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Bird Wings por ReveursAiles

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-          Llegamos – le dijo el vocal mientras lo arrastraba hasta el sofá. También estaba débil, pero su mente funcionaba a mil por hora – Siéntate, ya vuelvo. – Sora lo miró mientras Chiaki se quitaba la ropa de camino al baño. Se abrazó así mismo cuando comenzó a temblar y en cuestión de segundos Chaiki reapareció trayendo puesta una bata y con otra en la mano que le tendió a Sora tras quitarle la etiqueta – Ven, ayúdame a desvestirte – Sora levantó los brazos mientras le quitaba la playera y luego se agachaba para quitarle los tenis. – Tienes los labios morados… - sin pensarlo dos veces dirigió sus manos hasta la bragueta del pantalón del batero, pero este lo detuvo.

 

-          Yo lo hago – le dijo algo tímido a pesar de saber que a duras penas podía moverse. Chiaki lo miró sorprendido, luego se enterneció al mirar como Sora esperaba que este se fuera para desnudarse.

 

-          Bien, estaré en la cocina. Deja la ropa mojada en el suelo. – Sora esperó a que se fuera para quitarse el pantalón y la ropa interior, se amarró la bata con dedos temblorosos y notó que los dedos de sus pies estaban de color púrpura. El vocal apareció llevando tazas y platillos hasta la mesa de centro.

 

-          ¿Qué pasa?

 

-          Es que no siento los dedos de los pies… - el batero lo miró realmente preocupado. Chi se los observó poniendo mala cara.

 

-          Eso no se ve bien… Déjame pensar… - el más alto lo vio correr por la cocina, nunca lo había visto tan acelerado corriendo por todos lados, lo vio acercarse con una fuente con agua que emanaba vapor. –  Colócalos aquí mientras – el mismo tomó los pies de Sora y los metió en el agua - ¿Quema? – el otro negó – Usualmente esto si quemaría, realmente tienes los pies congelados… si no cambian de color en unos minutos te llevaré al hospital.

 

-          ¿Crees que es muy grave, Chi?

 

-          Espero que no. – lo miró sincero. Luego fue hasta la cocina para volver con los platillos con sopa de verduras. – No es la gran cosa, pero lo había preparado para cenar.

 

-          Está perfecto - Sora sopló un poco antes de llevarse la comida a la boca y sintió como bajaba caliente por su garganta hasta llegar a su estómago, de pronto un hambre voraz le despertó y comenzó a comer con prisa. Chiaki lo miró impresionado. Sabía que Sora comía más que él, pero nunca lo vio comer tan rápido, en menos de dos minutos se había acabado el platillo.

 

-          ¿Quieres más?

 

-          Sí, por favor – le dijo un poco más recompuesto, el vocal lo notó de inmediato y fue a llenarle el plato.

 

-          ¡Chi, mis dedos ya volvieron a la normalidad! – volvió con su comida y se la tendió, luego observó minuciosamente sus dedos.

 

-          Tienes razón… 

 

-          Pero el agua está perfecta, los dejaré allí un poco más - le dijo antes de volver a comenzar a comer con la misma prisa. Chiaki comió un poco más aliviado de ver como la situación cada vez volvía más a la normalidad.

 

-          Nos daremos un baño cuando terminemos, así terminaremos de entrar en calor.

 

-          No sé si quiero más agua – le dijo Sora. Chiaki rió sin muchas ganas.

 

 

 

 

 

 

-          El agua ya está lista. – Sora lo miró mordiéndose la mejilla.

 

-          ¿Nos bañaremos juntos? – Chiaki lo miró dudoso.

 

-          Ya nos hemos bañado juntos… pero si quieres nos bañamos por separado.

 

-          Mm… tú primero. – el más pequeño lo miró sin comprender él por qué de su actitud, pero no le preguntó, solo lo vio salir del baño y volver a sentarse en el sofá mojando sus pies en la fuente que ya debía estar un poco fría.

 

Chiaki no tardó demasiado en la bañera, apresurándose para que Sora pudiera entrar en ella y descongelar los músculos. Sentía que el batero estaba en peores condiciones. Cuando salió del baño lo miró y notó que tenía su celular en las manos. Usualmente Sora no tomaba sus cosas, pero no le preocupó, estaba seguro que no tenía nada que esconder, pero por alguna razón este lo miró confundido.

