Capítulo 4.- Nuevas pruebas
- No voy a firmar esto Tony, ¿estás loco?, es tu empresa – Peper tenía los papeles en las manos y no podía creer lo que estaba leyendo
- Vamos Pepper, era cuestión de tiempo para que esto pasara, además no te estoy regalando la empresa, solo estoy cediendo temporalmente el control de ella, ¿en dónde voy a encontrar mejores manos que las tuyas?, si así como estamos tú tomas la mayoría de las decisiones o por lo menos de las buenas decisiones que nos ha llevado al éxito, así que no me discutas más y brindemos por tu promoción, yay… - Tony había mandado a pedir una botella de champagne en una hielera con dos copas, las cuales sirvió y le dio una a la hermosa rubia que la tomó y sonrió al decir:
- ¿Estás seguro de esto?
- Si… lo estoy, felicidades, eres oficialmente mi jefa… hey… eso no suena del todo bien
- No puedes arrepentirte Tony – contestó la rubia con una sonrisa
- Sería un tonto si lo hiciera, además tienes razón, necesito vacaciones pero aún no las quiero, quiero dedicarme a cosas creativas y eso me mantendrá ocupado que es lo que sería mejor para mí, no me digas que no he hecho un buen trabajo estas últimas semanas
- La verdad estás mucho mejor de lo que esperé verte, me da gusto que asumas las cosas con madurez
- No lo estoy haciendo, solo estoy concentrándome en no desmoronarme, no quiero perderme, no quiero dejar que esto defina mi vida, tú sabes de lo que hablo – Tony suspiró al decir esto, no era secreto para su mejor amiga los problemas que él tuvo en el pasado con la bebida y otras sustancias, le había sido muy difícil superar sus adicciones y la vez pasada Steve estuvo a su lado apoyándolo, ahora irónicamente él era la causa de que Tony quisiera dedicarse a beber nuevamente, la verdad si se había tomado uno que otro trago pero no… se negaba a emborracharse otra vez porque sabía que volvería a caer y no habría quien lo levante, Pepper sonrió con tristeza y dijo con toda la convicción de la que fue capaz:
- Steve no es el único hombre al que amarás, y él es un imbécil por haberte perdido
- Eso lo dices porque me miras con ojos de cariño, pero bueno… mi labor aquí está hecha, suerte con la junta de las once, me cuentas como te fue, o mejor no me cuentas como te fue… - Tony apuró su copa y besó a Pepper en la mejilla dejándola en la que ahora sería su nueva oficina
En los días que siguieron fue noticia el nombramiento de la ejecutiva Pepper Potts como CEO de las Industrias Stark, se especuló mucho sobre las nuevas venturas a las que el joven ingeniero estaría dedicado pero no eran más que conjeturas porque Tony estaba fuera del ojo público, no había salido mucho de su laboratorio y se la pasó armando y desarmando cosas, eso era lo que usualmente hacía cuando no podía dormir y no estaba trabajando en nada en específico, le gustaba tener las manos ocupadas y en eso estaba, desarmando un motor de uno de sus autos
- Asumí que estarías aquí… ¿estás ocupadísimo? – Tony levantó la mirada y sonrió, de pie en la puerta de cristal de su taller estaba su amigo Rhody, lucía jeans y una chaqueta de cuero, aparentemente era su día libre
- Ocupadísimo lo que se dice ocupadísimo pues… solo un poco, Pepper quiere que apruebe todo lo de los preparativos para la Expo pero ya me aburrí de los papeleos, ¿qué te trae por aquí? – Tony se puso de pie y se limpió las manos con una franela, él estaba usando jeans también pero estaban manchados de grasa, una camiseta negra sin mangas y botas
- ¿No estamos a meses de la Expo?
- Si pero… me gusta planearlo todo con tiempo, ya me conoces – Tony se encogió de hombros, la verdad es que la Stark Expo tenía un sitio especial en su corazón, era una tradición que su padre inició y por eso él la continuaba, además era una buena oportunidad de descubrir nuevos talentos y asegurar lucrativos contratos
- Vine a ver si querías ir a comer algo por ahí, si almuerzas mientras trabajas, ¿verdad?
