Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Save Me (Superbat) (Crossover Marvel/DC) por Mariela

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

¿Por qué tenían que hacerle eso? ¿Acaso había hecho algo tan malo como para merecer tal penitencia? ¿El karma de casi matar a su omega seguía sobre él? ¿No podía al menos elegir su castigo? Honestamente, prefería volver a morir de forma lenta y dolorosa que estar ahí, en un ascensor, flanqueado por dos omegas que liberaban feromonas hasta picarle la nariz, sin poder mover un solo músculo de su cuerpo, y luchándo al mismo tiempo para no dejar salir a su lado alfa. Dios, de seguir así pronto entraría en estado salvaje y eso no sería bonito para ninguno de los omegas, especialmente cuando ambos lo atraían. Y no exageraba, es decir,¿qué más podía hacer el pobre kriptoniano cuando había un hermoso omega rubio llorándo, sollozándo y abrazándose a sí mismo, a su lado? Su alfa interno rugía y luchaba por tomar el control y abrazar al omega, confortarlo, calmarlo, consolarlo, darle protección y seguridad, detener su llanto. Rayos, ni él ni su lado salvaje soportaban ver llorar a los omegas, sea quien fuera, él nunca se sentía bien estando cerca de uno. Por eso, luchaba por no saltarle encima al rubio y terminar asustándolo y haciendo que lo odiara, además de que su destinado nunca se lo perdonaría.


¿Que cómo estaba tan seguro? Bueno, porque Bruce estaba a su diestra con el ceño fruncido y los brazos cruzados, lanzándole una mirada extremadamente furiosa y gruñendole cada que se movía, tambaleaba, o levantaba un sólo dedo en dirección al rubio. Le bastó con olfatear sus feromonas para saber que estaba celoso y enojado, y aunque tratara de explicarle que no tenía que estarlo, sabía que Bruce no lo escucharía. No cuando claramente estaba dominado por su lado omega.


En resumen, tenía a dos omegas que debía calmar, pero a uno lo asustaría de hacerlo, y el otro lo mataría. Demonios, ¿por qué esas cosas siempre le pasaban a él?


Suspiró. Quejarse y lamentarse no resolvería nada, tenía que encontrar la manera de consolar a Steve sin que Bruce lo matara, y de calmar a Bruce sin que éste lo matara. Qué difícil. Se sentía igual que cuando tuvo que resolver ese acertijo del maíz, el pato, la zorra, y el pequeño barco que no podía pasarlos a todos.


Y ahora que recordaba, de hecho, nunca resolvió el acertijo.


Volvió a suspirar, y justo en ese momento, una ola de feromonas lo azotó en un intento por tumabarlo sin éxito. Reconoció el aroma y volteó hacia el rubio, abriendo los ojos como platos al descubrir que, en efecto, él había liberado sus feromonas en un estallido solo comparable al de un alfa marcándo dominio, y Clark se quedó boquiabierto. Nunca pensó que existiera una realidad donde los omegas pudieran marcar territorio como los alfas, y el estar presenciándo uno le parecía más que asombroso. Sin embargo, tal asombro se desvaneció cuando vió a Bruce tambalearse, sujetarse de la pared, cerrar los ojos y comenzar a temblar.


-¿Bruce? ¿Estás bien?


-...s-sí...


El alfa frunció el ceño, no le creía para nada.


-Bruce-llamó intentándo acercarse, pero el omega lo detuvo con una mano en señal de alto-Bruce, no te ves nada bien.


-Só-lo es...un mareo, Clark-le restó importancia e intentó incorporarse en vano.


Esto llamó la atención del rubio, quien al voltear hacia el otro omega, y ver su estado, se dió cuenta de lo que había estado haciendo inconscientemente, y abrió los ojos por completo, para luego arrinconarse en el ascensor en un intento desesperado por alejarse de la pareja. Claro que esto, y calmar su llanto, no fueron de mucha ayuda, ya que, al sentir las piernas demasiado débiles, Bruce cayó de rodillas y comenzó a jadear.


-¡Bruce!-exclamó Clark alarmado, acuclillándose frente al murciélago-¡Bruce! ¡¿Qué tienes? ¿Qué te duele?