 

-          ¿Sucede algo? – negó – Hum… te dejé la bañera lista… - el más alto se puso de pie dejando el celular en el sofá y luego pasó junto a él sin mirarlo, al entrar al baño cerró la puerta. Chiaki permaneció perplejo sin entender. Tomó su celular y notó que estaba abierta la mensajería, había llegado un mensaje mientras estaba en el baño. Era de Saz. Se sentó a leerlo.

 

 

“Lamento si fui muy duro contigo, la idea de que dañes a conciencia a Sora me causa molestia. Sé que no es tu intención… pero espero que pienses bien tus decisiones si se refieren a él. Cuida de la banda, tal  como yo siempre cuidaré de ti.”

 

 

-          Mierda… - no sabía cómo sentirse con respecto al mensaje, pero imaginó que sería la razón del enfado de  Sora. Fue hasta el baño y tocó la puerta, como no respondió abrió. Vio al batero un poco sonrojado con ojos curiosos dentro de la tina, caminó hasta él y se agachó para quedar a su altura. – Leíste el mensaje. – asintió – Sora…

 

-          Tú y Saz me ven como alguien a quien cuidar. – le dijo con tono serio. Chiaki le sonrió un poco apenado pero no le respondió, con su mano le acarició la mejilla húmeda. – Me enfada pensar que todo este tiempo han pensado en mí como si fuera alguien inferior.

 

-          No es así – el vocal acarició sus labios con un dedo. – Si te veo como un niño gran parte del tiempo, pero eres tú quien me ha hecho sentir… protegido – confesó con cierta vergüenza. – No pienses demasiado con respecto a las palabras de Saz. Son suyas, no mías.

 

-          Pero él te quiere y tú le estas correspondiendo. – Chiaki lo miró en silencio - ¿Qué es lo que quieres, Chi? ¿A Saz? ¿A mí? ¿A los dos?

 

-          Sora… - el vocal se levantó un poco rodeando la tina para quedar por detrás del batero. Untó un poco de shampoo en sus manos y comenzó a refregárselo por el cabello.

 

-          No sé qué es lo que quieres y no sé si tú sabrás qué es lo que quieres pero… - bajó el volumen de su voz hasta casi hacerla inaudible – Tengo miedo de que te alejes de mí. – Chiaki comenzó a enjuagarle el cabello con cierta suavidad, se mantuvieron en silencio durante ese instante y en cuanto terminó, sorprendió a Sora con un abrazo desde su espalda. El batero se sonrojó al sentir la piel desnuda en la suya mojada.

 

-          No me alejaré de ti, te lo prometo. – le susurró cerca del oído. Sora cerró los ojos. Estuvieron quietos alrededor de cinco minutos hasta que Chiaki comenzó a sentir frío.

 

-          Iré a la cama… ¿vienes?

 

-          Te alcanzo – le respondió.

 

 

 

 

 

 

 

Sora entró en la habitación llevando la toalla sujeta a la cadera. Chiaki desde la cama le indicó con el dedo donde le había dejado un pijama.

 

-          Puedo volver a casa… no es necesario que me quede aquí – le dijo el batero. El vocal comprendió que continuaba conflictuado por aquel mensaje de texto.

 

-          Te quedarás – sentenció en un tono en que Sora no quiso contradecir, suspiró y se sentó en la cama. Con cuidado se colocó la pijama sin quitarse la toalla con cierto pudor, Chiaki lo miró divertido – Cuando estabas ebrio te vi todo. – lo miró risueño con ganas de reírse a costillas de él.

 

-          Pero estaba ebrio… no suelo ser tan desvergonzado. – el más bajo se volteó en la cama para darle un poco de privacidad. Sora se vistió con prisa, con temor de que volteara en cualquier momento.

 

-          ¿Llamaste a Natsu para que avisara a los demás?

 

-          Sí, eso hacía cuando llegó el mensaje.

 

-          ¿Y tu celular? – le preguntó Chiaki aún de espaldas.

 

-          Se quedó en casa… no lo llevé a la playa por la mañana.

 

-          Ah… ¿Ya terminaste de vestirte?

 

-          Ya casi, espera…

 

-          No sueles ser tan tímido.

 

-          Estoy enfadado, no quiero que me veas – le dijo sincero, pero entonces Chiaki se volteó solo encontrando desnudo medio cuerpo hacía arriba.

