Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Moonlilies & The Marauders por Marbius

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

4.- The best I ever had.

 

I woke up in Japan

Feeling low, feeling lonely

The best I ever had

It was more than half empty

5 Seconds of Summer - Woke Up in Japan

 

Japón resultó ser todo aquello con lo que Sirius había fantaseado y aún más. Con cuatro fechas y suficiente tiempo de por medio para fungir de turistas entre los conciertos, arrastró a Remus a toda clase de sitios turísticos que su guía sugirió, y documentó sus paseos en su Instagram personal, son olvidarse de etiquetarlo en cada fotografía.

En cada ocasión, Remus sacó su móvil para corroborar la causa de que vibrara en su bolsillo, y sin falta sonrió todas las veces.

—Deberías parar —sugirió en Fukuoka, su primer destino—. Las fans empezarán a murmurar...

—Nah, que lo hagan si les apetece —dijo Sirius con soltura, disfrutando demasiado de una delicia local como para centrar su atención en la fanbase—. Pueden pensar lo que quieran.

—¿Seguro?

—Al ciento por ciento —respondió Sirius, tomando la mano de Remus y caminando así por el resto del camino.

Más tarde a solas Regulus le hizo saber que tres fotos consecutivas de él y Remus podrían empezar a despertar fuertes rumores acerca de su siempre ambigua sexualidad y que las fans ya estaban lanzando sus propias especulaciones en Instagram, Twitter y hasta en AO3.

—¿AO3? —Repitió Sirius con una ceja arqueada, pues se preciaba de conocer las redes sociales como la palma de la mano, pero esa se le escapa de su entendimiento.

—Fanfics —respondió Regulus sin inmutarse—. Ya hay cerca de treinta fanfics tuyos con Remus. Deberías darles una leída, la mayoría son inofensivos, pero hay algunos bastante interesantes si lo tuyo es leer relatos porno...

Sirius así lo hizo en su suite, recostado en su cama mientras esperaba a que Remus saliera de la ducha y se le uniera bajo las mantas.

Pese a que Remus todavía tenía su habitación doble con Lily, desde un par de países atrás que habían renunciado a dormir solos, y más noches que no Sirius tenía compañía al otro lado de la cama, o mejor dicho, en sus brazos y con un levísimo ronquido al oído que en realidad no le importaba.

Con sólo canales en japonés y poca atención como para fijar la vista en programas en los que no comprendía ni una palabra, Sirius había optado por esperar a Remus mientras revisaba su correo con la portátil en el regazo, pero el comentario que antes le hiciera Regulus despertó su curiosidad, y así fue como lo encontró Remus, con una expresión de asombro, las mejillas sonrosadas, y una obvia erección bajo las mantas.

—¿No pudiste esperar antes de empezar sin mí? —Le chanceó Remus, que se asomó a ver qué clase de porno veía y sólo encontró la pantalla llena de texto.

Remus estuvo a punto de desestimar sus acusaciones, pero entonces leyó:

—“... la mano de Sirius subió y bajó rítmicamente a través de la turgente erección de Remus y éste...” ¿Pero qué diablos es esto, Sirius?

—Un fanfic smut de nosotros dos, y quita esa cara porque no lo escribí yo.

—Obviamente no —dijo Remus, alejándose de la cama para dejar su ropa sucia en el maletín de viaje que había traído consigo—. Creo que nunca te he escuchado decir la palabra ‘turgente’ en esta vida.

—Vale, no es parte de mi vocabulario, pero... ¿Puedes creerlo? Fans escriben esto y otras fans los leen y los comentan. También hay kudos involucrados, supongo que es como darle like...

—Básicamente es eso —confirmó Remus, que ante la ceja alzada de Sirius, se explicó—: No soy un neófito como tú, y no es la primera vez que escriben fics con mi nombre.

—¿En serio?

—Compruébalo por ti mismo.

Mientras Remus se preparaba para la ir a la cama poniéndose ropa interior limpia y una camiseta, Sirius buscó en la página hasta dar con lo que buscaba, y para su asombro descubrió no pocas historias de Remus, que aunque ahora eran en su mayoría con Sirius como pareja, también había unas cuantas de él con Lily.

—Oh, a James se le pondría el cabello verde con esto.

—No lo creo —dijo Remus con ligereza, apartando las mantas y deslizándose al lado de Sirius—. No le pasó a Severus, dudo entonces que le ocurra a James.

—¿Severus estuvo al tanto de estos fanfics?

—Puedes apostar que sí. Dejó comentarios horribles acusando a la chica que los escribió de estar haciendo algo ilegal y para lo cual tomaría acciones en su contra, pero sus amenazas no tenían fundamento alguno. Lily le insistió para que lo viera por el lado gracioso, que no se lo tomara en serio, pero fue como echar gasolina al fuego. Severus la acusó de estar satisfecha por vivir una relación amorosa conmigo a través de fanfics subidos de tono, y poco le faltó para incluso acusarla de ser ella quien estaba detrás de todos esos fics.

—Oh, wow... —Sirius frunció el ceño—. Eso es terrible.