-...Cla-ark...ah ah ah...


El omega apretó más los ojos e hizo un esfuerzo colosal por respirar, sintiendose cada vez más mareado y con ganas de vómitar. Sabía lo que pasaba, Steve estaba atacándolo con sus feromonas, conciente o no, pero por más que liberaba las propias, no conseguía hacerlas retroceder y de no haber sido entrenado para resistir hasta el dominio de un alfa, seguro ya estaría retorciendose de dolor en el suelo, vomitándo y gimiendo.


-¡Bruce!-exclamó Clark aterrado.


Bruce abrió los ojos y lo miró, su vista estaba nublada, pero pudo enfocarlo lo suficiente para tirar de su camisa y acercarse a su oído. Steve vió a Bruce le susurraba algo al alfa mientras intentaba con todas sus fuerzas detener sus feromonas, para que luego éste posara su mirada en él y murmurara un escueto "lo siento", antes de liberar su propio dominio en su contra.


Hasta ese día, Steve había estado totalmente seguro de que no había alfa que pudiera afectarlo con sus feromonas, ni Thor ni su olor a bárbaro habían conseguido doblegarlo así, pero tal parecía que estaba equivocado. Sí, quizá en su mundo, en su universo, y en su multiverso, no existía un alfa con un domino tan grande y fuerte, pero en el otro, en aquel de donde venían Clark y Bruce, sí. Y en un parpadeo, se sintió golpeado por una ola de feromonas alfa que lo hizo caer de rodillas y someterse. Hacía tanto tiempo que no se veía a sí mismo mostrándo el cuello, hacía tanto que alguien no lo sometía, y aunque gruñó y apretó los puños intentándo resistirse, no consiguió levantarse siquiera. Todo su cuerpo, cada fibra de su ser lo obligaba a doblegarse al alfa, casi como si hubieran usado la voz alfa con él, pero Clark ni siquiera había emitido palabra alguna.


Alzó la mirada y observó con rabia al hombre, pero cuando vió que Bruce empezaba a normalizar su respiración lentamente y que su transpiración disminuía, entendió su accionar contra él. Clark estaba reemplazándo su dominio con el suyo, estaba reduciendo sus feromonas para minimizar los efectos, estaba intentándo evitar que lastimara más a su omega, ¿cómo podía molestarse por eso? No tenía nada que reclamar, él habría hecho lo mismo por Tony, y Kal-El solo estaba protegiendo lo que amaba.


"Tony".


La escena se interrumpió cuando el ascensor al fin llegó a su destino y las puertas se abrieron. Bruce hizo amago de levantarse, pero sus piernas fallaron y estuvo a punto de caer, de no ser porque el kriptoniano lo atrapó a tiempo.


-¡Bruce!-exclamó el alfa-Dios, tén cuidado.


-Estoy bien-respondió, intentándo no sonrrojarse al estar tan cerca de él-Puedo caminar yo solo.


-Pero aún estás débil, creo que lo mejor es que te lleve a la habitación.


-Por supuesto que no.


-Bruce.


-No estoy paraplejico, Clark.


-Sólo estoy preocu...-se interrumpió al ver por el rabillo del ojo al rubio, quien seguía de rodillas mostrándo el cuello-¡Oh, cielos, lo siento Steve!-dijo e inmediatamente retiró sus feromonas,.


Steve se levantó y, aprovechándo que ya estaban el piso correcto, salió corriendo hacia la habitación ante la miradas confundidas de Clark y Bruce.


-¿Crees que esté molesto conmigo?


-Si es el adulto maduro que creo que es, y la persona comprensiva que aparenta, no, no lo estára. Además, él me atacó primero.


-No creó que lo haya hecho a propósito, parecía triste y...


-Eso no es excusa para desquitarse conmigo-replicó echándo a andar por el pasillo junto al kriptoniano.


-Lo sé, pero como dije, quizá no se dió cuenta. Él me dijo que sus feromonas son más intensas que las de un omega normal debido al suero del súper soldado.


-¿Qué rayos es el suero del súper soldado?


-Es lo que le dieron para convertirlo en héroe.


-¿Entonces es un experimento?


-Esa es una forma poco amable de decirlo.


