Los días transcurrieron en el departamento de Miyagi quien cumplió su promesa de estar al pendiente de Misaki día y noche; de forma escrupulosa y caballerosa lo atendía al grado de no permitir que moviera siquiera un dedo.
Esto sin duda lo agradeció mucho Takahashi pero también le preocupaba que Miyagi terminara fastidiado y cansado.
Ambos acordaron casarse después de la boda de Yuu e Ijuuin y con respecto a Iason y Natsuko no quisieron tocar el tema porque las autoridades ya estaban haciendo su trabajo y Fuyuhiko tanto como Akihiko se encargaban de ese asunto.
Misaki poco a poco fue recobrando la movilidad de su cuerpo en general y eso le animaría bastante si no fuera por cierto asunto "incómodo" que le afectaba pero no era capaz de externarlo.
El profesor veía como su novio se paró del sillón por su cuenta sin usar las muletas y sin permitir que le ayudara.
—Misaki, eres terco ¿lo sabías?
—No soy terco Miyagi, soy tenaz que es muy diferente y aunque sea arrastrándome pero yo iré a esa boda para entregar a Yuu.
—Ya te dije que yo puedo hacerlo.
—Es mi deber como mejor amigo de Yuu entregarlo a Sensei el día de su matrimonio.
—¿No soy digno de llevar a Yanase al altar?
—Eres digno de hacerlo pero se lo prometí desde hace mucho. Hasta le dije que si Sensei lo deja plantado yo me casaría con él.
—Ajá y yo ¿que?
—Podemos ser uno de esos matrimonios polígamos y..—Misaki calló al verlo muy serio—Es broma Miyagi.
—No quiero que ningún otro hombre te toque Misaki. Ni porque sean los mejores amigos del mundo.
—Ya te dije que es broma.—Misaki desvió la mirada al ver los ojos molestos del profesor—¡Uff! Esto es muy complicado. No pensé que sostener mi cuerpo fuera como si estuviera cargando un costal muy pesado.
—Te ayudaré mi amor.
—¡No!
Miyagi se movió muy rápido para agarrarlo de la cintura por si Misaki se doblaba del esfuerzo y el castaño lo apartó con sus brazos.
—L..Lo siento Miyagi.
—¿Por qué no quieres que te toque?
—¡Buenas tardes!
El grito de Aikawa les hizo mirar por las ventanas y ahí estaba la editora muy sonriente.
Miyagi fue abrir la puerta sin dejar de observar a su novio.
—Aikawa san le recuerdo qué hay un timbre a lado de la puerta y que puede usar con toda confianza.
—Je je discúlpeme Sensei. ¡Misaki! que alegría verte de pie.
—Si es muy bueno, desde hace unos días lo estoy intentando solo y ha dado resultados. Ya puedo caminar, lento pero lo hago.
—Eso me alegra mucho y quiere decir que ya estás listo para lo que acontece dentro de unas horas.
—¿Qué ocurrirá dentro de unas horas Aikawa san?—preguntó Miyagi
—La despedida de soltero de Yuu. Pensé que Misaki se lo dijo.
—No, no estaba informado de eso—dijo Miyagi cruzando los brazos.
—Pues verás... no quería decirte porque estoy seguro que te negarías y...
—Estas en lo correcto Misaki.
—Oh vamos Sensei, permita que Misaki vaya; será una salida sencilla a un bar en las afueras de Tokio.
—¿En las afueras de Tokio? Así menos lo dejo ir.
—¿Por qué no puedo ir Miyagi?
—¿Cómo que por qué Misaki? No me agrada la idea de que vayas en este estado y menos a beber.
—Ya sabemos que lo tiene contraindicado y por eso pediremos unas bebidas sin alcohol—contestó muy sonriente Aikawa—Los chicos del bar son muy lindos y serviciales y tendremos atención exclusiva de ellos. Así que Misaki ni Yuu harán esfuerzo alguno.
—Con que chicos "muy lindos y serviciales" ¿Cómo se atreve a decirme eso Aikawa san? ¿tu opinas lo mismo Misaki?