 

-          Buuuh… siquiera tuvieras algo más que mostrar – lo molestó entrecerrando los ojos mientras buscaba con dificultad algo entre sus piernas. Sora no pudo evitar reír.

 

-          Cerdo.

 

El batero gateó por la cama hasta el rincón y se metió bajo las sábanas. En cuanto se incorporó Chiaki se le acercó pegándose a él.

 

-          Tienes toda la cama, ¿por qué te pegas a mí? – el vocal lo miró ofendido.

 

-          ¿Por qué estás actuando de esta manera? – Sora arrugó la frente - ¿Estás celoso? – rió notando el por qué de todo – Cierto que me viste anoche con Sacchan, así que aún estás molesto por eso.

 

-          Sí, estoy celoso – admitió. El más pequeño soltó una carcajada fuerte y le dio un beso en la mejilla.

 

-          Sí eres un niño.

 

-          No, no lo soy – Sora notó que su tono sonaba como un capricho, terminó por voltearse y darle la espalda.

 

Chiaki esperó largo rato a que Sora volviera a hablar, pero como no lo hizo, se estiró hasta apagar la luz de la lamparita. Cuando estuvieron a oscuras ambos se relajaron y fueron más conscientes del nivel de cansancio que sentían.

 

-          Hoy… cuando te soltaste y no te podía encontrar… realmente estaba muy asustado. – el batero volteó en su dirección en medio de la oscuridad. – Por un momento pensé que realmente te había perdido. Es un miedo que pensé que no volvería a experimentar a tal grado… Nunca pensé que habría otra persona tan importante para mí como lo fue… - se calló no queriendo hablar realmente de su historia – El vacío que sentí por unos segundos fue… - el batero buscó su mano en la oscuridad y la sostuvo entre sus dedos.

 

-          Te sentías culpable, supongo que eso acrecentó todo…

 

-          No – respondió tajante– Nada de eso, el vacío que sentí fue al pensar en que te había perdido. – Sora se quedó en silencio procesando, no estando seguro de cómo tomar sus palabras. Sintió a Chiaki removerse entre las sábanas hasta pegarse a él, buscó a tientas su rostro y cuando lo encontró tomó sus mejillas entre sus manos. – No soy bueno con las palabras Sora… - lo besó con delicadeza, acariciando su lengua con cierta timidez. El batero tomó su cadera y lo acercó más a él devolviéndole el beso gustoso, incluso con algo más de ganas. Pensó en que nunca se aburriría de los labios de Chiaki.

 

-          Chi… - susurró en cuanto se separaron.

 

-          ¿Mm?

 

-          Bésame otra vez- Chiaki obedeció, esta vez se le escapó una risita cuando el batero apretó inconscientemente el costado de su abdomen  - ¿Qué pasa? – le preguntó entre besos.

 

-          Cosquillas… - se abrazó a su cuello mientras profundizaba el beso y Sora se posicionaba sobre él. Aunque jamás se lo diría, le encantaba la sensación de tenerlo sobre su cuerpo.

 

-          Mm… Chi… - le susurró alejándose un poco de sus labios, deslizando su nariz por su mejilla y besando su mentón con una suavidad casi imperceptible.

 

-          ¿Mm?

 

-          Me encantaría pasar la noche besándote pero…

 

-          ¿Pero?

 

-          Tengo mucho sueño… - le susurró apenado. Chiaki soltó una carcajada fuerte y siguió riéndose contagiando a Sora que estaba comenzando a dormitar.  – Lo lamento.

 

-          Descuida- se abrazó a él y giró para recostarse de lado, esta vez Chiaki se acomodó para que fuera Sora quien apoyara su cabeza en su brazo. En cuanto estuvieron cómodos, le acarició a tientas el cabello. Fue solo cuestión de tiempo para escucharlo roncar suavemente.

 

 

 

 

 

 

Sora despertó por la luz del sol alrededor del mediodía. Le dolía todo el cuerpo incluyendo la garganta. Observó a Chiaki dormir con el ceño fruncido. Levantó la cabeza de su brazo pensando en que tal vez lo tuviera entumido y lo acurrucó con la colchas, luego se cubrió el rostro y continuó durmiendo.

 

Chiaki despertó de calor, Sora se había pegado a él y parecía querer asfixiarlo con el agarre fuerte de sus brazos y sus piernas. Lo apartó y este despertó. Ambos tenían una maraña en su cabello, Chiaki se rió de Sora en cuanto lo miró y este hizo lo mismo con él.

