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"Forjando el fuego de la destruccion por KarinUchiha1

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Notas del capitulo:

Finalmente he regresado luego de un rato y en esta ocasion, ya toca el turno de esta querida fic oscura, en el capitulo de hoy, no habra Stony Dark, pero habra una historia desgarradora de un amor destruido por la avaricia de una anaconda.

Nota para el fic:

Rifle MAS FRF 2: Es el fusil de francotirador estándar de las Fuerzas Armadas francesas. Fue diseñado para disparar a blancos situados a distancias de más de 800 metros

Sin mas vamos al capitulo de estacion.

- Por lo que veo-dice Nat ríe- es que eres un alfa celoso.

- No es lo que crees –dice un poco molesto.

- Aunque tenías el aspecto de un cachorrito Golden, siempre imagine que serias alguien celoso-

- No son celos, solo es un poco de posesividad, como cualquier alfa-

- Como tú digas, solo recuerda que los celos son falta de seguridad, no dudes de tu masculinidad Steve -mira de cuerpo completo a Steve- menos ahora, que prácticamente, eres el alfa ideal.

- Lo voy a tomar en cuenta- dice molesto.

- Sigues igual de testarudo ¿verdad? –

- Creo que, a comparación de mí, tú eres la más cambiada de nosotros dos- un poco serio- para empezar, no esperara que nos volviéramos a encontrar de esta manera y menos tu siendo una proxeneta.

- Alto ahí – dijo Nat un poco molesta- te voy a detener, porque para empezar no soy una proxeneta, nadie de estos jóvenes está en contra de su voluntad, varios de estos chicos fueron salvados de las calles de verdaderos proxenetas.

- ¿Ahora eres su salvadora? – pregunta un poco molesto

- Deja te explico antes de que arrojes el escritorio de mi oficina -seria- escucha no voy a negar que este lugar da servicios sexuales, pero… -recalcando- todos estos chicos eligen dar el servicio, yo no. Esta es una casa de citas, tenemos todo tipo de chicos, desde alfas lower hasta omegas lower, no importa el género, mientras quieras trabajar por un buen dinero, siempre es bienvenido.

- ¿Y no hay sexo de por medio? –

- Si, él no quiere, no tiene por qué darlo-

- No parece algo muy poco prometedor para un negocio como este-

- No me crees ¿verdad? –

- Nat, apesta a esencia de omegas en celo-

- Hoy es jueves de 2x1 en bailes privados de omegas –

- Nat –molesto.

- Solo son bailes, si mis empleados quieren dar servicios extras, pueden darlos solo si ellos lo desean, claro que no están a la intemperie, no dejo que ninguno de esos idiotas se pase de listo con ellos, siempre cuido de ellos –

- ¿Como cuidas de él? -serio poniendo un tanto nerviosa a Nat - ¿verdad? Aun lo cuidas ¿no?

Suspira: - Han pasado muchas cosas Steve, así como no soy la alfa que conociste, él… -desvía la mirada angustiada- no es el omega que conociste.

- Pues quiero saber que tanto paso-

- ¿Qué es lo que quieres saber? –

- Comencemos desde la última vez que los vi -dijo serio- quiero que me digas que ha sido de ti y mi mejor amigo, luego de casarse y dejar Brooklyn.

Toma asiento nuevamente y con bastante seriedad: -Sera una historia muy larga –

- Cuento con eso, quiero que me digas todo y saber…-suspira pesado- Si Bucky está bien…

Nat no podía apartar la mirada agobiada de Steve, los secretos de muchos años encima pesan hoy peor que nunca.

- James está bien, en lo que se puede –

- ¿Él sabe de todo esto? –

- El no tiene noción de nada, ha pasado por demasiadas cosas –

- Se supone que devias protegerlo -alzando la voz- él es…

- Steve…-dice amargamente- tu mejor que nadie, sabe que desde el primer momento que nos conocimos James y yo, supimos que éramos predestinado.

