Capítulo 3
Todos podemos tener un nuevo comienzo
* "Todos podemos tener un nuevo comienzo" *
- ... - preparando el desayuno, dejando dos platos de arroz sobre la mesa y sirviendo un poco de leche en un vaso, se acerca al pasillo - ¡vamos! ¡ya es hora de levantarse! -
- ¡YA VOY! - gritan desde uno de los cuartos
* Eso es lo que solía decirme mi padre cuando era pequeño, antes de que el enfermara y cayera en el hospital, siempre recuerdo esa frase cuando me siento abrumado, cansado o estancado, sobre todo lo recuerdo ahora que han pasado dos años desde que el falleció *
- ... - poniendo su cafetera y sacando una cajita del refrigerador poniéndola sobre la mesa.
- ¡BUENOS DÍAS! - entra presurosa una pequeña muy animada, vistiendo su uniforme escolar. Su cabello era de un rojizo color y sus ojos esmeraldas brillaban de alegría
- mj, feliz cumpleaños, Leah - sonriéndole cálidamente.
* Ella es mi hija, Leah. *
- ¡gracias, papi! - muy contenta
- ahora siéntate, compré tu pastel favorito -
- sip - sentándose - waaa~~ ¿es de arándanos? -
- así es -
- ¡me encanta! -
- por eso lo compré - tomando un tazón de café, encendiendo la vela sobre el pastel - ahora pide un deseo y sopla muy fuerte -
- mmm~~ - pensando con los ojos cerrados, los abre y sopla.
- felicidades -
- jejeje -
- ¿qué fue lo que pediste? - cortando el pastel
- eso es un secreto -
- oye, no puedes tener secretos con tu padre -
- sólo por esta vez - riendo
- está bien, solo por esta vez - sonriéndole también.
* Han pasado 10 años desde que di a luz a Leah, es una muchacha muy inteligente y feliz, el verla tan asombrosa no me he arrepentido nunca de la decisión que tomé por muy difícil que fuera en ese tiempo *
- tu abuela te llamará en la tarde, asegúrate de venir directo a casa luego de la escuela, ¿está bien? - en la puerta ordenando el uniforme de su hija
- lo haré -
- bien, abriré el café, ve con cuidado -
- sí, papi - acercándose y besándole la mejilla - ¡nos vemos! - yéndose a su escuela
- ¡no corras! -
- ¡sii! - yéndose presurosa
- mj - mirándola marchar.
* Desde la muerte de mi padre, mi abuela fue a vivir a Hokkaido con unas amigas y ahora nos visita de vez en cuando y nosotros a ella, aunque todas las noches hablamos por teléfono. Ella está tranquila y nosotros nos quedamos viviendo en la casa de mi infancia, con el seguro que mi padre dejo abrí una cafetería junto a la casa y me dedico a administrarlo y atenderlo *
- ... - sacando el letrero, mientras abría su local
- Allen-chan, ¿¡ya estas atendiendo!? - se acercan dos hombres de uniforme
- sí, tomen asiento, entraré a tomarles su pedido en un minuto - sonriéndoles profesionalmente.
- ¡ok! gracias - entrando al local
* No fue fácil lograr estos días de paz, sobre todo después de ser padre soltero a tan corta edad *
- ... - toca su nuca por detrás de su cabello, lo mantenía largo y sujetado por una coleta desordenada, tapando su cuello con él.
* Cuando se supo en la escuela de mi embarazo todos comenzaron a hablar e ir a la escuela se volvió molesto y penoso, aun así termine mi educación y comencé a trabajar para mantener a Leah. Hubo días que no dormí ni descanse como era debido, pero mi abuela me ayudó mucho y pudimos salir adelante de alguna forma *
- aquí tienen y unas galletas por parte de la casa - dejando el pedido de dos clientes sobre la mesa
- muchas gracias, Allen-kun - sonriéndoles
- disfruten su desayuno - dejándolos y volviendo al mesón.
* Ahora ella ya cumplió 10 años y va a la escuela de donde yo me recibí, tiene muchos amigos, es muy vivaz y sus notas sobresalen, estoy realmente orgulloso de ella *
- Allen-san, me encargaré de la caja, puede tomarse un descanso - le dice uno de sus empleados a medio tiempo
- gracias, te lo encargo - soltando su delantal, saliendo por la puerta trasera, sentando un momento, fumando un cigarrillo.