—No Miyagi y si te estás imaginando que los bartender andarán desnudos con un laurel cubriendo sus genitales estás...
—En un error Sensei, ellos si andan desnudos pero se colocan un mandil negro.
—¡Aikawa!
—¡ah! Pero solo lo hacen cuando es noche de "solo para mujeres"
—¡Aikawa lo estás arruinando!
—Ay perdón.
—¿Entonces si quieres ver hombres que te estén enseñando el pene y las bellotas pero a mi no me dejas tocarte Misaki?
—No. ¿Cómo puedes pensar eso Miyagi?
El timbre volvió a sonar por el departamento y Aikawa dió unos brinquitos de felicidad antes de abrir.
—¡Buenas tardes Miyagi Sensei! ¡Misaki!
Miyagi se sorprendió de ver a Nowaki, Takahiro, Fuyuhiko, Haruhiko y el tío Kenzo en su puerta.
—Buenas tardes a ¿que debo el honor de su visita?
—La despedida de soltero de Ijuuin Sensei es lo que nos trae aquí—dijo contento el tío Kenzo— venimos por usted, por otro invitado y después nos dirigimos por el señor mangaka.
—No iremos, Misaki aún está convaleciente y no es bueno para su salud. Takahiro san me sorprende mucho que esté aquí.
—Mi hermano necesita un poco de distracción y alejarse de usted; lo ha tenido 24/7 durante estas semanas y ya es justo que conviva con sus amigos. Además Usami Sama me prometió que estará bien cuidado.
—Asi es y yo veo bastante bien a Takahashi, es lo bueno de ser joven y fuerte—contestó Fuyuhiko—Aikawa san ya está todo listo para que vayan en la camioneta, no tardarán en venir por ustedes.
Miyagi torció la boca por las palabras de Takahiro y veía a todos muy sonrientes.
—Me niego rotundamente.
—Anímese Miyagi Sensei—dijo Aikawa—a usted también le hace falta algo de entretenimiento después de lo mal que la pasó en el hospital. Estoy segura que se divertirá mucho con Haruhiko y los demás.
Misaki puso una carita triste mezclada con preocupación y Miyagi no entendía el por qué. Takahiro lo observaba con celos, tal vez no era bueno retenerlo ahora si lo quería el resto de su vida junto a él y no le quedó otra más que torcer su brazo.
—Está bien.
—¡Sii!—contestó Misaki alzando los brazos.
—Pero necesito estar informado de lo que hagan durante el transcurso de la noche y a la primera que Misaki se sienta mal, se queje o suceda cualquier cosa que le produzca desagrado yo voy por él y esto se termina
—Trato hecho Sensei—Fuyuhiko estrechó su mano.
Miyagi fue por su abrigo y después abrazó a Misaki con preocupación.
—No se que te ocurre estos días pero espero que puedas decírmelo cuando regresemos. Ve con cuidado Misaki. Te amo.
—L..lo haré.
—Y nada de estar viendo a hombrezuelos y sus bolas.
—Miyagi por favor.
—Ya entendí y ya me voy si tanto te incomoda mi presencia—dijo resentido el profesor y agarró su abrigo.
—¡Nos veremos después chicos!—Kenzo se despidió mientras empujaba a todos los varones fuera del departamento y cerró la puerta.
—Por fin se fue Miyagi, ya no lo soporto. Me voy a volver loco Aikawa.
—Tranquilo Misaki, tú puedes. Ven ponte más guapo de lo que ya eres.—dijo pasándole un par de suéteres y un abrigo para alistarse.
Cuatro mujeres y cuatro hombres viajaron en la lujosa camioneta de los Usami que fue conducida por Tanaka san. Todos bajaron muy felices del auto y y ayudaron a Misaki a ingresar al bar.
—Este lugar parece famoso, hay mucha gente—dijo Ann chan mirando hacia la pista.
—Ya habíamos venido aquí ¿no lo recuerdas?—preguntó Aikawa
—Debí estar muy ebria para olvidarlo.