- Lo sé- suspira un poco pesado y trata de mantener la compostura- por mucho tiempo creí que yo era el predestinado de Bucky, ya que era el único omega de ese entonces que no me miraba con desprecio o repulsión, luego apareciste tú y bueno, eras su verdadero predestinado, nunca te guarde rencor por eso, yo quería que mi mejor amigo fuera feliz, eso era lo importante para mí –

- Fue una de las cosas que más me agrado de ti, eras un gran amigo de James y prácticamente te volviste el mío –

- Fue un sentimiento mutuo y también recuerdo haberte dicho algo muy importante, cuando me dijiste que querías marcar a Bucky como tu omega –

- Lo recuerdo muy bien Steve -sonríe- “Nat, eres una gran alfa y puedo notar el gran amor que le tienes a mi mejor amigo, pero si te atreves a lastimarlo, yo mismo acabare conmigo” me lo dijiste con una frialdad y crueldad que llego un punto que me diste miedo -ríe- fueron tus primeros desliz de instinto alfa, aún recuerdo… -mira los ojos rojos de Steve- esos incesantes ojos rojos que me bendecían y me amenazaban al mismo tiempo, ahora los tienes más remarcados. Ja, ese suero te hizo maravillas.

- Nos estamos desviando del tema, Nat–

- Esta bien, como sabes cuándo James y yo nos volvimos compañeros, ambos teníamos la ambición de llegar a la ciudad para cumplir nuestros sueños, James quería entrar a la milicia y yo a la CIA -seria- para mí fue fácil al ser alfa, para James fue más complicado por ser un omega, nadie quería a un omega en la milicia; sin embargo, gracias a mi astucia y perspicacia en la CIA, rápidamente ascendí, volviéndome una espía y la mano derecha de Alexander Pierce, que en ese entonces era director de la CIA,  así que moví los hilos necesarios para que James pudiera entrar al ejército, aunque fuera bajo un programa de inclusión.

El rostro de Nat ya no estaba solo serio, estaba lleno de rabia e ira, se podía ver que su mano derecha estaba empuñada fuerte sobre el escritorio, Steve miro la mano de Nat.

- Veo que el programa no era lo que esperaban –

- Fue una mierda-dijo desviando la mirada molesta – no tenía idea de lo que significaba ese maldito programa -puso su mano en rostro tratando de calmarse- “Seguridad sin discriminación” una verdadera mierda.

- La ayudante de Tony; Pepper, me dijo que eras una fiel seguidora de Pierce-

- Caí en sus mentiras como una niña estúpida –

- ¿Qué te prometió? –

- Me dijo… -cerro los ojos frustrada- que ese programa seria el gran cambio para la comunidad omega, porque así como entrara Bucky, muchos más omegas tendrían la oportunidad de ser el soldado perfecto para la sociedad -baja su mano volviéndola empuñar sobre el escritorio- solo era una fachada para lo que en verdad quería hacer con el… -suspira frustrada y aprieta sus parpados- yo era su alfa que debía protegerlo y fui yo la primera en entregarlo a esos buitres.

- ¿Qué sucedió? –

- Al principio, todo parecía acorde a su propuesta…- abre los ojos- era la inclusión de los omegas a las fuerzas armadas, todos creían que era una mala idea, quien quisiera tener que lidiar con un hormonal omega, Pierce parecía ser el único que creía en el programa -alza la mirada al techo- y yo también…

Hundida en sus recuerdos, recuerda una noche en un departamento donde James y ella, donde James estaba sentado un tanto exhausto mientras ella le daba un masaje en la espalda.

- ¿Un día difícil? –pregunta Nat

- Si…-dice James exhausto- pero no puedo quejarme si yo mismo elegí esto ¿no? -sonríe.

- Ya te acostumbraras, eres mi soldado Barnes -abraza a James por la espalda- mi fuerte y gran omega, que será mejor que cualquiera de esos idiotas alfas

- Lo sé -sonríe confiado- soy el mejor.

- Lo eres -suelta a James sentándose a lado de él – no eres como los demás omegas -acaricia la cabeza de James- para empezar, eres más alto que yo -ríe.

- Aun así, te enamoraste de mi –

- Tu olor a ciruelas me engaño, pensé que serias mas pequeño y tierno, pero solo eres alto y testarudo –

- Auch, haz roto mi corazón, para repararlo tendrás que mimarme -se recuesta en el regazo de Nat.

- Bueno es un precio justo -acaricia los cabellos de James por varios segundos - ¿mejor?

- Siempre -dice relajado.