-Pero es la verdad.


-Bueno, sí, pero...-se rascó la cabeza, no sabía como refutar eso, y de todas formas, no valía la pena tratándose de su Bruce-Además, aún si hubiera sido a propósito, creo que es justo considerándo los problemas que le causamos con su pareja.


-Disculpa, ¿problemas?-arqueó una ceja-No es culpa nuestra que su novio no confíe en él.


-Pero tiene razón, no debí dormir en su nido y tú no debiste iniciar una competencia ahí.


-A ver, alíenigena, te recuerdo que eso no hubiera pasado si tú no hubieras intentado llevar a la cama al rubio desabrido.


-No lo llames así, Bruce-reprendió con el ceño fruncido y adoptando un tono más severo-Y ya te dije que las cosas no fueron lo que crees-dijo, sacándo las llaves para abrir la puerta al llegar a su habitación.


Sin embargo, no tuvo que hacerlo, ya que la puerta estaba abierta y la cerradura rota. "Steve", pensó Clark.


-¿Sabe tu rubio desabrido que nos cobraran la cerradura?-preguntó el omega, adentrándose junto al kriptoniano a la habitación.


Sólo para encontrar el armario saqueado con las puertas abiertas, y la puerta del baño cerrada.


-Rayos-refunfuñó-¿Tenía que hacer su nido en el baño?


Este último comentario hizo enojar al alfa.


-¿Quieres callarte, Bruce?-exclamó obligándo al omega a verlo-¿Qué diablos pasa contigo? ¿Acaso no puedes sentir un poco un empatía por Steve? ¡Destruimos su relación! Es nuestra culpa que esté sufriendo.


-¡Es tuya por querer aparearte con él!


-¡No íbamos a aparearnos!


-¡¿Y qué hacías en su nido?!


-¡Fué mi instinto alfa!


-Ah, claro, y si te revuelcas con él también será tu instinto alfa, ¿no?


-¡No! Por supuesto que no. Dios, ¿qué hago para que me creas?


-Ni aunque mandaras al mismo presidente te creería. Ese rubio arrastrado...


-¡No lo llames arrastrado!


-¡Eso es lo que es! ¿Acaso no te das cuenta que solo quiere seducirte? ¿Abrir las piernas para ti?


-¡Eso no es verdad! A Steve ni siquiera le gustan los alfas masculinos.


-Te dijo eso para conmoverte.


-¡No!


-¡¿Se puede saber por qué mierda lo defiendes tanto?!


-¡¿Se puede saber porqué te molesta tanto que me lleve bien con Steve?!


-¡Eso no...


-¡Por supuesto que sí! ¿Crees que no he notado tu molestia hacia él? ¡Steve no te ha hecho nada y no tienes derecho a tratarlo mal!


-¡¿A ti qué mas te da eso?!


-Steve es una buena persona y...


-Steve, Steve, Steve, ¡Me das asco! ¡Si tanto quieres a ese arrastrado pues ve con él y consuelalo!


-Tú sabes que yo jamás te haría eso.


-Repito, ¿y qué hacías en el nido de Steve?


-¡Ya te dije que fue mi instinto alfa!


-¿Y yo también fuí tu maldito instinto alfa? ¡¿Eso singnifiqué para ti?! ¡¿Instinto?! ¡Eres igual a todos los alfas!


-¡Claro que no! Bruce, yo te amo.


-¡Deja de mentir!


-¡No estoy mintiendo!


-¡Sí, lo haces!-gritó, para luego bajar la mirada y morderse los labios.


No iba a llorar, no tenía porque llorar, Clark no significaba nada para él, estaba siendo irracional. Pero...pero...


-Y lo peor...-alzó la mirada de nuevo y Clark abrió los ojos como platos sin creer lo que veía-Te creí-declaró sintiendo un nudo grueso en la garganta-Por un momento, yo...en verdad creí que era el único.


-¡Lo eres!-dijo desesperado-¡Dios, Bruce, te juro que eres el único!


Bruce negó y cuando Clark intentó acercarse, éste retrocedió.


-Bruce...


-Quiero descansar-dijo caminándo hacia la cama y tendiendose sobre ella sin siquiera quitarse los zapatos ni apartar las sábanas.