 

-          Que sexy – le dijo Chiaki finalmente. Sora solo sonrió y se cubrió los ojos con un brazo. – Estoy muy adolorido…

 

-          Yo también, siento como si hubiera estado ensayando días sin parar…  - el vocal se estiró bostezando.

 

-          No me quiero levantar, pero por la posición del sol asumo que ya es tarde.

 

-          Mm...

 

-          Sora… ¿Quieres seguir durmiendo? – el batero asintió. Chiaki se abrazó a él quitando antes un par de colchas de la cama y arrojándolas hacía atrás para aligerar levemente el calor. El más pequeño apoyó su rostro en el pecho de Sora y no pudo evitar rozar con su dedo índice la parte del abdomen que la playera no le cubría.

 

-          Mm... – se quejó el batero al sentir un poco de cosquillas por debajo de su ombligo. A las caricias se le sumaron un par de dedos más que terminaron acariciando la parte baja de su abdomen de forma insinuante. Chiaki se acobardó un poco por lo que en vez de bajar con sus caricias, subió. 


    Era consciente del nivel de excitación que le causaba Sora, y aunque la idea le inquietaba hasta la vergüenza, siempre en su compañía le surgían las ganas de dejarse llevar. Por su lado el batero mantenía los dedos de los pies tensos para controlar los efectos que tenían en él las caricias que le daba Chiaki. En un determinado momento no pudo evitar morderse el labio, estaba seguro de que en su entrepierna comenzaría a notarse aún más su necesidad. Chiaki se quedó quieto, y queriendo frenarse así mismo tomó un poco de distancia de Sora. Incómodo tragó saliva. El batero se destapó el rostro y lo vio dudoso, llevaba mucho tiempo soñando con sentir que le atraía físicamente, o al menos un cuarto de lo que le atraía a él.

 

 

Sora se armó de valor y lo besó, un beso suave y casto, solo con él fin de hacerle saber que sí, quería más. Chiaki le miró los labios y volvió a darle otro beso corto que Sora volvió a responder, pero esta vez no se alejó de su boca hasta sentir su lengua. El vocal le devolvió el beso pegándose a él y abrazándolo por sobre los hombros.  Sora hizo lo mismo perdiéndose en los gruesos labios que tanto le gustaban. En cuanto se separaron, Sora besó la mejilla de Chiaki pero notó que el vocal no pensaba detenerse y volvió a buscar sus labios. El más alto se inclinó un poco dejando que un entusiasmado Chiaki tomara el control, sabía que aquello le gustaría y le sería más cómodo para continuar. El batero se sentía soñar tocando sus labios, no dejaba de pensar en que le estaba correspondiendo con la misma efusividad, lo que indicaba que realmente le gustaba. El vocal se posicionó sobre el batero y mientras continuaba besándolo movió sus caderas en dirección a él, rozando sus entrepiernas a través de la ropa. Sora sin pensar abrió las piernas para permitir que Chiaki se acomodara entre ellas, cuando necesitó alejarse de sus labios, el vocal arremetió lamiendo su cuello y lo único que atinó a hacer el batero fue arañar cuidadosamente los brazos del más pequeño.

 

-          Mm… - se le escapó al batero cuando sintió a Chiaki morder su cuello mientras continuaba frotándose contra él. El vocal subió más hasta su rostro y volvió a besarlo.

 

-          Mm... – Chiaki no había sido capaz de pensar en nada más que en lo bien que se sentía compartiendo aquella intimidad con Sora. Por un segundo volvió a realidad y notó lo que estaba haciendo, entonces se cubrió con las colchas de la cama, separando un poco sus labios de los de Sora. El batero lo miró curioso mientras los cubría a los dos con cuidado de no dejar espacios por donde entrara demasiada luz.

 

-          ¿Qué haces? – se rió asombrado de su pudor. Chiaki también se rió concediéndole aquello, pero no respondió, volvió a besarlo. Sora colocó sus manos en las caderas del vocal metiendo los dedos por debajo de su ropa y subiendo hasta tomarlo firmemente de ellas, perdido en sus besos comenzó a moverse involuntariamente frotándose contra él de la misma manera.