- Me alegra que al fin puedas cumplir tu sueño –

- No podría hacerlo sin ti-

- Claro que sí, porque incluso sin un alfa, tu eres un gran hombre que persevera solo, solo espera, ahora eres soldado y en menos de lo que crees, serás sargento, el sargento Barnes-

- No suena mal –

- Y se vera mejor en tu gorra -ríe.

- Eres la mejor Nat -toma la mano de Nat dándole un beso en el dorso- te amo…

- Yo también te amo –

Un beso entre predestinados, ambos se profesaban un amor eterno que pocos tenían la dicha de tener, ahora solo era un buen recuerdo de un lejano y bello pasado, regresa a la realidad bajando la mirada a Steve.

- Creí en las palabras de ese idiota, porque quería que James cumpliera su sueño y fue mi fe, lo que nos llevo a la ruina -suspira- no fue todo al instante, fueron años, años de ese programa.

Serio: - ¿Qué fue lo que le hicieron? –

- Primero fue un adiestramiento militar normal; ejercicio básico, entrenamiento de combate de todo tipo, conocimiento de armamentista, ya sabes, cosas básicas de ejercito-

- ¿En que momento todo se volvió turbio? –

- Cuando el enfermo de Armin Zola apareció -

Nat tomo un lápiz de su escritorio, lo tomo entre su puño y con una presión al lápiz lo termina rompiendo.

- ¿Quién era se tipo? –

- Llego como doctor para los reclutas, él tenía una idea muy similar a la del super soldado que Tony, solo que el quería hacer la experimentación con los omegas del programa, James quería ser el primero en ser experimentados -aprieta el resto del lápiz- y yo lo alenté a que lo fuera -suelta los restos del lápiz- debí haberme callado la boca.

- ¿Le inyectaron lo mismo que a mí? –

- No, a ti fortalecieron como alfa volviéndote un super soldado, a él…-

Un escalofrió recorrido todo su cuerpo, al recordar una fría y vacía mirada, una mirada que no podía recordar.

- A James se volvió una super arma, un arma sin voluntad propia-pone sus manos en el escritorio empuñándola.

- ¿Qué le hizo? -pregunto molesto.

- Comenzaron con inyectarle una especie de suplemento que aumentaba sus habilidades físicas y mentales, todo lo aprendido aumento, James parecía el más fascinado de sus nuevas habilidades, parecía que todo estaba de nuestra lado, hasta nuestro futuro…-

Nuevamente divagando entre sus recuerdos, Nat recuerda un campo de entrenamiento, donde James practicaba su tiro al blanco con arma, era perfecto, ni un solo fallo, ella se recuerda feliz y él bastante emocionado.

- ¿No te lo dije? -pregunto James sonriendo bajando su rifle MAS FR F2- ese suero es excelente.

- Es genial -dijo Nat viendo los tiros al blanco- realmente es sorprendente.

- Ese Zola es un genio, ahora soy mejor de lo que era antes-

- Ya eras mejor, con o sin ese suero –

- Gracias Nat – toma de las manos de Nat

-Pero dime, ¿A que me trajiste? No creo que solo para alardear de tus nuevas habilidades –

- Ciertamente no, hay algo que necesitaba decirte –

- ¿Un nuevo acenso? –

- Si, pero de ti-

- ¿De mí? El secretario no me ha dicho nada ¿de qué ascenso hablas? -

- De esposa a madre-

Ella se queda en shock por varios segundos y luego sonríe apretando más las manos de James muy emocionada.

- ¿Enserio? -él asiente la cabeza- ¡¿Es enserio?! –

- Si -suelta una de las manos de Nat y saca de su bolsillo una prueba de embarazo positivo- sin duda alguna.

Nat estaba tan emocionada que salto al cuello de James abrazándolo con fuerza, no podía evitar la emoción besándolo varias veces.

- Te amo, te amo, te amo…-rio de felicidad- gracias James…

Rio y puso su frente contra la de ella: -No, gracias a ti. Por brindarme esta familia-

Ese pequeño gran instante para ambos se esfumo como una hoja en el viento, que ahora era un bello recuerdo, de una vida pasada. Nat ya no se contuvo mas soltando algunas lagrimas y Steve la tomo de la mano, ella apretó su mano, necesitaba un amigo aun después de los años.

