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Bird Wings por ReveursAiles

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- Llegas tarde “ le dijo Saz sin ánimos en cuanto vio a Chiaki caminar con las manos en los bolsillos hacía él.



- La función aún no comienza “ el vocal levantó los hombros restándole importancia al asunto, la verdad era que le había costado decidirse a ir.



- Pero quedamos en vernos a las siete, y son casi las ocho.



- Tú dijiste a las siete.



- Tú respondiste "okey", eso quiere decir que estás de acuerdo.



- ¿Ahora eres americano? “ Saz suspiró, no tenía caso discutir con Chiaki.



- Ten “ le tendió la bolsa que llevaba “ Te traje un regalo.



- ¿Ah? ¿Qué es esto? “ le preguntó algo molesto - ¿Regalo en la primera cita? “ bromeó, pero Saz le sonrió de forma provocativa, lo que le causó un escalofrió. Optó por abrir el regalo para escapar de su mirada. En cuanto quitó el envoltorio, observó la caja - ¿Qué es…? “ leyó en voz alta “ Juego… sex… ¿Qué mierda? “ miró perturbado a Saz que comenzó a reír fuerte.



- Es solo una broma… ¿Por qué me miras así? ¿Qué crees? ¿Qué te violaré? “ rió fuerte haciendo que Chiaki se avergonzara un poco.



- Pues… si… no me resulta muy cómodo recibir esto. Llévatelo. Úsalo con quien quieras. “ le devolvió la bolsa con la caja dentro.



- Ey, es un regalo, no me lo puedes de volver. ¿Qué tipo de educación tienes? “ Chiaki permaneció con el brazo estirado intentando que Saz tomara su obsequio pero no lo hizo. De pronto comenzó a caminar.



- Ey, ¿dónde diablo vas?



- Al teatro.



- Queda por esta dirección. “ Chiaki apuntó al otro extremo y Saz avergonzado volteó caminando en la dirección que este le indicaba, no quiso mirarlo, pero escuchó su risa. Observó la bolsa con desconfianza mientras lo seguía, si había pretendido pasar el tiempo con Saz jamás pensó en que el sexo pudiera ser parte de ello, la simple idea le atemorizaba, no estaba dispuesto a llegar a ello... siquiera podía pensarlo.









- Podríamos ir de viaje todos juntos “ le comentó Natsu a su amigo Satochi “ Pero cuesta que tengamos descansos al mismo tiempo… - Sora estaba allí sentado con un vaso de whisky entre su manos rodeado por sus amigos, aunque ni él se daba cuenta de ello, llevaba rato que no los escuchaba. Al igual que el día anterior, estaba perdido en sus pensamientos. De pronto se puso de pie ignorando la mirada curiosa de Natsu, y simplemente se fue de su casa sin decir ni una sola palabra. Natsu había optado por darle espacio ya que si hubiera querido contarle que le sucedía lo habría hecho.



- Natsu, ¿Sora se fue? ¿Lo seguimos? “ le preguntó Satochi.



- No, dejémoslo, ayer también estaba así… Ya habrá tiempo para nosotros en su cabeza.



Caminó sintiendo la cabeza nublada y ni se molestó en tomar un taxi, caminó de forma inconsciente hasta su casa. No pensaba en nada, los pensamientos le dolían, solo sabía que nunca se sintió más triste en todo lo que llevaba de vida, estaba molesto consigo mismo. Si Chiaki tenía razón y realmente nunca lo quiso como algo más, se había ilusionado solo, todo recaía en sí, era su culpa.



Al llegar a casa se sentó en el sofá abrazando sus piernas y comenzó a llorar, un par de lágrimas que de un momento a otro tomaron fuerza y provocaron sollozos bulliciosos en el silencio de la soledad. Levantó el rostro cuando oyó un sonido extraño, buscó con los ojos y se encontró con una pequeña ave que llevaba un vendaje en su pata mirándolo desde el cabezal del sofá.



- ¿Será el mismo…? “ observó su vendaje y estuvo seguro de que era el pequeño animalito que había lastimado sin intención “ Hola “ le dijo tímido aún sin creer que estuviera visitándolo nuevamente - ¿Me perdonas por lastimar tu patita? “ el ave lo miró sin cautela, confianzuda, parecía gustosa de permanecer cerca de él. Sora se limpió las lágrimas y la contempló desde la distancia pensando en que si se acercaba lo podría asustar. Lo miró detalladamente. “ Tus alas son muy bonitas… Ojalá pudieras responderme o tal vez solo entenderme... que diferente sería la vida si nosotros también pudiéramos salir volando tan fácilmente y dejar a todos atrás, solo… empezar de nuevo en otro lugar. “ suspiró volviéndose a abrazar así mismo recostándose en el sofá- Había dicho que no volvería a llorar… - volvió a suspirar y en solo un par de minutos se durmió.