- Ocasionalmente sí, ¿me das un minuto hasta cambiarme de ropa?
- Claro… - el coronel se acercó para mirar de mejor manera el motor a medio armar y arqueó una ceja, si no se equivocaba ese motor tenía una especie de propulsor, o por lo menos era lo que parecía que Tony estaba haciendo
- No toques eso
- ¿Por qué?
- Si explota no digas que no te lo advertí, enseguida bajo – Tony subió las escaleras de dos en dos y saltó a la ducha, había estado días en su taller y eso no era del todo saludable, así que se vistió con ropa cómoda y fue con Rhody a almorzar, el coronel evitó el tema del ex de Tony, pero si estaban hablando de las últimas pruebas en los aviones y de cómo los pilotos estaban muy emocionados por ello, que el general Ross estaba impresionado y muchas cosas más. Tony comía con dejo ausente y miraba a su amigo hablar, él no estaba hablando mucho y eso era raro en él, lo que puntualizó Rhody al preocupado preguntar:
- ¿Te estás sintiendo bien?
- Si… la comida está picante o algo – Tony tomó su servilleta y la pasó suavemente por sus labios, la verdad no había comido mucho
- Yo creo que es la compañía porque no es que hayas bajado de peso ni mucho menos, tienes buen color, ¿es muy pronto para salir conmigo a comer?
- ¿What? – Tony no entendió la pregunta
- Yo sé que te lo recuerdo, sé que me asocias con él así no hablemos de él
- No… él no tiene nada que ver contigo – respondió Tony tajantemente, se arrepintió de hacerlo porque su amigo no tenía por qué pagar los platos rotos de su voluble temperamento
- ¿Y con la milicia en general? – preguntó tentativamente Rhody
- No… el hecho de que Rogers sea capitán no es culpa de la armada americana, además mis tratos con ustedes empezaron mucho antes de que nos hayamos involucrado, nadie tiene la culpa de esto… Ok., Steve tiene la culpa de esto aunque… asumo que yo también – contestó Tony meneando la cabeza
- No que no me agrade cuando reconoces las culpas que te corresponden, en este caso en particular, ¿Tú por qué tienes la culpa?
- Para que una relación funcione se necesita de dos, para que se vaya al diablo de la misma manera, en defensa de Steve yo sé que soy complicado, de alto mantenimiento, voluble, egocéntrico, intenso, tengo insomnio, gastritis, ansiedad… tú nombra el defecto y yo lo tengo – Tony volvió a menear la cabeza y sonó derrotado
- ¿Te he dicho alguna vez que no debes tomar en serio todo lo que tu padre te haya dicho en el pasado?
- Si… mi terapista dice lo mismo pero ya sabes lo que dicen de los viejos hábitos
- De cualquier manera, espero que no nos abandones por esta situación, queremos seguir trabajando contigo
- Si quieres que te sea brutalmente sincero, me siento exhausto, Pepper me dice que necesito vacaciones pero luego las tomo y me pongo… inquieto… entonces vacaciones no es lo que necesito ahora, pero tampoco tengo cabeza para muchas cosas en los actuales momentos, así que decidí tomarme una pausa de los negocios y dedicarme a desarmar cosas en el taller, lo sé, es complicado… siento que mi vida es un caos entonces quiero mantener perfil bajo por un tiempo por lo menos
- ¿Así el general Ross quiera encargarte un proyecto nuevo?
- ¿Qué proyecto nuevo? – preguntó Tony frunciendo el ceño
- Las mejoras al sistema de vuelo son espectaculares y eso es innegable pero… nos preguntábamos si podrías hacerle alguna mejora al motor en sí
- ¿Al motor?, ¿qué necesitan?
- Mayor alcance, menor consumo de combustible, más potencia, mayor número de pasajeros y carga, tú entiendes
- Quieren llegar más lejos en menor tiempo a un menor costo – resumió el castaño volviendo a tomar su cubierto
- Si, además si lo podemos hacer furtivamente sería fantástico
- Quieren aviones caza que sean indetectables a los radares, de bajo consumo y que puedan cruzar el océano, ¿estoy entendiendo bien?