* Puedo decir ahora que he vivido bien a pesar de las dificultades, aunque de vez en cuando lo recuerdo y me duele el corazón *
- uhh~ - suspirando y rascando su nuca.
- así que aquí estabas - le sonríe un hombre en un traje, cargaba un maletín, tenía su cabello castaño y ojos negros, bastante guapo
- mj, Kei-san - sonriéndole suavemente
- ¿estás en tu descanso? -
- sí, déjeme terminar esto - mostrándole su cigarrillo - y le prepararé un café -
- despreocúpate - sentándose junto a el - hoy estoy con tiempo -
- genial -
* Este hombre es Niimura Kei-san, vino hace un año a beber un café y mantuvimos una conversación agradable, él es un Beta, tiene un trabajo normal en una editorial que queda cerca, es amable y agradable, además... *
- hoy es el cumpleaños de Leah-chan, ¿no es así? -
- sí, estaba muy feliz en la mañana y el pastel le encanto, le agradezco el haberme recomendado esa pastelería -
- mj, no pude evitarlo cuando me dijiste que le gustaban los de arándanos pensé en ese lugar de inmediato -
- mj, gracias por siempre pensar en nosotros -
- no podría no hacerlo - tomando su mano libre suavemente - tomando en cuenta que estoy loco por ti - besándola suavemente
- ... - sonrojándose un poco
* Él y yo estamos saliendo *
- no diga eso, hará que me avergüence -
- eso trato - sonriendo - y deja de tratarme de "usted" -
- sí, aun no puedo acostumbrarme -
- con tiempo lo harás -
* Digo "saliendo" pero más allá de un par de besos no hemos tenido, no porque no queramos, pero no podemos. Al estar marcado por un Alfa, cada contacto que tengo con otro hombre para mí se vuelve asqueroso, como bien él dijo... por mucho deseo que tenga no logro calmar las náuseas y las ganas de vomitar cuando alguien más me toca *
- estoy seguro que te acostumbraras a mi eventualmente - acariciándole su cabello suavemente - seré paciente -
- mj, eres muy dulce, Kei-san -
* El realmente es un buen hombre, pero estoy seguro que yo nunca podré darle lo que desea, lo he intentado tantas veces, me involucre con muchos Betas y Alfas y el resultado siempre fue el mismo. Me da culpabilidad detener la vida de Kei-san así, mantener su esperanza viva haciéndole pensar que algún día podremos vivir una vida de pareja normal, besarnos, abrazarnos, tocarnos, tener sexo... *
- ¿te molestaría si te doy un pequeño beso? -
- ... - mirándolo - no me molesta, pero tú sabes que puede ser un poco complicado -
- sí, pararé cuando tú lo estimes conveniente -
El más alto se acerca a sus labios, dándole un beso suave el cual el otro le corresponde, quedándose así un momento, cuando el otro iba a profundizarlo el peliplateado se quita.
- lo siento - dice tapando sus labios
- está bien, lo entiendo - dándole su espacio - pero no voy a rendirme, de todos modos, antes ni siquiera podíamos darnos un beso así de pequeño y ahora está bien, ¿no? -
- sí, pero no puedo asegurarte que... -
- lo sé, pero ya te dije, soy un hombre muy paciente - sonriéndole amorosamente
- mj, lo eres - acariciando su cabello - y también muy testarudo -
- jeje, así es -
* Pero cuando veo esa sonrisa y saber que me siento tan cómodo a su lado, se me hace muy difícil dejarlo ir *
- bien, vamos adentro - apagando su cigarrillo en un cenicero industrial que había puesto para sus empleados.
- si - caminando con él hacia el lugar.
* Todavía no sé qué nos depara el destino, pero supongo que no cambiaré nada sólo preocupándome*
...