—¿Y quieres escuchar la parte más graciosa? —Dijo Remus, y Sirius asintió—. Una semana después encontré una nueva historia, esta vez entre Lily y Severus. Era, si me preguntas, un fanfic espantoso, repleto de clichés y escenas eróticas. Pero lo peor es que contaba detalles demasiado personales como para tratarse de una simple coincidencia. En secreto confronté a Severus al respecto y él insistió en que no tenía nada qué ver con ese asunto, pero cuando mencioné el tatuaje que Lily tiene bajo el pecho izquierdo-...

—¿Lily tiene un tatuaje ahí? —Interrumpió Sirius, pues no tenía conocimiento de aquel detalle.

—Puedes confirmarlo con James. Sólo pocas personas lo saben, yo incluido porque acompañé a Lily al estudio de tatuajes a hacérselo. Severus sólo sabía de la existencia de ese tatuaje porque tenía la odiosa costumbre de llegar a nuestro piso y abrir puertas sin importar cuánto le insistíamos en respetar espacios privados. Como sea —prosiguió Remus con su historia—, Severus siempre negó ser el autor, pero misteriosamente el fic desapareció cuando amenacé con mostrárselo a Lily. A los meses dejaron de hablarse y ya no se lo mencioné a Lily, pensé que la lastimaría más saberlo así que no lo hice.

—Joder... Justo cuando creía que no podía odiar más a ese tal Severus Snape y tú consigues ponerle un clavo más a ese ataúd.

—Tengo miles de historias como esas acerca de Severus, pero preferiría no pensar en él y en cambio... —Deslizando su mano bajo las mantas, Remus le tocó a Sirius el muslo, y la erección que tenía antes volvió con fuerzas—. ¿Por qué no me platicas la trama de ese fic que leías antes?

Sirius bajó la tapa de su portátil y la dejó en la mesita de noche. —Oh, empieza con las bandas de tour por Asia y nosotros dos compartiendo una suite por recortes de presupuesto...

—Mmm... —Remus se deslizó en la cama mientras que Sirius se posicionaba de costado sobre él—. ¿Y después qué pasó?

El resto, Sirius se lo describió con las manos y no con el lenguaje.

 

A Fukuoka siguió Nagoya, Osaka y por último Tokyo. Y fue precisamente en Tokyo donde Sirius tomó una decisión final que no le competía sólo a él, sino que incluía a Remus y The Marauders, así que en aras de hacer lo correcto, primero citó a sus compañeros de banda y a Regulus en su papel de manager para hacerles partícipe de lo que pensaba hacer.

—He decidido salir del clóset —dijo Sirius en la pequeña sala de juntas que había solicitado al hotel para hacer de aquello un momento oficial.

Entre dientes, Peter se rió. Regulus puso los ojos en blanco. Y James habló por los ahí presentes al decir que no era como si Sirius hubiera vivido dentro de ese figurativo clóset en al menos los últimos diez años de su vida. Sus últimos novios lo atestiguaban.

Sirius resopló. —Obviamente no entre mi familia y amigos, pero me gustaría hacerlo frente a... las fans.

—¿Por Remus? —Corroboró Regulus.

—Por Remus —confirmó Sirius, que estaba dispuesto a poner una pelea dura contra su hermano si éste decidía que como manager no era una decisión acertada para su carrera o la de la banda.

Excepto que Regulus se tomó treinta segundos de absoluta reflexión silenciosa, el resto aguantó la respiración, y al final dio su veredicto.

—Podría funcionar. ¿Está Remus de acuerdo?

—Cómo se nota que no compartes pared con la suite de Sirius —masculló Peter, que había tenido ese dudoso honor a lo largo del tour y se arrepentía.

—Aún no he hablado con él, pero estoy seguro de que es algo que los dos queremos —dijo Sirius, firme en su propósito de empezar un nuevo capítulo en su vida al lado de Remus—. Hacer este tour al lado de Moonlilies ha traído los mejores cambios a nuestras vidas, James puede atestiguarlo junto con Lily y... Es quien soy, ¿saben, chicos? —Se dirigió Sirius a cada uno de sus compañeros de banda y a Regulus—. Tan sólo quiero ser honesto con las fans y el mundo, pero sobre todo conmigo acerca de quién soy.

Y en turnos y porque lo apoyaban en su resolución, uno a uno se pusieron en pie para abrazarlo. Por último Regulus, que al igual que él y por la crianza que habían tenido como Blacks no era muy afecto a las demostraciones de cariño, pero que con todo le rodeó fuerte con sus brazos y le hizo saber a su manera que estaba orgullo de él.

—Walburga se retorcería en su tumba.

—Lo sé.

—Bien hecho, hermano mayor.

—Gracias, hermano menor.

 

Por su cuenta y sin saber de la decisión de Sirius en tomar el camino más honorable, Remus se había pasado esos últimos días de tour con un nudo de ansiedad en la base del estómago pensando en qué clase de futuro les deparaba una vez que finalizara el tour y las bandas se separaran.