- No lo sabíamos en ese momento, pero ese suero… -su voz se quebraba- estaba alterando todo su organismo, algo parecido a una radiación, las dosis eran muy fuertes -toma fuertemente la mano de Steve- y le provocaron un aborto.

Nat finalmente se quebró llorando incesantemente, Steve se levanto de su asiento y fue directo a ella a abrazarla, Nat tan devastada estaba llorando en el hombro de Steve.

- Todo fue mi culpa, todo fue mi culpa, jamás debí alentarlo, debí pararlo-

- Si conozco y recuerdo a mi amigo Buck, es que nada lo hubiera detenido, ni siquiera tu-

Nat suspira mas tranquila y Steve se separa de ella, saca un pañuelo de su bolsillo ofreciéndoselo.

- Ten, no querrás que tus empleados te vean así –

Ríe: - Claro que no -se limpia las lágrimas- ellos deben verme fuerte, aquí casi me consideran su madre.

- Ahora si te creo, porque esas lágrimas, difícilmente se falsean y sobre todo en un alfa-

- No es un alago que un alfa llore-

- A ti te queda bien, te hace mas humana-

Suspira y sonríe: - Eso si es un alago –

- Esta si es la Nat recuerdo -sonríe.

-Supongo que no pude borrar todo de mi pasado, por mas que lo intentara –

- Han pasado mucho ustedes dos- se torna serio- perder a un hijo y luego… -un poco molesto- lo que dices que…

- Eso no se acerca, al verdadero infierno -se torna seria- la perdida de nuestro hijo fue solo un tentempié a lo que se avecinaba -suspira molesta- el verdadero horror comenzó, cuando nos dijeron que debido al suero, Bucky se había vuelto estéril y no podríamos jamás ser padres -desvió la mirada- los dos nos hundimos en un pozo sin fondo -regresa la mirada en Steve- habíamos perdido un hijo, fue un golpe muy duro para nosotros, así que, para poder resignarnos lo más rápido posible, ambos nos hundimos en nuestros propios trabajos, el siendo soldado omega y yo siendo la mano derecha de Pierce, aunque fui mas que su mano derecha para él, era su espía personal -baja la cabeza- hice cosas muy crueles en nombre de Pierce, estaba desecha, así que no me importo a quien lastimaba en el camino, solo quería que el dolor desapareciera y solo empeoro… -alzo la mirada- entre más hundidos estábamos en nuestros trabajos, nos volvimos distantes, uno diría que es por todo lo que estaba pasando, pero esta distanciamiento fue muy distinto; porque James, ya ni siquiera me miraba, ni hablaba, ni siquiera decía mi nombre, era como si James, me tratara como una completa extraña, finalmente me di cuenta que todo estuvo mal, cuando en una ocasión, aun con los problemas que teníamos, quería festejar nuestro aniversario.

Una gran cena, la comida favorita de ambos, velas ambientales para la ocasión y una Nat bastante elegante esperando que su esposo llegara de su trabajo, eran las 8 de la noche, ella esperaba pacientemente que su esposo llegara. Una, dos y mas tres horas, James no llegaba, Nat estaba sentada frente a su fría comida, suspira agobiada y es sorprendida por el abrir de la puerta, impaciente llega a la entrada, donde un James desaliñado, con un uniforme militar negro camuflajeado bastante dañado y una mirada perdida había llegado, Nat estaba completamente anonadada.

- ¿James? –pregunto confundida.

- He llegado -respondió fríamente James.

-Si…-un poco inquieta- es lo que he notado

Ve a James irse por todo el pasillo sin ni siquiera mirar la cena que Nat había preparado, solo se iba dirigiéndose a la habitación.

- James -ve a Bucky detenerse- ¿no recuerdas lo de hoy?

- Misión de infiltración a la casa blanca, sacar información sobre…-

- No -dijo alzando la voz poniéndose frente a James- no estoy hablando de misiones, no estoy hablando de trabajo, estoy hablando de nosotros.

- ¿Nosotros? –

- Si, nosotros- sonriendo forzadamente- de nuestro aniversario, de nuestro destino

- ¿Destino? –

- Si, James hoy es el aniversario de nuestra unión -alza la voz molesta.

- ¿Unión? ¿Unión de quién? –

-James…-dijo poniéndose muy nerviosas- ¿Qué es lo que recuerdas?

