viaje de Misaki.
—Ya fue suficiente Akihiko, vete de aquí y deja de molestar a Misaki, tú lo abandonaste. Concéntrate en Shinobu o también lo perderás.
Hiroki dio la vuelta un poco triste y Nowaki no dudó en alcanzarlo.
Tanaka uso toda su fuerza para jalar a su amo y subieron al auto para regresar a donde le indicara Akihiko.
El mayordomo se sintió mal de ver a Usagi con los ojos un poco vidriosos, de seguro cuando se enterara que Misaki ya le había reemplazado por completo, su amo sufriría mucho.
—Te ves muy guapo con ese smoking Hiroki
—¿He?—El demonio miró extraño a Nowaki al decirle por su nombre.
Nowaki se acercó de forma lenta a Kamijo y le ayudaba a quitar su corbata. El profesor se cohibió con la mirada penetrante de su novio y trató de huir. Estaba algo cansado con la aventura vivida por el tonto de Miyagi y empujó ligeramente al pelinegro.
Kusama no se daría por vencido tan pronto así que de dos movimientos amarró las manos de Hiroki con la corbata.
—¡No..Nowaki...!
El médico arrancó prácticamente la parte de arriba dél smoking de Hiroki y comenzó a atacar el cuello de su amado.
—mmmm...
Kamijō comenzó a jadear al sentir esa lengua caliente y húmeda deslizarse por su cuello hasta llegar a uno de sus pezones y morderlos con hambre.
—Nowaki... detente..
—No,Hiroki.
Kusama hizo una pausa para abrir la cremallera de su pantalón y mostrarle al demonio lo duro que estaba.
—Nadie puede decirte por tu nombre más que yo. Así que, tendrás que complacerme.
El menor jaló a Hiroki hasta dejarlo arrodillado a la altura de su miembro caliente el cual arrojó una gota y empuñó el cabello para que Kamijō le chupara.
El demonio no pudo oponer resistencia puesto que sus manos se encontraban atadas. Así que lamió todo el tronco dispuesto en hacer gozar a su Nowaki.
—Oye Misaki ¿por qué el paquete de salchichas trae 10 piezas y el de pan trae solo 8?
Así no me conviene, porque para hacerme unos hot dogs necesito 2 paquetes de pan y si compro más salchichas de todos modos me hará falta más pan y así sucesivamente
—No lo sé Yuu, son esos misterios de la vida a los que jamás encontraremos respuesta y.....no puede ser Yanase, ya te mojaste el pantalón con tu jugo de durazno.
Misaki miró como la parte de la entrepierna de Yanase se mojaba más hasta el grado de escurrir por sus piernas . Yuu se hacía ovillo en el suelo por el centro comercial y alguien tropezó con el.
—Woaaaaaa ... ¡idiota! —Misaki vio como los repollos salieron volando y el rubio caía cerca de sus pies—!¿Qué me ves tonto?!
—¿Shi..Shinobu? ¿Que mierda... es está?
Misaki quizo patear a Shinobu pero desistió al verlo recoger las coles con mucha tristeza
—¡Misaki ayúdame!—Gritó Yuu
El castaño se agachó para revisar a su amigo mientras Shinobu le sacaba la lengua de forma graciosa.
—¿Yuu que te pasa?... Yuu responde, no me asustes así que me puede dar la diabetes ó al menos eso cuenta la gente..... Yanase.. ¡Yanase!
—¡YANASE!
Misaki se levantó de la cama todo asustado y miraba hacia los lados muy paniqueado, escuchó como caían trastes y en segundos Miyagi ingresaba a la habitación.
—¡Misaki! ¿Estás bien?
El editor abrió los ojos enorme al ver a su novio arreglado, un parchesito en su nariz y con una espátula en sus manos.
Un suspiro salió de su boca al ver que fue un sueño y se tranquilizó un poco.
No le tomo mucho tiempo recordar la candente sesión de sexo a la que fue sometido y sintió que el corazón se le saldría del pecho por la vergüenza. Misaki se cubrió con las cobijas y el profesor comenzó a reír por sus actitudes.
Con calma dejó la espátula en la mesita a lado de la cama y se acercó para descubrir el rostro de su novio.
—Buenas tardes Misaki, veo que tenías una pesadilla. No te preocupes estoy aquí mi amor.
Y tu amigo se encuentra bien, la señorita Aikawa me lo confirmo en un mensaje y dijo que después te comunicarás con ella.
Misaki sintió esas manos cargarlo hasta dejarlo sobre su pecho, el castaño aspiró el olor a ropa limpia y cerró los ojos.
—Miyagi...
—Dormiste mucho encanto. Ya son las 4 de la tarde. Prepare un poco de arroz ¿Quieres comer?
—Si
Misaki levantó la vista para encontrase con Miyagi, el rostro del docente se encontraba un poco hinchado pero no por eso dejaba de ser muy atractivo.
Yō le miró con ternura mientras acariciaba su cuerpo y tomó la mano del editor para besar el dorso.
Takahashi seguía perdido, procesando el sueño con Yuu y Shinobu y después por estar entre los brazos de Miyagi.
Recordó que le dijo que lo amaba y Misaki lo estrecho más fuerte.