-Bruce, por favor, créeme, yo...


-Mañana hablamos Clark, ahora solo quiero descansar.


Clark suspiró y asintió. Reconocía que su omega debía estar muy agotado, había sido una noche difícil, y tal vez, unas horas de sueño le ayudarían a pensar. Dejó que durmiera en la cama y él tendió unas cobijas en el suelo (las que no fueron dignas para el nido de Steve) y se acostó, para que luego de unos minutos, se quedara profundamente dormido.


A la mañana siguiente, el primero en levantarse fue Clark, quien recogió su improvisada cama y pidió el desayuno a la habitación. Observó a Bruce dormir mientras esperaba, no podía evitar sentirse abrumado por la discución del día anterior. No entendía del todo por qué Bruce se había puesto a llorar de repente, era la primera vez que lo veía hacer algo así y no le gustaba nada haber sido el motivo de sus lágrimas. Ciertamente tenía derecho a estar molesto por el asunto del nido, pero mas que molesto, Bruce parecía celoso, y no podía creerlo. Es decir, antes de llegar a esa dimensión, específicamente antes de conocer al Capitán, Bruce se limitaba a ignorarlo y evadirlo, pero cuando el rubio apareció, de pronto, parecía molesto hasta porque respiraba el mismo aire que él. Y no pudo evitar sonreír, si su omega estaba celoso quería decir que ya lo estaba aceptándo como su alfa, que tal vez Bruce si sentía algo por él y no podía estar más feliz por eso.


Se acercó a la cama y acarició su frente con ternura.


-Oh, Bruce.


Hubiera deseado contemplarlo por más tiempo, pero pronto llegó el desayuno, y tuvo que recibirlo. Lo puso sobre la mesa, y caminó al baño para despertar a Steve, sin darse cuenta de que Bruce ya había abierto los ojos.


El millonario bostezó y salió de la cama para estirarse. No había dormido muy bien, ni por tanto tiempo, pero para un vigilante nocturno como él, había sido suficiente. Se alborotó los cabellos y se dirigió al baño, donde, para su desgracia, se topó con Superman tocándo insistentemente la puerta de éste.


"Rayos", maldijo. Realmente esperaba poder meditar sobre el día anterior antes de tener que hablar con él. Es decir, ¿cómo podría explicarle a Clark su actitud con Steve si ni él lo entendía? Además, lo que dijo al final, rayos, no sabía de donde había sacado eso, pero vaya que lo había hecho sentir deprimido. Suspiró, ya tendría tiempo para meditar después, por ahora, tenía que concentrarse en el localizador y en hallar una forma de salir de esa dimensión lo más pronto posible.


-Steve, por favor, sal.


-¿Qué sucede?-preguntó llegándo a su lado e intentándo no mirarlo de frente.


Clark se volvió a verlo y suspiró.


-Es Steve, no quiere salir.


-Ese no es nuestro problema.


-Estoy preocupado Bruce, ¿y si le pasó algo?


-¿Qué más puede pasarle luego de que su novio lo echara?


-Bruce.


El aludido rodó los ojos y empujó al alfa para que se apartara de la puerta, para luego tocar dos veces sin escuchar respuesta.


-Steve, sé que no estás de muy buen ánimo hoy, pero ¿podrías salir? Quiero usar el baño.


Silencio.


-Steve-volvió a tocar-¡Steve!


Siguió golpeándo la puerta cada vez con más insistencia, no es que normalmente fuera así de impaciente, pero de verdad necesitaba usar el baño y ducharse, y el rubio desabrido estaba acaparándo el baño.


-¡¡Steve!!


Al ver que el rubio en verdad no iba a abrir, el murciélago gruñó y miró al alfa.


-Derrivabala.


-¿Qué?


-Que la tires.


-Esa no es forma de hacer las cosas, Bruce, ¿y si Steve está desnudo?


-Bien por tí, ¿no?-masculló cruzándo los brazos.


-¡No, te juro que no!-negó con la cabeza.


-Vamos Clark, quiero usar el baño-el aludido no se movió-Bien, entonces lo haré yo.


