Capítulo 3
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Christian miraba por la ventana que daba a la plaza del frente, mientras que Harry se mantenía con las manos en los bolsillos parado en la entrada.
-Yo sólo… ¿Por qué no me lo dijiste antes?
-¿Decirte que Voldemort es mi padre? -preguntó mientras negaba con la cabeza- ¿Acaso eso no te alejaría de mí?
-No lo ha hecho ahora -dijo caminando hasta el chico para poder abrazarlo-, algo así no me alejaría de ti, buscaría la forma de alejarte de él.
-Que ironía -dijo apoyando la cabeza en el hombro de Harry- tú queriéndome alejar de él y él queriendo traerte a su lado.
-Nunca estaría de su lado, Chris… él mató a mis padres –dijo lo obvio, no podría hacerlo nunca.
-Pues era mi misión… -miró como Harry arrugaba el entrecejo, sonrió de lado, le gustaba esa inocencia que tenía-. Atraerte hasta las filas de Lord Voldemort.
-No podría, ni siquiera por lo que siento por ti, no podría estar a favor de sus ideales.
-¿Y que tal si nos uniera algo más? -preguntó volteándose.
-No te entiendo.
-La pelea de hoy. La idea de Voldemort fue la que desató la furia de mi papá y por eso yo terminé herido -dijo negando con la cabeza-, la idea de Voldemort era que quedara embarazado de ti, que eso por fin te trajera a sus filas como su "yerno"
Harry estaba furioso, ¿Cómo ese maldito podía ser capaz de querer utilizar a su hijo de esa manera? ¿De arruinarlo así?
-Ese maldito -dijo apretando los dientes- sólo tienes dieciséis años, eres un niño.
-Sobre eso… Harry, no esa mi edad -dijo mirándolo a los ojos- tengo diecisiete años, cumpliré dieciocho dentro de poco.
-¿Cómo?
-Voldemort dijo que era lo mejor, que quitarme un año de vida para poder entrar en Hogwarts desde primero, ya que cuando "volvimos" al mundo mágico yo ya tenía doce años.
-Manipuló todo -dijo aun molesto-, aun así, eres muy joven.
-Bueno, eso parece no molestarle -dijo negando-. La idea era sólo atraerte, él nunca pensó en mí, no soy más que un arma, un puente para llegar a ti.
-Pues eso lo logró bien -dijo atrayéndolo para abrazarlo-. El que este enamorado de ti es sólo por tu causa, pero no te pondré un dedo encima ahora, Chris, créeme que me muero por hacerlo, pero no le daré en el gusto.
-Pues entonces haré todo lo posible por no provocarte -dijo divertido- gracias, Harry, por no odiarme.
-No podría, aunque quisiera -dijo abrazándolo y mirándolo a los ojos. Como amaba esos ojos.
-¿Harry?
-Creo que un beso no te embarazaría, ¿verdad?
-Creo… que no.
El chico no podía apartar la mirada de esa boca que poco a poco se iba acercando.
Harry adoraba a Chris, por eso mismo ese primer beso tenía que ser mágico para ambos, no escatimo en tiempo para alargar cada vez más el contacto.
Lo abrazó contra su cuerpo. Y luego el mágico momento terminó, pero no así el abrazo.
-Te protegeré con mi vida. Mi pequeño mortífago.
-Tonto -le dijo sonriendo tranquilo.
…HP…HP…HP…HP…
Harry bajó a la sala y todos los ojos estaban puestos en él, sintió como si lo que hubiera hecho en la habitación con Christian estuviera bajo vigilancia, quiso preguntar, pero el profesor Snape empezó a hablar en ese momento.
-Pedí que vivieran porque necesito de su ayuda para esconder a mi hijo y a mí – empezó a decir. La orden en pleno estaba ahí, incluida una serpiente alvina que estaba enroscada en la cintura de Remus Lupin, como si nadie supiera que la serpiente era Lucius Malfoy. Era tan malo siendo doble espía. Menos mal que la parte que le salía bien era ser el espía de la orden.
-Mi hijo Christian corre un gran peligro y por lo mismo tendré que esconderme con él hasta que el Lord oscuro sea derrotado.
-¿Quién te persigue, muchacho? –le preguntó el profesor Dumblemdore, haciendo la pregunta que todos querían hacer.
-Voldemort –respondió Sirius- el maniático anda tras ellos ahora.
-No entiendo… ¿Descubrió que eras espía para la orden? –le preguntó la matriarca de los Weasley, preocupada de que el tierno chiquillo estuviera en la mira del demonio asesino ese. Era irónico que el niño despidiera tanto amor entre tanta oscuridad.
-No, pero sé que nos querrá cazar ahora que nos alejamos de su yugo.
-Severas, no logramos comprender…
-Christian es hijo de Voldemort –dijo de frente, dejando callados a todos en la sala, logrando que incluso Lucius volviera a su forma normal.
