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LO MEJOR DE MI VIDA por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, siento el retraso pero mi viaje se extendió, así que sin más preámbulo les traigo el capítulo nuevo, que lo disfruten

Capítulo 8.- Mi niño

 

Peter había tenido una noche algo accidentada, se había despertado varias veces por culpa de sus muy extraños sueños, pero la mañana llegó y despertó con golpes en su puerta, abrió los ojos y no vio a Ned por ninguna parte así que se levantó pesadamente y preguntó:

- ¿Quién?

- Es Wade cariño, ábreme… - el visitante volvió a golpear la puerta impaciente, no le gustaban las miradas de los vecinos de Peter en el pasillo

- ¿Qué haces aquí Wade? – Peter se frotó los ojos y se apoyó en la puerta, no estaba convencido de abrirla, él quería seguir durmiendo, su sueño había estado buenísimo

- Necesito hablar contigo cariño y no me voy a ir hasta que me abras, no quieres un escándalo de épicas proporciones, ¿verdad?

- Ok., ok., ok., dame un minuto – Peter no abrió la puerta inmediatamente sino que fue al baño, lo usó y decidió lavarse la cara y los dientes antes de abrirle la puerta a Wade, al hacerlo el mayor le sonrió pero no le dio tiempo a nada sino que lo tomó en sus brazos y le plantó un sorpresivo beso en los labios, Peter trató de resistirse y lo empujó con todas sus fuerzas hasta que lo soltara, al hacerlo hizo a un lado a Peter, entró a la habitación y le dijo:

- ¿Por qué no contestas mis llamadas baby boy?

- Porque no quiero hablar contigo – respondió Peter sin cerrar la puerta, el castaño se arrimó a la pared y se cruzó de brazos, Wade por el contrario se sentó en su cama y acarició las sábanas, estaban calientitas y eso lo hizo sonreír lascivamente

- Bueno… podemos hablar después, ven chiquito… déjame atenderte – Wade puso una mano en su entrepierna y le sonrió a Peter que meneó la cabeza sin moverse y respondió:

- No necesito que me atiendas, necesito que te vayas Wade, ya hablamos de esto y no quiero seguir hablando de esto

- ¿Por qué eres tan testarudo?

- ¿Aún sigues con Vanessa?

- Lo de Vanessa no es nada

- Esa no es una respuesta, y como no nos vamos a poner de acuerdo con esto pues… en serio vete Wade que me tengo que vestir y ya estoy atrasado – dijo Peter mirando el reloj de la pared, él tenía clases esa mañana y luego se iba a ver a su tía, tenía que empacar y eso no lo había hecho la noche anterior

- Estás atrasado… no te creo Peter, tú me estás escondiendo algo – dijo Wade poniéndose de pie, no le había visto esa actitud antes a su niño, ni siquiera estaba dolido como las otras veces, estaba… ansioso de que se fuera

- No escondo nada y si así fuera no es asunto tuyo, tú no eres nada mío y no te debo explicaciones

- Uyyy que agresivo caramelo

- No me digas así y ya vete Wade, no quiero llegar tarde y mucho menos por tu culpa

- ¿Me estás botando Peter?, ¿es en serio? – Wade no lo podía creer

- No… no te puedo botar porque ya no hay nada entre nosotros, tú estás con Vanessa, fin de la discusión, yo no puedo ser plato de segunda mesa y no puedo permitir que me sigas tratando así, vete Wade que tengo que empacar, me tengo que vestir y me muero de hambre

- ¿No quieres hablarlo con un café de por medio?

- No… no quiero nada contigo, nada de ti, solo quiero que me dejes en paz y sigas con tu vida, sé feliz con Vanessa o con quien quieras, nosotros no podemos funcionar porque tú no me tomas en serio y yo ya me cansé, adiós Wade

- Te vas a arrepentir Peter

- Wherever… - Peter señaló la puerta y miró impasible salir a Wade al tiempo que Ned llegaba con dos vasos de café en las manos, Wade tenía una expresión asesina así que Ned simplemente se hizo a un lado y lo dejó pasar, entró y Peter cerró la puerta

- ¿Qué vino a hacer?

- Nada interesante, ¿eso es para mí?

