Este segundo drabble es más cortito. Dedicado a Nathy Gonzalez en Facebook.
-Canonverse
-Post apocalipsis
Una mañana común
Los primeros rayos del sol de la mañana, se colaban por entre las blancas cortinas de la habitación de Aziraphale, logrando alcanzarle y hacerle abrir sus ojos con pereza. El ángel poco a poco tomó consciencia y sonrió.
“Otra hermosa mañana”, pensó.
Se volteó lentamente para no despertar a Crowley, quien yacía a su lado durmiendo plácidamente. Después de haber pasado todo el asunto del Armagedón, el demonio había podido volver a dormir profundamente como en tiempos más pacíficos, ¿y qué mejor manera que dormir al lado del ángel a quien amaba?
Aziraphale no había aceptado su propuesta de vivir juntos, ya que su librería había reaparecido, pero no tenía problemas en que Crowley se quedara a dormir unos días, o él pasara la noche en casa de Crowley en otras ocasiones. Lo importante, era poder despertar juntos cada mañana. No lo habían podido hacer en seis mil años, pero luego de la mala pasada del apocalipsis, decidieron no desperdiciar ni un día más.
De esa manera, su relación que había sido cultivada lentamente por milenios, floreció vehemente y con una fuerza incomparable. Nada podría separarlos jamás, habían podido burlar a las fuerzas del cielo y el infierno. Su compenetración, entendimiento y sobre todo el amor que se tenían; habían podido superar todas y cada una de las pruebas que la vida les había traído. Ahora, solo les quedaba disfrutar del derecho que habían ganado con tanto esfuerzo: el de amarse libremente.
Así como el pasatiempo favorito de Aziraphale era comer y degustar distintos platillos, creación de los humanos; el de Crowley, (aparte de cuidar a sus plantas) era dormir. Le encantaba hacerlo y aún más, desde que estaban juntos como una pareja de amantes. Ambos se acompañaban haciendo lo que más les gustaba y así lo disfrutaban mucho más.
Pero como el más dormilón era Crowley, Aziraphale aprovechaba para tener vistas de su amado demonio, que no podía vislumbrar de otra manera que no fuese en su estado inconsciente. Mirándolo con todo el amor del mundo reflejado en su expresión, Aziraphale se deleitaba observando el plácido semblante de Crowley al dormir. El que por lo general mostraba una expresión dura y sarcástica, se suavizaba increíblemente, haciendo a Aziraphale pensar, que de seguro así se veía Crowley todo el tiempo, antes de su caída.
El ángel podía pasar horas y horas observándolo, detallando cada milímetro de su rostro, cada hebra de su precioso cabello rojo. El lento movimiento de su pecho al respirar, le hipnotizaba; incluso el sonido de los ronquidos que a veces dejaba salir, le parecían adorables.
Crowley por su parte, aunque no lo admitía abiertamente, amaba despertar para encontrarse a los celestiales ojos de su adorado ángel; estudiando cada parte de su rostro cuidadosamente. Se sentía tan amado, como nunca antes en todos sus milenios de vida. Y ese sentimiento, le llenaba y desbordaba; haciendo que todo fuese mejor, que todo a su alrededor brillara y se embelleciera. La sola presencia de Aziraphale siempre había tenido ese efecto, pero saber que le amaba, era simplemente otro nivel de majestuosidad.
—Buenos días, ángel. Todo un acosador como siempre, puedo ver. —Saludó juguetón.
—¡Cómo si pudiera evitarlo! — Aziraphale le regaló una de sus angelicales sonrisas y acarició su mejilla con el dorso de su mano, mientras lo miraba fijamente— Buenos días, mi querido Crowley.
Como el tiempo no significaba mucho para ellos, cuya existencia era tan larga; no les importaba quedarse toda una hora al despertar, simplemente mirándose con dulzura. Expresando sin palabras todo el amor que se habían guardado, pero que ahora podían profesar sin miedos ni ataduras. Pero sobre todo, sintiéndose los seres más afortunados del universo, porque tenían la dicha de poder despertar uno al lado del otro, cada mañana, cada día y estaban seguros de que, así sería por el resto de sus vidas. No imaginaban que fuese de otra manera nunca más.
Fin
La idea se me hizo adorable, sin embargo, aún no me siento preparada para escribir un beso entre ellos o algo más atrevido que caricias y bonitas palabras. De todas formas, espero que les haya causado algo de ternura como a mí. Así es como me imagino que sería, al menos al principio. Todos amorosos y cursis, disfrutando de que al fin después de tanto tiempo pueden estar juntos de verdad.
Por favor, recuerden que sus comentarios me ayudan a mejorar, así que les ruego me den sus opiniones.