- No… nunca pediríamos eso, eso no es legal o aprobado por los tratados internacionales vigentes, no podríamos pedirte algo así, jamás… - contestó Rhody pero le guiñó un ojo al castaño que sonrió divertido, ese tipo de proyectos eran entretenidos de plantearse aunque complejos de realizarse, pero por lo menos tendría algo en que pensar, así que dijo:
- Además que sean los suficientemente rápidos para que no los puedan rastrear de vuelta a nosotros en caso de que sean bajados con misiles o algo así, de esa forma ustedes en su reporte de los portaviones no los tendrían registrados, mmmmm… me gusta…
- Que bueno que te guste porque oficialmente no te lo estamos pidiendo, no podemos detenerte si intentaras, a la final este es un país libre y el desarrollo de tecnología es lo tuyo, libertad de expresión y acción, tu entiendes
- Oficialmente no lo estoy aceptando, además… ya hay aviones con motores supersónicos
- Si pero… en teoría, la milicia siempre está a la búsqueda de algo… innovador, que nos proporcione ventaja táctica, único y que nadie más posea, ¿entiendes?
- Claro que entiendo pero el problema es que para hacer lo que me pides en las condiciones que me pides necesitaríamos una nueva fuente de energía, eso se ha intentado hacer desde los sesenta empezando desde la fusión en frío, y nada ha resultado… ohhhh… - Tony estaba hablando y se quedó callado de repente
- ¿Qué?
- No es que… hay un proyecto en el MIT que podría ser de utilidad, creo… aún no lo reviso bien, está en etapa inicial, ok., dile a tu general Ross que lo pensaré
- No le puedo decir que pensarás nada porque oficialmente no te he propuesto nada
- Entonces no le digas que voy a ver qué puedo hacer en cuanto al pedido que no me ha hecho, de cualquier manera iba a ir a Boston el martes pero… hoy es un buen día… - Tony sonrió ante el prospecto de ir para allá, Bruce no le había llamado y la verdad no sabía que pasó con ese docente o con esos pobres muchachos, bueno… no se puede desmerecer al destino cuando llama
- ¿Boston?
- Proyecto del MIT, eso era en serio, hay un par de muchachos que son muy listos y tienen algo en el proyecto que están desarrollando que podría servir, tal vez… no lo sé, pero para eso es el viaje a Boston, ¿tú pagas la cuenta?
- Claro amigo, y gracias por mostrar interés en lo que no te propuse – Rhody sonrió porque era claro que Tony algo tenía en mente, la emoción se le notaba en el rostro, y eso siempre era bueno
De regreso en la base, Rhody supervisó el entrenamiento de esa tarde, había emparejado a Sam con Bucky, ellos eran los que mejor trabajaban juntos y la práctica salió estupenda, Steve estaba mirando ausentemente mientras el mecánico reparaba su avión, tenía una falla eléctrica aparentemente pero ya estaban en las reparaciones por más de una hora y aún no había solución
- ¿Te quedaste sin práctica?
- Así es… pero bueno… ya en un par de días salimos de misión y eso siempre es entretenido – Steve le sonrió a Rhody de medio lado y meneó la cabeza
- Solo no se entretengan mucho, vi que tanto tú como Barnes se apuntaron para un período dentro del portaviones 3, la estadía es de más de dos meses – comentó Rhody arqueando una ceja, Steve no era conocido por su buena disposición para viajes largos, en el pasado había hecho lo posible para evitarlos
- No solo somos nosotros dos, es todo el escuadrón además de otros pilotos, es tiempo requerido que tenemos que cumplir – contestó Steve algo molesto, no le agradaron la implicación de las palabras de Rhody, que levantó las manos en señal de paz y dijo:
- Era solo un comentario capitán, no hay necesidad de molestarse, esta temporada en alta mar no es tan compleja, no hemos tenido tifones últimamente
- Esperemos que el buen clima continúe entonces… con su permiso…
- Es propio… - Rhody sonrió divertido e hizo una seña al capitán Wilson que venía entrando al hangar
- Amigo… ¿despidiendo al escuadrón? – Sam sonrió al saludar con familiaridad al coronel
- Algo así, vi tu nombre en el listado, disfruta este par de meses en alta mar
- Ohhhh lo haré… claro que lo haré… - Sam dijo esto mirando a las puertas del hangar en donde Bucky charlaba amenamente con otros dos pilotos, Rhody notó esto y arqueó una ceja al decir:
- No busques lo que no se te ha perdido, Barnes está en una relación con Rogers – puntualizó Rhody
- Nahhh… ellos no van a durar, marca mis palabras - Sam sonrió al decir esto
- ¿Por qué lo dices? – preguntó interesado el coronel
- No lo sé… presentimiento mío supongo yo
- ¿Y ese presentimiento no tiene nada que ver en que le tienes ganas a Barnes?