- Si… ¿ya empacaste?

- No, pero no importa mucho porque si tengo ropa en casa de May, ¿me pasas la mochila por favor?

 

Peter empacó lo más rápido que pudo, tomó el café que Ned le había traído y corrió a clases, las horas pasaron con una lentitud pasmosa, Peter se sentía emocionado por varias razones, vería ese fin de semana a May y eso siempre era bueno, pero también era el hecho de que iba a viajar en el avión privado del señor Stark con él, de solo pensarlo el corazón le latía con fuerza y por ello cuando se acabó su última clase prácticamente corrió hacia la salida y sonrió al ver la limosina del señor Stark parqueada en uno de los lugares de los invitados, el chofer salió del auto al verlo venir y luego de saludarlo con una seña de cabeza abrió la puerta trasera del auto

- ¿Y el señor Stark? – preguntó Peter al ver el auto vacío

- Nos encuentra en el aeropuerto, ¿es todo tu equipaje? – preguntó el uniformado señalando la mochila del muchacho que asintió y dijo:

- Si… es todo lo que tengo

- Muy bien, vamos entonces, no queremos hacer esperar al señor Stark

 

El viaje en el auto pasó sin eventualidades, Peter llegó al aeropuerto y se le cayó la mandíbula al subir al avión, es que era un lujo que no había esperado, claro que él no había viajado en avión nunca antes pero ni en televisión había visto algo así, los sillones eran grandísimos y sumamente cómodos, forrados es cuero, blancos a contrario de lo que hubiera pensado, la cabina de pasajeros era espaciosa, habían doce asientos repartidos de distinta forma, habían pantallas de televisión, auriculares, y en los veinte minutos que Peter estuvo solo en la cabina, tres muchachas le habían ofrecido snacks varios, bebidas y champagne, eso tampoco se lo espero, pero justo cuando se estaba preguntando cuándo sería que partirían fue que escuchó el barullo, el señor Stark había llegado porque su voz fue inconfundible

- ¿Ya llegó el niño? – preguntó Tony subiendo las escaleras de acceso al avión

- Sí señor, ya está adentro – le respondió Happy, él mismo había ido a buscarlo

- Ok., entonces ¿qué estamos esperando?, vámonos de una vez – dijo Tony entrando a la cabina y sacándose los lentes de sol

- Buenas tardes señor Stark – Peter estaba de pie y todo sonriente, estaba usando unos jeans, una camiseta que tenía el estampado de una pizza, zapatos deportivos y una sudadera con capucha, no estaba usando nada extravagante pero Tony lo vio muy atractivo, es que luego de todo lo que Bruce le dijo la noche anterior no había podido dejar de pensar en el muchachito que no lo pensó mucho y se lanzó al abrazo

- Hola niño, ¿ya decidiste en dónde te vas a sentar? – Tony no se resistió al abrazo sino que al tener al muchacho en los brazos no pudo evitar y respiró profundamente, el aroma del cabello de Peter le llegó al alma, olía delicioso o por lo menos eso le pareció

- No… estaba husmeando la verdad y comí unas pasas que me dieron unas chicas, ¿hice mal? – Peter entraba en pánico con facilidad con respecto a las cosas del señor Stark, eso a Tony le parecía sumamente gracioso

- Claro que no, ven para acá, estos son mis favoritos – Tony caminó por el pasillo y llegó al fondo de la cabina, señaló uno de los asientos a Peter y él se sentó al frente suyo, tenían más que suficiente espacio para estirar las piernas y conversar, apenas se sentó Peter se puso el cinturón de seguridad, Tony lo imitó y tomó el vaso con jugo de naranja que una de las azafatas le trajo, Happy se acomodó cerca de ambos y se acomodó el cinturón también, el sonido de los motores del avión lo llenó todo, Peter estaba algo nervioso y no lo podía evitar, nunca había volado antes y se sentía extraño

 

El capitán habló por el altoparlante y el avión empezó a moverse, Peter se apretó los apoyabrazos de su asiento y cerró los ojos, se le fue el color del rostro cuando sintió ese gancho en su estómago cuando el avión cobró altura, luego sintió una mano en su rodilla que la apretó suavemente, abrió los ojos y el señor Stark le estaba sonriendo al decir:

- Lo peor ya pasó niño, relájate, ya puedes aflojar tu cinturón de seguridad, puedes caminar por el avión, puedes ir al baño, puedes respirar un poco mejor… eso es… respira conmigo – Tony hizo respirar a Peter y cuando vio que el color le volvió al rostro le palmoteó la rodilla y le dijo: - Ya estás bien, buen chico, ¿tienes hambre?, ¿tuviste tiempo de almorzar?