-¡Espera!-exclamó deteniendo al omega antes de que tirara la puerta de una patada-¿Y si le pedimos el baño a los del cuarto de a lado? No creo que a Steve le agrade que irrumpamos así, además, tú mismo lo dijiste, él está muy triste ahora y tal vez sea mejor dejarlo solo.


Bruce arqueó una ceja pero aceptó sólo porque en realidad no quería interactuar tanto con el alfa en ese momento, y vaya vergüenza que tuvo que pasar al pedirle el baño a alguien más, pero agradecía que sus vecinos no hicieran preguntas. Aunque eso sí, eliminó completamente la idea de la ducha, ya bastante tenía con el baño como para avergonzarse más pidiendo la ducha. Finalmente, después de hacer sus necesidades, volvió al departamento y se sentó en el comedor con Clark, quien miraba con insistencia el baño como esperándo que el otro omega se les uniera, y ésto molestó en demasía al murciélago, quien frunció el ceño y, contra toda su naturaleza, intentó iniciar una conversación con Kal-El, pero el kriptoniano parecía estar inmerso en el rubio desabrido.


"¡¿Qué coño le ves, Clark?!", pensó rechinándo los dientes. ¿Qué, acaso él no existía? ¿Insinúaba que el rubio arrastrado era mejor que él? ¡¿Él?! ¡¿Sabía Clark cuántos alfas darían lo que fuera por conseguir siquiera una conversación con Bruce Wayne?! Miró fijamente al granjero intentándo llamar su atención, pero a diferencia de otras veces, en esa ocasión no consiguió incómodarlo, azotó su taza de café sobre la mesa pero tampoco obtuvo resultados, y al final, se levantó tan bruscamente que sacudió la mesa causándo que el café del alfa se derramara, pero eso tampoco logró que despegara la vista del baño.


-¡Voy a trabajar!-informó sin conseguir ninguna reacción.


Bruce apretó los puños y gruñó. Bien, si importaba tan poco para él, que se jodiera. Bruce Wayne no le rogaba a nadie, absolutamente a nadie, y con eso, regresó a la cama donde había dejado el localizador y la información que había extraído de él, para luego comenzar a trabajar.


*********************************************************************


Clark, por su parte, estaba muy preocuapdo por Steve. Tenía un muy mal presentimiento, y que el omega se rehusara a salir solo lo incrementaba.


La verdad es que temía que su tristeza lo deprimiera y lo hiciera autolesionarse, y la sola idea lo hacía estremecer y lo llenaba de más culpa. Es decir, si él no hubiera dormido en su nido, no se había impregnado su olor y el novio de Steve no estaría tan molesto con él. Seguro habría podido escucharlo sin tantas señales falsas de una infidelidad, y por eso, si Steve llegaba a intentar lastimarse, o lo hacía, nunca se lo perdonaría. Después de todo, lo único que habían hecho Bruce y él era causarle problemas, y sentía que debía disculparse. Es más, lo haría. Tan pronto como el omega rubio saliera, le pediría perdón hasta de rodillas por romper su relación.


Y con todos esos pensamientos revoloteándo en su mente, se olvidó del conflicto que tenía con su propio omega, a quien terminó ignorándo descaradamente en el desayuno. No había querido hacer eso, pero en realidad estaba aterrado por Steve, y Bruce estaba bien, así que no había porque preocuparse por él. Por eso, pasó el resto del día intentándo distraerse, ya fuera viendo la televisión, leyendo algunas revistas o saliendo a caminar, pero cuando cayó la tarde, y el omega no daba señales de querer salir por lo menos a ingerir alimento, empezó a temer que sus miedos se hicieran realidad, por lo que intentó hablar con él nuevamente.


-¿Steve?-llamó-Steve, por favor, tienes que comer algo-golpeó con más fuerza la puerta-Steve.


Bruce, quien había pasado todo el día intentándo ignorar al kriptoniano, y analizándo la información que había extraído del localizador, frunció el ceño ante los golpes del alfa y gruñó cuando éstos se hicieron más ruidosos.


-¿Quieres dejar de hacer eso, Clark?-exclamó hastiado.


-¡Steve!-llamó Kal-El, ignorándo olimpicamente al murciélago, quien le soltó una maldición y continuó su trabajo-Steve, por favor...¡Steve!


