El lugar al que el guardia los había guiado era una especie de sótano sin ventanas, bastante pequeño. Todo estaba repleto de pantallas en donde se transmitían las imágenes provenientes de las cámaras de seguridad, sin embargo y por lo que podía verse en ellas, eran grabaciones que Natasha había hecho pasar una y otra vez.
El engaño, al parecer, no había durado lo suficiente. No había rastros de Hammer en el sitio, aunque, podía decirse que no hacía mucho que alguien había estado allí. El café servido en un escritorio, todavía humeaba.
—¿Estás seguro que estaba aquí? - habló contorno amenazador, Clint.
—Si, era aquí donde se escondía- respondió el guardia -quien "mágicamente "y de manera repentina, supo hablar en inglés- ligeramente asustado.
Clint y Steve, caminaron con suma cautela por la habitación, cuando un sonido de algo crujiendo, les llamó la atención.
Mirándose mutuamente, Clint hizo una seña a Steve antes de volver sobre sus propios pasos. Steve lo observó en silencio, casi reteniendo el aliento, hasta que llegó a las escaleras por donde habían bajado. Otro sonido se escuchó detrás de ellos y el capitán apenas pudo esquivar la enorme estantería llena de pantallas que estaba cayéndose sobre él. En ese momento, vio la espalda de Hammer, quien huía del lugar por una puerta, por la cual ingresaban varios guardias.
Por sobre la cabeza de Steve, volaron algunas flechas provenientes de Clint y casi le pareció escuchar como cortaban el aire. El guardia que había estado con ellos aprovechó la distracción para huir, pero no le dieron importancia. Steve, sostuvo su escudo y comenzó a sacudirlo de un lado a otro para abrirse paso entre los hombres que facilitaban la salida de Hammer.
—¡Ve! - gritó hawkeye- Yo me encargó de ellos.
Steve se volteó a ver al arquero, descubriendo que le quedaban pocas fechas. Ese fue el motivo por el cual, dudó en obedecer.
—No te preocupes por mí. Se escapará. ¡Ve!
Ignorando sus propios instintos y haciéndose a la idea de que Clint se las arreglaría sin su ayuda, Steve saltó con habilidad la estantería derrumbada y esquivó algunos guardias, mientras que noqueó a otros, hasta llegar a la puerta, la cual, daba a unas escaleras. Subiéndolas a toda prisa, llegó a una puerta metálica, la cual, derribó de una patada, saliendo al exterior.
El fuerte viento lo sacudió violentamente y el sonido por poco lo aturdió. Alzando la vista, se encontró con un helicóptero que se había alzado varios pies de altura y apunto estaba por alejarse del lugar. Sin pensarlo dos veces, tomó impulso y arrojó su escudo contra la hélice, cuyos pedazos volaron por todas partes, obligándolo a tirarse al piso cuando uno de ellos casi lo alcanzó. El aparato cayó de lleno contra la nieve abollándose la trompa, quizás, si hubiese estado un poco más alto, habría explotado al caer.
Corrió hacía el helicóptero y al acercarse, el olor a la gasolina inundó sus fosas nasales. Mirando la nieve, descubrió un camino del líquido inflamable, al parecer, uno de los tanques había sido perforado. Rápidamente, Steve arrancó una de las puertas del helicóptero y se encontró con Hammer tratando de zafar del agarre del cinturón de seguridad. Tomó al hombre con fuerza y lo sacó de allí cargándolo para correr los metros que fue capaz, antes de que la explosión lo obligase a tirarse al piso.
El sonido de los pedazos volando por encima de sus cabezas, resultó surrealista, al igual que el calor le hizo saber que quizás no se había alejado lo suficiente de la explosión. Hammer, incluso, se movía con fuerza entre sus brazos, con la intención de liberarse, pero más que por el hecho de que lo hubiese atrapado, por una reacción primitiva ante el peligro.
Volteándose lentamente, pasados unos minutos, vio las lenguas de fuego elevarse como si tuvieran vida, siendo precedidas por columnas de humo negro. Girando nuevamente, observó a Hammer, quien miraba las llamas como shockeado.
Steve suspiró aliviado. Al fin lo habían atrapado.
-.-
La herida en su pierna había requerido de siete puntos de sutura. Una exageración, en su opinión, porque el suero hacía un buen trabajo a la hora de sanarla, sin embargo, por la pérdida de sangre los médicos de Wakanda, habían insistido. Las demás lastimaduras, por suerte, habían sido menores y no habían requerido más que una ligera limpieza.
Se sentía bien, un poco cansado luego de una misión, pero nada de qué preocuparse. Estaría mejor, si lo dejasen participar del interrogatorio, pero convenientemente, S.H.I.E.L.D. había decidido hacerse cargo de Hammer y era probable que alguna que otra agencia de inteligencia, también estuviese inmiscuida en esto. Incluso, habían trasladado a Catherine a los Estados Unidos. Al parecer, las noticias corrían demasiado rápido.
Por más que las investigaciones y las capturas hubiesen sido obra de los vengadores, no les permitirían meter sus narices en el asunto. Sin embargo, se conformaba con que no dejasen libre a ninguno.
Luego de una ducha rápida, que sirvió para relajar la tensión de sus músculos, Steve ya estaba listo para la guardia de esa noche, pero antes, se pasaría por el laboratorio para averiguar los avances que se habían conseguido hacer con la máquina.
Al ingresar al lugar, se encontró con Natasha, Clint, el doctor Banner y Shuri allí, incluso T'Challa. Todos parecían muy contentos y Steve sonrió por contagio, sintiéndose un poco confundido.
—Capitán- saludó, T'Challa y le dio la mano, para darle unas palmadas en el hombro. —Le dije que lo conseguirían.
Steve dirigió la mirada a Bruce, quien se acercó a ellos, junto con Shuri.
—Todo fue gracias a J.A.R.V.I.S. accedimos a la IA desde aquí, pero nos costó que nos dejara entrar y tratar de hackearlo era impensable, así que tuvimos que probar entre millones de contraseñas, pero ya conoces a Tony, la más tonta de ellas es la que funcionará.
—La cuestión- lo interrumpió Shuri, bastante emocionada —es que conseguimos los videos en donde Tony trabajaba en la máquina y pudimos avanzar en el proyecto cuando nos dimos cuenta de que estábamos un poco errados con la teoría del tiempo con la que nos manejábamos, nada que no hayamos podido arreglar en un par de horas.
Steve, se sintió nervioso. Trató de seguir el hilo de la conversación, pero no comprendía el punto al que estaban queriendo llegar, sin embargo, se le hacía descortés interrumpirlos.
—Luego, vimos que Tony usó un sincrotrón, lo que nos resolvió bastantes dolores de cabeza-continuó Banner — Y por supuesto, agregándole unas mejoras que nos permitieron controlar la ubicación espacio temporal. Fuimos capaces de realizar unas pruebas bastantes exitosas.
"¿Sincrotrón? ¿Qué es eso?... ¿Qué pruebas? ¿De qué hablan?" se preguntó, Steve, sintiéndose más confundido, a medida que la conversación avanzaba.
—Lo que los nerds están queriendo decir- salvó la situación, Clint —Es que han conseguido construir la máquina de tiempo.
—Traeremos a Tony de vuelta, Capitán- dijo T'Challa.