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La identidad del tiempo por Kuro Kaori

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Notas del capitulo:

Me olvidé que debía actualizar... perdón n.nU

Como terminé de escribir esta historia, se ve que me "liberé" por completo de las responsabilidades XD 

Lo siento ♥

Steve miró a Ed sin poder ubicar del todo la imagen de ese hombre dentro del departamento. Era la primera vez que alguien que no fuese Bucky o él, visitaba la casa y por ese motivo, se le hacía extraño el tenerle allí. Sin embargo, Ed le estaba haciendo el favor de posar para él y a cambio, no podía tenerle en medio de una plaza sin poder ofrecerle ni siquiera un vaso de agua para saciar la sed.


Si Bucky se enteraba de que lo había llevado allí iba a matarlo, pero estaba el hecho de que le había pedido que se quitase la camisa, para poder vestirle con un chaleco de cuero y las extrañas pulseras que había diseñado para hacer de vestuario. No podía pedirle a Ed que se cambiara en medio de la calle o ¿sí? Eso no sería cortes.


Steve recorrió una vez más con la mirada, los músculos de los brazos ajenos. Es para dibujarlos a detalle, se repitió, pero sabía que era una mentira para autoengañarse. No se había imaginado que Ed tendría tan buenos brazos y una figura bastante estilizada, pero allí estaba él, tratando de mantener sus sonrojos a raya al notar que su nuevo amigo era más guapo de lo que había querido admitirse para sí.


Se sentía mal por ello, por pensar de esa forma tan poco decente. Si Ed supiese que se sentía un poco atraído por él, de seguro se alejaría, sin embargo, no podía evitarlo.


Hacía unos minutos que también le habían llamado la atención las cicatrices que Ed tenía. Estas eran líneas horizontales e iban desde los hombros hasta el codo, en un orden casi perfecto, pero al llegar allí, algunas ya se tornaban diagonales. Se había preguntado a que se debían e incluso, había formulado algunas teorías y hacía tan solo unos segundos, su mente había llegado a una conclusión. Ed se autoflagelaba.


La tristeza que lo embargó al llegar a esa verdad, se le hizo bastante difícil de disimular. No era correcto de su parte dejar entrever esos sentimientos tan negativos, acerca de un tema que su amigo no había tocado, por lo cual estaba tratando de disimularlo, pero se le hacía casi imposible.


"Por lo menos, esas cicatrices son beneficiosas para el papel de villano" Pensó tratando de desviar el curso de sus reflexiones, pero no bastó.


Ed, suspiró una vez más y se movió inquieto, arruinando por décima vez la pose en la que le había ubicado, causando que riese.


—Podemos descansar, si lo deseas-


—Sí... lo siento. Estar quieto no es lo mío- soltó esbozando una expresión de alivio a la vez que se dejaba caer con gesto brusco sobre el sillón.


—Has dicho que tenías una propuesta para hacerme- respondió, tratando de desviar su propia atención, de la cercanía que mantenía con Ed. Si tan solo alargaba un poco la mano, podría sentir su piel caliente y...


"Y nada, Steve... Debes tranquilizarte."


No recordaba vez alguna en que alguien le hubiese atraído de esa forma, pero, a decir verdad, tampoco era capaz de recordar en qué momento Ed había comenzado a gustarle. No era como si hubiesen pasado demasiado tiempo juntos, aunque, aparentemente, había sido el suficiente como para notar que ese hombre era muy apuesto.


Dejando el dibujo que había estado haciendo, sobre la pequeña mesita que había en frente de él, se acomodó nuevamente, para mirar a Ed, observando como él alcanzaba la carpeta que acababa de abandonar.


—¿Puedo? - preguntó amable, a lo que Steve asintió. Le gustaba la pequeña sonrisa complacida, que Ed esbozaba cada vez que veía uno de sus trabajos, le hacía sentirse halagado. —Eres tan bueno en lo tuyo que, pensé, podrías encargarte de dibujar los diseños para mí-


—¿Qué? - cuestionó, saliendo de la pequeña burbuja en la que se había metido hasta hacía unos segundos. Su propia falta de modales, lo estaba comenzando a horrorizar.


Ed volvió a sonreír.


—Quiero que dibujes para mi... Te pagaré- aclaró de inmediato.


—Yo... Industrias Stark se dedica al armamento- respondió Steve, tratando de no ofender a su amigo. De igual manera, cada vez estaba menos de acuerdo con su estilo de vida. Quizás, debería alejarse de él, pero el solo pensarlo le generaba un nudo en el estómago.


—Oh...- soltó, Ed y de repente, todo el entusiasmo que parecía haber tenido, se esfumó como por arte de magia — Supongo, que otra vez te he decepcionado.