En ese momento, escuchó que algo se rompía y los nervios se apoderaron de él, causándo que abriera la puerta e irrumpiera, asustándo al omega rubio, quien dió un respingo y se volvió a mirarlo.


-¡Steve! ¡¿Estás bien?!


Steve lo vió confuso los primeros nanosegundos, pero tras entender lo que pasaba, sonrió y se despegó del lavabo, señalándo el espejo roto.


-Rompí el espejo. ¿crees que nos lo cobren?


-¿Rompiste el...-Clark miró al omega y luego al espejo, y luego al omega de nuevo, para luego suspirar con auténtico alivio-Me alegra que estés bien.


-Lamento haberte asustado.


-Descuida-se rascó la cabeza y desvió la mirada un tanto sonrrojado-B-bueno, ya que rompí la puerta, ¿crees que podrías salir a cenar? Estoy preocupado, no has comido nada en todo el día.


-Gracias, pero no tengo hambre-dijo y se metió a su improvisado nido, tomándo asiento en medio de éste.


Kal lo miró sin terminar de decidir si debía irse o quedarse a hacerle compañía, aunque evitándo poner un sólo pie dentro del nido para no causarle más problemas al omega.


Lo que le recordaba...


-Lo siento mucho, Steve-dijo posándo su mirada en él y notándo su confusión, por lo que se apresuró en aclarar-Lamento los problemas que te causé con tu novio, en verdad, no creo poder justificar mis acciones, pero quiero pedirte perdón por domir en tu nido sin preguntarte.


El rubio arqueó una ceja y lo miró tan severamente que, por un instante, se sintió igual que con Bruce, pero pronto las facciones de Steve se relajaron y pudo soltar el aire que sin darse cuenta había contenido.


-Ven-dijo Steve, invitándolo a sentarse a su lado.


Dentro de su nido.


-¿Estás seguro?


-Sí.


-Pero...


-Vamos Clark, no me hagas repetirlo.


El alfa no necesitó que lo hiciera y se apresuró en tomar lugar a lado del omega.


-Me gustaría culparte-dijo una vez que se sentó-Sería más fácil sólo hacerte responsable de todo esto, pero la verdad es que esto es mi culpa, y sólo mía.


-¿De qué hablas? Yo fuí quien...-se calló en cuanto vió al omega negar con la cabeza.


-Eso sólo detonó la bomba, pero la realidad es que la mecha ya estaba encendida desde mucho antes. Tony no confía en mí, no del todo, y no puedo culparlo por eso-bajó la mirada y cerró los ojos-No después de lo que hice.


-¿Qué?


-Yo ya había traicionado a Tony una vez, Clark, lo herí, lo hice llorar y humillarse, él prácticamente me suplicó de rodillas que no lo dejara, y dejarlo era lo que iba a hacer. Lo estuve pensándo y creo que es normal que se sienta inseguro con respecto a nuestra relación, digo, yo sigo siendo un imbécil religioso y...


-Espera, no estoy entendiendo, ¿le hiciste algo a ese omega?


Steve alzó la mirada y lo miró a los ojos. Suspiró. ¿Qué más daba ya si se lo contaba? Además, necesitaba hablarlo con alguien antes de que terminara asfixiandolo. Desvió la vista a la bañera como si esta fuera lo más interesante del mundo, y le contó al granjero sobre su triángulo amoroso, empezándo por la tensión sexual por la que habían pasado, su competencia, su relación con Thor, su enamoramiento con Tony, y lo que había pasado en la boda. Incluso le habló sobre sus creencias religiosas tan arraigadas en él, y, para su sorpresa, Clark no lo juzgó, sino que lo escuchó en silencio hasta el final con expresión neutra.


-Entonces, ¿dejaste a ese alfa plantado en el altar por el omega?


-Sí. En resumen, sí-confirmó sin atreverse a mirarlo-Me siento tan culpable, Thor no merecía que le hiciera eso, ni Tony, y todo porque tuve demasiado miedo para aceptar lo que soy. En ese punto, Tony tiene razón en odiarme, ¿cómo podría confíar en alguien que sigue creyendo que los omegas deben estar con los alfas? ¿En alguien que cree que ambos terminaremos en el infierno? Estoy seguro de que ni tú podrías.