- sip, hoy mis compañeros me dieron unas galletas de regalo que hicimos en el taller de cocina -hablando animosa por el teléfono - y más tarde vendrá la tía Lena a comer con nosotros -
- ... - mirándola desde el sofá, sonriendo suavemente
- ¡si! iremos a visitarte en las vacaciones, papá me dijo que si era buena y estudiaba como es debido podríamos irnos un par de día a la playa - escuchando - sí, Oba-chan, estoy haciéndolo bien - sonriente - sip, te llamaré mañana - mirando a su papá - te daré con él, ¡yo también te quiero, cuídate mucho, Nana*! bye bye~ - dándole el teléfono a su padre, el cual tapa un momento el lado por donde hablaba - el agua está caliente, ve a darte un baño antes de que Lena llegue, ¿de acuerdo? -
- sí, papi - yendo con buena velocidad quitándose la ropa en el camino hasta que entra al baño.
- mj - mirándola y contestando - abuela - sonriendo - sí, está todo bien, realmente se divirtió el día de hoy, sus compañeros estuvieron aquí más temprano -
- eso es genial, ella es bastante amigable -
- sí, ¿tú cómo estás? ¿está todo bien con tu salud? -
- sí, he estado tomando mis medicamentos y todo va bien, aquí realmente se está tranquilo, espero que puedan venir de visita pronto -
- lo haremos, estoy tomando medidas para poder cerrar durante unos días para las vacaciones de Leah -
- genial, los extraño mucho -
- y nosotros a ti -
- te dejo para que prepares a Leah para mañana, dale un abrazo y un beso enorme de mi parte -
- lo haré, para ti también, cuídate mucho, ¿ok? -
- lo haré -
- llámame por cualquier eventualidad -
- sí, si - riendo bajamente - desde que eres padre eres tan sobre protector -
- no me molestes, es inevitable - haciendo un pequeño puchero
- mj, pero me gusta verte contento y animado después de todo -
- ... - manteniéndose un momento en silencio - debo hacerlo, tú lo dijiste, soy padre ahora, así que ser fuerte es una de mis tareas como tal -
- sí, pero recuerda que no te sirve de nada ser fuerte si no eres feliz, preocúpate por ti también, ¿de acuerdo? -
- sí, lo hago, no te preocupes -
- ¡¡PAPÁ, ESTOY LISTA!! - le grita desde el baño
- ¡YA VOY! - volviendo al teléfono - debo secar a Leah, hablamos mañana -
- sí, cuídense -
- adiós, Nana - colgando y yendo hacia la bañera, donde su hija lo mira sonriente esperando que se acerque con la toalla para sacarla de la bañera y secarla - mj, ven acá -
* Para mí esto es más que suficiente... *
- ¡Tía, Lena! - lanzándose a ella en un abrazo cuando la ve entrar
- ¡feliz cumpleaños, Leah! - abrazándola también - toma, te traje un obsequio - dándole un paquete muy bonito, haciéndola emocionar
- muchas gracias - corre al sofá a abrirlo
- no deberías mal criarla tanto, tía Lena - sonriéndole
- mj, déjala, es su cumpleaños, hoy tiene todo el derecho a ser consentida -
- ¿tuviste mucho trabajo hoy? - yendo hacia el salón
- sí, los cierre de mes son complejos, además trabajar junto a mi hermano es un dolor en el trasero -
- mjeje, supongo que si -
- pero no hablemos de eso, vamos a divertirnos hoy -
- mj, de acuerdo, vamos a la mesa -
* Una cena agradable con mi hija y mi mejor amiga, tener trabajo y salud, ver a Leah sonreír, es lo único que necesito en estos momentos. *
DÍAS DESPUÉS
- ... - caminando hacia la escuela, colgando en su bolso un lindo llavero que le habían dado por su cumpleaños días atrás.
- ¡Leah! -
- ¿eh? - volteándose - ¡ah! ¡Yuri-chan! - saludando a su amiga
- buenos días -
- buenos, ¿no vienes con Satomi hoy? -
- no, tenían práctica con su club más temprano -
- entiendo - caminan juntas en dirección a su escuela.
