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Un mes de locura por Sioa Shun

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Escrito: 23 de enero del 2013

Corregido: San Miguel de Tucumán, Argentina. Martes 14 de Mayo del 2019

 

Un mes de locura.

Capitulo 2: ¡Estúpida universidad!

By Sioa Shun. 

 

Estaba alterado, estaba tan distraído pensado en su despedida con Usagi-san que su paso se había ralentizado demasiado y estaba llegando tarde a su examen. Corriendo como si la muerte lo persiguiera, Misaki llegó justo a tiempo a su examen de análisis matemático, estaba sacando su lapíz cuando vio entrar una joven de cabello corto color castaño obscuro hasta los hombros, ojos verdes y tez pálida al salón. La joven caminaba lento, claramente perdida, mirando en todas direcciones buscando un asiento, sintiéndose ignorada por todos los presentes que tenían sus propios grupos ya organizados y sin lugar para una más.

Misaki miró a su sempai, esperando que este le diera el consentimiento de invitar a la joven a su lado, ciertamente esa actitud aterrada le recordaba a él mismo en su primera semana de universidad cuando nadie a excepción de  Sumi-sempai había tenido la capacidad para apiadarse de él. Sumi suspiro, y asintió, así que el castaño se paró alegremente de su lugar y levantó su mano llamando la atención de la joven para que se acercara y se sentara junto a ellos, le pidió permiso al joven a su lado y ambos se corrieron para que la chica pudiera sentarse primero.

La muchacha al ver ese gesto en la distancia se dispuso a acercarse rápidamente para ubicarse junto a ellos pero tropezó con las escaleras y sus cosas quedaron desperdigadas por el suelo.

-¡Ah! ¡Rayos! ¡Lo siento mucho!- Se disculpó alarmada juntando sus cosas con ademán nervioso mientras ambos jóvenes se inclinaban para ayudarla a recoger sus pertenencias antes de que él profesor llegara.

-Tranquila, no te preocupes... ¿Eh? ¿Qué es esto? - Preguntó Sumi, tomando entre sus manos un libro que llamó su atención por la portada, donde dos hombres estaban abrazados y besándose. Le mostró el objeto a Misaki que enseguida pudo reconocerlo como el último tomo de la novela BL que escribía su casero, poniéndose inmediatamente de todos los colores que su rostro era capaz de reflejar.

-Lo siento, por favor devuélvemelo... -Pidió tendiendo su mano levemente sonrojada y tomando el libro cuando Sumi se lo entregó. -Es una novela homoerótica, no quisiera incomodarlos lo siento - Se disculpo la joven levantándose del suelo y terminando de guardar sus cosas tomó una cajetilla de cigarrillos que se había caído al borde del escalón y la guardó en el bolsillo de su camisa. -Mi nombre es Naomi Yamada, pero puede decirme solo Nao. - Se presentó con una sonrisa antes de tomar asiento donde sus compañeros le indicaron unos minutos antes de su caída.

-Un gusto, soy Takahashi Misaki, y él es Sumi-sempai - Contesto aun totalmente sonrojado al saber que esa joven leía las perversiones que escribía su casero utilizando sus nombres, cuando Usagi volviera lo mataría... ¿Qué haría si esa chica que ahora se sentaba junto a él descubría que todo lo que ponían esos libros tenían casi un 80% de veracidad?

-Misaki-kun, Sumi-sempai, el gusto es mío, les debo la vida por apiadarse de mi... vengo de traslado de otra universidad y estaba algo aterrada de tener que empezar de nuevo, no soy buena con la gente- Reconoció la muchacha con una sonrisa algo nerviosa y un gesto de ansiedad en sus labios. 

-No hay de que, me recordaste a mi Misaki en su primer día- Dijo Sumi abrazando a Misaki contra él y acercando su rostro peligrosamente al del castaño que solo reía entre nervioso y divertido por las ocurrencias del mayor.

-Entiendo, entonces también debes de haber sido un torpe- Bromeó divertida la joven, sonriendo totalmente encantada con la escena frente a ella. Cuando el profesor hizo acto de parecencia en el salón, un silencio sepulcral se logró de forma unánime y se creó ese ambiente de velorio que solo podía otorgar un examen final, más de uno de los estudiantes allí presentes sabían casi a ciencia cierta que ese examen seria un desaprobado más en su lista de pendientes.

-Tendrán 3 horas para realizar el examen... A partir de ahora- Anunció el profesor haciendo que todos los estudiantes se inclinaran inmediatamente sobre la hoja frente a ellos y comenzaran con la larga y tediosa evaluación.

 

-.-.-.-.-.-.-.-.

 

Los tres estudiantes caminaban por el campus con suma tranquilidad, sentándose en una banca bajo la sombra reconfortante de un cerezo en flor.