- Yo…-dijo de forma fría y firme- soy James Buchanan Barnes, Sargento de las fuerzas armadas, numero 616, mi debes es obedecer y proteger a mi líder para la paz bajo el orden.

- ¿Y yo? ¿Qué recuerdas de mí? –

- Natalia Alianovna Romanova, espía personal del director de la CIA Alexander Pierce, experta en…-

- ¡No! -grita tomando de los brazos fuertemente a Bucky- ¡No estoy hablando de eso! Estoy hablando… -con los ojos lloroso- Yo estoy hablando de ti y de mí, de lo que somos -toma las mejillas de James- lo nos unió.

 - No entiendo a qué te refieres –

- James -comenzando a llorar- ¿Recuerdas que somos?

Sin inmutarse y con los mismos ojos frívolos sin vida desde que llego, respondió:

- Somos fieles -sorprende a Nat- somos fieles seguidores de Alexander Pierce

Ella lo soltó y James siguió su camino hacia su habitación, Nat solo callo de rodillas llorando en shock sin entender nada, de lo que le había dicho.

Regresando a la realidad, Steve se queda conmocionado y Nat continuaba con la mirada seria en el rostro.

- Hubiera sido menos doloroso si Bucky me hubiera sido infiel o incluso que quería el divorcio, esto fue algo, que nunca me hubiera esperado. Lo curioso, es que ese momento, fue lo necesario para saber, que era lo que Pierce, estaba siendo con nosotros -seria- días después de lo que había pasado con James, fui acompañante de Pierce en una de sus juntas de campañas para alcalde de estado, estaba más como su asistente personal en sus oficinas, ese día estaba ayudando a todo su gabinete para nueva publicidad, cuando iba a buscar a Pierce para mostrarles los avances de la campaña, lo vi caminando entre los pasillos con el enfermo de Zola, iba a llamarlo, hasta que vi que atrás de ellos, estaba James con un atuendo militar negro de combate y me percate que tenía el brazo izquierdo vendado, eso solo despertó más mi curiosidad y sigilosamente los seguí. En pocos segundos; vi a Pierce, a Zola y a James llegar a un elevador, Pierce se acerca una caja de seguridad donde oprime unos números, el elevador se abre y los tres entran oyéndose descender, espere unos segundos, para acerque al elevador y como buena espía de Pierce, había memorizado su clave solo de verla una vez, el elevador abrió y estaba vacío, entre y las puertas se cerraron comenzando a descender… -cerro los ojos frustrada- fueron los segundos mas largos de toda mi vida, estaba muy nerviosa, no sabía que esperar abajo, solo tenía demasiadas preguntas en mi cabeza sobre James y quería respuestas sobre él, es todo lo que quería.

- ¿Y las obtuviste? –

- Si…-abre los ojos- y esas respuestas, desataron finalmente, el verdadero infierno en el que James y yo, estábamos viviendo. Cuando escuche el timbre del elevador, se abrieron las puertas y lo encontré una especie de laboratorio, era bastante tétrico y lúgubre el lugar, al entrar mire alrededor encontrándome variedad de armamento y lo que parecía robots, escuche murmullos de personas detrás de una puerta que tenía enfrente y me puse una bata con cubrebocas que me encontré para pasar desapercibido, la puerta se abrió entrando Zola, me miro bastante confundido de verme.

­- ¿Quién eres tu? -pregunto Zola.

- Soy nueva, un becado del director Pierce del programa de integración omega, estoy en el área de robótica, soy Natalie Rushman, el director me pidió que viniera con usted, aunque por error me termine perdiendo por aquí, lo siento-

- ¿Ehh? -dice un poco confundido y desconfiado - ¿Cómo entraste aquí?

- Vi un elevador y me dijeron que su laboratorio estaba en la planta baja del edificio.

- Mmm -al ver de perfil a Nat, solo suspira- supongo que está bien, Pierce sigue obsesionado con ese programa de omegas así que no puedo hacer nada -se dirige a la puerta- sígueme. Tus practicas comienzan ahora.

Seguí a Zola sin dudar y mientras más avanzaba, el lugar se hacía más escabroso, viendo a varias personas en camas de hospital, el lugar parecía muy bien resguardado, había un guardia en cada esquina, no exagero diciendo, que parecía más, un hospital psiquiátrico que un laboratorio; si bien, mi formación como espía me hacía mantener la calma, por dentro me estaba matando la incertidumbre.