- mi madre dijo que le diera las gracias a tu papá por el pastel de la otra vez, estaba muy encantada de probarlo -
- mj, no es nada, papá es un buen repostero, le digo que se dedique a ello, pero con el café ya tiene las manos llenas -
- imagino que sí, él te crio solo de todas formas -
- así es, pero él es fuerte, puede con todo -
- jeje, sip, además es guapo, aún está saliendo con Niimura-san -
- eso creo, él no me dice mucho de su vida personal -
- ¿pero él te agrada? -
- sí, es simpático y agradable -
- hacen bonita pareja -
- sip, mientras haga feliz a papá está bien - sonriendo
- jeje, eres sobre protectora cuando se trata de tu padre -
- lo soy con todos -
- sí, eso es cierto -
Cuando doblan una calle principal notan un gran contingente de persona, sobre todo fotógrafos y al parecer periodistas que estaban expectante a la entrada de un gran edificio.
- vaya, ¿será una celebridad? -
- eso parece - mirando hacia lo alto del edificio - al parecer es de un empresario que trabaja con el gobierno -
- ah, sé de quién me hablas, pero olvide el nombre -
- no sé mucho sobre esas cosas -
- ni yo -
- ¡ah! debemos apresurarnos o llegaremos tarde - mirando un reloj de cadena que le había regalado su abuelo cuando cumplió siete años.
- ¡tienes razón, vamos! - comienzan a caminar muy rápido.
Mientras ellas se van alejando un Mercedes negro se detiene frente al edificio congestionado, las personas comienzan a acercarse, dos hombres corpulentos y vestidos de traje negro se bajan primero, tratando de alejar a la masa del auto y dejar bajar al protagonista de todo el escándalo. Al pasar unos minutos, se baja un chico alto, de buen porte, de terno y coleta apretada dejando ver su cabello oscuro muy elegante caer por su espalda, cargaba en sus manos unos archivos y espero con la puerta abierta a que se bajara el último hombre. Cuando lo hace los periodistas se arrojan encima llenándolo de preguntas sobre trabajo, el guapo hombre alto y musculoso, bien vestido desde luego, los ignoraba y pasaba entre ellos protegido por sus guardaespaldas hasta que entra al edificio y el bullicio solo queda fuera. Las recepcionistas lo reverencian con educación, los guarda espaldas se quedan abajo mientras el pelilargo y el poderoso empresario suben al ascensor marcando el último piso.
Ambos entran a una amplia oficina, mientras el pelinegro cierra la puerta, el otro se acerca a su escritorio, soltando su corbata y parándose frente al enorme ventanal encendiendo un cigarrillo
- si vas a fumar prende el extractor - tomando el control, haciéndolo.
- ¿qué más tengo para hoy? -
- sólo una reunión más a las 17:00 y a las 20:00 tienes agendada una cena con tu padre -
- cancélala -
- pero no te has visto con él desde que viajaste a Hong Kong -
- no importa, sólo hazlo, dile que surgió una eventualidad laboral -
- Usagi -
- Yuu - mirándolo con sus ojos verdes intensamente - si no lo hago yo lo hará él de todas maneras, solo adelántate -
- está bien, llamaré ahora - dejando una carpeta sobre el escritorio
- ¿mi habitación esta lista? -
- sí, todo tu equipaje debe ya haber llegado a tu hotel, las chicas que contraté lo tendrán todo arreglado para esta noche -
- bien - poniendo sus manos dentro de sus bolsillos - asegúrate de que mi cena y el sake este ahí para cuando llegue, hoy quiero quedarme en casa al salir de aquí -
- de acuerdo -
- gracias por hacer todo por mí -
- es mi trabajo -
- mj, si - mirando nuevamente el paisaje.
- ... - mirándolo un momento y luego vuelve a hablar - termina con estos documentos, iré a hacer algunas llamadas y traeré algo de almorzar -
- ajá - dice quedadamente
- con permiso - saliendo del despacho
- ... - se queda en silencio, observando el cielo, no había regresado a Japón durante años y la idea de permanecer en su país de forma indefinida lo hacía sentir bien y a la vez algo inquieto. Su móvil suena de repente y sin mirar quien era lo contesta - diga -
- Lavi, ¿cómo estás? -
- ¿quién es? -
- ¿cómo que quién? ¿me vas a decir que ya me olvidaste? -
- veo a muchas personas -
- jeje, supuse que dirías eso, soy Akito, nos conocimos en un bar cuando tuviste tu último viaje de negocios aquí en Japón -
- mmm - dice sin saber aún quien era
- bueno, si me ves supongo que me recordaras, estás en Japón ahora, ¿no? -
- sí, lo estoy -
- ¿qué tal vernos y beber algo? -
- no estoy de humor y vine a trabajar no a tener citas -
- oh~ ¿entonces la última vez qué fue? -
- supongo un momento de debilidad -
- jejeje, puede ser -
- te llamaré si me entran ganas luego -
- espero que lo hagas, la pasamos muy bien la última vez -
- ajá, debo colgar ahora -
- eres tan serio, pero en fin, no me olvides, adiós - colgando
- ... - guardando su teléfono - umm - mirando la hora, notando que tenía un par de horas a su disposición - iré por algo de beber - tomando sus llaves, saliendo de la oficina.