- Comí un sándwich, ¿eso cuenta? – respondió Peter zafándose el cinturón de seguridad

- No mucho, es más o menos una hora hasta la comida, ¿quieres jugar ajedrez conmigo?, ¿sabes jugar ajedrez?

- Claro que se jugar ajedrez, era el campeón de mi secundaria – dijo Peter con una sonrisa

- Vamos a ver si conservas el toque, espera que voy por el tablero – Tony se levantó y fue a buscar el tablero de ajedrez que él sabía tenía por ahí y efectivamente una de las azafatas se lo facilitó, regresó y armó las piezas, Peter tenía las piezas blancas y él las negras, eso estaba bastante bien pensó Tony, Peter hizo el primer movimiento y a jugar se ha dicho

 

El muchacho no había mentido, sabía jugar ajedrez y en verdad que lo hacía muy bien, sus movimientos eran muy bien pensados, luego de más o menos media hora de juego ambos habían perdido la misma cantidad de piezas y ahí fue cuando pasó, Peter había estado jugando con un alfil en sus manos, lo giraba y lo giraba, eso no era del todo distractor pero cuando el muchacho se lo llevó a la boca y lo mordió suavemente perdido en concentración, ahí fue que Tony lo sintió, no había sentido eso en mucho tiempo, pero se dio perfecta cuenta lo apretados que se sentían sus pantalones

 

Peter era la imagen de la sensualidad a sus ojos, eso ya le había pasado antes pero no lo había relacionado, aquella vez que había entrado al laboratorio tarde en la noche y lo había visto sentado sobre la mesa y mordiendo su lápiz mientras revisaba sus apuntes, dioses… era lo mismo…

 

El muchacho movió finalmente su torre diciendo “jaque” de manera triunfal, Tony salió de sus ensoñaciones y volvió la atención al tablero, lo miró por un par de minutos y movió su reina salvando a su rey, Peter frunció el ceño y volvió a morder el alfil, Tony tenía toda la intención de quitarle el alfil de la boca, recostarlo en el sillón y besarlo como los dioses mandan, ¿será que Peter era un buen besador?, pueda que sí, aunque él le dijera niño eso no significa que en verdad lo fuera, seguramente habría tenido novios o novias en el pasado, era bastante improbable que fuera virgen, no… Peter no tenía ni la cara ni el cuerpo para ser virgen, ¿o sí?, también podría ser ese el caso

 

El nuevo “jaque” de Peter lo sacó de sus pensamientos, Tony miró el tablero y luego de pensarlo unos minutos movió su torre volviendo a salvar a su rey, Peter suspiró y volvió a morder el alfil, Tony se acomodó en su asiento y miró como hipnotizado el muy leve movimiento de la boca de Peter en el alfil, el muchachito lo estaba ignorando porque estaba concentrado en el juego pero… él se estaba fijando en cada detalle, miraba esa boca y se imaginaba el sabor de sus labios, el sabor de sus besos, los movimientos de su lengua y se dio cuenta de que quería sentirlos en su boca desesperadamente, se moría por besar esos labios, se moría por estrechar ese delgado cuerpo contra el suyo, se moría por acariciar ese sedoso cabello castaño, ohhh por dios, ¿Peter se estaba sacando la ropa?