—Ann chan se pone ebria con solo oler las bebidas.
—Cállate Ritsu. Seré una ebria pero no soy un zapato de quinta como tú.
—¿Zapato? No entiendo Ann—dijo Yuu.
—Sí, es un zapato, le echas alcohol y afloja.
Y a las pruebas me remito cada vez que Ritsu bebe y termina revolcándose con el cabrón de Takano.
—Mentira y si le aflojo el cuerpo de vez en cuando a Takano san es porque solo es sexo ¡esto no es amor!
—Pues que envidia que Ritsu si tenga con quien follar—dijo la tía Yunuen muy triste.
—Perdón por ser metiche pero ¿hace cuanto que no tiene intimidad Yunuen san?—preguntó Manami muy sonrojada.
—Ya no lo recuerdo ¿más de un año? Quizás dos...incluso hasta tres años.
—Esa cosa ya ha de tener telarañas y un montón de polvo acumulado en su interior.
—Cierra la boca Aikawa—Yunuen la amenazó con su zapato en la mano y Misaki empezó a reír.
—Ay..todavía me duele mi pechito cuando me rio.
—No haga mucho esfuerzo amo Misaki.
—Estoy bien Tanaka san, gracias por ayudarme a caminar.
—No se preocupe Yunuen san—dijo Ritsu—esta noche le conseguiremos un tío muy sabroso al que se pueda llevar al asiento trasero de la camioneta y se lo folla.
—¿Lo ven? Ven como se ha vuelto un descarado—aseguró Ann.
—No soy un descarado y si el idiota de Takano se puede vender en una subasta por varios millones de yenes entonces yo también puedo divertirme.
—Entonces todo esto es porque Takano fue comprado en la subasta pasada, pensé que estabas enterado de que ocupó tu lugar—dijo Yuu.
—El problema no es que se haya vendido, lo que me enoja es que después siguió viendo a la mujer que lo compró. ¡Se fue con ella a otras 2 citas él muy pito fácil!
—Tranquilo Ritsu—dijo Aikawa acariciando su cabeza—no hagas bilis porque te puede caer mal el alcohol.
¡¡FELIZ ÚLTIMO DÍA DE SOLTERO YUU!!
Tres hombres vestidos de conejitos se les acercaron en cuanto los vieron sentarse, les colocaron a cada quien un gorro en forma de pene y fueron con Yuu para animarlo.
—Hola bollito relleno de fresa—dijo un conejito blanco y le extendió un ramo de rosas—Eres mucho más lindo en persona Yuu, mi nombre es Hazuki.
—Gracias por las flores y mucho gusto Hazuki.
El conejito se quitó la máscara y le sonrió de forma cálida.
—Esperamos que te diviertas mucho en tu despedida de soltero y ¡wow! ¿Quién eres tú hermosura?
—H..Hola soy Misaki.
—Mucho gusto Misaki, eres muy guapo—Hazuki le besó la mano y el castaño la retiró muy rápido por la vergüenza.
—Oye Ritsu ¿No te parece que Hazuki se parece mucho a Usami Sensei?—preguntó Ann
—Si se parecen y ¡Santas similitudes!—Ritsu quedó con la boca abierta cuando el conejito negro se quitó la máscara.
Un hombre con cabello negro y ojos azules lo miraba atento y después se acercó a Yuu para darle una cajita morada.
—Que bonito collar, muchas gracias Kuroda.
—De nada Yuu, esto es de parte de Fuyuhiko Usami.—Kuroda se retiró de la mesa y Ritsu le siguió con la mirada hasta que llegó a la barra de bebidas.
El tercer conejito que era de color café le entregó otro presente a Yuu que resultó ser unas entradas a un lujoso Onsen en Hokaido.
—Gracias Seya.
—De nada Yanase y ¿puedo sentarme a lado de la dama?
Manami se puso toda colorada hasta las orejas cuando el atractivo conejito le sonrió y Aikawa se hizo a un lado para dejar que Seya colocara su rabito blanco en el sillón de piel.