...
- en serio, el examen estuvo ultra difícil, creo que lo reprobé -
- estudiamos juntos, te ira bien -
- sí, tranquilo, Satomi, además si repruebas puedes volver a repetirlo -
- ¡ahh! Leah, eres tan fría -
- mjeje, era una broma - sonriente - ¿eh? - su móvil suena de repente, su padre se lo había dado para que pudieran comunicarse por cualquier eventualidad - papá, hola - contestando - sí, recién estamos saliendo junto a Yuri-chan y Satomi - escuchando - sí, pasaré a comprarlos, iré rápido - silencio - sí, llegaré pronto, nos vemos - colgando
- ¿sucedió algo? -
- papá necesita algunas cosas de la tienda para el café, debo ir por ello rápidamente -
- ¿quieres que te acompañemos? -
- no se preocupen, debo correr, así que vayan sin mí, nos vemos mañana -
- ¿segura? -
- ¡sí, nos vemos! - sale corriendo por las cosas que les pidió su padre.
...
- son xxx yenes -
- ... - dándole su tarjeta, esperando que cargaran el café que había comprado a su cuenta, la muchacha le da el plástico y lo mira sonrojada
- aquí tiene, vuelva pronto, por favor -
- gracias - tomándola y saliendo
- waa, que guapo - susurrando con su compañera.
- ... - camina por la calle, viendo su móvil notando las llamadas perdidas de su secretario - tsk - chasqueando la lengua - "ya se dio cuenta de que no estoy en la oficina, es demasiado rápido" - uhhh - suspirando, escribe un mensaje en su móvil, lo envía y lo guarda, comenzando a caminar de regreso, iba a encender un cigarrillo por lo que se distrae mientras busca su encendedor que se suponía estaba dentro de su bolsillo izquierdo más no lo encontró - rayos - susurra y sigue caminando sin darse cuenta de su alrededor.
Estaba a punto de dar la vuelta en una esquina cuando siente el choque con otra persona, derramando la mitad del café en su traje de diseñador.
- ¡¡¡waa!!! -
- ¡mierda! - al sentir el impacto, noto que la criatura que había chocado con él se había caído al suelo y sus cosas estaban regadas por él también - oye, estás... ¡! - mirando a la muchacha sentada en el suelo por su caída.
- eso dolió - sobando su espalda - de verdad lo sien... - cuando abre sus ojos y ve al hombre frente a ella también se sorprende y se queda en silencio.
Ambos se miran atontados, viendo sus reflejos en los ojos del otro, preguntándose en sus mentes porque esa persona frente a ellos se parecía tanto a sí mismo y por qué sentían una fuerte conexión si nunca se habían visto antes.
- ... - los ojos de la pequeña se dirigen al traje manchado del mayor - ¡waaa! ¡¡manche su traje!! - saliendo de su aturdimiento - ¡¡DE VERDAD LO LAMENTO!! - en su pequeña mente decidió no darle mayor importancia a ese extraño pensamiento y sentimiento, dándole más prioridad a lo que había causado el choque entre ambos.
- ... - por su parte le costó más salir de su ensimismamiento hasta que escucho la voz de su subalterno y amigo de la infancia
- ¡USAGI! - acercándose a el - que estás hacie... ¡! - sorprendiéndose también al acercarse y ver a esa niña que se parecía demasiado al pelirrojo - esa chica... - susurrando
- ¿estas bien? - preguntándole a la menor, saliendo de shock, ofreciéndole su mano y ayudándola a levantarse, mirando de reojo al pelinegro haciéndolo callar.