 

Peter dejó el alfil en la mesa y se puso sorpresivamente de pie al sacarse la sudadera que estaba puesto, se volvió a sentar y tomó nuevamente el alfil en sus manos, esta vez no se lo llevó a la boca pero jugaba con él, Tony se fijó en sus manos… pequeñas, suaves y tersas, las suyas eran algo callosas porque le gustaba trabajar con las manos desnudas cuando estaba estresado o no podía dormir, entonces siempre tenía cortes varios pero Peter no… sus manos eran perfectas, dedos largos y finos, uñas extremadamente cortas como las suyas, era casi hipnotizante ver como jugaba con esa pieza de madera, se imaginó a sí mismo entrelazando sus dedos con los suyos, se imaginó besando cada uno de sus dedos, se imaginó esas manos acariciando su espalda…

 

“Jaque”, dijo Peter y Tony bajó la mirada y se dio cuenta que el muchachito lo estaba acorralando, en más de un sentido aparentemente, así que movió su reina y reclamó la reina de Peter, el castaño se llevó una mano a la frente, esa no la vio venir, diablos… se mordió un labio y se llevó una mano a la cien, Tony lo miró y tuvo que respirar disimuladamente, él quería morder ese labio, él quería morder ese cuello, esa oreja, le quería dar una mordida por todos las partes posibles, si… ese sería espectacular, quería sentir sus brazos, sus piernas enredadas con las suyas propias, quería… quería hacerlo suyo, ya no tenía sentido negarlo, Bruce tenía razón, pero… ¿actuaría en ello?, ¿Peter le correspondería?, según Bruce sí pero eso estaba sujeto a comprobación, dioses…

 

“Jaque mate”, Peter sonrió esta vez y Tony lo miró a los ojos, su hermosa sonrisa de satisfacción lo desarmó por completo, en especial cuando pasó una mano por su cabello, esa manía tan suya que era tan adorable y sexy a la vez, Tony vio el tablero y vio que tenía razón, su pequeña tentación le había ganado la partida, no le tocó más remedio que aceptar la derrota con gracia, eso puso más feliz a Peter de ser posible que dijo muchas cosas que el mayor estaba ignorando, él estaba concentrado mirando el movimiento de su boca y la forma tan dulce de jugar con el rey de madera en sus manos

- Te estaba dejando ganar para que te sientas mejor contigo mismo – dijo Tony con una amplia sonrisa, estaba jugando y eso fue obvio

- No no no señor Stark, yo le gané limpiamente

- Sigue creyendo eso niño, quiero la revancha, esto no puede quedar así – dijo el mayor extendiendo la mano, el joven le devolvió su rey y la verdad hubieran armado nuevamente el tablero pero fueron interrumpidos

- Disculpe señor Stark, ya está lista la cena – una de las azafatas se acercó, tenía en las manos una charola con dos vasos con jugo de manzana

- Perfecto, despierta a Happy por favor, nos boxea si se pierde la cena – respondió Tony señalando a su chofer que en verdad estaba profundamente dormido en su sillón, se veía completamente cómodo porque el sillón se reclinaba casi hasta hacerse como una cama

- Enseguida señor – dijo la muchacha y efectivamente se acercó a Happy y lo movió suavemente hasta despertarlo, Peter guardó las piezas dentro del tablero el que fue tomado por la azafata que también ayudó a extender una mesa plegable para poder servir los platos

- Wow… huele delicioso – dijo Peter mirando el plato servido, era un stake con papas y ensalada, al probarlo le pareció que no había comido nada tan apetitoso

- Espero que te guste la carne término medio, así es como la como yo – puntualizó Tony y Peter asintió al decir

- Está buenísimo la verdad

- Me alegro que te guste, nunca me has dicho cuál es tu platillo favorito

- Macarrones con queso, es verdad que no es nada elegante como esto pero… es lo único que recuerdo que mi mamá cocinaba para mí, May igual los hace para mí entonces son mis favoritos

- ¿Te digo un secreto?, los macarrones con queso también son mis favoritos y es lo único que sé cocinar por mí mismo

- También yo

 

Tony y Peter se miraron a los ojos y sonrieron, a Tony se le hacía tan fácil estar con este muchachito, escucharlo hablar de sus películas favoritas, de sus libros preferidos, ahora de su platillo favorito, era todo tan mundano, nuevo y maravilloso a la vez, el mayor sentía que le podía decir cualquier cosa, sentía que podía abrirse con él, eso no le había pasado con nadie, tal vez Steve, pero ese tema estaba muerto

 