—No quise decir eso... yo...


Ed sonrió y Steve tragó en seco.


—Las armas, son solo eso... Armas, Steve. El problema, es el hecho de cómo son utilizadas. Industrias Stark trabaja para el gobierno. Las armas son para defender el país. Si el momento llega ¿Tu defenderías el país?


—Por supuesto que sí- contestó sin dudar ni un solo segundo.


La sonrisa de Ed se volvió más amplia.


—¡Ahí lo tienes!


—Ed... ¿Tú fuiste a la guerra?


El aludido pareció pensarlo unos instantes, cosa que a Steve le resultó extraño.


—Yo... recuerdo una guerra, si-


—¿Recuerdas? - preguntó confundido.


Ed se removió incomodo en su lugar.


—Creo... Que he perdido la memoria. No lo sé. - Se dirigió al montón de ropa doblada que le pertenecía y tomó una pequeña libreta del bolsillo de su saco. Steve lo miró sorprendido y sin saber que pensar al respecto. —He hecho algunas anotaciones, pero siquiera recuerdo haber escrito aquí.


Tomó la libreta, que Ed le extendía y leyó lo que en ella había escrito.


"Mi nombre es EdwardStarkenson.


Soy hijo único de HaroldStarkenson y MarthaColleCarpel.


Nací el 29 de mayo de 1888 y tengo 48 años.


Soy ex combatiente de la primera guerra mundial.


Soy un drogadicto, tratando de rehabilitarme por mi cuenta."


—¿Has ido a la policía? - preguntó, tratando de superar el estado de estupefacción en el que se encontraba.


Ed esbozó una sonrisa que, casi, pareció burlona.


—No me parece buena idea.


—¿Por qué?


—Tú me conoces hace un par de semanas y ya tienes un concepto de mí, que deja bastante que desear- rio un poco y Steve se sintió avergonzado. —No creo que antes haya sido una persona diferente... Quizás, hasta soy un prófugo de la ley y no lo sé.


Steve tragó en seco, sintiéndose contrariado por la situación. Por un lado, el hecho de que Ed pudiese ser alguna especie de convicto o algo por el estilo, lo horrorizaba a tal punto que deseaba ponerse de pie y alejarse de él para ir directamente a buscar a las autoridades y por otro, no podía evitar pensar en lo desamparado que estaba y en el hecho de que parecía pedir su ayuda a gritos.


—Debes... sentirte muy solo.


—No lo sé... Tú estás conmigo- respondió, esbozando una sonrisa que a Steve le resultó por demás coqueta y que provocó que se sonrojase hasta las orejas.


Ed lo confundía. A veces, soltaba comentarios que parecían demasiado ambiguos, como si no le importase el peligro que había atrás de insinuarse de esa forma a un hombre, siendo hombre también. Sin embargo, a Steve se le hacía que así era él. Recordaba, una vez que habían acordado juntarse en el parque. Una muchacha que vendía flores se había acercado a ellos y le había preguntado a Steve sobre el precio de un retrato. Ed había contestado que ningún dibujo le haría justicia a su belleza y que, incluso, sus flores quedaban opacadas por ella, pero lo había dicho con tal naturalidad, que cualquiera que no hubiese presenciado la conversación, habría pensado que hablaban del clima.


Al final, la muchacha había terminado por regalarle un ramo de flores y Ed, se las había dado a él. Probablemente, esas eran las cosas que sucedían cuando se trataba de hombres con la apariencia de Ed, las damas reaccionaban complacidas ante los galanteos.


—Y ¿Bien?... Trabajaras conmigo.


Steve alzó los ojos, encontrándose con los de Ed, quien le miraba expectante.


—¿Cómo? –


Su amigo rio.


—Estás muy distraído hoy. ¿Te encuentras bien?


—Yo... Lo siento mucho. No sé en qué momento dejé de escuchar.


—Está bien... Solo te recordaba que te había hecho una propuesta.


—El trabajo...


—Exactamente... Insisto en que te pagaré.


—¡Oh, no, por favor!... Tú estás posando para mí, no puedo cobrarte el trabajo. Es ayuda recíproca-


—No es lo mismo-


—Es lo justo-


—Te pagaré igual. Y cuando seas famoso, tú me pagaras a mi- Contestó Ed, divertido y Steve no pudo evitar sonreír en respuesta.


—Está bien- aceptó sintiéndose contento.

Notas finales:

Espero que les haya gustado el capítulo. 
Muchas gracias por leer ♥

Hasta el lunes que viene... si me acuerdo de actualizar jajaja


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