- Bien niña- dijo Zola deteniéndose frente a algo- comenzaremos dándote una primera lección aquí.

Cuando mire al frente; quede en shock, no podía procesar lo que estaba viendo, era James, estaba con el torso desnudo, sentado en una silla de metal extraña, dos tipos con batas están con él inyectándole algo azul en su brazo izquierdo, su brazo estaba en un estado deplorable, parecía que estuviera gangrenado, fije mi mirada con la de él y era la misma mirada de aquella noche, fría y vacía, no me veía, no veía nada.

- Zola –

Escuche la voz de Pierce, sacando de mi shock, mire a mi lado y estaba Pierce, viendo de forma seria a Zola y a James.

- ¿No crees que su brazo ya esta bastante mal? –

- No te preocupes por esos detalles menores– dijo Zola acercándose a James- la perdida de su brazo, es algo que ya tenía previsto, será un avance más para nosotros, con una nueva prótesis armamentista que lo hará un arma mil veces mejor de lo que ya es.

- No me importa si tenemos que cortarlo y volverlo a unir, mientras siga siendo el soldado que ha sido hasta ahora -

- No queda decepcionado director –

- Eso espero -se acerca a James- no me has decepcionado desde el día que llegaste soldado y ahora, eres nuestra mas grande arma, necesaria para este mundo lleno de caos, necesita control para encontrar la verdadera paz y tú eres necesario para iniciar, esta nueva paz­-James alza la mirada y él pone su mano en su mejilla- eres el gran puño de Hydra.

Estaba perdiendo los estribos, quería arrancarle las manos a Pierce y decapitar a Zola, mi instinto alfa se estaba saliendo de control, mi aroma estaba esparciéndose y James fue el primero en notarlo, mirándome a los ojos, por un instante, él me recordó.

-Nat…-susurro James- Nat… -confunde a Pierce- Natasha…

- Parece que aun tenemos una ligera falla-dijo Pierce suspira- ¿Qué significa esto Zola? -mira brevemente a Zola.

- Ya le había dicho que siempre puede haber ligeras lagunas mentales y más en un lazo de destino entre alfa y omega, recuerde que el Sargento Barnes aun sigue enlazado con la espía Natasha Romanoff, no puede tener control sobre eso.

Pierce se puso serio volvió a mirar a James, esta vez con molestia lanza una fuerte bofetada contra él y lo toma de la barbilla para hacer que lo mire.

- Yo soy el líder de Hydra, tengo el control de todo a mi alrededor y tu absurdo lazo del destino, no hará que pierda el control-

James no parecía escuchar a Pierce, solo me miraba, de una manera tan suplicante, que pensé que me iba a quebrar en ese instante.

- Natasha…-susurra.

- James…-susurra Nat.

- Nat…-respiraba un poco agitado- te amo…

Esas fueron sus ultimas palabras y luego Pierce, suspiro.

- Parece ser que aun sigues siendo un omega sentimental- se da la vuelta mirando a Zola- inicia de nuevo, bórrale la memoria, quiero toda distracción fuera de su cabeza.

Pierce se alejo de James, los tipos de bata le pusieron un protector bucal a James y recostándolo en la silla, ellos se retiraron, Zola apretó unos botones de su computadora, inmovilizando de las extremidades a James, luego una especie de corona de metal la pusieron en su cabeza apretándolo, se encendió y lo último que escuche.

- ¡ARGHHHHHH! ¡ARGHHHHHH! ¡ARGHHHHHH! –

Sus gritos resonaban en mi cabeza, una y otra vez, todo se volvió una pesadilla, todo se repetía como una horrible película de terror. Podía escuchar tus palabras en mi cabeza, “Puedo notar el gran amor que le tienes a mi mejor amigo” “Si te atreves a lastimarlo” “Yo mismo acabare conmigo” Steve, cuando vi eso, yo quería acabar con todos ellos y eso fue lo que hice.