Misaki como era de esperarse fue el último de los tres en entregar el examen, utilizando casi la totalidad del tiempo otorgado para realizar la prueba, el castaño aun estaba nervioso y no podía evitar pensar que en verdad se había esforzado en estudiar, no debería preocuparse tanto ya que fue el propio Usami quien lo había ayudado a entender un poco mejor aquella tediosa materia a la cual no le veía sentido.

-.-.-Flash back-.-.-

El joven estaba sentado en un escritorio lleno de libros y un cuaderno con diferentes tipos de ejercicios de análisis matemático frente a él, mas solo había hecho tres puntos y aun así no estaba del todo convencido de haberlo hecho bien ya llevaba cerca de dos horas con aquellos problemas a su vista tan complicados e inútiles para la vida. Él quería ser editor de manga ¿Para qué rayos quería el análisis matemático entonces?

-¡AHHHH! ¡Se me funde el cerebro! - Gritó dejando caer su cabeza sobre el cuaderno, sin embargo, apenas un par de segundos después sintió un aliento peligrosamente cerca, haciendo que los vellos de su nuca se erizaran provocándole un estremecimiento y un corto jadeo, sabía que solo había una persona que se le acercaba tanto.

Una risa burlona se escuchó en la habitación, mientras unos fuertes brazos rodeaban las caderas del chico que estaba en teoría "estudiando". -Eres patético si no entiendes esos problemas, Misaki- Murmuró  besando el cuello del estudiante.

-Usagi-san, déjame... Estoy estudiando- Protestó alejando a empujones leves al mayor de él, mas este solo se reía. -¿Por qué no en vez de burlarte, me ayudas?- Se quejó molesto sin pensar en lo que había pedido.

-Interesante propuesta, Misaki... pero ¿Cómo me pagaras?- Pregunto mirándolo seductora y depredadoramente. -Quizás si me dejas tocarte "eso" y meterte "lo otro", podría considerar ayudarte... - Declaró con arrogancia provocando que todos los colores le subieran a la cara al estudiante.

-¡Cállate!- Gritó totalmente alterado el castaño girándose nuevamente para ver su cuaderno. -Pervertido ¡Déjame estudiar!- Exclamó con los ojos cerrados y apretando el bolígrafo en su mano al punto de sentir que lo iba a romper por culpa del nerviosismo que le habían causado las palabras del mayor.

El mayo no pudo más que reír divertido y burlón, sacándole el cuaderno para leer los problemas y tras pensarlo un segundo volvió a burlarse con una risa más potente y natural. -Es lo mismo de siempre Misaki... tu no entiendes absolutamente nada del problema- Con paciencia se inclino sobre el escritorio posicionado detrás de su novio para explicarle  con voz susurrante  al oído el problema hasta lograr que el menor los entendiera bien a pesar de los nervios que le causaba el tener al mayor tan pegado a su cuerpo.

Tras varias horas había logrado entender todo, y había terminado con la mayoría de los ejercicios.

-¡Muchas gracias, Usagi-san! -Declaró totalmente alegre. -Ya lo entendí todo, quizás sea un genio- Decía con egolatría y diversión, con una gran sonrisa bailando en sus labios. -Ya casi termino, gracias a ti seguro apruebo el final.

-Bien, es hora de un descanso, aunque pensándolo mejor es hora de mi pago. - Aseveró volviéndolo a abrazar levantando le la camisa con una mano y acariciando la piel de su pecho con la otra. -Necesito "recargarme" de Misaki- Susurró en su oído con la voz teñida de lascivia.

-¿Qué? ¡No! ¡Espera, pervertido! ¡Ya te dije que no soy una batería...! ¡USAGI!- Pataleaba con todas sus fuerza mas fue totalmente inútil ya que el escritor siempre cumplía su cometido, además, honestamente no es como si realmente él quisiera resistirse. 

-.-.-Fin del flash back-.-.-

-Misaki... Misaki... MISAKI- Gritaba la muchacha de cabello castaño oscuro sacudiendo a su nuevo amigo que de golpe había empezando a cambiar los colores de su rostro por los del arcoiris. -¿En qué tanto estas pensado? ¿Escuchaste algo de lo que dijimos? - Preguntó con el ceño notablemente fruncido al sentirse ignorada por su chico.

Riendo nerviosamente, levemente mareado por los sacudones y avergonzado al ser descubierto pensado en las perversiones que su novio le había hecho hacer como pago por las lecciones posó sus ojos en la joven antes de hablar. -Lo lamento Nao-chan, estaba distraído. 

-Creo que nos dimos cuenta de eso, Misaki- Aseguró Sumi, inclinándose y apoyando sus labios en su frente.

