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Un mes de locura por Sioa Shun

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San Miguel de Tucumán, sábado 8 de octubre del 2016


Re subido/corregido: San Miguel de Tucumán, Tucumán, Argentina. Miércoles 29 de Mayo 2019.


Un mes de locura.


Extra: La Venganza de Usami Akihiko.


By Sioa Shun Uchiha-san. 


Un día como cualquier otro Nowaki entraba en su casa, entrada la mañana, como de costumbre era difícil encontrarse con Hiroki, él seguramente ya estaría trabajando para esas horas pero algo fuera de lo común llamó su atención. Había un paquete justo al lado de su puerta junto a una carta.


El sobre blanco solo tenía escrito al frente las palabras Kamijou Hiroki, pero el paquete en cambio rezaba el nombre Kuzama Nowaki, intrigado por ese asunto deslizo sus pies por su casa tras cerrar la puerta, dejando la carta para su novio sobre la mesa de la cocina mientras él curioseaba el paquete. No era grande, más bien tenía un tamaño relativamente pequeño y al sacudirlo como si fuera un niño con su obsequio de navidad escuchó que dentro de la caja algo golpeaba contra los bordes de la misma. Dudoso de que fuera algo frágil prefirió dejar esa investigación y finalmente abrir el paquete. ¿Hum? ¿Un libro? ¿Qué clase de portada era esa?


 


-.-.-.-.-.-.-


 


Hiroki regresó agotado de trabajar entrada la noche, ese estúpido de Nowaki seguramente ya debería haberse ido a trabajar de nuevo, no sabía cuánto más iba a soportar eso de no verse casi nunca.


Fastidiado dejó su chaqueta y su maletín sobre el sofá mientras se quitaba la corbata con hastío, notando recién entonces que había un sobre sobre la mesa. Curioso y avergonzado, se acercó a ver de qué se trataba, seguro era alguna estúpida nota romántica de su atolondrado novio que siempre hacía esas estúpidas cursilerías, sin embargo al finalmente tener la carta en sus manos la inconfundible caligrafía de Usami Akihiko rezando su nombre llamó su atención. ¿Akihiko le había mandado una carta? ¿Eso se podía poner más raro?


Picado de insana curiosidad se sentó en el sofá y abrió el sobre, sacando de él el papel escrito con la prolija letra de su amigo.


Querido Hiroki:


Espero, mi amigo, que no hayas olvidado que prometí venganza en tu contra por todo lo que me hiciste pasar por culpa de tu manía de meterte donde nadie te llama.


Descuida he decidido no ser muy cruel contigo, deberías agradecer que Misaki te haya tomado cierto cariño aunque aún te teme como profesor.


La verdad, amigo mío, no quería involucrar a tu pareja pero sé que es la única forma de realmente llegar a ti.


Wow, alto ahí ¿Involucrar a su pareja? ¿¡Nowaki!? ¿Qué pretendía ese imbécil con Nowaki? Lo iba a matar, no podía ser que se lo hubiera tomado tan a pecho, ni siquiera fue tan grave, él y su mocoso novio se habían arreglado y ya estaban felices y juntos ¿Por qué tenía que ser tan rencoroso ese idiota?


Con temor, miró en todas direcciones preocupado por la ausencia del pediatra, pero luego se recordó a sí mismo que Akihiko siempre había sido un infantil empedernido, no iba a hacerle daño a Nowaki, eso era obvio, pero aun así le preocupaba el tipo de represalias que el escritor tomaría en contra de su joven amante. Temeroso, decidió continuar leyendo.


Antes de que te de un ataque, no, no voy a lastimar a tu preciado Nowaki, estoy seguro que él disfrutará mucho de la parte de la venganza que he tramado en tu contra que a él le corresponde.


Y no, no planeo acostarme con tu pareja ¡Idiota!


¡Akihiko! ¡Maldito bastardo! Odiaba que ese infeliz pudiera leer tan fácilmente sus pensamientos y sus siempre tan activos y molestos celos.


Bien Hikori, pronto entenderás a lo que me refiero. Por cierto, tenemos que salir a beber más seguido, te pones conversador y dices cosas muy interesantes. Tus concejos me han ayudado mucho en mi última creación.


Gracias por la inspiración.


Usami Akihiko.