Tomé lo primero que tuve a la mano y lo lancé a esa máquina averiándola, apagándola al instante. Todos estaban conmocionados por lo que hice, me quité mi disfraz y los guardias que había en el lugar se fueron contra a mí. Mi instinto alfa estaba al limite y me enfrente a 10 soldados alfa e incluso a los de bata, sin recibir ni una herida, me acerque a Zola, tome un bisturí de una de las mesas y lo tome de rehén frente a Pierce amenazándolo con cortarle el cuello.

- Lo diré solo una vez- dijo con voz grave- suelta a mi omega -enterrando un poco el bisturí en el cuello de Zola- o este enfermo muere.

- Wow -dice Pierce viendo a todos los guardias noqueado- no esperaba menos de mi mano derecha, siempre has sido la mejor agente Romanoff, incluso tu pareja destinada es la mejor -pone su mano en el hombro de James.

-  Quítale las manos encima- cierra mas su brazo asfixiando a Zola y haciéndole un pequeño corte con el bisturí.

- Natasha -un poco molesto- no querrás hacer una estupidez

- La única estupidez que cometí, fue haber confiado en ti-mira a James perdido con la mirada- confie en ti creyendo que estabas ayudando a mi omega y solo lo estabas volviendo una maldita arma.

- Estas viendo solo la superficie de esto Romanoff, esto se trata de algo más grande que el sacrificio de un omega-

- ¿Omega? -molesta- ¿Un omega? ¡Es mi omega! ¡Y tú me lo quitaste! Así que… -entierra un poco más el bisturí al cuello de Zola- devuélvemelo o este doctor de mierda se va

Pierce suspira: -Romanoff, no querrás hacer eso. Eres una espía, mi espía y sabes lo que yo podría hacerte, si intentas atacarme a mi -alza su mano derecha con los dedos a punto de chasquear- yo te atacare 100 veces peor, puedo liberar toda tu información de tus misiones homicidas que has hecho alrededor del mundo; las personas, los líderes, las familias y los niños que mataste, todas ellas podrían salir a la luz con solo chasquear mis dedos -sonríe- te perseguirán Natasha, no tendrás a donde ir y mucho menos él -jala el cabello a Bucky- el a echo el doble de misiones de asesinatos e encubrimiento que tú, así que aunque te lo lleves, todo el mundo lo perseguirán, como el asesino que es -suelta a Bucky- el soldado del invierno y aunque lo intentes no podrás protegerlo, los mataran a los dos, aunque si sueltas a Zola, das media vuelta, te olvidas de todo lo que viste hoy, sigues siendo la excelente espía Alfa que siempre has demostrado ser, no liberare la información de ninguno de ustedes de sus misiones y te prometo, que Bucky estará salvo aquí conmigo, porque nadie podrá tocarlo. Seguirán siendo la misma pareja feliz, que eran desde el principio.

Pierce me había amenazado con todo su armamento para que no matara a Zola y que sus mejores armas siguieran de su lado – bufa sonriendo- lo que él no sabía, es que, a comparación de Bucky, yo era una navaja de doble filo. Solté a Zola, el respiro de manera aliviada y Pierce estaba mas que encantado por mi acción.

- Sabia que recapacitarías Natasha y tomarías la decían correcta, después de todo, eres mi mejor espía –baja su mano.

- Es cierto -con la cabeza agachada- soy una espía, la mejor que has tenido y como debes saber -alza la cabeza- los espías también -muestra el bisturí en mano- somos dobles espías.

Atrapa nuevamente por la espalda a Zola, esta vez de tajo corta la garganta de Zola comenzándose a desangrar, cae del shock y se desangra en el suelo hasta morir, dejando en shock a Pierce.

-Que rayos crees…-

- Crees que eres el único que tienes secretos -saca un su celular mostrando un temporalizador que iba en 5 minutos- yo también se tus secretos Pierce y en 5 minutos se van a liberar.

- Nadie te creería cuando libere los tuyos-

- Nunca dije que los liberaría yo -confunde a Pierce- no soy tu único enemigo Pierce, tienes demasiados enemigos, incluso bajo tu propia sombra, uno de ellos siempre me advirtió de ti, diciéndome que no confiara en ti, yo estaba cegada con tus palabras de político en campaña, así que no le creí, pero me dijo que si necesitaba ayuda contra a ti, que solo le mandara un mensaje y que en menos de 15 minutos, toda la información asquerosa de Alexander Pierce seria revelada, teniendo toda la validez del mundo, siendo tu segundo al mando.