- Tengo que decir que estoy impresionado. “ le dijo Saz - Venía sin expectativas y me voy… con una enseñanza de vida “ Chiaki rió por lo exagerado.



- Hay obras buenas y obras malas, por lo que es mejor venir sin expectativas.



- Tienes buen ojo para elegir... en todo.



- ¿Ah, sí? “ miró a Saz con una sonrisa y este colocó los ojos en blanco, divertido.



- Eres tan egocéntrico que no eres capaz de dejar pasar un cumplido. “ Chiaki rió.



- No me adules si no quieres hacerlo bien entonces. “ el vocal sintió la mano de Saz rozar la suya, lo tomó como un accidente, pero cuando sus dedos quisieron tomar los suyos se guardó la mano en el bolsillo con rapidez un poco nervioso. Saz por su lado hizo lo mismo al sentirse rechazado.



- Entonces… - continuaron caminando ambos con las manos en los bolsillos - ¿Vamos a comer algo?



- Yo pensaba irme a casa… ya es tarde.



- Chiaki… - Saz lo miró harto.



- Está bien, vamos a comer algo… pero no pongas esa cara, a veces pareciera que me quieres golpear.



- Es que a veces si dan ganas. “ Saz le sonrió un poco tímido.



- ¡Oye! “ el vocal le golpeó el brazo con la palma de la mano mientras lo seguía, solo un par de pasos más y entraron en un bar.



- ¿Aquí sirven comida? Pensé que solo cerveza.



- Antes de las doce de la noche sirven comida. Hemos venido con la banda varias veces.



- ¿Eh? Yo nunca he venido aquí. “ Saz bufó.



- Es porque tú nunca te sumas a nada, pero ya he traído a Sora y a Miyako aquí.



- Ah. “ Chiaki arrugó la nariz cuando escuchó el nombre de Sora, no quería pensar en él.



Se sentaron en una mesa escondida detrás del mostrador.



- ¿Comemos ramen? “ Chiaki asintió - ¿Por qué de pronto te quedaste callado?



- No es nada.



- ¿Te pone mal que mencione a Sora? “ Chiaki lo miró y pestañeó dos veces algo confundido por ser descubierto con tanta facilidad. “ Dime algo y sé honesto conmigo, supongo que lo rechazaste, ¿no? ¿Es por eso que sientes culpa? “ el vocal suspiró.



- Te estas entrometiendo demasiado Sacchan. “ su voz sonó dolida y aquello fue evidente para Saz.



- Está bien, no preguntaré más, pero deja de colocar esas caras tan extrañas, a ratos parece que dejas de ser tú con tanta sensibilidad. “ el vocal lo miró serio.



“No me conoces” pensó permaneciendo en silencio mientras Saz ordenaba la comida. Mientras observaba a la gente pasar por la ventana de enfrente, se preguntó que estaría haciendo Sora y si estaría bien… No quería imaginar que aún se sintiera afligido aún por su discusión de dos días atrás. Al cabo de unos minutos en silencio la mesera les colocó los platos en la mesa. Saz comenzó a comer primero, Chiaki lo imitó.



- Este olor… me recuerda a mi infancia traumada. “ Saz intentó sacarlo de sus pensamientos.



- ¿La carne de vacuno?



- Si… en este ramen tiene como un olor extraño, ¿no?



- Si… pero es por la combinación con las algas.



- Exacto, cuando era pequeño mamá me enviaba este tipo de ramen a la escuela para la merienda…



- ¿Ramen para la merienda? “ Chiaki sonó asqueado. Saz se rió.



- Si… dejaba la sala de clases aromatizada con este olor “ el bajista consiguió que el vocal comenzara a reír “ Lo peor es que no lograba ocultarlo porque luego de comérmelo hasta yo olía fatal. Era como usar perfume Channel ramencuno “ Chiaki se rió muy fuerte con su última broma- Como si Marilyn Monroe se pasara un trozo de vacuno semi crudo por el cuerpo para la propaganda del perfume Channel.



- Yo era el mendigo de la clase “ asumió riéndose “ Era el típico niño que terminaba su comida e iba por el patio de la escuela pidiéndole a los demás un poco de la suya.



- ¡Hay uno de esos en todas las clases! También tenía un compañero que veía caminar hacia mí y yo escondía la comida porque sabía que me pediría y se comería la mitad “ ambos rieron fuerte llamando la atención de la gente a su alrededor. Se miraron cómplices y bajaron el volumen de sus risas.