El resto de la cena pasó sin contratiempo, aún tenían casi una hora más de viaje cuando Peter se acomodó en el asiento, lo reclinó y se quedó dormido, Tony miraba su expresión serena, el muchacho tenía una mano sobre su pecho lo que hacía aún más evidente su acompasada respiración, se había sacado los zapatos y Tony sonrió al ver sus calcetines, eran de rayas, no esperó ver dibujitos en ellos pero tampoco esperó ver rayas de colores, la camiseta estaba algo corrida y se podía ver una franjita del estómago de Peter, un poquitín de su ombligo y una rayita de la pretina de su ropa interior, si antes Tony pensó que Peter era la cosa más sexy que había visto jamás al verlo morder el alfil, ahora se arrepentía de sus palabras, especialmente porque el castaño se volteó dormido y se quedó recostado de ladito

 

Por… todos… los… dioses… ese trasero estaba clamando una mordida, Tony tenía toda la mala intención de palmotearlo, acariciarlo, tocarlo suavemente, lo que sea… él quería sentirlo, quería palpar esa deliciosa curvatura, el trasero de Peter era redondito y el mayor asumió que debía ser firme, terso, como solo el trasero de alguien de 20 años podría ser

 

Peter flexionó la pierna exponiendo su trasero de mejor manera y dejando ver un poquito más de su costado, su camiseta no lo cubría todo apropiadamente por lo que Tony ladeó la cabeza y miró la parte baja de la espalda del muchacho, sus jeans le quedaban algo flojos y por eso podía ver el contorno de su cuerpo, le gustaría verlo completamente desnudo en sus sábanas de seda, le gustaría abrazarlo y acariciar apropiadamente su espalda, sus muslos, su trasero, toda su hermosa piel, Tony suspiró y eso le ganó una mirada de Happy, prudentemente el chofer no dijo nada pero si frunció el ceño, Tony había estado mirando a Peter sin perder concentración más de media hora

 

Al fin, las azafatas vinieron a informarles que estaban por aterrizar, Peter despertó de un salto y lució confundido por un segundo, pero inmediatamente acomodó su asiento y se preparó para el aterrizaje, esto no fue tan impresionante como había sido el despegue pero igual hizo que se estómago se diera un bote involuntario

- Muchas gracias señor Stark, esto ha sido muy generoso de su parte – dijo Peter poniéndose su sudadera y tomando su mochila

- Estamos aún muy lejos de Queens, vamos… te llevaremos hasta tu casa

- No es necesario que se moleste señor Stark, yo puedo ir el tren

- Si, sé que puedes ir en tren pero… vamos… quiero dejarte sano y salvo en casa – Tony tomó a Peter del brazo y juntos salieron al hangar, abajo ya tenían un auto esperándolos por lo que sin mayores preámbulos subieron en la parte trasera, Happy tomó las llaves y enseguida salieron del aeropuerto privado

 

El viaje en sí hasta Queens no estuvo tan demorado, si se toparon con tráfico pero no era nada fuera de lo usual, el muchacho le contó varias cosas de su infancia en Queens, de su secundaria, de May, Tony había notado que Peter no hablaba de sus padres o de su tío Ben, la curiosidad si se llevaba lo mejor de él pero hasta que Peter no se lo cuente él no se lo iba a preguntar más directamente que eso, él quería que el muchacho se lo cuente por sus propios medios

 

Al llegar al edificio señalado, Tony sintió un bajón en su estómago, no quería dejar ir al muchacho por eso había insistido en llevarlo a casa, se dio un momentos de silencio en el que Happy se bajó del auto y encendió un cigarrillo apoyándose en la puerta, no dijo nada por ello solo lo hizo, ahora sí era el momento de la despedida pero no quería despedirse, aún no… diablos…

- Muchas gracias por todo señor Stark

- Ni lo menciones niño, salúdame a tu tía y bueno… nos vemos de vuelta en Boston en el laboratorio, ¿verdad?