- Fury…-sorprendido.

- Así que te sugiero que me regreses a mi omega, no intentes detenerme, porque sino regreso a la superficie antes de que termine la cuenta, Fury liberará todo y tu carrera estará acaba. A mi me importa muy poco si me persiguen o no, soy espía, se cómo esconderme, ¿pero tú? El hombre que quiere llegar a la candidatura nacional, no creo que quiera eso, el perder el control.

Si yo perdía a James, Pierce perdería todo lo que más quería, estaríamos igual. Estaba acorralado, empuñaba las manos y veía mi teléfono sin parar, sin remedio soltó sus manos alejándose de James, me acerque con desesperación quitándole todo el aparato encima, cruce su brazo derecho sobre mi cuello empezándolo a cargar a la salida, Pierce solo se quedó ahí, observando cómo nos íbamos.

- No tienes idea de lo que estas perdiendo hoy Natasha-dijo Pierce molesto.

- Y tu… -regresa la mirada furiosa a Pierce- no tienes idea de con quien te metiste, no olvides esto Pierce, una viuda negra siempre tendrá veneno letal, así que espera mi mordida Pierce, porque voy a matarte.

- Inténtalo, viuda…-

Fue lo ultimo que escuche de Pierce, seguí mi camino para salir del lugar, en cuanto salí deje a James en el suelo, lo movía tratando de hacerlo reaccionar, era inútil, llame a Fury para que me auxiliara. Al poco tiempo llego y con unos paramédicos yéndonos al hospital mas cercano de ahí, lo trasladaron a urgencias para tratarlo de sus brazos, esperé horas por una respuesta y cuando la tuve, era lo ultimo para derrumbarme a pedazos.

- ¿Qué? -dijo Nat frente a un doctor- ¿Qué esta diciendo?

- El daño que sufrió su esposo en el brazo izquierdo por todas esas inyecciones por el insumo que le inyectaban fue muy fuerte y dado que jamás cambiaron la aplicación de la dosis, el brazo recibió mayor daño, solo era cuestión de tiempo, para que perdiera el brazo –

- ¿Le amputaron el brazo a James? -derramando algunas lágrimas.

-Era eso o perderlo a él –

- No…-respira agitada- no es cierto…

A punto de caer es sostenida por Fury: -Natasha respira-

- Todo es mi culpa -se sostiene de Fury- yo le provoque esto

- Natasha, tu no sabias nada –

- Pero lo entregue -sigue llorando- yo quería que James cumpliera sus sueños

- Igual que muchos Natasha-sorprende un poco a Nat- créeme que tú eres una más, de miles que fueron enredados por Hydra, como anaconda James y tú, fueron asfixiados por ellos, hasta que ya no les quedo aire.

Pone su mano en la cara: - ¿Qué voy hacer ahora?

- Lo que siempre has hecho -ayuda a Nat a ponerse bien de pie- cuidar y amar a tu omega.

Así que eso hice, me quede a lado de Bucky todo el tiempo, estando con él y amándolo como siempre lo hice, aunque él no me recordara. Su cuerpo se quedo conmigo y mente se quedo con Hydra, esa maquina le borro lo ultimo que le quedaba de recuerdos de nosotros, no recordaba nada, ni a ti, ni a mí, ni a nadie recordaba, solo se la pasaba diciendo “Esperando misión”.

Steve suspira pesado: - ¿Qué hiciste después? –

- Lo aleje de todo, Fury me ayudo a mudar a buscar un nuevo trabajo y cambiarme de nombre, todo para que Pierce, no intentara nada para recuperarnos. Mi nuevo trabajo era ser trabajadora social de una escuela y me llamaba Natalie Rushman -

- ¿Y como fue que terminaste aquí? –                       

- Bueno… -sonríe- supongo que una ironía de la vida, yo no la busque Steve, ellos me buscaron a mí.

CONTINUARA...

Notas finales:

Mas WinterWidow para el siguiente capitulo, donde veremos como Nat acabo dirijiendo a un monton de omegas callejeros.

Recuerden si quieren mas capitulos, recuerden dejar su buen comentario.

Sera todo en esta ocasion, nos vemos en el siguiente capitulo de fic.

 


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