-Bueno...


-¿Sabes qué es lo peor?


-¿Qué?


-Yo prometí que no volvería a lastimar a Tony, y eso fue precisamente lo que hice. Siempre lastimo a las personas que amo. Lo hice con Bucky, Peggy, Thor, Tony, y ahora, de nuevo Tony. Es lo único que sé hacer bien, y aunque me esforcé por no volver a causarle dolor, volví a hacerlo...Ese era mi mayor temor.


Era verdad. Steve había tenido tanto miedo de volver a herir a Tony que hizo todo lo posible por no hacerlo. Por eso traicionó a la pareja, por eso prefirió no saber nada de ellos en el Triskelion, el miedo volvio a controlar su vida y sus decisiones, pero ésta vez, se trató de otro tipo miedo, el miedo a herir a los que ama. Miedo a lastimar. Steve se volvió incapaz de lastimar. Pero, por no querer lastimar, terminó lastimándo.


-Te entiendo, ¿sabes?-Steve lo miró-Sé lo que se siente tener miedo a lastimar a las personas. Cuando yo era niño me paralizaba el miedo a herir a los otros, por eso evitaba acercarme tanto a ellos o dejarlos conocerme a fondo. Me perdí de muchas experiencias, no desarrollé mis habilidades sociales, y eso aún ahora me causa problemas, y lo peor es que pronto me dí cuenta que, entre más intentaba protegerlos, más los termina lastimando. Me pasó con mi primer novia, Lana, quería mantenerla alejada de los problemas que me traían mis poderes, pero eso abrió una gran grieta entre nosotros que casi nos hundió. Igual que con Pete, mi mejor amigo, y, ¿sabes? Creo que mi punto es que nadie puede andar en esta vida sin lastimar ni ser lastimado. Quizás el único consuelo que tenemos, es que podemos elegir quién no hace daño.


Steve lo miró insistente por unos segundos, su mirada fue tan penetrante que Clark terminó sonrrojandose y sintiendose incómodo, pero cuando vió que los labios del rubio embozaron una sonrisa, se relajó.


-¿De casualidad no sacaste eso de un libro llamado Bajo la misma estrella?


-¿Qué? No, claro que no. P-pero lo he leído, aunque...-se acarició la barbilla pensativo-Puede que inconscientemente lo haya citado, digo, creo que no hay nadie que no haya leído ese libro.


Por toda respuesta, Steve se echó a reír y Clark se contagió de su risa.


-Sí, todo tu discurso pareció ser sacado de ahí.


-Es una de las lecciones más básicas de la vida, pero creo que no todos vivimos de la misma manera. Supongo que hay quienes, por falta de experiencias de vida, se pierden de ciertos aprendizajes.


-Ahora suenas como un orador profesional.


-¿Qué puedo hacer al respecto?


-No es tan malo, a veces, es justo lo que la gente necesita escuchar.


-¿Y sirvió?


El rubio desvió la mirada, pero no borró su sonrisa.


-Tal vez.


-Si quieres mi opnión, Steven, yo creo que sólo tienes que demostrarle a Tony que lo amas, la confianza te la ganaras conforme pase el tiempo, pero lo más escencial es que te deshagas de todas tus ideas religiosas, las cuales, por lo visto, son tu otro mayor obstáculo.


-¿Pero cómo? ¿Cómo puedo hacer eso?


-La religión, Steve, pinta todo de blanco y negro, y, siendo ambos heroes, sé que sabrás que no existen tales colores, sino el gris. Cada uno vive lo mejor que puede, si hace bien o mal, da igual, es su vida, se esfuerzan por vivir, y si cuando estás con Tony te sientes bien, sientes que es correcto, entonces, ¿por qué no lo sería? Alfas con omegas, omegas con omegas, alfas con alfas, ¿quién dice en realidad a quién debes amar? Sólo tu corazón puede decirte eso, y debes escucharlo-le sonrió lo más tiernamente posible-Habla con Tony, compartele tus temores sobre ese alfa,  hablalé sobre tus pesadillas y la carga en tus hombros que ha puesto la culpa, y, si es necesario, hablalé sobre nosotros, seguro que así será más fácil explicarle lo del nido. Es más, yo podría presentarme ante él y explicarselo...o intentar hacerlo, ¿Qué dices?


