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Smile. (Mpreg) por oksoya

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Maxel sintió gotas de agua cayendo por toda su piel en el momento que abrió sus ojos. Su cuerpo estaba de pies en medio de una calle donde charcos y grandes huecos daban un aspecto deteriorado a gran extremidad.

Su respiración se volvió agitada al mirar a su alrededor y encontrarse rodeado de casas hechas de madera y construcciones en muy mal estado que reflejaban suciedad y asco.

Aparentaba estar de día en aquel lugar, pero las nubes grises cubrían por completo el cielo por la fuerte lluvia, haciendo que el ambiente fuese frío y un poco oscuro.

El joven estando todavía en medio de la calle con la lluvia impactando con fuerza en su cuerpo, tardó un poco en reaccionar y darse cuenta que traía solo su ropa interior puesta; Observó a los lados pero no encontró su uniforme de la universidad.

El frío se volvía insoportable, así que detalló las casas en busca de algún refugio para quedarse, pero decidió correr hacia un callejón techado donde se podría cubrir del agua.

Por suerte en dicho callejón encontró mucha ropa tirada en el suelo que empezaba a mojarse por las gotas que caían del techo destruido en varias partes. En su mayoría eran camisetas de su propia talla, muy desgastadas pero que aún eran utilizables. Siguió buscando pero no encontró pantalones o zapatos, así que se conformó en colocarse una de esas camisas, sin embargo resultó que todas le quedaban el doble de grande a lo que su físico exigía en tamaño.

La camiseta apenas llegaba a cubrir hasta sus muslos, tapando por poco su parte inferior.

Fue entonces cuando se fijó que había algo raro en su cuerpo que no había visto antes, notó que sus músculos habían desaparecido, sus manos y pies parecían haberse reducidos y ya no se consideraba o sentía tan alto como antes, había bajado de estatura considerablemente.

Incluso su tono de piel pasó a ser de un blanco mucho más pálido, que con el más mínimo toque se volvía rojizo. Decidió ver después su reflejo en los charcos de agua estancados en el suelo.

Su sorpresa fue aún mayor al diferenciar la apariencia que ahora tenía. Sin ninguna duda estaba en el cuerpo de otra persona. Sus ojos pasaron de ser negros a un azul claro, su cabello era igual de corto pero al estar mojado se notaba que había crecido un poco.

Incluso sus expresiones faciales habían cambiado, se consideraba más atractivo que antes pero con cierta belleza delicada en cada movimiento que hacía.

"¿Pero qué diablos está pasando?" Pensó para sí mismo sin apartar su mirada del nuevo aspecto que ahora tenía.

Los pensamientos de Maxel daban vueltas, lo más creíble en ese momento era que estuviera en un sueño, o que su otra opción menos razonable fuese real y que estuviese dentro del videojuego.

- Que estupidez- se deshizo de ese ridículo pensamiento y se alejó para no seguir viendo el reflejo de su imagen.

Intentó pensar en un lugar cercano a su casa donde pudieran haber ese tipo de edificaciones en malas condiciones, pero en la ciudad sería imposible que existieran construcciones como esas; Parecía ser un barrio demasiado pobre sin ningún habitante circulando por culpa de la lluvia.

Pero la pregunta sería, ¿Cómo llegó a ese lugar casi desnudo?. No podía quedarse de pies en ese callejón sin saber lo que sucedía exactamente.

Sumergido en sus propios pensamientos escuchó los fuertes y sonoros pasos de alguien caminando por la calle oscura a unos cuantos metros de distancia.

- ¡¿Oye eres de por aquí cerca?!- Maxel salió del callejón siendo amable y se acercó hacia la otra persona que se encontraba encapuchada y que se detuvo al escuchar el grito del joven.

Debido a la lluvia, Maxel tuvo dificultad para verlo de cerca, estaba de espalda pero se dio cuenta que era un chico quizás de su misma edad, aunque más alto y corpulento que él.

- No sé como llegué aquí necesito regresar a...- Fue de pronto interrumpido por los extraños susurros de ese chico que ahora le quedaba viendo fijamente.

Maxel se asustó por un momento al notar el rostro lleno de cicatrices de ese muchacho que le daban un aspecto aterrador, como sí la cara la tuviese partida en dos, pero fueron los susurros lo que llamó más la atención.

- Eres un Preg, eres un Preg, eres un Preg- Repetía lo mismo una y otra vez subiendo la intensidad en su tono de voz, hasta que en un movimiento rápido tomó a Maxel y lo subió a sus hombros como si fuese un liviano saco de papas.

- ¡¿Qué estás haciendo bastardo?!- Los gritos de Maxel pusieron al hombre nervioso- ¡Bajame!- Quiso intentar golpearlo pero sus manos no parecían tener la misma fuerza que antes.

El joven con el rostro desfigurado constantemente miraba a su alrededor como si le preocupara ser visto. Rápido se introdujo en el mismo callejón donde estaba Maxel, tirando a éste último bruscamente en el suelo.

Una vez que su cuerpo cayó en la suciedad y humedad del suelo, Maxel intentó colocarse de pies lo más rápido posible, sin embargo el chico con las cicatrices le hizo caer boca arriba y colocó todo el peso de su cuerpo encima del pequeño con ambas piernas apretando su cintura.

