Su atención se encontraba en su celular viendo algunos videos, cuando Yoh salió de bañarse, por razones desconocidas para sí mismo paso de ver su celular a la cintura del pelicorto, si lo pensaba mejor, Yoh tenía cintura de mujer, no solo eso, su confección se asimilaba a la femenina.
-¿Pasa algo?-cuestiono al percatarse de la mirada del contrario.
-Nada, pensando algunas cosa- ambos volvieron a lo suyo, aunque después Hao se extrañó por lo anterior, preguntándose él porque, en más de una ocasión Yoh se cambiaba enfrente suyo, ¿Qué llamo su atención?
Yoh tendía la ropa recién lavada, ese día sus emociones le generaban un poco de malestar, a estas alturas no le cabía la menor duda de que estaba enamorado de Hao, lo ama sencillamente y le hacía feliz vivir juntos, pero, Hao no sabía cuánto lo amaba y de saberlo tal vez toda su la confianza desarrollada en esos días se perdería, por ello callaba, no quería ver la sonrisa de Hao desaparecer por la incomodidad de no poder corresponder a sus sentimientos. Había ocasión donde solo quería pararse enfrente suyo y decírselo, ¿y si Hao si le corresponde?, no, solo era su imaginación infantil. Le dio vueltas al asunto todo el día, sentado sobre la colchoneta no pudo más, al imaginar lo peor, un día entrara Hao por la puerta presentando una hermosa chica, la cual vendría a ser su novia y mientras ellos se besan, el solo sonreiría con el corazón rompiéndose en miles de pedazos, rápidamente negó con la cabeza, no debía imaginar esas cosa, empezando a llorar en consecuencia de imaginar esa escena, le dolía el pecho, sentía miles de alfileres enterrarse, por su mismo llanto no escucho la puerta abrirse, Hao escucho el llanto, inmediatamente fue al cuarto acercándose a Yoh abrazándolo.
-Yoh, tranquilo ¿Qué pasa? -le acariciaba la cabeza intentando calmarlo, Yoh se aferró al abrazo con fuerza, en ese momento tenerlo cercas lo consolaba de cierta manera.
-No…..es….nada…..-lentamente se calmaba envuelto en el cálido de abrazo de Hao, separándose un poco, viendo el rostro del otro hasta decidir levantarse para ir a cenar. Hao no volvió a preguntar por el estado de ánimo de Yoh, lo mejor sería que calmara sus emociones y cuando quisiera hablar lo haría. El cuarto estaba a oscuras, Yoh no podía dormir, permaneció volteado del lado de Hao, se destapo arrodillándose teniendo una mejor visión del pelilargo, quedándose en esa posición, apreciando el rostro ajeno, tan tranquilo, en paz.
-Hao….te amo-murmuro esperando verlo abrir los ojos, nunca paso, de rodillas se acercó más a la cama recargándose con los brazos cruzados, aun con lo incomodo de la postura logro dormir.
Hao al despertar se percató de Yoh, extrañado por encontrarlo hay con cuidado lo acomodo sobre la colchoneta, sin embargo, Yoh medio despierto lo tomo de la muñeca.
-Es…pera-aun entre sueños mantenía un firme agarre, con los ojos medio abiertos, Hao no trato de liberarse.
-T….te……a….amo-volvió a cerrar los ojos entrando en un profundo sueño, Hao se quedó hay un rato pensando, Yoh lo habría confundido con alguien más y por eso le dijo eso, pero, si ese era el caso le habría contado y aparte en todo el tiempo junto nunca hubo alguien más, decidió dejar las cosas así, tal vez Yoh soñaba con alguna persona imaginaria, ni siquiera estaba consciente cuando se lo dijo. Lentamente despertaba se sentó estirando los brazos, de repente, una serie de imágenes llegaron a su cabeza, paralizado, se cuestionaba si realmente eso paso, recordó haber tomado la muñeca de Hao pidiéndole esperar y luego confesársele, casi grita, ¿Cómo pudo decírselo? ¿que pensara el en este momento?, si se iba decir debió ser en otra situación, tenía que explicarle, ¿o no tenía?, de aseguro Hao pensaba que hablo entre sueños, no lo tomaría en serio, aunque de dejar pasar esta situación ¿Cómo sería cuando se le declarara?, debía hacerlo ya. Determinado se vistió y preparo para salir deteniéndose al frente de la puerta.
-Mejor después- dio la vuelta acobardado, se dispuso a desayunar. Las horas pasaron, no muy convencido de su cobardía nuevamente agarro valor saliendo directo a la tienda naturista.