¿Ayudarlo con su última creación? ¿Inspiración? ¿Beber? ¿Pero qué clase de cosas estaba fumando su amigo? No entendía nada, absolutamente nada. Su amigo por lo que parecía, cada día estaba más loco, a fin de cuentas la carta en realidad no contenía ninguna información interesante y ese último párrafo era muy confuso ¿Qué le dijo la última vez que se juntaron a beber? No lo recordaba, no tenía ni la menor idea.


Por otra parte ¿Qué era eso de que Nowaki estaba involucrado en la venganza? ¿Acaso el pediatra era un cómplice? No, claro que no, su novio no tenía el cerebro para hacer algo así, ni jamás se atrevería a jugarle alguna broma pesada, él idiota ese aun valoraba su vida. Cada vez entendía menos.


Estaba demasiado agotado como para pensar en los infantiles juegos de su mejor amigo, así que preparó algo simple para cenar, comió, se duchó y luego se fue directamente a la cama.


 


-.-.-.-.-.-.-


 


Esa noche la guardia estaba tranquila y lo agradecía a cualquiera que fuera el Dios de turno y no porqué fuera un holgazán, sino porque una guardia tranquila significaba que ningún niño había tenido la desgracia de enfermarse o tener algún accidente esa noche y eso era algo que celebrar.


Sentado en el área de descanso de los médicos, donde también tenían los lockers, se sentó en uno de los sillones para luego sacar de su bolso el libro que le había llegado por correo. No sabía quién se lo había mandado pero le daba una gran curiosidad.


En la portada se podía ver a un hombre de cabello y ojos castaños, entre los brazos de otro sujeto, más alto que él y de cabello y ojos azulados, además el más bajito tenía una cara de fastidio que mucho le recordaba a Hiro-san, la autora por lo que veía era Akikawa Yayoi, movido por curiosidad abrió la primera página y notó que tenía escrito una dedicatoria.


A Kuzama Nowaki:


Te dedico este libro, escrito con la información que Hiroki me ha entregado en varias noches de copas.


Conserva este regalo, que le he puesto mucho esfuerzo, espero le des el visto bueno


Este es el primer ejemplar, aún no están a la venta pero lo estarán pronto.


Hiroki dice que eres un poco idiota, así que para que te quede claro quien te envía esto, te dejo la firma.


Usami Akihiko.


Eso era una sorpresa... Espera, ¿Hiro-san decía que era Idiota? En parte no le sorprendía para nada esa información, pero por otro lado ¿Cómo que noche de copas entre Usami Akihiko y Hiro-san? No pudo evitar sentir la punzada de celos, pero aun con esas decidió respirar profundo y comenzar a leer.


Veinte páginas después, sus ojos estaban llenos de lágrimas. Esa era una novela que contenía la historia de él con Hiro-san como pareja. Desde la forma en que se conocieron, la forma en que comenzaron a vivir juntos, hasta su primer beso.


Podía notar a simple vista que si bien Usami había cambiado algunas diminutas cosas y rellenado con otras que aparentemente no sabía, la verdad era que esa era su relación narrada desde la perspectiva de Hiroki y era... era magnifico. Eso quería decir que Hiro-san le había hablado sobre él a Usami, le había contado su historia y eso lo llenaba de orgullo. ¿Eso iba a salir a la venta? Le encantaría que todas las personas que conocía tuvieran una copia.


Sin siquiera notarlo, pasó casi toda la noche de su guardia leyendo el libro, pero había algo raro con todo eso: la historia estaba tomando un giró muy insinuante ¿Hiro-san no le habría hablado a Usami-san sobre su intimidad? ¿O sí?


Las horas habían pasado y él seguí tan enfrascado en su lectura que no notó que Tsumori estaba parado justo detrás de él.


-Nowaki, leer pornografía en horas de trabajo no es algo adecuado ¿No te parece?- Preguntó en su oído en un susurró sensual que casi logró que le diera un infarto. Por un segundo hasta había imaginado la voz de Hiro-san, aunque en su mente sonó más a un "Voy a descuartizarte mientras duermes, Nowaki".


-¡Tsumori-Sempai! Lo siento mucho, no, no es pornografía. – Intentó aclarar nerviosamente mientras metía desesperado el libro en su morral.


-¿A no? ¿Entonces por qué estás tan rojo? ¿Por qué lo ocultaste de esa forma? Oh, Nowaki, eres travieso... Vamos, hay trabajo que hacer, necesito que me ayudes con unas rondas.