—Estos niños conejo están muy guapos Aikawa, hiciste buena elección.—dijo Yunuen.
—¿Verdad que si?
Kuroda regresó con las bebidas y las ofreció a cada uno sin dejar de mirar a Onodera.
—¿Cuál es tu nombre encanto?
—R..Ritsu.
—Que lindo nombre tienes. Ya es hora de que comencemos con la diversión.
—¡Siii!—gritaron todos
—Les he servido bebidas sin alcohol para Yanase y Misaki. Y esta es para ti Ritsu, se llama polvo de media noche. Pruébame..digo, pruébalo, sé que te encantará—Kuroda sacó su encendedor y prendió fuego a la bebida
—¿Y e..esto como se toma?—preguntó muy nervioso Ritsu al ver la bebida llameante y por la mirada del conejito sobre su cuerpo.
—Sóplale sóplale—dijo Tanaka san.
—¡Uy! Sabe a vodka y miel, está muy sabroso Kuroda.
—Gracias Ritsu.
—Y el cóctel también.
Todos alzaron sus copas y Misaki dijo las palabras mágicas
—¡Por la felicidad de Yanase e Ijuuin Sensei!
—¡Salud!
—Hiroki ¿No deberías estar con Misaki y los demás?—preguntó Miyagi
—Callate anciano, que te valga porque estoy aquí con los sementales en lugar de ir con las nenas.
—Yo soy un anciano—dijo Fuyuhiko.
—Lo siento Usami Sama solo es una expresión.
—Hiro san ¿estás seguro que es por aquí?—preguntó Nowaki viendo el callejón—Esto parece un...
—Barrio de los Yakusas—Takano terminó la frase y prendió su cigarrillo.
—Al fondo parece qué hay un local con luces neón, podríamos echar un vistazo—dijo Ijuuin un poco desconcertado por la zona donde Hiroki reservó el espacio para su convivencia.
—Intentaré acercarme lo más que pueda—sugirió el tío Kenzo manejando lento por el callejón.
—Por suerte la camioneta está blindada por si alguien quisiera atacarnos a disparos.
—No seas exagerado Haruhiko.—dijo Hiroki.
—No le exagero, ya pasamos por uno de los barrios más peligrosos de Tokio, no me sorprendería que este también lo fuera.
—Yo digo que te equivocaste de ubicación Hiroki—aseguró Miyagi.
—Ya les dije que vamos bien, de acuerdo a la descripción este es uno de los pub más elegantes y sofisticados del rumbo y ya dejen de quejarse.
Descendieron del auto y todos se sorprendieron de ver el antro de mala muerte con luces neón y muchas motocicletas aparcadas.
—No nos dejemos llevar por la fachada—reiteró Hiroki—estoy seguro que adentro esta lo bueno.
Todos siguieron al profesor y en cuanto pusieron un pie en la entrada quedaron sorprendidos por lo elegante y lujoso del bar.
Las miradas de inmediato se volcaron sobre ellos y el tío Kenzo soltó una risita nerviosa y desconcertante al ver a las camareras.
—Je je...Hay puros bomboncitos como para Fuyuhiko y yo.
Todos parpadearon al ver que las camareras ya eran mujeres de la tercera edad.
—El bar de las abuelitas—dijo Takahiro—pensé que era broma de Aikawa.
—No tengo nada en contra—dijo Ijuuin—pero ¿Es legal tener a estas ancianitas trabajando?
—Deje lo legal. ¿Qué tal si a una le da un despechugue a una mientras estamos aquí?—preguntó Takano.
—Pues que Nowaki le dé respiración de boca a boca—contestó Haruhiko.
—¡Nowaki no besará a nadie que no sea yo!—gritó Hiroki—ni porque sea una dulce ancianita con el marca pasos fallándole.
—¿Entonces para qué estamos aquí Hiro san?-pregunto Nowaki.
—Estamos en este lugar porque aquí sirven el mejor vino de la reserva del siglo XX y por el show que presentan.
—Nunca he visto a una mujer mayor haciendo streptease.