- Rogers le tiene gana a Barnes, yo sí estoy interesado en él, es muy buena persona, es divertido, noble, sexy… pero es un imbécil porque cree lo que sea que Rogers le diga, y hasta que no abra los ojos no hay remedio con él
- ¿Y tú le vas a abrir los ojos?
- Los ojos, las piernas, lo que se deje la verdad… - Sam sonrió divertido al decir esto y Rhody también, a él le agradaba mucho la frescura e irreverencia de este muchacho que había llegado a la base a removerlo todo aparentemente
- Suerte con tu cacería, tienes algunas semanas para ser la serpiente en el paraíso
- No es cuestión de suerte, es cuestión de estrategia y oportunidad
- ¿Y cuál es tu estrategia?
- Esperar a que Rogers lo arruine todo y estar cerca para consolar a Bucky, es infalible, un tequila ayudaría a mis propósitos
- Yo te envío el tequila cuando estén en alta mar, cuídate mucho amigo y cuéntame las novedades
- Yo te las cuento, dile a tu amigo Stark que no tiene de qué preocuparse, pronto Rogers volverá a él
- No sé hasta qué punto Tony lo quiera de vuelta, de cualquier manera yo se lo digo pierde cuidado, diviértete Sam – Rhody estrechó la mano del capitán a manera de despedida
Esa noche en Boston, Tony manejaba por las atestadas calles con un sentido de emoción, aunque no sabía si era emoción lo que sentía, tal vez anticipación, si… esa era una mejor palabra, un proyecto nuevo siempre sacaba a relucir el niño que llevaba dentro, el experimentar al crear equipos nuevos o al desarrollar tecnología nueva era básicamente jugar, y eso era lo que le hacía falta a Tony, y era por eso precisamente que le iba a poner fe al proyecto de los muchachos del MIT
- Wow… en verdad eres una lechuza, ya es tarde, ¿qué haces Peter? – la pregunta de Tony resonó en el laboratorio, el muchacho castaño había estado mirando intensamente un cuaderno en el mesón, pero al verlo entrar se le cayó el lápiz de la boca, y al tratar de recogerlo se le fue de las manos y parecía que hacía malabares con él, eso le pareció a Tony muy gracioso
- Señor Stark… buenas noches… yo… yo solo… yo estaba… - el muchachito no sabía qué hacer, se puso muy nervioso ante la presencia del mayor
- ¿En qué trabajas? – Tony preguntó con la mayor naturalidad del caso mientras se sacaba su chaqueta y la lanzaba a una de las sillas
- Ohhhh… estaba revisando mis cálculos, no es nada… que vergüenza… - Peter no pudo evitar sonrojarse un poquito especialmente cuando no pudo detener al mayor que tomó su cuaderno y miró sus apuntes
- ¿Vergüenza por qué?, ohhhh ya sé por qué… mira… aquí está tu error, no puedes aplicar una fórmula absoluta sobre un supuesto, y este dato de aquí es un supuesto – dijo Tony señalando una parte de una larga fórmula matemática en la que Peter había estado trabajando
- ¿Dónde?, ohhhh… rayos, he estado buscando la falla por más de tres horas, dioses que tonto… - el muchacho se frotó el rostro con las manos y sonrió finalmente al ver su error, su sonrisa era muy bonita pensó Tony, llena de la inocencia de la juventud, ¿cuántos años tenía este muchachito?