- Claro, yo regreso el domingo en la noche, tengo clases el lunes

- Ok., cuídate – Tony se impulsó para abrir la puerta del auto, y así como había ocurrido la primera vez, Peter lo abrazó a manera de despedida, el cambio fue que esta vez el abrazo fue correspondido, cuando se separaron no lo hicieron del todo, se quedaron muy cerquita el uno del otro y se miraron por un momento, el corazón de Peter saltó un latido y la verdad no supo qué fuerza sobrehumana lo impulsó a hacerlo pero se estiró solo un poquito y besó a Tony en los labios, fue un beso impulsivo y sorpresivo, el mayor no se lo esperó pero cerró los ojos y correspondió el beso sin presionarlo, Peter se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se separó de un salto llevándose una mano a su boca cubriéndola y atropelladamente dijo:

- Lo siento señor Stark… soy un idiota… lo siento mucho… yo…

- Shhhhh… no te disculpes porque yo no lo siento… - Tony acarició la mejilla del muchacho y se acercó muy lentamente a él, esta vez unieron sus labios suavemente, fue un roce delicado, Peter se dejó besar y sentía mariposas en su estómago además de la mano del señor Stark en su nuca, el muchacho había soñado con este momento de muchas formas y en varios escenarios pero nada de lo que pensó sobrepasaba la realidad, el mayor besaba como los dioses, su lengua masajeaba a su compañera de una manera absolutamente deliciosa, el toque de su barba le hacía cosquillas de la mejor manera, su perfume… dioses sus perfume nublaba sus sentidos y sus manos… sus manos lo estaban acariciando, esto era mejor que un sueño, mucho mejor que un sueño.  Cuando el beso se rompió se miraron a los ojos y sonrieron

- ¿Y eso que fue? – preguntó Peter en un susurro y sin aire

- No lo sé… pero fue genial… - Tony lo volvió a besar y esta vez lo hizo con mucha más ansia, fue un beso más profundo y pasional además de que el mayor se inclinó sobre él y Peter pudo sentir el peso del cuerpo del señor Stark sobre el suyo, se sentía espectacular, pero el muchacho reaccionó cuando una cálida mano subió por su estómago hasta su pecho

- Señor Stark… espere…

- Llámame Tony… - Tony bajó sus labios y besó el cuello de Peter que se dio cuenta que estaba totalmente recargado en la puerta del auto

- Ok., Tony… por favor… espera… - Peter puso la mano en el pecho del mayor y lo empujó suavemente

- ¿Pasa algo?, ¿no te gustan mis besos?

- No no no, eso fue genial es solo que… ¿qué estamos haciendo? – el muchacho se mostró inseguro y vulnerable, eso hizo que Tony se incorporara y ayudara a Peter a que se incorpore también, no quería asustarlo

- Bueno… lo podemos descubrir con calma, por lo pronto ya vete a ver a tu tía porque si no lo haces no te voy a dejar bajar del auto, pasa tiempo con ella porque para eso viniste a casa y cuando regreses a Boston nos vemos allá y podemos hablar de esto, ¿qué te parece? – Tony acarició la mejilla de Peter y se acercó para besarlo nuevamente, el muchacho no opuso resistencia y correspondió el beso, ese plan sonaba bastante bien, mejor de lo que pudo haber esperado la verdad

- Ok., suena bien, ¿nos vemos en Boston entonces?

- Claro… adiós niño

- ¿Me vas a seguir diciendo niño?

- Es que eres mi niño, pero en serio ya vete antes de que te secuestre

- Ok., nos vemos en Boston, adiós Tony

- Mmmm… me gusta…

- ¿Qué cosa?

- Como suena mi nombre en tus labios – Tony jaló al más joven y lo besó nuevamente en los labios, cuando el beso se rompió, Peter finalmente se bajó del auto y cruzó la calle, se quedó de pie en la puerta del edificio y miró desde allí hasta que el auto se perdió calle abajo

 

Peter subió las escaleras con una sonrisa tonta en el rostro, entró al pequeño departamento y no se sorprendió de encontrarlo vacío, May solía trabajar largas horas en el hospital además ella no sabía que él estaba de visita, de cualquier manera quiso sentirse útil así que se puso a limpiar el departamento, puso una carga de ropa en la lavadora, buscó en la despensa y encontró macarrones con queso, con una sonrisa los sacó y decidió prepararlos, no tenía dinero como para comprar una cena decente para May pero por lo menos tendría una comida caliente cuando llegara de su trabajo

 

Peter estaba de pie en la cocina frente al lavandín, las llaves de agua estaba abiertas pero él estaba perdido en sus pensamientos, nunca… ni en sus sueños más salvajes se le había ocurrido que el señor Stark, Tony, le pudiera corresponder como lo hizo en el auto, lo había besado y con pasión, eso había sido absolutamente alucinante, esos besos que compartieron hacían palidecer a lo que pudo haber sentido alguna vez con Wade, ohhhhh… el ex de Tony, el capitán Rogers, Peter frunció el ceño y se enjuagó las manos, Tony no jugaría con él como Wade lo hizo, ¿verdad?