—No seas bruto Miyagi ¿Como crees que ellas van a bailar? ¿Y qué pensaban? ¿que iríamos a ver hombres en tanga o mujeres llenas de silicon? Pues no señores, estaremos rodeados de estas amables abuelas y ahora ¡siéntense en la mesa de allá!
Todos obedecieron al enojado demonio y una mujer se les acercó.
—Buenas noches caballeros. Es un honor recibir a hombres tan guapos e importantes como ustedes. Sobre todo a Ijuuin Sensei.Que su próximo matrimonio esté lleno de dicha.
—Muchas gracias—contestó el mangaka
—En unos momentos les traen sus bebidas, espero que les guste la presentación de mis hijos.
—¿No que no veríamos hombres?—preguntó Takano.
—Guarda silencio—refunfuñó Hiroki.
Las luces se apagaron y un par de bellos jovenes aparecieron por el escenario vestidos de guerreros de épocas muy antiguas.
" Y con ustedes: Tsukushima e Izumi Kotaro"
A Takano casi se le salen los ojos cuando Tsukushima dio la vuelta encontrándolo muy bello. Y Miyagi sonrió con tristeza al ver que Izumi tenía un ligero parecido con su Misaki.
Tecleó un mensaje muy breve para Tanaka preguntando por su futuro esposo esperando que le informaran qué tal iba el asunto por allá.
—¡Y ahora pasemos a los bombones!—gritó Hazuki sacando unos pálillos para brochetas y colocándolos por el cinturón de Kuroda—el que más bombones logre insertar por uno de estos palitos sin usar las manos tendrá un regalo sorpresa. ¡Vamos Aikawa san, tu serás la primera! ¡Usa tu boca!
Misaki rió al ver a la editora picando su frente cuando intentó clavar un bombón y se agarró el estómago.
—¿Se encuentra bien amo Misaki?
—Si Tanaka, es que de tanto reírme ya me duelen mis costillas otra vez.
—¿Debería decirlo a Miyagi Sensei? Justo ha mandado un mensaje preguntando por usted.
—No quiero preocuparlo.D..dile que estoy bien.
—Ya lo estoy haciendo...listo, mensaje enviado.¿Ocurre algo malo entre ustedes?
—No Tanaka.
—Me pareció que ya estaba ansioso porque Miyagi Sensei se fuera.
—Así es.
—¿Y por qué? Creí que su relación estaba prosperando.
—Lo está solo que..
—¿Qué cosa? Puede sincerarse conmigo, créame cuando le digo que por años escuche los problemas de Akihiko y Haruhiko cuando fueron adolescentes.
—Es incómodo decirlo.
Misaki se puso rojo y comenzó a jugar con sus manos.
—Miyagi ha sido muy atento y cariñoso desde que nos conocimos. Sé que no se separó de mí ni un momento mientras estuve en el hospital y estas semanas me cuida como si yo fuera lo más preciado en su vida. Es un caballero en todo sentido de la palabra.
—Eso habla muy bien de Miyagi Sensei. Es excelente que cuide del amo Misaki de esa forma.
—No, no lo es.
—¿Por qué no?—preguntó asustado Tanaka
—Porque hay besito de buenos días, besito de buenas tardes, caricias por encima de la ropa y besitos tiernos antes de dormir. Es muy amable cuando me ayuda a bañarme o comer. Se sabe mis horarios de las medicinas y terapias al derecho y al revés y todavía me lee cuentos o historias de niños muy bonitas. ¡Me estoy hartando de tanta dulzura!
—N..no entiendo amo Misaki.
—Tanaka san yo...¡Yo estoy esperando a ver cuando demonios a Miyagi se le ocurre follarme!
—¡¿Qué?!
—¡Así es!Desde que desperté tengo erecciones diarias y Miyagi parece no darse cuenta. Estos últimos días con solo un roce de sus manos y ya tengo el asta bandera a todo lo que da. Hace unas horas me agarró de la cintura y si no me lancé sobre él como depredador viendo carne fresca fue porque no puedo hacerlo con este cuerpo maltrecho ¡Y él no hace otra cosa mas que tratarme bonito!