-¿Sumi-sempai? ¿Qué haces?- Preguntó totalmente descolocado el castaño.

-Como te habías puesto muy rojo pensé que tenias fiebre, pero parece que no... ¿Acaso estabas pensado en mi, Misaki? - Consultó mirándolo descaradamente, haciendo que el menor solo se riera con nerviosismo e incomodidad mal disimulada. 

-Sempai, que cosas raras dices ¿De qué me estaban hablando?

- Te preguntábamos si quieres venir con nosotros a almorzar, acabo de revisar mi horario y al parecer mi próxima clase es a las 2 de la tarde y la tomo con Sumi-sempai- Dijo la castaña con una sonrisa. -Necesitas alimentarte después de esforzarte tanto en el examen, además quiero agradecerte por salvarme en mi primer día. 

-¿Eh? No, no gracias Nao-chan no hace falta, tengo que quedarme aquí, estaré en la biblioteca tengo que estudiar para mi próximo parcial de literatura y la verdad es que no entiendo mucho - Explicó el joven suspirando pesadamente para luego reparar que su celular sonaba anunciando la llegada de un mensaje, así que lo tomó  entre sus manos para poder leerlo. 

Usagi-san

 El vuelo tiene escalas, en un par de horas estaré en París... ¿Ya me extrañas? porque yo ya necesito de mi Misaki.

-¿Misaki?- Volvió a protestar la joven al saberse nuevamente ignorada por el chico, este estaba casi congelado, con las mejillas encendidas mientras sus ojos estaban fijos en la pantalla del aparato que tenía entre sus manos. La verdad sea dicha, ella no gozaba de una gran paciencia y ciertamente esa actitud estaba despertando su curiosidad, por lo qué, sin pensarlo mucho, se acercó más al chico posando su vista en el mensaje para leerlo esbozando después una sonrisa burlona en sus labios. -¿Quién es Usagi-san? ¿Acaso es tu novio? - Preguntó coqueta, consiguiendo sobresaltar a Misaki que dejó caer el celular por la sorpresa, esas preguntas habían logrado sacarlo de golpe de su ensoñación.

-Noa-chan, Usagi no es mi novio.- Aclaró totalmente avergonzado inclinándose para recoger el aparato que había caído en un charco de barro, gracias a dios no había tanta agua asique el aparato estaba sucio pero no dañado.  

-Perdón, Misaki, no era mi intención sobresaltarte pero te estaba diciendo que si quieres mi ayuda en literatura, soy buena en eso, quizás pueda darte unas clases- Dijo alegre la muchacha, aunque levemente apenada por el accidente que había provocado.

-Son un par de torpes.- Resopló Sumi con una mescla entre resignación y diversión al ver la escena de su nueva compañera ayudando al joven a limpiar el aparato de barro. 

-Descuida Noa-chan no hay problema solo esta sucio, no le ocurrió nada y la verdad agradecería mucho tus clases, pero por ahora ve a divertirte, es tu primer día y con un final mereces algo de descanso, nos vemos en la próxima hora- Declaró el castaño, viendo a sus amigos asentir y alejarse conversando entre ellos.

Desperdició unos segundos viéndolos caminar lejos de él antes de regresar su vista al aparato en su mano y decidiendo no contestarle por el momento el mensaje a su querido escritor, no sabría que decirle, o mejor dicho la verdad era que le daba vergüenza contestarle que de hecho ya estaba extrañándolo. 

Tras dar un largo suspiro, guardo su celular y giró sobre sus pazos para regresar al edificio e ir a la biblioteca con intención de estudiar para su siguiente examen, sin embargo su cabeza estaba tan ocupada pensando la infantil actitud de su pareja y en como debía de estar volviendo loca a Aizawa con sus tonterías que no notó que el suelo estaba más resbaladizo e lo normal por las lluvias de los días anteriores provocando que en un mal movimiento su pie se resbalara. 

Fue casi en cámara lenta, no atinó siquiera a detener la caída con sus brazos y en un parpadeo ya estaba  recostado de frente sobre el pasto, él lodo y esta vez también un charco de agua sucia, había caído justo sobre un punto donde el agua se había acumulado generando una pequé pileta de pasto y lodo acuoso. Levantándose lo más rápido que pudo para no empeorar el desastre e intentado ignorar que muchos pares de ojos se habían posado en él, cuyos dueños en algunos casos disimulaban una risa, otros miraban a otro lado con pena y podía escuchar a un grupo de tres personas efectivamente riéndose de su desgracia.  ¡Maldita fuera su suerte! 