- Peter¡¡¡, ¿Peter eres tú? – una joven mujer entró a su departamento y encontró las luces encendidas, si hubiera sido un ladrón no se hubiera tomado la molestia de recoger la ropa que había estado en el sillón, además la casa entera olía a limón, Peter debió haber puesto una carga en la lavadora, así que no le sorprendió ver al muchacho salir de la cocina con una gran sonrisa en su rostro y los brazos extendidos al decir:

- May… ya era hora de que llegaras

- Hijo, ¿por qué no me avisaste que venías?, hubiera traído la cena o algo, ohhh que gusto verte Peter, te he extrañado tanto, estás tan flaco… pero por lo menos tienes buen color – May abrazó a su sobrino y lo besó por todo el rostro, ella era una mujer muy atractiva, aún no tenía 40 años pero la vida le había golpeado muchas veces, de cualquier manera ella ponía siempre su mejor actitud y eso era lo que Peter siempre admiró de ella

- Yo también te he extrañado mucho May, hice la cena

- ¿Macarrones con queso? – preguntó la mujer con una divertida sonrisa en el rostro, era a la final lo único que el muchacho podía preparar sin incendiar la casa entera

- La comida de los dioses, ohhh May, tengo tanto que contarte…

 

La cena fue muy divertida, Peter y May comieron los macarrones con queso, Peter le contó todo emocionado de su proyecto, de las últimas aventuras de Ned, de que terminó definitivamente con Wade, de que sus clases estaban bastante bien y que se iba a exonerar en Mecatrónica, lo que no le contó fue todo lo que pasó con el profesor Stevens, no quería preocupar a May por algo que ya se había resuelto, así que luego escuchó sobre el trabajo de May, de los casos más extraños que habían pasado en el hospital, y por eso casi a la media noche se despidieron para ir a dormir

 

Al entrar a la habitación en la que había crecido, un sentimiento de paz llenó a Peter, eso siempre sentía cuando tenía a May cerca, pero no era solo en eso en lo que estaba pensando, sino en Tony que no estaba tan lejos, él estaba en Manhattan en lo alto de su torre, o por lo menos es lo que las revistas decían, aunque le había escuchado decir que tenía una propiedad cerca de un lago, bueno… en dónde estaba Tony geográficamente hablando era lo que menos importaba en esos momentos, lo que rondaba la cabeza de Peter era… ¿será que está pensando en él?, Peter esperaba que sí, y con una sonrisa en el corazón se acostó y se durmió

 

Notas finales:

Chan chan chan... ya es su niño, pero, ¿y ahora?, ¿qué pasará con Steve?, no se pueden perder los capítulos que vienen, están veneno, les dejo un pequeño extracto del próximo capítulo del jueves

 

- Hola niño, ¿qué tal la película? – contestó Tony en un tono casual

- Bueno… no lo sé la verdad, llamaron a May hace una hora más o menos del hospital y me acaba de textear que va a trabajar doble turno así que no la voy a ver hasta mañana

- ¿Ah sí? – con esa frase el corazón de Tony escapó un latido

- Si… así que tomé un tren a Manhattan, en una revista leí que el poderoso magnate Tony Stark tenía un pent-house en su torre del centro, dime por favor que estás ahí

- Tengo una casa en Malibú también, pero si… por el momento estoy en la torre, ¿en dónde estás tú?

- En la acera, debajo de tu torre

- Entra por favor, primer elevador a la derecha – a lo que el mayor habló las puertas se abrieron solas, Peter arqueó una ceja y entró, el elevador también se abrió solo y al entrar en él se cerró automáticamente y subió, no fue necesario que aplastara ningún botón, cuando las puertas se abrieron lo hicieron directamente al salón principal del pent-house


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