Entro casi arrastrando los pies, justo a última hora hubieron unas cuantas emergencias que lo dejaron molido, ese día había llegado mucho más tarde aun de lo que esperaba. Agotado como estaba dejó su morral sobre el sofá y se fue directo a la cama. Lo bueno era que tendría descanso después de eso, así que dormiría todo lo que necesitaba.


 


-.-.-.-.-.-.-.


 


Otro día en que llegaba a casa y Nowaki no estaba ¡Genial!... Espera... ¿Ese era su morral? Con una diminuta sonrisa recordó que su novio tenía descanso y tras dejar su maletín y desajustar su corbata se dispuso a hacer la cena.


Minutos más tarde ya estaba disfrutando de su comida, tirado en el sillón mientras sacaba algunos libros de su maletín, buscando algo para leer y entretenerse antes de ir a la cama, sin embargo, mientras hacía esto algo llamó su atención en el morral del pediatra. ¿Un libro? Eso era extraño, Nowaki no acostumbraba a leer por placer tanto como él. Picado por la curiosidad lo tomó entre sus manos, mirando espantado la imagen de la portada y el título en la parte inferior. Akikawa Yayoi.


¿Qué hacía Nowaki con una de las novelas BL de Akihiko? ¡Eso no podía ser verdad! Lo peor era que de hecho por la ilustración que había en la portada, podía hacerse una idea de que personajes habría en el interior del libro ¡Por el amor de Dios! ¡Qué no fuera lo que él estaba pensado! Cerrando sus ojos y hachando a la suerte su destino abrió el libro en una página al azar.


Era un tifón, no había forma en que no pudiera dejarse arrastrar por él. Nowaki era su perdición, no importaba que tan duro peleara, ese hombre, menor por cuatro años, arrasaba su cordura, lo arrancaba de todos sus esquemas y lo hundía en la más profunda pasión.


Sus manos grandes, cálidas, recorrían cada rincón de su cuerpo y él aunque intentara contener sus gemidos para mantener su orgullo en alto, no podía evitar que su nombre saliera de su boca.


-Nowaki.


-Hiro-san


Esa voz tan profunda susurrando en su oído, ese aliento cálido chocando contra su piel, hacía que sin lugar a dudas se perdiera en el más delicioso placer. Podía sentir sus dedos, acariciando tentativamente su entrada, esa que tantas veces había tomado haciendo que lo poco que quedaba de su conciencia fuera arrastrada dentro del tifón que era su amante.


Tanta pasión, tanto delirio, su cuerpo no podía resistirlo y acercándose más al oído de su amante, lo mordió con suavidad, tirando suavemente de él.


-Nowaki... hazme tuyo... ya... quiero sentirte dentro.


¡¿Qué mierda era esa cosa?! ¡Lo iba a matar! ¡Uso sus nombres! ¡Sus malditos nombres para una de sus asquerosas novelas pervertidas! ¡Él nunca había dicho semejante cosa! ¡Nunca! Sin siquiera pensarlo arrojó el libro a la otra esquina del cuarto ¡Maldito desgraciado! ¡Infeliz! ¡Idiota! ¡Depravado con problemas madurativos! ¡Imbécil ricachón caprichoso! ¡Inmaduro cabeza de rábano! ¡Desgraciado pedófilo! ¡Ojala le diera un ataque de estornudos cuando tuviera diarrea y en el baño no hubiera papel! ¡Y además que la diarrea le diera mientras estaba en una de sus malditas fiestas donde le daban sus malditos premios a ese escritor mediocre del diablo! ¡A ese mal nacido que decía ser amigo suyo lo habían parido en el jodido infierno!


Sin pensarlo había tomado su teléfono, iba a llamar a ese infantil idiota, y lo iba a escuchar, ¡Claro que lo iba a escuchar! ¡Y si no le atendía entonces iba a ir a su casa y a descuartizarlo con un cuchillo de manteca! ¡Cortarlo con hojas de papel! Ya iba a fijarse él que tortura era la más adecuada.


-¿Hiro-san? ¿Qué fue ese ruido? ¿Estás bien? – Un preocupado aunque aún cansado pediatra se asomó por el pasillo posicionándose detrás del sillón, mas no avanzo más al ver el aura negra que manaba de su pareja y atinó a mantenerse alejado para conservar su vida. -¿Hiro-san? ¿Qué ocurre?