- Yo solía decir; “yo nunca he probado eso” para dar lástima, esa táctica jamás fallaba - ambos volvieron a reír, Chiaki ya más calmado comió gustoso del ramen.



- ¿Y en la universidad? Yo recuerdo siempre haber comido en los carritos de las calles, jamás fui al patio de comida, era muy costoso para mí.



- Yo también comía en los carros de las calles. La fila para comprar en el patio de comidas eran muy largas y el descanso muy corto, pero siempre me perturbaba comprar frituras allí… es decir, ¿eso realmente era aceite? ¿Quién me aseguraba que eso no era orina? - volvieron a reír fuerte y a Chiaki se le cayó un trozo de carne de la boca haciéndolos reír aún más.





Al terminar la comida Saz llevó a Chiaki hasta su departamento.



- Bueno entonces… - el bajista lo miró dudoso, Chiaki se rió notando que no pretendía irse aún.



- ¿Qué esperas? ¿Pretendes besarme en la puerta de mi casa como en las películas americanas? “ Saz no pudo evitar reír.



- Eres tan desvergonzado... “ se acercó a él y simplemente lo besó, al igual que la vez pasada tomó el rostro del vocal entre sus manos y ejerciendo cierta presión lo mantuvo pegado a él. Pero esta vez no hubo resistencia de parte de Chiaki, se dejó besar. No fue un beso largo, y en cuanto Saz se separó lo miró fijamente sin saber que decir.



- Entonces… buenas noches… - susurró el vocal sin mirarlo.



- ¿No me invitarás a pasar? “ bromeó el bajista.



- No - Chiaki se rió nervioso “ Por acompañarme al teatro y por un ramen, al menos, no.



- ¿Te estas prostituyendo conmigo? “ ambos rieron “ Ya déjame pasar “ Saz se acercó a la puerta de su casa solo por molestarlo un poco más, el vocal le dio un leve empujón riéndose.



- Que no… vete. “ Saz se inclinó para hablarle en el oído.



- Si vas a usar solo el juego que te dí, al menos úsalo pensando en mí. “ Chiaki lo miró boquiabierto. Saz le dio la espalda y escapó del lugar sintiendo el rubor en las mejillas por lo que acababa de decir. Finalmente el vocal entró en su casa, dejó el juego sobre una mesa y fue hasta la cama donde se sentó en medio de la oscuridad y el silencio, sintiéndose completamente ajeno a él mismo.







Sora dormía plácidamente pero un pequeño golpeteo rítmico lo hizo abrir los ojos. Buscó de dónde provenía el sonido sin abrir los ojos del todo, arrugó el ceño frustrado por querer continuar durmiendo, pero despertó en cuanto se encontró con la ave queriendo escapar por la ventana, picoteando el vidrio con violencia y desesperación. Recordando que la vez anterior la había lastimado, fue cuidadoso en la tarea de dejarla salir esta vez, notó como tomaba dirección hacia el norte como si con ello debiera cumplir la misión de su vida.



- Que ave más extraña “ dijo mientras antes de bostezar y despertar mejor al sentir el viento en la cara. Observó la hora, eran alrededor de las tres de la mañana “ La hora perfecta para un sándwich... “ dijo con mejor ánimo. Encendió la televisión y se preparó la comida en la cocina mientras movía las caderas al ritmo de la música de un simple comercial de televisión.



















~ Chiaki



- No me puedo levantar, el dolor es demasiado… - mamá se sostenía la parte baja del abdomen como si se le fuera caer.



- Mamá déjame llevarte al hospital… - le supliqué, era testaruda y diez veces peor si estaba sobria.



- ¿No escuchaste que no me puedo levantar?



- ¡Pero déjame traer uno a casa entonces!



- No… ya no. Además no tenemos dinero.



- Lo conseguiré, alguno permitirá que le pague en cuotas “ se rió de mí y cerró los ojos. Estaba sudada, a veces le ocurría cuando llevaba demasiado sin emborracharse pero se veía diferente a aquellas veces.



Tocaron la puerta.



Me puse de pie dudoso, no solíamos recibir visitas.



Abrí la puerta esperando que alguien que pudiera ayudarme estuviera del otro lado, pero en cuanto abrí me quedé helado.



- Nao…



- Hola, ¿cambiaron la cerradura? No pude abrir con mi llave “ estaba congelado observándolo entrar como si solo se hubiera ido un par de horas y no un par de años, pero él estaba igual, tal cual al día en que su cabeza había golpeado el pavimento.



- Nao… ¿Qué haces aquí?