—Lo hace porque quiere verlo recuperado al 100%, debió verlo como sufrió cuando estuvo en cama.
—Pues si, pero también me hace falta lo otro.
¡Soy un cerdo Tanaka! ¡Un cerdito que no puede valerse por sí mismo!—Misaki fingió llorar.
—No, no es así amo Misaki
—Buenas noches caballeros—dijo un hombre vestido de policía —El hombre de allá le manda esta bebida al joven.
<Esto es como un dejavú>
Misaki volteó a la mesa encontrándose con un atractivo hombre maduro y rubio que le sonreía. A su lado habían otros dos y alzó su copa e hizo un ademán de provecho.
El castaño agradeció por la bebida pero no la tomó por obvias razones.
—¡Ven Misaki, sigues tú!—Aikawa y los demás volvieron a acercarse para seguir con el juego—Tienes que ganarle a Manami.
—¿Cuantos bombones insertaste nee-chan?—preguntó Misaki.
—8 malvaviscos
—Wow sí que tienes habilidad con la boca.
—Ahora ya sabes porque Takahiro es feliz.
—Manami, que cosas dices.
—¡Vamos Misaki tu puedes! ¡Que se note que has practicado con Sensei!—gritó Ritsu
—Claro que puede—contestó Yuu—si tú eres Onodera mamadas locas, él es Misaki garganta profunda.
—¡Yuu!
—¿Qué?—Yanase metió un bombón a la boca de Misaki y jaló a Kuroda para que su amigo no se pusiera de pie.
Los gritos y risas siguieron en la mesa de los chicos con el hombre rubio viéndolos muy atento.
—Se supone que debería estar un poco ebrio y feliz pero lo único que tengo son ganas de llorar—dijo Ijuuin al ver que el telón cubrió el escenario.
—La historia de Tsukushima y Kuroda es muy triste. No debió morir—aseguró Nowaki limpiando un par de lágrimas.
—Por suerte Hazuki e Izumi quedaron juntos, me partió el corazón cuando Kotaro creyó que Hazuki no regresaría—dijo Fuyuhiko.
—Callense, que lo más triste es que Seya no vió a su hermanito crecer. Fue muy cruel que quedara ciego después de la guerra—Takahiro sorbió por su nariz.
—Ehm.. Takahiro san—Kenzo lo interrumpió—Seya y Yuzu no son hermanos.
—¿No? Pero si se veían muy unidos y fraternales.
Todos rodaron los ojos por lo despistado de Takahiro.
—Está obra es muy buena Kamijō—Haruhiko limpió sus mejillas—Ya veo porque tanta insistencia con que viniéramos aquí. Pídele a la abuela coco que traiga otra botella de vino para quitarme este dolor.
—Sí, deja la pido...¿A donde vas anciano?—preguntó Hiroki a Miyagi que agarró su abrigo a toda prisa.
—Voy por mi Misaki.—contestó guardando su móvil.
—Le dije que lo dejara en paz por unas horas—reclamó Takahiro.
—Lo siento pero no obedeceré su orden.
—¿En serio te irás a la mitad del festejo?—volvió a cuestionar Kamijō.
—Sí. Y me despido de usted Ijuuin Sensei, que la siga pasando bien y en otra ocasión podemos beber con más libertad.
—Yo voy con usted Miyagi Sensei—Takano se puso de pie y se dirigieron a la salida.
—Vayan con cuidado y ¡díganle a los chicos qué hay una dotación de preservativos en la cajuela de la camioneta!—gritó Kenzo muy divertido y triste por la historia que presenciaron.
Los hombres restantes alzaron sus copas e hicieron un brindis por el amor.
Misaki se sentía algo incómodo por las miradas que el hombre rubio le dedicaba, los demás estaban bailando y Tanaka san había salido a atender una llamada.
Al cabo de unos minutos ya tenía al sujeto en su mesa y haciéndole plática.