Hace mucho que el castaño no se sentía tan pleno en la cama, mucho menos así de querido y deseado.
—Ven Misaki ponte esta bata y vayamos a la mesa, después puedes ducharte y cambiarte, he lavado nuestra ropa.
—Gracias Miyagi.
Misaki al ponerse de pie sintió molestias por su zona perianal y se quejó
—Auch..
—¿Que sucede Misaki?
—Me..me arde mi colita
—¿Toda?
—Solo.. el ano
Misaki se avergonzó al recordar cómo le pedía a Miyagi que lo follara muy duro y gemía como loco durante todas las veces que lo hicieron.
—No te sientas avergonzado Misaki, a mi también me arde un poco el pene
—Por la fricción ¿cierto?
—Si y quiero que sepas que me encanto hacerte mío otra vez— Miyagi se acercó para hablarle en su oído—Fue fabuloso, lo más delicioso que he probado en mi vida
El docente le cargo para llevarlo a la mesa.
Por lo drogado que estaba no se dio cuenta que la habitación que alquiló Miyagi tenía cocina y comedor.
Su novio ya había preparado arroz con un poco de pescado. Le acomodo en la silla y Misaki movió su cadera por la molestia.
—Si gustas podemos ir a la farmacia por aloe vera para la irritación Misaki
—Creo que si Miyagi y sirve que hacemos Tour en este lugar.
—Bueno, no sé si sea buena idea. De seguro te siguen buscando.
—Pues no me importa, ya no me voy a estar escondiendo de nadie. Durante años lo hice para no perjudicar a Akihiko, por miedo y por si se enojaba mi hermano, pero eso se acabó
Al menos que tú no quieras que nos vean Miyagi.
—Por mi no hay problema y coincido contigo, nada de escondernos—Miyagi se inclinó para estar a la altura de su novio y le besó los labios.
—También debes de saber que la propuesta de Fuyuhiko sólo fue una broma, me estaba probando mi querido "suegro" Y no te preocupes, él ya sabe de lo nuestro y hasta cierto punto, lo aprueba.
—Me tranquiliza un poco al saberlo, sin embargo todavía está ese tal Mink y Akihiko.Debiste ver a Usami tan celoso cuando le dije que eres mío Misaki.
—El señor Mink está confundido, pienso que soy el primero en rechazarlo y como que no lo acepta. Hablaré con él y dejaré todo claro. Con respecto a Akihiko debo decirte que tengo un poco de miedo, últimamente ha estado actuando de forma tan estupida que estoy seguro que el mandó esas fotografías por las cuales rompiste conmigo.
Esa noche de la cena no pasó nada entre Akihiko y yo, solo ese beso forzado y conversamos durante la velada porque no me gusta estar peleando y de malas con él y ¿sabes porque Miyagi?
—¿Por que Misaki?
—Porque desde que te conocí, algo intenso surgió en mi corazón. Si pretendo amarte como ya lo estoy haciendo debo de olvidar lo malo y perdonar. No quiero que lo vivido con Akihiko empañe lo que tenemos, conservaré mis recuerdos buenos de él así como tú los de Shinobu. Ellos decidieron amarse y siempre formarán parte de nuestras vidas y tendremos que aceptarlo. Por mi no hay ningún problema si tú llegaras a coincidir con Shinobu o Risako, porque durante años has sido parte de su familia.
Espero que los celos no me traicionen ó ellos intenten algo muy estupido contigo o entonces si correrá sangre Miyagi
—Me gustaría verte celoso Misaki
—No invoques al demonio que vive en mi, he aprendido bastante de Kamijo
—Hiroki es todo un caso y Misaki, ¿Tu me amas? Quiero escucharlo de nuevo.
—Por supuesto. Te amo Miyagi, es algo que había estado ocultando por miedo y bueno, no sé si sea importante, pero por fin le pedí el divorcio a Akihiko.
Miyagi se sorprendió de esa información, tendría a Misaki libre y solo para el. Se sintió tan dichoso que lo abrazó con mucha fuerza
—Pondré todo de mi parte pero si Akihiko hace algo estupido como besarte de nuevo, no se lo perdonaré
Miyagi recostó su cabeza en las piernas de Misaki y cerró los ojos. Era la primera vez que se sentía así de enamorado y estaba dispuesto en hacerlo saber al mundo, estaba decidido en hacer pública su relación. El profesor sintió su rostro un poco caliente y se acurrucó más en su novio
Shinobu veía con lágrimas en los ojos las imágenes que le llegaron a su móvil, no era una broma el ver a Akihiko golpeando al tal Mink.
No era broma ver a Miyagi con sangre en la cara y sosteniendo a Takahashi entre sus brazos mientras al parecer salían del lujoso hotel donde una cena muy importante se efectuó invitando a la gente más influyente de Japón. Todo un malentendido donde mafiosos y armas estuvieron presentes, haciendo un caos en una obra benéfica.
Y lo que menos era broma es que aseguraban que la pelea fue por asuntos amorosos donde al parecer él estaba involucrado. Lo que sí deseaba que fuera broma es que su padre y hermana no estuvieran frente a él, con su rostro lleno de enojo.
Lo que más dolía es que Akihiko no estaba a su lado......