- Vine a buscar a mamá “ me dijo en un tono frío que me congeló el pecho. Sin pensar tomé sus brazos y lo comencé a empujar.



- ¡Vete! ¡Vete! ¡No eres real! ¡Vete de aquí!



- ¿Qué te pasa?



- ¡Nao vete! “ logré empujarlo hasta la puerta y cerré con pestillo. Respiré agitadamente y las lágrimas cayeron, no entendía, solo estaba seguro de que no era bueno tenerlo allí. Fui hasta la habitación a ver a mamá, ella seguía allí.



- ¿Ese era tu hermano? “ me preguntó aún con los ojos cerrados sosteniéndose el abdomen.



- No era nadie mamá. “ comencé a escuchar la voz de Nao gritando mi nombre desde la puerta, mamá sonrió al escucharlo.



- Hazlo entrar…



- No… - recargué mi cabeza en su pecho y lloré como nunca lo había hecho.



- Hazlo entrar “ pidió sin tanta paciencia, siempre le sulfuró verme llorar.



- No… por favor mamá... por favor…



- Me vino a buscar.





Chiaki abrió los ojos de golpe y se sentó en la cama, no pasaron dos segundos en que una arcada lo hizo correr hasta el baño. Abrir la tapa del inodoro y vomitar, dos, tres, cuatro veces seguidas. Los sollozos le llegaron como acto reflejo, comenzó a llorar mientras vomitaba nuevamente, se tomó el estómago y recordó como su madre hacía lo mismo en su sueño. Se tomó el cabello jalándoselo con cierta violencia.



- Váyanse de mi cabeza por favor... “ suplicó con voz angustiada, se abrazó así mismo en el frío piso del baño y se quedó allí alrededor de diez minutos mientras observaba un punto fijo y su respiración volvía a ser la de antes. No volvió a vomitar, pero aún temblaba un poco cuando luego de mucho esfuerzo se puso de pie. Se secó las lágrimas que dejaban manchas en su rostro y se sirvió un vaso con whisky. “ Debo dormir… debo dormir… - tragó todo lo que había servido y volvió a beber un segundo vaso, fue hasta el balcón donde tomó un poco del fresco nocturno, allí llegó de una carrera el ave ya tan conocida para él. Pareciera que la hubiera llamado. Quiso dedicarle atención pero estaba demasiado afectado, se arrodillo sintiéndose débil y notó que volvía a llorar. El ave se puso en su pie al igual que otras veces - ¿Sabes? “ le habló “ Pagaría lo que fuera por olvidarlos del todo, por no tener estas pesadillas, lo que fuera… - comenzó a llorar sin consuelo ocultando el rostro entre sus brazos y dejando las lágrimas fluir, no dejaba de pensar en el rostro de su hermano y en la voz de su madre, tan vigentes en su cabeza.



Alrededor de una hora después entró, se sentía tan helado que las piernas le dolían. El ave se había ido en cuanto se puso de pie. Se lanzó a la cama, sintiendo todavía ganas de llorar.



- Las lágrimas deberían acabarse en algún momento “ susurró para sí mismo. Se acurrucó y notó lo solo que se sentía y lo solo que estaba. Intentó respirar profundo pero el pecho le dolía, una sensación de ahogo que parecía tener más razones emocionales que fisiológicas. Entonces decidió tomar el celular, prácticamente sin pensar marcó el numero al que siempre recurría cuando el vacío le comenzaba a consumir. Mientras la llamada estaba en espera comenzó a llorar nuevamente sintiéndose culpable por el dolor que le había causado a la única persona que había estado con él de alguna manera, y a medida que los pitidos de la llamada continuaban, comenzaba a sentirse más solo al pensar que no contestaría y que si así fuera, se lo merecía.



- Chiaki. “ escuchó la voz de Sora al responder, se le escapó un sollozo sonoro y tapó su boca, pero incapaz de controlar su garganta volvió a salir un sonido que delataba su llanto - ¿Chiaki? ¿Estás bien? “ intentando tragarse la tristeza golpeó la cama con la mano en puño pero no había caso, no podía controlarse. - ¿Chi? “ la voz asustada de Sora le consoló un poco. A pesar de todo, continuaba preocupándose por él.



- Sora “ le dijo con la voz absolutamente rota. Desde el otro lado de la llamada, el batero que había estado lavándose los dientes solo unos minutos antes estaba congelado frente al espejo, no podía creerse que escuchaba su voz en tan mal estado. - ¿Puedes venir? Por favor… - suplicó.



- ¿Estás bien? ¿Ocurrió algo?



- Solo… ven…- susurró sonando suplicante.



- Chi…



- Por favor…

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