- No lo es, nos pasa a los mejores, cuéntame… ¿cómo va el proyecto?
- Ohhh… va genial, con Ned ya instalamos el brazo robótico, mire… - Peter caminó a la parte trasera del laboratorio y en verdad que el brazo estaba instalado en una de las mesas, habían hecho varias conexiones directamente a la pared y a la fuente de energía, habían retirado una de las mesas para darse más espacio y tenían algunos blancos que estaban hechos de varios materiales, eran piezas cuadradas bastante grandes y gruesas, esas Tony no las había ordenado, esas las habían pedido los muchachos
- Ahora ya no tienen problemas de tensión ¿verdad?
- Si los tenemos, para eso eran los cálculos, necesitamos un estabilizador de corriente con un poco más de capacidad, no queremos dejar sin electricidad a todo el barrio o algo
- Eso sería un problema, estoy desarrollando un proyecto de energía limpia y autosustentable pero ha estado es pausa por un par de años, eso sería de ayuda a tu causa pero nos demoraríamos mucho tiempo, ¿cuál es su fecha límite?
- Tres meses, pero ya vamos muy adelantados, ahora con Nat nos va a ir súper bien – Peter sonrió ampliamente al decir esto
- ¿Nat? – Tony frunció el ceño al preguntar esto
- Ohhhh… pensé que lo sabía, el profesor Stevens ya no está a cargo de nuestro proyecto y la profesora Romanov fue designada en su lugar, ella es muy linda, muy buena persona y una de las mejores profesoras que he tenido, es la novia del doctor Banner – explicó Peter al ver la cara de confusión del castaño que asintió lentamente, y si… el muchacho tenía razón, Natasha era todo eso y mucho más a su criterio
- Ya no es su tutor del proyecto… ¿lo botaron del campus?
- No exactamente – respondió Peter y lució algo incómodo
- ¿Cómo que no exactamente?, ¿qué pasó con él?
- Bueno… el rector me llamó a su oficina al día siguiente de que usted lo llamó y me pidió que le contara todo lo que había pasado la noche anterior, ahí estaba mi director de carrera y el jefe de Bienestar Estudiantil, ellos abrieron un expediente con el caso porque a la final esa fue mi denuncia, inmediatamente él fue removido como líder de nuestro proyecto y su horario fue reasignado por lo que ya no es mi profesor directamente, la denuncia se la ha hecho con todas las medidas de seguridad por lo que los otros estudiantes y los demás docentes no saben quién puso la denuncia
- ¿Por qué no?
- Para evitar retaliaciones en mi contra, es que no solo lo removieron de mi proyecto, sino de todos los proyectos hasta que se investigue el caso y se determinen responsabilidades, a la final es mi palabra contra la suya porque no puedo presentar pruebas, se está siguiendo el debido proceso pero estas cosas toman tiempo, él tiene derecho a defenderse para que luego no pueda demandar a la universidad, eso es lo que me dijo el rector
- Ese tipo no se merece nada si quieres mi opinión – respondió Tony meneando la cabeza
- Eso sí pero… esta no es la primera ni la última vez que estas cosas pasan, siempre se escuchan rumores de casos así
- Puede ser, pero eso no es correcto bajo ningún motivo o circunstancia
- El rector me dijo que estuviera tranquilo, que todo se va a resolver pero que lo tenemos que hacer bien porque el profesor Stevens es hijo de un congresista, el caso está en etapa de indagación previa así que… solo queda esperar y ver como todo se desarrolla, el doctor Banner dijo que él sería testigo a mi favor, le quería agradecer a usted por eso
- ¿Testigo?
- Si… se ofreció a testificar a mi favor, va a decir que me conoce, que no miento en este caso y que no necesariamente es que peligro en perder el semestre ni nada de eso
- ¿Y por qué me ibas a agradecer por eso?