- estoy bien, pero en serio lo lamento, iba distraída y yo... -
- no te preocupes, ¿no te golpeaste en ningún lugar? - mirándola de forma minuciosa, examinándola de pies a cabezas.
- no, de verdad pagaré el lavado, aunque se ve costoso - con un poco de miedo, primero que nada aunque se parecieran era un desconocido y parecía un hombre de dinero, limpiar aquella ropa no sería nada barato.
- mj, no te preocupes, en serio, lo importante es que tu estas bien - provocándole ternura verla tan preocupada por algo tan trivial - déjame ayudarte con tus cosas - ayudándola a coger todo, sin dejar de mirarla de reojo mientras lo hacían
- ... - el estilizado secretario los miraba consternado y aun choqueado por lo parecidos que eran ambos
- bien, tenemos todo -
- muchas gracias - reverenciándolo - en serio, de verdad lamento mucho haber chocado con usted -
- en serio, no es nada - sonriéndole - ¿ibas a algún lugar? llevabas mucha prisa - viendo su uniforme - ¿vas a la escuela? -
- si, a Black Order, queda a unas calles de aquí -
- la conozco, pase un par de años ahí también -
- ¡ah! es una gran escuela - sonriéndole
- ¡! - su pecho dio un golpe fuerte, esa sonrisa le recordaba a la de una persona que pensó había olvidado, frunciendo un poco el ceño - sí, lo es - tratando de no hacerlo notar
- mi padre me encargo algunas cosas para su negocio, por eso traía prisa y no note mí alrededor -
- entiendo -
- él tiene una cafetería en la calle xx, si va puedo darle un café gratis por las molestias -
- mj, ¿tu padre estará de acuerdo con eso? -
- es lo menos que podríamos hacer, después de molestarlo así - un poco sonrojada
- ... - "ella es... tan bonita" - mj, ¿cuál es tu nombre? -
- Leah - sonriéndole nuevamente - Leah Walker -
- ¡! - ambos hombres se sorprenden, el ojiesmeralda aprieta sus puños fuertemente y se queda en silencio.
- ¿? - mirándolo - ¿sucede algo? -
- eh, no - mirándola nuevamente - es un bonito nombre - sonriéndole
- gracias - reaccionando - ¡ah! tengo prisa ahora, en serio puedo lavar su ropa, venga al café y lo hablaremos con mi papá, ahora tengo que irme -
- está bien, iré sólo por el café -
- ¡genial! - tomando sus cosas - muchas gracias y perdón por el golpe - comenzando a correr nuevamente en la dirección a la que iba.
- ... - mirándola correr, su espalda era pequeña y su cabello largo y pelirrojo se movía con el viento al igual que su falda plisada
- ... - mirándola y luego a su amigo - Usagi, esa chica... -
- no puede ser - susurrando más para él que para el otro - no es posible - tratando de convencerse
- es demasiada coincidencia -
- ... - tragando saliva - investígala - dice serio, el otro lo mira fijamente y asiente.
MÁS TARDE
- está tardando - mirando el reloj
- Allen-san, nos quedamos sin leche - le dice uno de sus empleados.
- sí, creo que iré a la tienda y... - iba a quitar su delantal cuando ve a su hija entrar presurosa al local. - ¡Leah! -
- ¡PAPÁ, PERDÓN! - yendo tras la barra - demoré más de la cuenta, pero tengo tu encargo – dándole las bolsas
- está bien, pero estaba preocupado - dándole las bolsas al muchacho que había hablado con él minutos antes, llevándolas a la trastienda para utilizarla - ¿había mucha gente? -
- no, es que tuve un pequeño inconveniente -
- ¿inconveniente? - Mirando la ropa de su hija - estas muy sucia, ¿paso algo? -
- bueno... - rascando su nuca.
...
Estaban en la pequeña oficina que usaba para las cosas administrativas del negocio, la había hecho cambiar de ropa y lavarse los codos, rodillas y manos.