-¡¿Qué hacías tú con una novela pervertida de Akihiko sobre nosotros en tu bolso?! ¡Eres un depravado idiota igual que él!- Gritó molestó el castaño.


Un poco desconcertado, el más alto miró entonces la pobre novela que estaba tirada de cualquier forma del otro lado de la habitación, boca abajo, abierta, haciendo que su páginas se doblaran un poco.


-Hiro-san, es raro en ti que maltrates así un libro, en especial uno que no te pertenece. Usami-san me lo envió, dice que aún no están en venta, así que me regaló el primero ¡Es genial!- Mientras decía esto, levantaba con cuidado la novela BL, resguardándola contra su pecho como si fuera algo preciado. Hiroki lo quería matar.


-Si aún no está en venta, aún tengo tiempo para matar a Akihiko y que esa cosa no sea publicada.- Pensó en voz alta con la esperanza brillando en sus ojos, aun podía salvarse de la humillación pública.


-Pero Hiro-san, es nuestra historia de amor, yo si quiero que se publique, es muy hermosa, además me alegra saber que le has compartido detalles tan íntimos de nuestra relación a Usami-san.


¿Detalles íntimos? ¿Compartido? ¿De su relación? "tenemos que salir a beber más seguido, te pones conversador y dices cosas muy interesantes. Tus concejos me han ayudado mucho en mi última creación." Las palabras de la carta volvieron a su mente. ¡Ese maldito desgraciado, infeliz! ¡Lo iba a matar! Pero algo lo paralizo, mientras estaba perdido en su ira unos grandes y cálidos brazos habían abrazado sus caderas y podía sentir la respiración de Nowaki contra a su oreja.


-Hiro-san, ¿Sabes? Creo que Usami-san tiene una gran imaginación... Hay cosas que podríamos probar. – Murmuró el menor, para luego deslizar sus labios por el cuello de su pareja.


-¡VETE AL INFIERNO, PERVERTIDO!- Protestó el profesor, intentado ajarse, pero los labios de su novio detuvieron sus intentos de huida y antes de darse cuenta ya estaba completamente a su merced.


Dos semanas después.


-Usami-sensei, su última novela BL ha sido un completo éxito, hace apenas una semana de su lanzamiento y están desapareciendo de las estanterías, creo que necesitaremos hacer una re-impresión. ¡Esa pareja es sencillamente genial! ¡Debe volver a hacer una novela de ellos!


-No volveré a escribir de ellos, Aikawa, pero debo admitir que es genial que estén vendiendo tan bien. – Comentó el escritor mientras tomaba otro sorbo de su café. Eso le enseñaría a Hiroki a no meterse con Usami Akihiko.


Mientras tanto, un avergonzado Hiroki, planeaba el homicidio perfecto mientras se negaba a salir de su departamento. Ya no podía mostrar su cara en público, temía que alguna de las fanáticas de "Akikawa Yayoi" pudiera reconocerlo. ¡Akihiko había ido demasiado lejos esta vez! ¡Ahora sí que iba a descuartizarlo!


-Hiro-san, creo que estas exagerando...


-Tú cállate, ese idiota lo hizo a propósito, me voy a encargar de que jamás encuentren sus restos.


-Ay, Hiro-san, pero esto fue una venganza por lo que me dijiste, mejor deja las cosas así y la gente pronto olvidará esto...


-La gente podrá olvidarlo, pero juro que yo no lo haré.


La moraleja de esta historia es simple: No te metas con Usami Akihiko, a menos que puedas afrontar su venganza.


FIN.

Notas finales:

Notas de Sioa:  Wee... Así terminó el fic :D ¡Muchas gracias a todos por leer! ¡ Por comentarlo!Los invito a ver mi perfil quizá alguna otra de mis historias les gusten, pronto subiré otro fic de la pareja romantica con participación de la nostalgica y la trifecta. El fic se llama "Resolviendo dudas existenciales" así que esten atentos si estan interesados, además tengo un mente un proyecto diferente con la trifecta tambien. 


Bueno, no tengo mucho más que decir que solo gracias por dedicarle algo de su tiempo a esto. 


Cuídense muchísimo. 


Sioa Shun Uchiha-san. 


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