 

-          Mm… - Chiaki se separó de sus labios y dando un par de besos en sus mejillas escondió el rostro pegando la boca a su oído, dándole así a Sora el privilegio de escucharlo suspirar placenteramente. Continuaron moviéndose sin dudar, sin pensar, los dos completamente cegados en el disfrute del otro.

 

-          Aah… - el batero notó lo excitado que estaba, le urgía abrirse el pantalón, por lo que dirigió su mano a la agujeta del pijama, pero Chiaki la detuvo. El vocal se levantó un poco y lo miró a los ojos en la suave luz que le brindaba estar debajo de las colchas. Fue el vocal quien desabrochó las agujetas con una mano y luego intentó bajar el pijama con algo de dificultad, entonces Sora levantó las caderas bajando el pantalón de un tirón quedando solo con ropa interior. Chiaki lo miró a la espera pero Sora lo miró un poco avergonzado.

 

-          Quítalo también... – le ordenó, el batero hizo un puchero. Chiaki se rió bajito por su expresión y miró su entrepierna mientras lo desnudaba, Sora miró hacia el lado y tragó saliva consciente de la mirada del vocal. Chiaki suspiró enternecido y se desabrochó el pantalón bajándolo solo lo suficiente para descubrir su erección. Sora se impresionó cuando lo notó y no pudo evitar mirarlo de la misma manera, se sintió nervioso, no estaba seguro de cómo continuar. El vocal por otro lado volvió a besarlo quitándole la oportunidad de pensar demasiado.

 

-          Mm… - el batero sintió la textura de la entrepierna de Chiaki rozándose con la suya. El vocal las tomó a ambas comenzando a frotarlas, Sora se mordió el labio mientras lo miraba. Chiaki cerró los ojos mientras mordía su labio inferior y el batero se sintió temblar por la visual.

 

-          Aah… - Chiaki volvió a inclinarse escondiendo el rostro junto al oído del batero, tomó firmemente ambas entrepiernas con la mano derecha y  movió su cadera para sentir la fricción. Sora comprendió y comenzó a hacer lo mismo masturbándose con la mano de Chiaki.

 

-          Mm...

 

-          Aaah…

 

Sora besó la piel del cuello de Chiaki que le era accesible y mantuvo sus manos acariciando sus brazos, de a ratos metiéndose bajo su playera para tocar su cintura. Por alguna razón le avergonzaba tocarlo mucho más, pensaba en que le molestaría considerando como solía ser el vocal.  Pensó en que escucharlo suspirar en su oído de momento le era más que suficiente.

 

El vocal comenzó a moverse a rápido aumentando también el sonido de su respiración. Sora lo imitó. En algún momento volvieron a besarse, entonces Sora tomó su rostro y lo acarició en cuanto separaron sus labios. Lo miró a los ojos embelesado.

 

-          Chi… - suspiró. El vocal cerró los ojos sintiéndose un poco tembloroso, mordió su labio para evitar un gemido que escapó de todas maneras como gimoteo. – Mm…  

 

-          Mm…

 

-      Aah… - Chiaki se inclinó hasta apoyar su frente en la de Sora perdiendo un poco el equilibrio pero Sora lo sostuvo. Ambos continuaron moviéndose. – Aah…

 

-          Oh… - el batero rozó con su dedo índice el contorno del mentón de Chiaki mientras no dejaba de moverse, hasta que el vocal tembló un poco y Sora volvió a sujetarlo colocando ambas manos en su cintura, solo que no lo soltó más y comenzó a moverse arremetiendo contra la mano que sujetaba firmemente ambas entrepiernas. Ambos comenzaron a temblar atentos a los gestos del otro, sabían que no les quedaba mucho por acabar, las mejillas de Sora se colocaron de un intenso rojo que excitó aún más a Chiaki. – Aahh… Chi…– el más alto apretó los labios y cerró los ojos mientras los temblores comenzaban. El calor le subió de golpe, y estuvo seguro que le temblaron visiblemente hasta los brazos y los labios cuando el orgasmo le hizo abrir la boca, aunque logró callar cualquier gemido. Inclinó un poco la espalda y soltando a Chiaki cubrió su rostro con un brazo. El vocal lo miró victorioso y soltó ambas entrepiernas dedicándole especial atención a la de Sora, dándole pequeños toques con los dedos como si fuera una despedida. El batero respiraba agitado y avergonzado, levantó un poco el brazo para encontrarse con los ojos divertidos de Chiaki que además sonreía. Bajó la mirada hasta encontrar su abdomen con un poco de los estragos del orgasmo y también notó que el vocal aún no tenía el suyo. Entonces aún respirando agitado, se inclinó hasta él estirando la boca para pedirle un beso. Chiaki respondió pero se sorprendió cuando sintió la mano del más alto tomar su erección con fuerza y masturbarla dándole mayor atención a la punta de esta, la que acarició con la palma de la mano. El vocal volvió a esconder el rostro cerca de su oído, y aunque le era dificultoso a Sora mantener el ritmo en aquella posición, no se detuvo.