Apresurado y pretendiendo que ahí no había ocurrido nada comenzó a caminar  nuevamente pero esta vez en dirección a la salida, no podía simplemente presentarse así dentro de la facultad tendría que volver a casa a cambiarse, pero entonces un recuerdo acudió a su mente, desesperado reviso su morral encontrándose con que el mini-Suzuki que había llevado de contrabando a la universidad estaba en iguales condiciones a él. Era definitivo, tenía que reparar su error, o Usagi-san iba a matarlo por dañar parte de su colección, además de que le preguntaría que había pasado para que el peluche terminara así, cosa que no podría explicar, simplemente no podía decirle que se lo había llevado a clases porque le recordaba a él y que había terminado teniendo un accidente tonto por culpa de andar distraído pensando justamente en el escritor.

-"¡Dios!  ¿Qué voy a hacer? Usagi-san va a matarme. Esté a sido un pésimo día, primero no logro dormir bien porque Usagi-san no me dejo hacerlo, luego él se va a parís, estoy seguro de que reprobé mi final de análisis matemático, mi nueva compañera lee el BL que Usagi escribe y no tardara en notar que el "Misaki" de la novela soy yo y para colmo ahora estoy todo embarrado y mini-Suzuki también. Definitivamente, hoy no es mi día... ¡Hermano, ayúdame!"- Rogaba en pensamientos con los ojos llorosos cual un niño desesperado.

Vio la hora en su celular, seguramente  ya no habría mucha gente dentro de la universidad así que subió corriendo por las escaleras con Suzuki en manos para ir al baño y poder asearse ambos, al menos un poco como para poder disimular su desgracia camino a casa además si no limpiaba rápido al animal de felpa probablemente luego sería imposible quitarle las manchas.  Todo iba bien hasta que al doblar en la esquina del segundo piso chocó de frente con alguien, y ambos cayeron de bruces al suelo, muchos papeles salieron volando junto con el pobre mini-Suzuki.

-Lo siento, no vi que veni--...- Al abrir los ojos y tratar de disculparse Misaki se encontró con el profesor más temido de toda la facultad, demostrando nuevamente su "buena fortuna" había tropezado nada más y nada menos que con el demonio Kamijou -"¡Maldición, es mi fin!"- Pensó sintiendo temblar su cuerpo con los ojos desencajados y sin saber que hacer exactamente comenzó a juntar rápidamente los papeles que le había hecho tirar al profesor.


-Fíjate por dónde vas, no puedes correr como un loco por los pasillos, podríamos habernos lastimado-  Se quejó totalmente molesto el mayor, soltando un par de gritos haciendo que el cuerpo del estudiante temblara aún más de miedo y nerviosismo, fue en ese momento que sus ojos divisaron algo extraño, un oso de felpa, lo tomó en sus manos examinándolo detenidamente, sin notar que el estudiante seguía con la vista fija en el piso recogiendo sus hojas.-"¿Podría ser posible? No, eso no tiene ningún sentido... Pero en verdad se parece mucho al que le regale a Akihiko cuando termino la universidad."- Analizó en su mente y buscando comprar esa descabellada idea le dio vuelta la cinta violenta de forma cuidadosa viendo en ella una inscripción prolijamente bordada amano: De: H.K Para: U.A 

-Kamijou-sensei, aquí tiene sus hojas. En verdad lo siento, no volverá a pasar- dijo totalmente alterado cuando notó a su profesor mirándolo desconcertado con mini-Suzuki-san en sus manos, alarmado y avergonzado se finalmente se lo arrebató. -Lo siento, lo siento, lo siento- Repetía haciendo nerviosas reverencias. -No es mío, lo lamento, es de mi casero se mescló con mis cosas y debió de haberse caído con el golpe. Lo veo en la clase, adiós- Nerviosamente quiso huir del lugar totalmente avergonzado porque su profesor descubriera entre las cosas de un estudiante de último año, un infantil osito de felpa.

Hiroki, aun en su asombro escuchó las balbuceadas excusas  del muchacho y notándolo con intención de huir se giró sobre sus talones, mirándolo con el frunció el ceño antes de alzar la voz.

-¡Jovencito, alto ahí...! Acompáñeme a mi oficina- Ordenó caminando unos rápidos pasos frente a él.

Misaki estaba totalmente desconcertado y caminaba lentamente tras Hiroki.

-"Estoy muerto... ¡Nii-san ayúdame... esta universidad también ha resultado ser un sitio peligroso!"

-.-.-.-.-continuara-.-.-.-.-.-

Notas finales:

Notas de Sioa: Bueno, así quedó corregido el capítulo, bastante conforme estoy creo que quedó mejor que cuando lo escribí en su momento. El personaje de Naomi tiene cierta relevancia en la historia espero que les agrade, ella si es un personaje propio. Bueno, ahora sí, sin más que agregar me voy a despedir. Espero que le haya gustado la actualización, mañana o pasado subiré el siguiente capítulo. 


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