Xanxus para sorpresa de todo el personal, se había levantado temprano y ahora paseaba por los pasillos de la mansión. El lugar estaba decorado con flores y luces que daban la apariencia de que sus habitantes eran ostentosos, incluso el mal gusto del inmoviliario no le arranco esa sonrisa juguetona que llevaba.
Había retado a su asesina por simple diversión, normalmente pensaría que no iría, pero su intuición le decía que esa mujer no dejaria pasar la oportunidad.
Al atardecer se encerró en su habitación para darse un largo y relajante baño, antes de colocarse su traje. Ya sabía que lo obligarían a recibir a los invitados. Su cuerpo estaba ataviado con un elegante traje Trofeo suit de color gris de Ermenegildo Zegna y su cabello peinado de forma rebelde para atrás.
Su labor fue quedarse parado a lado de su "primo" y algunos otros familiares a, aunque el anfitrión principal parecía querer aparecer en medio de la fiesta.
A lo lejos pudo ver a su "cita" de esa noche, una mujer que a pesar de ser joven parecía que ya había pasado varias veces por el quirófano, era hermosa, pero de esas hermosuras que parecían faldas y plastificadas. Su cabello rubio estaba arreglado de lado y un vestido estilo sirena se ajustaba a su cuerpo. Los ojos de Xanxus la recorrieron de pies a cabeza y aunque normalmente le serviría para una noche de sexo, está ocasión no tenía ni ganas de eso.
— Gracias por recibirnos, joven Vongola, permita que le presente a mi hija, Camile Dreux —la joven hizo una pequeña reverencia y extendió su mano para que la recibieran, sin embargo Xanxus se quedó quieto como una estatua
— Pasen— eso fue lo único que dijo, ganándose una mirada fulminante por parte de casi todos sus parientes.
Siguieron entrando más y más invitados de todas las partes del mundo, Xanxus esperaba ansioso por la llegada de su "diversión", aunque siendo coherentes, no entraría por la puerta principal.
Cuando la puerta se cerró dando por entendido que todos estaban dentro comenzó el festín. Lasaña, rissoto, carpaccio, ossobuco y ensalada capresse, todo lo que pudieran comer y beber estaba a disposición de la élite de varios países.
Xanxus ignoro a quienes se le acercaban y escapaba de su cita, tal vez había juzgado mal q su asesina
— Tsk, que basura
— Si, tienes razón, tu ropa es una basura
Esa voz le hizo sonreír de forma burlesca, y sin mirar a su acompañante le respondió.
— Pues está basura te costaría todo tu salario de puta de la vida entera
— Ya te dije que no soy una puta...— fue en ese momento que ambas miradas de encontraron.
Squ iba vestida con un pantalón ajustado color negro y una especie de blusa que comenzaba por debajo de sus hombros y se ajustaba a su cuerpo
— ¿Qué mierda traes encima?, Es una fiesta, por lo menos debías de aparentar— aunque para él, se veía mejor de esa forma, además de que su cabello suelto y ese sutil maquillaje le hacía verse bien
— ¿Aparentar que? ¿Qué soy una de esas basuras?— La albina paso a lado de Xanxus sin importarle que la miraran, tomo una copa de vino de los camareros que andaban de un lugar a otro y siguió su caminar buscando un lugar donde estar tranquila, y lo mejor era que como ella pensó, Xanxus iba detrás de ella sin decir absolutamente nada.
— Oh...por favor Kyoya solo hasta las 10:00— Dino había logrado convencer a Hibari de acompañarlo, no era la cita ideal ni nada parecido pero deseaba pasar más tiempo con su detective favorito.
Lo que el rubio había olvidado era el nulo interés de Hibari por interactuar y en ese lugar todos le hablaban.
— Te mataré
— Puedes hacerlo después de la fiesta, solo espera un poco más
— Hubieses invitado a alguna mujer
Lo que Hibari no sabía era que la única mujer con quién Dino se llevaba realmente bien, uno, no podía asistir a esos lugares y dos, extrañamente llevaba unos días sin siquiera dirigirle la palabra.
Cavallone intentaba sacar plática con algunos invitados, tenía talento para crear nuevos negocios y ese era el objetivo con el que fue, además de que debía reforzar su alianza con Vongola.