-Creí que el bebé había muerto –dijo impactado el rubio.
-¿Tú lo sabías? –le dijo su amante mirándolo impactado.
-Lamento el haberte mentido –le dijo Severus mirándolo a los ojos-, la idea siempre fue que él también lo creyera así, pero entonces nos encontró y supo la verdad inmediatamente.
-Ahora están escapando de él nuevamente.
-Voldemort quiere utilizar como arma a mi hijo y no se detendrá ante nada, por eso mismo tengo que alejarlo, es sólo un niño.
-Es irónico -dijeron desde la entrada y todos vieron al chico parado en junto a Harry-, en cierta medida me quieres proteger porque soy un niño, pero a Harry no y es "menor" que yo –todos estaban en silencio, porque era verdad-. Es muy injusto esto.
-Pero es mi destino, Chris –le dijo sonriendo con pesar.
-Aunque tú lo digas es injusto de todas maneras.
-No discutiremos aquí lo que es junto o no –dijo Severus molesto, su hijo podría ser tan Gryffindor de repente-. Necesito mantenerte a salvo hasta que todo haya terminado y no transaré nada –dijo con seriedad-, iré nuevamente a la mansión, cuando estén listos y sólo para guiarlos hasta él, pero no pondré nuevamente la vida de mi hijo en riesgo. Si él me atrapa lo hará para llevarse a Christian y no lo voy a permitir.
-Te entendemos, hijo –le dijo el director poniendo una mano en el hombro de Severus- llevaremos a Christian de regreso al castillo, no hay lugar más seguro que ese.
Severus no podía decir nada contra eso, es verdad que estando la orden cuidando de su hijo lo dejaba más tranquilo, pero sabía que esa paz era momentánea.
…HP…HP…HP…HP…
Voldemort estaba en su despacho, molesto con todo lo que estaba pasando, no podía creer que haya pasado una semana y no hubiera podido dar con su amante y su idiota hijo.
Pero no descansaría, sabía que tarde o temprano lograría llegar a ellos y más le valía a Christian comportarse como debía, porque si no lo mataría, juraba que lo haría, para luego volver a embarazar a Severus y lograr así tener un nuevo heredero, uno que él mismo se encargaría de enseñar, cultivaríais el tierno corazón del infante para que le siguiera en todo y nunca le desobedeciera.
Después de todo tenía que tener un heredero para que siguiera con su legado. Luego de matar a Potter.
Ahora que lo pensaba, no era mala idea, quizás debió haberlo hecho desde un principio, desde que vio lo incondicional que era el mocoso con su amante. Debió suponer que no lograría nada con un niño que fue criado por su madre entre muggle.
-Mi señor –dijo su fiel sirviente-, mis contactos dicen que hay movimiento en el castillo.
-Así que las ratas vuelven al nido –dijo sonriendo de lado-. Prepara todo, Bella, iremos por Severus.
La mujer lo hizo a regañadientes. Nunca se imaginó que ese hombre terminaría en las sabanas de su amo, el lugar que ella siempre anheló. Tenía que hacer bien su jugada. Si lo que el señor tenebroso necesitaba era un heredero, muy bien se lo podía dar ella. No necesitaba que ese mestizo se interpusiera, un par de ataques mal dirigidos y tanto Severus como Christian Snape estarían muertos. Por su nombre que esa misma noche se desharía de esas alimañas.
Las cosas en la guarida estaban tensas y los mortífagos atentos a las palabras de su líder.
Lucius que ya sabía que iba a pasar mandó un aviso a su amante.
"Tienen que sacar a Severus y Cristian de ahí, El Lord va hacia el castillo"
Todos estaban expectantes, en cualquier minuto su señor daría la señal y empezaría la guerra.
-Mis queridos amigos, mi fieles seguidores -dijo el hombre sobre la tarima, teniendo la atención de todos en su persona-, esta noche las cosas cambiarán. Potter morirá, Dumbledore morirá, Severus volverá con nosotros y todo aquel que se atraviese por nuestro camino y no se rinda a nuestro orden tendrá el mismo final que sus "héroes"
Los bitores llenaron cada rincón del lugar, todos alegres de que todo fuera a empezar, para terminar finalmente.
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TBC...
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EN EL PROXIMO CAPITULO!
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-¡Papá!
-Ven con nosotros, hijo -dijo el maniático, apretando con fuerza el cuello de su amante.
-Suéltalo, Voldemort -dijo Harry sosteniendo del brazo a Christian que había querido ir a auxiliar a su padre.
-Querido Harry, tu pelea será conmigo, pero sólo cuando ponga a mi familia a resguardo.
Harry apretó los dientes, furioso, le molestara que llamara familia a Christian, cuando el maldito estuvo a punto de matarlo.
La guerra había empezado.