 

-          Aah… Mm...

 

Chiaki se fue encogiendo cada vez más sin dignarse a levantar el rostro, finalmente mantuvo sus labios pegados al pecho de Sora sintiendo el orgasmo acercarse. En su desesperación buscó algo que morder y encontrando solo un pezón de Sora como lo más cercano, lo presionó entre los dientes, controlándose así mismo para no dañarlo, aunque si lo mordió con fuerza. La sensación placentera por poco hizo a Sora perder el ritmo en cuanto Chiaki comenzó a humedecer su mano, pero logró mantenerse firme para cuando la tensión y los posteriores temblores le indicaron a Sora que ya había cumplido con su cometido.

 

-          Aaaaah… – Chiaki hundió cuanto pudo el rostro en la piel de Sora hasta que el intenso orgasmo, más duradero de lo usual, terminó del todo. Intentó no hacer ruidosa su respiración pero falló, con los ojos cerrados se recostó junto a Sora.

 

El batero levantó las piernas para mantener las sábanas en alto sintiéndose avergonzado en aquella posición, evitó mirar a Chiaki que en cuanto abrió los ojos lo miró sin entender.

 

-          ¿Por qué te quedas así? – su voz ronca le llamó la atención al batero.

 

-          No quiero ensuciar tus sábanas – le susurró muy despacio, en un tono que por poco Chiaki no escuchó. El vocal se inclinó y notó la cantidad de semen en el abdomen de Sora, el suyo y el propio, se le salió una risotada que hizo al más alto fruncir el entrecejo más avergonzado que molesto. El vocal se destapó y tomó una caja de pañuelos que estaba en la mesita de junto, sacó varios de un tirón y luego limpió el abdomen de Sora. Repitió tres veces el acto hasta que pareció estar seco, luego solo lanzó los pañuelos sucios al piso.

 

-          ¿Mejor así? – el batero asintió girándose para abrazarlo hundiendo esta vez él su rostro en el cuello del vocal. – Ey…  - Chiaki suspiró, desordenó el cabello de Sora como si este fuera un niño – Tenemos que levantarnos, ya es tarde.

 

-          No… estoy cansado, siento que podría dormir diez días más.

 

-          Entonces quédate en la cama, yo tengo que…. – Chiaki comenzó a levantarse pero Sora lo retuvo jalándolo hacia él - ¿Qué?

 

-          Quédate solo un poco más…

 

-          Vamos Sora, no seas tan niño.

 

-          Pero vas a cambiar… - el batero lo miró con cierta expresión triste.

 

-          ¿Cambiar?

 

-          En cuanto salgamos y todo vuelva a la normalidad, no vas a ser de esta forma conmigo – se volvió a abrazar a él escondiendo el rostro entre su cuello y su hombro – Me gustas más así, entre las sábanas.  – Chiaki tragó saliva pensando en que decir. Como era propio de él, las bromas le resultaban más cómodas para salir de situaciones que le amenazaran el equilibrio emocional.

 

-          Eso suena a que solo te gusto para poder…

 

-          No me importaría si solo habláramos como anoche, pero si… lo que acaba de pasar me hace muy feliz. – Sora se separó de él para mirarlo a los ojos, quería asegurarse de que entendiera sus palabras. Chiaki lo miró un poco sonrojado, se acercó a él y cuando Sora pensó que lo besaría y cerró los ojos para ello, recibió nuevamente una mordida en su nariz - ¡Auch!

 

-          No me pongas incómodo, sabes que también tengo sentimientos por ti. – la mirada de Sora cambió de ofendida a sorprendida, pestañeó varias veces. Chiaki evitó su mirada pero finalmente se le escapó una sonrisa avergonzada que intentó esconder volteándose para levantarse, pero había sido tarde, Sora lo había visto.

 

 

 

 

 


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