Rogers no respondió, en cambio, ensanchó su sonrisa y abrazó a Clark con fuerza, hundiendo su rostro en su pecho, buscándo la seguridad que tanto le hacía falta en ese momento, y permitiendose también desahogar toda su frustación.


-...g-gra-cias...Clark...


-No es nada, Steve-dijo, estrechándolo y acariciando sus cabellos.


En su ensimismamiento, ninguno se percató de que alguien más había visto ese abrazo, y, sin conocer el contexto, malinterpretó la acción, y salió corriendo de ahí con la intención de alejarse lo más que pudiera de esos dos.


*********************************************************************


Bruce subió a la azotea del hotel justo cuando la noche ya había caído, y se acercó a la baranda para observar el barrio desde ahí mientras las lágrimas se escurrían de sus ojos. La opresión en su pecho no se iba, al contrario, aumentaba, y el nudo grueso en su garganta hacía que respirar fuera una tarea demasiado dolorosa. Se abrazó a sí mismo y sonrió con tristeza.


No tenía que ponerse así sólo porque el boy scout había encontrado otro omega. Era obvio que pasaría, ¿o acaso pensó que Clark soportaría su trato frío y desinteresado para siempre? Todos los actos tienen consecuencias, y Steven, después de todo, era más parecido a lo que Clark necesitaba, alguien más cálido, abierto, amable, empatico, alguien totalmente diferente a él que no temía dejarse llevar por su naturaleza omega, y que tampoco tenía que esconderla para ser un héroe y tener el respeto de muchos alfas. Steve era, en resumen, un buen omega para Clark, era justo lo que merecía, pero eso, en lugar de alegrarlo, le dolía.


Le dolía porque lo amaba, lo amaba desde mucho tiempo atrás, pero no había querido darse cuenta. Aunque no por ello, no había sido demasiado evidente, es decir, nunca fue propio de él hacer un drama tan digno de una obra de teatro escolar sólo porque hieren a uno de sus colegas, y es precisamente lo que hizo cuando le dispararon a Clark, además de que sus celos estuvieron a flor de piel cuando el boy scout se quedó hipnotizado por Steve en el centro comercial, así como cuando le pidió ayuda, y cuando lo vió dormido en su nido, todos esos detalles eran una prueba irrefutable de lo que sentía por el súper hombre, pero tales sentimientos no podían ser.


Lo sabía. Él no podía tener a alguien especial en su vida, incluso si éste alguien era indestructible, sus enemigos siempre encontrarían la manera de usarlo en su contra, de arrebatarselo, de herirlo, porque eso hace la ciudad maldita, Gótica le quita todo a todos, Gótica es un inodoro cuyo única esperanza es un murciélago nacido de la pudrefacción que yace en ella, quien además, está igual o más perdido que ella. Aceptar a Clark en su vida era el equivalente a aceptarlo en el infierno. Superman, después de todo, era la luz más brillante del mundo, y si esa luz de pronto decide brillar para él, sólo conseguiría atraer a las polillas, y las polillas lo devoran todo.


No podía permitirlo, no podía permitir que su alfa saliera lastimado por su culpa, que perdiera su sonrisa y su buen corazón por ser testigo de la corrupción, la crueldad, y la oscuridad que se pasea por las calles de su ciudad, y que esto marchitara su esperanza en el mundo. Clark merecía más, merecía lo mejor, y él no era lo mejor, era, al igual que la mayoría en Gótica, lo más aceptable de entre lo peor.


Su alfa marecía a alguien que caminara en la luz con él, y que le diera esperanza en aquellos momentos en que se llega a perderla. Merecía a alguien como Steve Rogers.


-Te creí incapaz de llorar, ahora veo que me equivoqué-habló una voz a sus espaldas, y al volverse, se topó con cierto alfa de un ojo-Pero aún creo que eres interesante.


El omega arqueó una ceja y se limpió las lágrimas.


-Fury.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).