La música comenzó a sonar invitando a las personas a bailar, algunos capos iniciaron el baile con sus esposas o amantes, dependiendo a quien hubiesen llevado. Dino quiso invitar a Hibari pero el detective se había sentado en una silla y ahora cabeceaba, era obvio que estaba cansado.
— Disculpe...¿Aceptaría bailar conmigo?— quien se le acercó fue una hermosa mujer castaña, la chica tenía un aura angelical y dulce, desde que vio llegar al rubio deseaba acercarse
— Lo siento pero mi acompañante...
— Sólo será una pieza...por favor— Finalmente Dino acepto, después de todo era descortés dejar a una chica con la propuesta en la boca.
En uno de los ventanales Squ ya iba por la quinta copa de vino blanco, tenía muy buen sabor y por lo menos evitaba que se desesperara
— A la mierda tú y tu jodida fiesta
— ¿Mucha clase para una bailarina?— Xanxus llevaba cerca de media hora molestando a su invitada, estaba viendo que a pesar de ser una asesina, tenía el carácter más de una adolescente y la paciencia nula.
— ¿¡Clase?! Son niñitos de papi y gentuza de mal gusto,parece que no voy a encontrar lo que quiero aquí — La albina estaba arrepentida de haber ido, solo había deseado encontrar a ese hombre y darle una nueva decoración carmesí al piso de baile.
— ¿Sabes bailar?
— Me has visto hacerlo
— Dije bailar, no put...— Squ lo interrumpió antes de que insultara por milésima vez su trabajo
— ¡Vooooi! Joder, cierra la boca, si, se bailar
— Demuéstralo — No había sido la palabra, había sido ese maldito tonito con el que lo había dicho lo que la hizo explotar. De un movimiento sujeto por la corbata al Vongola y lo arrastro a una de las orillas de la pista de baile donde le tomo del cuello y de la mano para empezar a moverse al compás.
Esa pieza se volvieron dos, tres, cuatro
— Bueno, pues parece que en verdad sabes moverte— Xanxus estaba satisfecho, había recibido un par de pistones, aunque Squ argumentaba que era porqué él invadía su espacio.
Cuando el ritmo cambio un poco y todo se volvió algo "cursi", la albina quiso apartarse de su pareja de Baile, pero la mano de Xanxus paso de tomarle solo de la cintura a rodearla totalmente logrando que está se apegara a su pecho y la voz de Adele comenzó la canción.
I heard that you're settled down
That you found a girl and you're married now
I heard that your dreams came true
Guess she gave you things, I didn't give to you
Old friend, why are you so shy?
Ain't like you to hold back or hide from the light
Squ estaba congelada, la distancia en la altura de ambos no era amplia, pero en ese mismo instante se sentía diminuta entre sus brazos
— ¿Qué mierda haces? Suéltame — sin embargo no obtuvo respuesta verbal o física.
I hate to turn up out of the blue, uninvited
But I couldn't stay away, I couldn't fight it
I had hoped you'd see my face
And that you'd be reminded that for me, it isn't over
Sentía que la movía cuál muñeca de trapo dando pequeñas vueltas o moviéndose de un lado a otro de forma torpe.
Never mind, I'll find someone like you
I wish nothing but the best for you, too
"Don't forget me, " I beg
I remember you said
"Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead"
"Sometimes it lasts in love, but sometimes it hurts instead"
Cuando estaba por volver a hablar y pedir la soltará un líquido frío golpeó su espalda causando que se arquera y con toda la ira del mundo se giró encontrándose con aquella chica rubia.
— Camile — La voz de Xanxus fue seca y fría, era obvio que la quería hacer pagar ahí mismo
— Signore Xanxus, lo lamento tanto...fue un accidente, por favor permite que le ayude, tendría ropa de repuesto, por favor venga conmigo
Squ no se confiaba de esa mujer, pero rápidamente la rodearon varias chicas y la llevaron a una de las habitaciones.
— Lo lamento tanto, creo que bebí un poco de más y me tropecé...por favor quítese la ropa, le recuperaré lo que manche, debe ser carisimo, no se preocupe — Squ no estaba preocupada, estaba totalmente molesta, pero no sé iba a estar paseando apestando a alcohol y con la ropa sucia, aunque dudaba siquiera que le fueran a llevar ropa nueva. Podía sentir el odio que esa mujer le profesaba y ni siquiera sabía la razón.