—Hola encanto, hasta que te dejaron solo. Mi nombre es Klaus Wolfstad. ¿Puedo saber el tuyo?
—Soy..Misaki.
—Si que eres una hermosa flor ¿No te gustó la bebida que te obsequié?
—No puedo beber alcohol, estoy en tratamiento.
—Es una pena, ¿me dirías de que estás enfermo?
—No estoy enfermo como tal pero tuve un accidente y sigo tomando analgésicos y un antidepresivo de vez en cuando.
—Eso explica porque no te has parado a bailar como los demás.¿Te gustaría acompañarme a mi mesa?
—No gracias, aquí estoy bien y como le dije tuve un accidente, no puedo moverme bien.
—Con todo gusto puedo llevarte en mis brazos—Klaus se acercó demasiado y le acarició su mejilla.
—Tengo novio
—Bien por ti, pero no te pregunte eso. Te ves tenso, estoy seguro que la mayor parte de tus achaques desaparecerán si tienes buen sexo.
—N..no es cierto
—Por qué tener un pene falso en tu cabeza cuando puedes tener uno de carne y sangre entre las piernas.
Klaus se acercó hasta su cuello y Misaki intentó empujarlo sin éxito alguno.
—Un cuerpo como el tuyo necesita ser cogido por un hombre como yo, tengo mucha leche para darte gatito de ojos verdes ¿Qué dices? ¿Irías conmi....?
—¡Hijo de puta! ¡¿Cómo le dices esas cosas a mi novio?!
El golpe se escuchó con estruendo y Misaki vio como el rostro de Klaus se torcía al impacto del puño.
—¡Miyagi!
El profesor agarró de la solapa a Klaus y le soltó un derechazo a la boca.
—¡Te voy a dar a tragar cloro por las vulgaridades que le dijiste a mi prometido!
—¡Miyagi Sensei!
Los demás se acercaron para detener la pelea, hasta los conejitos metieron las manos. Las copas y botellas volaron por los aires junto con los gorritos. Los gritos y maldiciones de Miyagi resonaron por el bar y Takano con Kuroda se vieron las caras comprobando que las similitudes existen.
Tanaka san, Aikawa y Takano charlaban con los oficiales de policía después de la pelea. Los demás estaban adentro de la camioneta de los Usami esperando a que les dieran luz verde para marcharse.
—Tan divertido que estaba el asunto allá dentro—dijo Ritsu mirando un preservativo.
—Lo siento—contestó Misaki—fue mi culpa.
—No amigo, no es tu culpa. El responsable es ese tal Santa Claus—dijo Yuu
—Es Klaus Wolfstad—corrigió la tía Yunuen.
—Ese, por su culpa nos echaron.
—Miyagi Sensei ¿se encuentra bien?— preguntó Manami viendo un poco de sangre por su comisura.
—Lo estoy, no se preocupe.
—Le pondré una bandita en su dedo Sensei—dijo Ann—al parecer se cortó con un vaso.
—Gracias, eres muy amable.
—No tiene que agradecer, este hábito lo aprendí de Ritsu que siempre traía uno en su bolso cuando los zapatos me lastimaban.
Miyagi sonrió sin dejar de mirar a Misaki. No habían cruzado palabra durante la noche y ambos estaban tensos.
—¡Que bueno que todavía no se van!—Hazuki salió corriendo de la puerta de emergencia con una canasta—Les he preparado unos cócteles y aperitivos para que los disfruten en su hogar. Me divertí mucho con ustedes.
—Gracias Hazuki—dijeron todos.
—Espero verte pronto Misaki—el conejito acarició su cabello y le dedicó una sonrisa antes de marcharse.
Miyagi cruzó los brazos, a estas alturas ya debería ser consciente de la atracción que su novio causa en otros hombres.
—Lo que quieras decirme hazlo ahora Miyagi,estamos en confianza así que no contengas más tus regaños o lo que sea—dijo Misaki algo triste.
Miyagi no contestó y muy seguro fue por Misaki para cargarlo. Se despidió de todos y abandonaron el bar.