- Porque yo sé que usted habló con él…
- Claro que hablé con él, le pedí que los cuidara a ambos, a Ned y a ti porque no quería que existieran desquites en tu contra, pero no le pedí que testificara a tu favor, eso lo lograste por ti mismo, le agradas a mi amigo y si él quiere hacer esto por ti debe tener sus razones, no tienes nada que agradecerme muchacho, no hice nada
- Llamó al rector y le exigió que botara al profesor Stevens – puntualizó Peter
- Cualquier persona con sentido común lo hubiera hecho
- No… no cualquier persona, gracias señor Stark… por todo…
- No te preocupes, es un placer si puedo ayudar, mejor muéstrame si ya está operacional el brazo mecánico, ¿qué más le pusieron?
Peter le explicó a Tony las funcionalidades del brazo mecánico, como ahora tenían financiamiento le habían puesto muchos más aditamentos, el software no estaba del todo listo y estaban trabajando en ello por lo que el brazo no necesariamente se movía como debería hacerlo, estaban en fase experimental claramente pero a Tony le agradó mucho la emoción con la que Peter hablaba de su proyecto, de las múltiples aplicaciones que se podrían hacer con él, de sus utilidades y muchas cosas más, tan endulzados estuvieron en ello que no se dieron cuenta de la hora hasta que un guardia de seguridad pasó por su piso y entró al laboratorio a ver quién era el intruso
- Señor Stark… lo siento… no sabía que estuviera tan tarde en el edificio
- ¿Tan tarde?, ohhhh… creo que tu hora de dormir pasó hace rato niño – Tony chequeó su reloj y arqueó una ceja, eran las 2:30 en la mañana
- Diablos… - Peter había sacado su teléfono y se llevó una mano a la frente, su último tren había pasado hacía más de una hora
- Gracias Willy, ya nos vamos… - contestó Tony haciéndole una seña al guardia que hizo una seña de vuelta y salió del laboratorio
- Solo voy a recoger mis cosas… deme un segundo por favor – Peter fue hasta el sillón, tomó su chaqueta y su mochila, Tony tomó su saco y ambos salieron del laboratorio, una vez en el elevador Tony preguntó:
- Asumo que aún no compran el auto que les dije que compraran, ¿verdad?
- No señor Stark, a eso no hemos llegado
- ¿Tienen licencia de conducir?
- Si… eso sí… pero no es que seamos tan buenos conductores, nos defendemos, dejémoslo así – Peter sonrió todo abochornado
- Está bien… vamos entonces
- No quiero causarle molestias Señor Stark, el campus está lejos – Peter no lo podía creer, el señor Stark lo iba a llevar hasta su dormitorio, no… ¿o sí?, las puertas del elevador se abrieron y el mayor señaló dentro y Peter caminó algo inseguro, pero para su sorpresa el botón que el mayor aplastó no era el del subsuelo
- No voy a llevarte al campus, te enviaría con mi chofer pero es un poco tarde como para despertarlo, vamos a ir a mi departamento que está en lo alto de esta torre, tengo una habitación de invitados en donde podrás dormir, ya mañana madrugas a casa pero no es seguro que cruces la ciudad entera tan tarde y tú solo
- ¿Tiene usted un departamento aquí? – Peter abrió los ojos con sorpresa
- Mira con quien hablas niño, yo lo tengo todo – respondió Tony todo divertido, al salir al pasillo del último piso no tuvieron que caminar mucho hasta quedar de pie frente a la lustrosa puerta de madera, el mayor simplemente pasó su reloj frente a una placa electrónica y la puerta se abrió, las luces se encendieron y lo iluminaron todo, el departamento era espectacular pero eso no fue lo más llamativo de todo, lo que dejó de piedra al mayor que realmente no entró sino que se quedó en el marco de la puerta fue el hecho de que el salón no estaba vacío como hubieran supuesto, un hombre alto, rubio, musculoso y que tenía el semblante iracundo los estaba mirando desde el sillón, se puso lentamente de pie y simplemente dijo:
- Tony…
- ¿Qué diablos haces aquí Steve?