- así que chocaste con un caballero -
- sí, era un hombre muy alto y guapo, parecía una estrella de cine - bebiendo un café helado
- supongo que le ofreciste lavar su traje - ordenando la ropa sucia
- sí, lo hice, pero se negó, le dije que viniera aquí cuando tuviera tiempo y le daríamos de nuestro mejor café -
- mmm, supongo que está bien, pero no fue correcto ir por ahí sin preocuparte de tu entorno, podrías haberte lastimado o a otra persona y sabes que no todos son tan amables como el caballero con el que chocaste -
- lo sé -
- ten más cuidado la próxima vez, ¿de acuerdo? - agachándose para quedar a la altura de su hija, acariciando su cabello suavemente
- lo tendré, lo prometo - sonriéndole
- mj, bien - poniéndose de pie
- ... - pensando en algo - papá -
- ¿si? - volteándose para mirarla
- ¿es posible que... pueda haber personas que se parezcan mucho físicamente y que no estén ligadas de alguna manera? -
- ... - mirándola - bueno, supongo que si, como las personas que concursan para ser el doble de su artista favorito o algo así -
- mmm... - pensativa
- ¿pasa algo? - mirando esa expresión
- nop - volviendo a sonreír - solo estaba teniendo ideas locas, como la sensación de que conoces a alguien de tu vida pasada y esas cosas -
- mj, tienes una gran imaginación -
- eso parece - bebiendo su café helado sonriente como de costumbre por lo cual su padre no se preocupa mucho más.
DÍAS DESPUÉS
- sí, tenlo listo para la reunión de mañana - hablando por su móvil mientras cargaba unos documentos - sí, estaré esperando la copia - mirando al pelinegro que había entrado silencioso - ok, hablamos, adiós - colgando - ¿ya estamos en la hora para la reunión? - sentándose y viendo algo en su computadora con sus gafas puestas
- aun no - acercándose y dándole una carpeta - tengo la información que me pediste -
- ... - dejando todo lo que hacía de lado, mirando a su amigo
- tus suposiciones son ciertas, ella es hija de Allen Walker -
- ¡! - frunciendo el ceño, tomando la carpeta.
- hace una semana cumplió diez años -
- ... - mirando impactado el archivo, poniendo una de sus manos sobre sus cienes - no es posible -
- Usagi, es muy posible que ella sea... -
- silencio - dejando los papeles, quitando sus lentes poniéndose de pie y mirando por el ventanal, apoyando un brazo en él, tratando de respirar calmado y controlarse.
- ... - mirándolo mientras lo dejaba pensar, todo queda en silencio durante varios minutos
- necesito que lo corrobores -
- de acuerdo -
- ahora -
- ... - sale de la oficina
El ojiesmeralda frunce el ceño y aprieta sus puños, recordando el rostro de aquella pequeña, su sonrisa la cual le había recordado a la del albino cuando estaban juntos, cuando eran felices.
- mierda - susurrando y dándole un golpe al vidrio.
...
- ¿y se parecía a ti? - comiendo su almuerzo junto a sus dos amigos bajo uno de los árboles de cerezo dentro de la escuela
- ¡mucho! el color de ojos y de cabello era el mismo -
- ¿se lo dijiste a tu padre? -
- no, es que puede no ser nada, hay personas que se parecen sin ser mellizos como ustedes -
- pero él podría ser... -
- lo pensé, pero no debe ser - bebiendo de su jugo - mi padre se fue hace muchos años y ni siquiera sabe que existo, él ni siquiera reacciono conmigo, solo estaba sorprendido por el choque -
- podría haber fingido como tú - dice el muchacho
- no lo creo - suspirando - además hace mucho que deje de desear encontrarme con mi otro padre, soy feliz con el que tengo, así que estoy bien así -
- aun así sería genial que el conociera a tu padre, podrían hasta enamorarse -
- eso solo sucede en los mangas shoujo que tu lees - le dice su hermano
- ¡al menos no leo yaoi! -
- ¡¡oye, era un secreto!! - sonrojándose
- mjeje - sonriendo.
...