Otro día sin muchos clientes, Horo-Horo estaba adentro en la bodega realizando el inventario, seguía dándole vueltas a lo de la mañana, sencillamente no podía sacárselo de la cabeza e inevitablemente comenzó a pensar en Yoh, ese chico siempre le hacía sentir una calidez en el corazón, amable y tierno, disfrutaba su compañía, el “te amo” de la mañana si iba enserio, de pronto se vio interrumpido por justo la persona en la que pensaba, Yoh acababa de entrar y lucia nervioso.
-Hao….yo….-hizo una pausa bajando la cabeza, Hao se levantó dirigiéndose a él.
-Ese día, cuando entre en ese lugar, estuve a punto de irme, entonces apareciste tú y me quede, siempre iba a ver tus peleas, porque deseaba verte y aguarda hasta la próxima vez, yo todo este tiempo…….te…..he amado-apretó el dobladillo de la chaqueta no se atrevía a levantar la vista, en ese momento Hao se acercó más acariciándole la mejilla apartando un mechón castaño.
-Cuando estoy contigo siento mi corazón cálido, desde la muerte de mi madre casi había olvidado como era sentirse amado, querido, desde que note tu presencia durante mis peleas siempre te buscaba, quería hablar contigo, conocerte, yo también esperaba para volverte a ver, aunque fuera de reojo- Yoh se sonrojo levantando la cara, Hao sonreía de una manera tan amorosa.
-Te amo, te amo mucho-corto distancia abrazándolo con todas sus fuerzas luego se separo unos centímetros, Hao lo tomo de la barbilla besándolo, el pelicorto se sentía a soñar, al separarse Yoh se inclinó para adelante para volverlo a besar.
-También te amo-Hao siguió acariciándole la mejilla, Horo-Horo estuvo a punto de salir cuando escucho a Yoh declarándose y decidido permanecer mas tiempo a dentro de la bodega para darles más tiempo a solas.
En la noche, Yoh se acomodaba para dormir, de no ser por Hao, quien lo abrazo por la espalda.
-¿Te gustaría dormir conmigo?-sonrió asintiendo, aun siendo una cama individual, consiguieron acomodarse y dormir tranquilamente.
Llego el sábado, Yoh observó a Hao entrar a la arena, en esta ocasión mas cercas, la pelea comenzó, Hao bloqueaba los golpes esperando el momento adecuado, al llegar, le soltó un puñetazo directo a la cara aturdiendo a su oponente, rematando con otro mandándolo al piso, Yoh festejo su victoria con ánimo. En el camerino, Hao se quitaba las vendas, al escuchar la puerta fue abrir, Yoh entro rápido para besarlo, el pelilargo lo tomo de la cintura pegando sus cuerpos, se separaron y Hao deshizo la cola de caballo, Yoh se quedó embobado viéndolo, el contrario sonrió pícaramente acercándosele.
-¿Te gusta lo que vez?-Hao se alejó jugueteando con uno de sus mechones mientras Yoh tímidamente tocaba con una mano su bien formado abdomen subiendo tocando el pecho y en un momento observó a la entrepierna del contrario, lo miro a los ojos y el pelilargo asintió, sus dedos se deslizaron deteniéndose con el borde de la tela, se arrodillo y mordió sin hacer mucha presión la virilidad, Hao gruño hambriento, bajo el short junto con los boxers lambiendo el miembro, despertándolo, procedió a introducirlo en su boca, presionando los labios y moviendo la lengua masajeándolo, Hao se mordía el labio inferior de la excitación, tomo la cabeza de Yoh dándole suaves estocadas sintiéndose cercas de venirse, Yoh paso a chupar con fuerza la punta, justo en ese instante, se corrió en la boca del pelicorto, quien, sin reparo alguno se tragó el fluido.
-Sabe salado-dijo levantándose percatándose de la lujuriosa expresión de Hao.
-Yoh, no es justo que solo yo disfrute-suavemente lo empujo sentándolo en la silla, acto seguido le desabrocho los pantalones y removió los boxers imitando las acciones de Yoh, con el rostro completamente colorado se cubrió la boca tratando de silenciar sus gemidos, Hao paraba de chupar para lamber el largo del miembro mordiendo la punta provocándolo.
-Ha…Hao-lo llamo entre gemidos, pronto, también se corrió en la boca del pelilargo quien igual a el se trago la esencia, se puso de pie inclinándose y atrapando los labios de Yoh en un caluroso beso.
-Yoh, me gustas mucho- lo beso en la frente y procedió a cambiarse de ropa, Yoh solo lo espero todavía sentado en la silla. Al salir del lugar emprendieron el camino tomados cálidamente de la mano.