Cuando la dejaron "encerrada" para que se pudiera desvestir, exactamente eso hizo, deslizó el pantalón por sus piernas y quitó la blusa, comprobó si podría limpiar su cabello, que realmente era lo que más le preocupaba
— Voy a matar a esa mocosa — Cuando escucho la puerta abrirse giró un poco el rostro topándose con lo que esperaba, no esa ridícula niña con su cambio de ropa, oh no, eran cuatro mocosos que al verla semidesnuda trataron saliva confiados de que saldrían de ahí ganando
— No te asustes guapa, solo venimos a pasarla bien
— Puedes ser mayor que nosotros, pero es el sueño de todo adolescente
¿¡La estaba llamando vieja?! Si que los iba a hacer pagar
Los cuatro chicos confiados de su ventaja en números y fuerza se acercaron rodeando el cuerpo de la albina, uno de ellos por la espalda le rodeo la cintura e inhaló su cabello causando que Squ sintiera náuseas
Dos de los visitantes le tomaron de los brazos para "inmovilizar la" y el cuatro paso su dedo por el borde de la bragas
— No te resistes...tal vez esto es lo que querías
— Le estaba coqueteando a un futuro capo, pues no podía ser más que una zorra
Squ simplemente estaba esperando el momento, pero ya cansada de un movimiento soltó una patada golpeando la mandíbula de uno de sus atacantes, con fuerza arrojo la cabeza para atrás rompiendole la nariz a quien la sujetaba por la espalda y para ese momento quienes la inmovilizában ya la habían soltado por lo que bastaron dos puñetazos para dejarlos inconscientes.
— Se metieron con la mujer equivocada— aunque su diversión no termino ahí, cuando terminaba de quitarle la ropa a una de sus víctimas para ponérsela encima, una de las arpías de la chica rubia entraron sospechando por el silencio, llevaba en las manos su celular, por lo visto habían querido grabarla
— Si usarás el cerebro para pensar, si no escuchabas gemidos no hubieras entrado— de una patada cerró la puerta y tomo del cabello a su próxima víctima, en la habitación había un pequeño atizador y sin importarle cuánto le estaba suplicando, arrojo a la chica y mientras con una mano le sujetaba de las mejillas obligandola a qué abriera la boca mantenía el objeto de metal a milímetros de esta cavidad.
— Pueden llamarme zorra si quieren, pero ese hombre no me interesa, y espero que tengas el suficiente dinero para pagarte una cirugía estética guapa.
De forma lenta movió el armas hasta rozar la parte interna del cachete y ante la suave presión del metal la chica colapso a causa del estrés y el miedo.
Squ al ver que lo logró arrojo el objeto lejos y se puso en pie. Lista para salir de la habitación, se topo con que en el pasillo estaba Xanxus recargado
— Más te vale que no haya sangre en mi casa o tendrás que pagar por la limpieza
— Vete a la mierda, yo me largo de aquí— ya estaba cansada, y por el estrés que le causaba estar aguantando a esas basuras, no calculo uno de sus pasos y tropezó al pisar un pedazo de su ropa que se Safo de su agarre
Lo que le faltaba, Xanxus seguro se pondría a reír por esa actuación, aunque ese sonido no llego, y al contrario, lo que se acercó fueron unas pisadas que quedaron a escasos centímetros de Squ.
Levantó los ojos y se topo cara a cara con un par de ojos verdes, su cabello negro recogido en una coleta que caía por su hombro y un estilo completamente impecable, Squ lo conocia...¿O no? Sus ojos no eran de ese color
— Ricardo— La voz de Xanxus fue la que sacó de su mente y pudo ver qué aquel hombre le ofrecía la mano para levantarse
— Xanxus, deberías tratar mejor a tus mujeres, es una lastima que venga vestida en estás condiciones — al comprobar que Squ no le aceptaría la mano se aparto y paso a lado de ambos.
— Sigan disfrutando de la fiesta— cuando Xanxus y Squ se quedaron solos, la asesina se puso en pie, era él, era ese hombre
— Tengo que matarlo
— Pues buena suerte, como sea un paso cerca de él, te asesinara o alguno de sus guardaespaldas
Ricardo di Vongola era el actual cabeza de la familia, tenía unos años que tomo el título después de que su padre muriera de manera misteriosa.
— Aunque parece que ahora tenemos algo más en común— Squ a pesar del shock en el que seguía miro a su compañero esperando a que siguiera hablando
— Ambos queremos verlo muerto
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