- aquí tienes - dejándole un café sobre la mesa
- gracias - dándole un sorbo - mmm, es tan bueno relajarse con uno de tus cafés -
- mj, es uno normal, no me alagues -
- jeje, ¿y cómo va todo? -
- tranquilo, Leah va bien en la escuela y el negocio marcha bien, como dijiste es bueno poder relajarse de vez en cuando -
- sí, aunque te hace falta relajarte aún más, no he visto a Niimura-san por el café últimamente -
- él también tiene un trabajo del cual ocuparse -
- pero suele pasar al café en las mañanas, ¿no? -
- sí, pero tenía un viaje de trabajo, creo que estará fuera por un par de días -
- ya veo, ¿aun nada con él? -
- sabes que no -
- quizá con el tiempo -
- hablas igual que él, pero yo no tengo muchas esperanzas sobre eso, me gustaría poder ser firme y dejarlo libre, pero me siento solo a veces -
- eso es normal, todos nos sentimos solos, sobre todo en tu caso - mirándolo un momento – ¿aún piensas en él? -
- ... - guardando silencio unos minutos - intento no hacerlo -
- mmm - deja el tema hasta ahí, ya que sabía cuándo le dolía a su amigo hablar de su primer amor.
- papá, estoy en casa - gritando mientras quita sus zapatos y entra - ¡¡Tía Lena!! - yendo a abrazarla como siempre
- ¡hey! - sonriendo - ¿cómo estuvo la escuela? ¿te fue bien? -
- sip, mira papá, ¡me saque la nota más alta en el examen! - acercándose a su padre, dándole su prueba
- oh, felicidades - acariciándole su cabello - creo que deberíamos comer algo rico para celebrarlo, ¿verdad? Lena - mirándola
- exacto, ¿qué te gustaría? -
- ¡helado! -
- entonces helado será -
- ¡yeei~! -
...
- ... - sentado en el sofá de su oficina, bebiendo un vaso de whisky y fumando un cigarrillo, pensando en sus circunstancias, con su mente llena de pensamientos contradictorios y confusos. La puerta suena una vez y luego se abre, dejando entrar al pelinegro el cual lo mira mientras cierra la puerta tras él - ¿lo tienes? - le pregunta sin mirarlo.
- si - sacando un sobre, dejándolo sobre una mesa
- ¿lo viste? -
- no, eso te corresponde a ti -
- ... - sin mirar el sobre, ni a Kanda, solo mirando el vacío de la oficina.
- ¿qué vas a hacer? ¿no lo abrirás? -
- no lo sé - tocando su cabeza - esto es... una locura -
- te conozco, sé que lo enfrentaras de alguna forma - suspirando - te dejaré por hoy, el auto está esperando abajo, ve a casa cuando estés listo y llámame cuando sepas que quieres hacer -caminando hacia la salida, dándole una última mirada y luego cierra la puerta.
- ... - se queda en silencio, mira de reojo el sobre, deja el vaso y lo toma, haciendo el amague de abrirlo, pero no lo hace. Deja también el papel y se va hacia su ventanal, mirando el vacío nuevamente, frunce el ceño y apaga su cigarrillo, tomando el sobre y saliendo del lugar.
AL OTRO DÍA
- Leah, ¿ya tienes tus cosas? - terminando de lavar los platos del desayuno
- sí, voy de inmediato -
- ¡apresúrate, los gemelos deben estar ya esperándote! -
- ¡sii! -
- uhh~ - suspirando, va hacia el baño a separar la ropa para el lavado.
De repente el timbre de la casa suena.
- ¡yo abro! - grita la pequeña dejando su bolso de la escuela sobre el sofá, yendo a abrir - sí, ¡diga! ¡¿eh?! - sorprendiéndose - ¡Oni-san! -
- hey - sonriéndole
- qué esta... -
- ¡Leah! - se oye la voz del albino desde dentro y sus pasos acercándose - te he dicho que no abras la puerta a... - mirando hacia el hombre parado en la puerta - ¡! - sus ojos se abrieron ampliamente al ver al hombre alto y que él sabía muy bien quien era, parado ante sus ojos después de tantos años y que obviamente pensó no volver a ver nunca más en su vida.
* En ese momento, sentí que perdía la conciencia, pero no me desmaye, mis piernas flaquearon y mis manos tiritaban, el corazón amenazaba en salir de mi pecho y yo solo quería desaparecer, desvanecerme o despertar *
- ... - ambos se miraron fijamente a los ojos sin pensar en el tiempo, el lugar ni en la pequeña.
* Por un momento de verdad creí que había avanzado, pero en el momento que vi a Lavi parado frente a mi puerta, cerca de Leah... me sentí igual de perdido como el día en que me abandonó *
CONTINUARA