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Historias Cortas de Inuyasha. por Keiko Midori 0018

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Notas del capitulo:

El cumpleaños de Inuyasha está por celebrarse y con la llegada de su hermano todos sus planes se van al demonio.

Su cumpleaños número dieciocho estaba por celebrarse, había invitado a varios amigos.

La fiesta iniciaría temprano para festejar con su familia y por la noche una gran fiesta en compañía de sus amigos, sin duda sería una excelente noche hasta que su padre habló.

—Inuyasha, he invitado a tu hermano mayor, vendrá por la noche. —El chico se levanto bruscamente de su lugar.

—¿¡Porque invito a ese imbécil!?. —Desde pequeños habían tenido una gran rivalidad, ninguno cedía y todos se resignaron a que nunca se llevarían bien.

Su hermano de ya veinticinco años vivía en su propio departamento, no le gustaba compartir techo con él, cuando se juntaban parecían quererse sacar los ojos con tan solo verse, eso era algo frustrante para sus padres.

—Inuyasha querido, debes respetar a tu hermano. Deben quererse aunque no sean completamente hermanos. —Dijo ahora su madre. Era cierto, él y Sesshomaru no eran completamente hermanos.

Sesshomaru no era hijo de su madre, la madre del mayor se había divorciado de su padre cuando este era pequeño y vivía en el extranjero y a su vez el padre se había vuelto a casar y de esa unión nació él.

—Lo que escuchaste Inuyasha, si llegas a armar un escándalo  olvidarte de tu fiesta, así que se amable con él. Queremos que se lleven como lo que son, hermanos.

Masculló malas palabras en contra de su hermano y aceptó de mala gana, si quería festejar tendría que tragar su orgullo y permitir el paso a su hermano.

La pequeña reunión familiar fue amena y sin contratiempos, su hermano llegaría hasta la noche pues según su padre tenía asuntos que atender.

Llego la noche, el ambiente en la casa Taisho estaba movido, los padres salieron a una reunión fuera y no volverían en una semana, sería aprovechada por el menor.

La fiesta estaba en pleno apogeo y estaba alegre, su hermano no estaba por ningún lado y eso lo animaba a continuar.

Ya después de varias copas alcanzó a ver una cabellera plateada que destacaba entre un grupo de chicas, su hermano estaba luciéndose como siempre y eso aumento su mal humor.

—Maldito. —Gruñó molesto.

—¿Celoso?.

Volteó y se encontró con Koga, su mejor amigo.

—Claro que no. No molestes. —Su voz ya estaba algo ronca debido al alcohol en su sistema.

Durante la noche veía a su hermano lucirse con las chicas de su clase y eso lo enfurecía. Decidió tomar cartas en el asunto y poner fin a su rivalidad de alguna forma para reconocer al mejor de los dos.

Agarró una botella de alguna bebida, sinceramente no le importó.

Llegó frente a él y lo encaró.

—Sesshomaru, hoy decidiremos quien es el mejor de los dos. No puedes negarte o sería como darme a mí el título de vencedor. —Lo retó. Su hermano sólo sonrió con burla.

—Ya no eres un niño para jugar a estas cosas pequeño imbécil, será mejor que disfrutes tu fiesta o será la última. —Lo amenazó

—Así que... ¿Tienes miedo?. —Vio a su hermano mirarlo con rabia, dio justo en el clavo, ese clavo llamado orgullo.

—Dame eso. —Le arrebató la botella y procedió a tomársela, hizo lo mismo con una que le proporcionaron.

Ese pequeño incidente estaba siendo grabado por Kagome, una de sus compañeras mientras los demás hacían sus apuestas.

Botella tras botella iba terminando vacía.

Inuyasha cayó tras beberse dos botellas y media, mientras Sesshomaru bebió tres.

Lograron separarlos de su absurda pelea antes de que les diera alguna congestión alcohólica.

Ambos siguieron juntos en la fiesta como si fueran los hermanos más amorosos del mundo, todo culpa de la gran cantidad de alcohol en su sistema.

...
...

Despertó, su cabeza dolía horrores y se percató de que estaba desnudo, sonrió ante un posible polvo con alguna de sus hermosas compañeras de curso.

Se dio cuenta de que esa no era su habitación, era la antigua habitación de su hermano. No le tomó importancia y después de ponerse su ropa interior que logró encontrar junto a la cama se levantó, no duró mucho antes de que la debilidad de sus piernas lo hiciera caer.

Se dio cuenta de que su cabeza no era lo único que le dolía.

—¿Pero que...?.

Su ropa interior estaba húmeda y al verificar vio como una sustancia inconfundible bajaba por sus muslos. Una mueca de horror se formó en su rostro y como pudo entró al baño cerrando la puerta tras de sí.

Un grito ensordecedor se escuchó en toda la mansión Taisho, ese día el menor de la familia se dio cuenta de algo... Ya no era virgen en cierto lugar.

Tomó una ducha rápida, no sabía quien le había hecho algo así pero lo averiguaría. No recordaba nada. El último recuerdo que tenía era de él incitando a su hermano a participar en su pequeña batalla de bebidas.

Eso era, su hermano podría saber lo que ocurría.

Su caminar era irregular, los espasmos en su espalda baja lo estaban matando y sufría mucho, no tanto como sufriría el maldito que le había hecho eso.

Al salir de la habitación pisó una cámara, por suerte no la dañó. Recordó haber visto a Kagome grabando lo ocurrido, tal vez en esa grabación encontraría al culpable de su asunto.

Escuchó gritos provenientes del patio, segundos después varios de sus compañeros corrían a la salida empapados.