- ¡Cierra el pico!- El más alto tapó la boca de Maxel con una mano, mientras que con la otra le impidió hacer cualquier movimiento- Si otros se enteran que eres un Preg van a querer tenerte también.

Maxel no entendía lo que estaba sucediendo y menos la razón de ser llamado Preg. Mientras seguía inmóvil y sin poder decir ninguna palabra, veía como el otro joven lo observaba con cierta lujuria en sus ojos que solo había visto antes cuando sus amigos hablaban de pornografía.

Lo siguiente que hizo el chico de cicatrices y que dejó perplejo a Maxel, fue pasar su lengua por el cuello, dejando un rastro de saliva hasta su mejilla.

Fue tan asqueroso que Maxel con su boca aún tapada intentó gritarle y zafarse de su fuerte agarre, pero le fue inútil.

Lo que dijo después lo dejó más sorprendido y asustado que antes.

- Ya la tengo dura- Soltó una risa dejando ver que le faltaban algunos dientes.

Dejó de sostener a Maxel, quedando sus manos libres por un momento para intentar acariciar el cuerpo a su disposición debajo del suyo.

- ¡Que mierda!, ¡maldito!- Maxel aprovechó para insultarlo y golpearlo con sus manos sueltas pero con cada golpe que daba era como pegarle a una pared de concreto. Además seguía sin poder moverse con libertad al tener la cintura atrapada con las piernas del otro.

"¿En qué clase de sueño estoy?" Pensó con la respiración acelerada por el miedo.

De manera brusca el cuerpo del supuesto Preg fue dado vuelta en el suelo quedando boca abajo, mostrando dentro de aquella enorme camiseta sus nalgas apenas tapadas con la ropa interior y que ahora eran observadas como si fuesen algo apreciado para el hombre que ahora dominaba la escena.

- ¡Deja de moverte!- Al encapuchado le molestaba los agresivos movimientos que hacia Maxel para soltarse, pero eso no impidió que pudiera inmovilizarlo con una de sus manos, colocandole ambos brazos detrás de su espalda y manteniendo su cabeza y pecho pegados al suelo.

Maxel de pronto escuchó al otro chico bajar sus pantalones con la mano que aún tenía libre, fue entonces cuando su mente quedó en blanco al imaginar lo que sucedería después.

Su ropa interior aún no había sido quitada pero sintió la caliente y dura herramienta que ahora se frotaba impacientemente contra sus nalgas a través de la tela.

Por fortuna segundos más tardes escuchó un quejido y el cuerpo del muchacho siendo quitado de arriba suyo. Aprovechó ese momento para buscar la manera de alejarse gateando, y luego darse la vuelta para ver lo que sucedía.

- ¿Qué mierda estás haciendo?- Un hombre mayor había tomado por el cuello al otro chico.

-¡Es un Preg!- Contestó rápidamente el muchacho apartándose de su agarre y mostrando en su rostro una orgullosa sonrisa de confianza, era evidente que se conocían.

El hombre mayor al escucharlo, vio fijamente a Maxel que ahora se encontraba sentado en el suelo con la respiración agitada y con miedo a correr al no conocer la zona.

- Bien hecho Tadeo, ganaremos muchos puntos con él- Ese hombre no tenía la intención de ayudarlo, sino todo lo contrario.

Maxel se sintió extraño al ser observado como si fuese algún tipo de animal en peligro de extinción.

Ambos desconocidos eran el doble de altos y musculosos que él, al igual que tenían las mismas cicatrices horribles en su cara. Esto sin mencionar que sus actitudes demostraban que no pretendían dejarlo ir.

- ¡Al diablo los puntos!- Se quejó Tadeo- Quiero preñarlo- Sonaba desesperado.

Maxel entre más los oía, sentía que pronto su cabeza iba a explotar por la manera en que hablaba y se comportaban esos hombres, definitivamente era un sueño demasiado extraño donde ya quería despertar.

- ¿Hijo, qué te dije acerca de los Preg?- El señor de unos 40 años veía a su hijo Tadeo ansioso ante la presencia de ese joven con ojos azules.

- Que se deben tratar con mucha amabilidad y aprecio- Tadeo respondió con un tono de sarcasmo- Pero él no es sumiso, es inquieto y se comporta de forma agresiva.

- Seguro es nuevo- El viejo se acercó poco a poco hacia Maxel- Antes de hacerle algo, tenemos que primero educarlo- Mostró una sonrisa igual de pervertida que la de su hijo.

- ¡Vete a la mierda...!- Exclamó de pronto Maxel.

Antes de poder decir otra cosa el Preg fue sujetado por el cuello y con un rápido y extraño movimiento de manos y dedos por parte del mayor, hizo que de inmediato cayera al suelo inconsciente.

-Llevalo a la casa sin que te vean- Ordenó el padre a su hijo- Después quiero verte a varios metros alejado de él.

Tadeo estaba fastidiado con la actitud protectora de su padre hacia el Preg, tratar de controlar sus impulsos le sería difícil cuando tenía deseos de tocarlo y volverlo suyo.

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Quizás no es erróneo confundir la realidad con un sueño porque al final ambos están entrelazados entre sí. Intentar sobrevivir es un lujo en donde un Preg tiene todas las de perder, y más con un inicio lleno de total perversión.

Smile.
Notas finales: Gracias por leer y comentar... nos leemos pronto.

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