—¿Que esta pasando aquí?. —Frenó a uno.

—Tu hermano esta loco. —Fue lo único que contestó y salió huyendo.

Al asomarse vio a Sesshomaru con la manguera, al prestar atención se percató de que la usaba para despertar a los ebrios que dormían en el jardín.

Fue a la cocina y preparó una taza de café bien cargada para poder revisar la grabación.

—Buenos días. —Vio a Kagome bajar algo desalineada.

—Buenos días, Kag.

Ambos desayunaron y se les unió Koga, el moreno había sido víctima de la manguera que usaba Sesshomaru.

Finalmente estuvieron reunidos en la sala, incluso Sesshomaru estaba ahí pero sin mostrar la curiosidad que lo carcomía.

El vídeo comenzó, se podía apreciar la prueba de las botellas y como el Taisho menor caía al suelo completamente ebrio y empezaba a reír como un loco.

Todo iba en bailes demasiado sexuales con su hermano y algunas bebidas más. Algunos coqueteos y besos ocasionales.

—No te conocía esas mañas, Taisho. —Comentó la chica, su cara no podía estar más roja aunque a Sesshomaru parecía no importarle.

Koga de vez en vez soltaba una que otra carcajada al ver a su amigo intentando convencer a su hermano a que lo besara y/o acariciara.

—¡Quiten eso!. —Gritó avergonzado al ver como se sentaba en las piernas de su hermano y besaba su cuello.

—Intenta apagarlo y te matare. —Amenazó el Taisho mayor.

Lo único que vieron fue a dos hermanos tratarse como amantes y de una manera poco decorosa.

En una toma se vio a Sesshomaru cargando a su hermano cual saco de papas hacia el piso de arriba, aunque estuviera alejado de la cámara se alcanzaba a distinguir bien.

El recorrido de una tambaleante chica ebria buscándolos los llevo hasta una habitación cerrada.

Inuyasha, abre. —Tocó con insistencia pero nadie abrió.— Bien, dejare la cámara.

La cámara se quedo en el suelo y empezó a captar sonidos.

La cara de Inuyasha podía compararse con un tomate, esa cámara empezó a captar sonidos obscenos. En conclusión, escuchaba sus propios gemidos de fondo.

Trató de apagar la grabación pero se lo impidieron.

—¡Dame más! ¡Ahí, sí! ¡Si te detienes te mato!.

Escuchaba su voz –aguda en demasía – suplicando por más. Sólo le quedaba esperar a que dijera un nombre para matar a golpes al que se atrevió a hacerlo con él en su estado de ebriedad.

Durante unos minutos se escuchaban esos sonidos obscenos, pararon. Adelantaron el vídeo hasta que la puerta se abrió. No podía creer lo que veía.

—¡Sesshomaru!. —Gritó furioso, su hermano salía de la habitación acomodando sus ropas.

La respuesta que obtuvo fue el silencio de su hermano, de repente se levantó y se dirigió a la cocina.

Esperaron un poco y lo vieron regresar con una botella de alguna bebida alcohólica.

—Ten. —Se la entregó a su furioso hermano menor.

—¿¡Que demonios... Sesshomaru!? ¿¡No viste lo que nos pasó por beber!?.

Hizo caso omiso a sus quejas e insistió a que bebiera la botella bajo la atenta mirada del moreno y la chica.

—Quiero saber que pasó anoche y la única forma de hacerlo es repitiéndolo, así que bebe toda la botella.

Pelearon unos minutos hasta que Sesshomaru se cansó y lo cargó como a un costal en su hombro.

—¡Sesshomaru! ¡Maldito! ¡Te matare!. —Gritó furioso y avergonzado mientras golpeaba su espalda tratando de liberarse. Lo único que logró fue que su hermano le diera una nalgada que lo calló al instante.

Con su hermano en la espalda se dirigió a las escaleras, el menor tragó grueso.

—Hermanito, ¿sabías que los amigos hacen esto para reforzar la amistad?.

—Somos hermanos, idiota. —Se quejó mientras forcejeaba.

—Como te decía, en nuestro caso reforzaremos la hermandad. Y una cosa más... Somos medios así que no hay problema.

Las visitas que se habían quedado calladas ante el extraño espectáculo de los hermanos se quedaron un poco confundidos.

—Son muy extraños. —Reconoció la chica al escuchar gritos de protesta por parte del hermano menor.

—Si que lo son. —Finalizó el moreno al empezar a escuchar gritos de puro placer.— También son ruidosos.

Ella asintió dándole la razón, escuchaban al menor rogando por más y era gracioso pues hacia unos minutos atrás no quería aceptar.

—Vámonos de aquí.

Ambos se fueron de ahí evitando seguir presenciando como ese par "reforzaba" su hermandad.

En la habitación de Sesshomaru se llevaba a cabo un acto del más puro y mundano placer que pudiera existir, sin mencionar que ese acto carnal estaba prohibido para ellos por varias razones.

Sin embargo, sólo quedaba disfrutar los placeres de saborear el fruto prohibido. Todo eso había ocurrido en una noche, habían alcanzado una intimidad demasiado fuerte para un simple lazo de sangre pero eso se resolvería después.

A Sesshomaru le encantó probar a su hermanito, escucharlo gemir su nombre y rogar por más. Pensó que iba a necesitar más poder de convencimiento con él pero no había hecho falta.

Entrar y salir de él era placentero, no quería que fuera la única vez y estaba seguro que se repetiría pero eso sería en otra...

Noche de copas.

Fin.

 


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