En propio interés, Regulus ya había hablado con él y Lily ofreciendo por más tiempo sus servicios de manager ahora que habían comprobado que hacían un buen equipo y ambas partes estaban dispuestas a buscar el éxito, pero Remus se había mostrado dubitativo al pensar que no tenía caso prolongar el contacto si él y Sirius iban a tomar caminos distintos.

Claro que renunciar a una excelente oportunidad con un manager de primera sólo por asuntos amorosos era una soberana idiotez, así que Remus todavía no había hecho ninguna elección, y fiel a su pacto de amistad antes que ningún otro, Lily no lo había presionado en lo absoluto.

Mientras tanto, estaban a escasas horas de su último concierto, en nada menos que Tokyo, y Regulus ya les había confirmado que el Tokyo Dome tenía todas las localidades agotadas y las fans que no habían conseguido boleto se conglomeraban alrededor del estadio.

—Oh, será duro volver a Cardiff con apenas una docena de espectadores en nuestros shows —comentó Lily de pasada antes de salir en escena, y Remus tuvo que darle la razón mientras tocaban su set y caldeaban los ánimos como banda telonera antes de que The Marauders salieran en escena.

Con diez canciones programadas y listos para abandonar el escenario, Remus estaba seguro de que el ruido estruendoso de gritos y palmas que de pronto se dejó escuchar no era por él, y así lo confirmó cuando antes de tiempo The Marauders aparecieron frente al público y se acercaron a sus instrumentos.

Peter no se demoró al coger su bajo, el único en escena, en tanto que James se acercó a la batería, y en un instante que lo cambió todo, besó a Lily en los labios y provocó una reacción en cadena donde todos los presentes tuvieron la primicia de su nueva relación.

James cogió el micrófono más cercano, y llevando a Lily a su lado y tomados de la mano, anunció que ese tour lo había significado todo para las dos bandas, y que por ese elegía ese momento para hacerles partícipes de su felicidad.

Las fans continuaron con sus gritos, y la emoción se volvió casi palpable.

Un segundo estaba Sirius sonriendo de oreja a oreja por sus amigos y al siguiente se contagió del ambiente al grado de acercar su rostro al de Remus, y en vista de que éste esperaba por acción de su parte, lo besó de lleno en los labios.

Luego Moonlilies bajó del escenario, y aquella noche en Tokyo fue La Noche para The Marauders, que lo dejaron todo de sí en escena y bajaron caminando entre nubes a los respectivos brazos de sus amados.

El resto fue celebrar.

 

Las primeras planas de los medios musicales acabaron encabezados por James y Lily, y si bien la prensa habló de Sirius y Remus, las fotografías que existían de su beso habían quedado oscurecidas por el cabello de Sirius y no había una respuesta en firme por parte de su manager al respecto.

Regulus dijo que esperaba arribar a Londres para confirmar la nota, y bajo ese acuerdo pasaron su último día en Tokyo haciendo lo más de ese tour que ahora lo significaba todo.

—Jilly triunfó al final —comentó Remus contra el pecho de Sirius mientras disfrutaban de su última velada en Tokyo—. No me sorprende después de la manera en la que James se lanzó por todo con Lily, pero...

—¿Te habría gustado tener el papel protagonista?

—Sí. No. Es decir... —Remus jugueteó con su dedo alrededor del pezón de Sirius—. Lo nuestro pasó tan desapercibido. Fue un gran momento y quedó en segundo término. Ahora las únicas que creen que nos besamos son un puñado de fans que han lanzado una campaña de llamarnos Wolfstar a cambio recibir el epíteto de ilusas.

—Tendríamos qué compensárselo, ¿no crees?

—¿Uh?

—Regulus me ha dado luz verde para bajar del aeropuerto en Londres tomados de la mano.

—Oh, Sirius...

—Voy en serio contigo, Remus —dijo Sirius, que moría por demostrarlo con acciones, no sólo con palabras—. Con ninguno de mis otros novios creí que fuera necesario, pero contigo...

—¿Ahora somos novios?

—Sólo si tú quieres.

Remus le pellizcó el pezón y Sirius soltó una risita floja. —Quiero, pero... Ok. Hagámoslo.

—Tendrías que darme unos minutos más...

—Eso no —resopló Remus, que también estaba extenuado luego de hacer el amor—. Lo del aeropuerto. Suena romántico.

—Y lo será —prometió Sirius.

Que de haber sabido lo que se aproximaba, no lo habría dicho con tal ligereza.

 

A su vuelta a Londres, Sirius cumplió su palabra al bajar con Remus tomado de la mano pero quedando detrás de James y Lily, que hacían lo mismo y comenzaron a acaparar la atención de quienes los reconocían.

Desde siempre The Marauders se había caracterizado por sus dos miembros más populares: Sirius el cantante y guitarrista, y James el baterista. Peter quedaba en un honroso segundo puesto después de esos dos empatados en el primero y estaba bien con ese lugar. Pero Sirius y James siempre habían competido entre sí, y por una vez Sirius estaba molesto de perder.

O lo estuvo hasta que de entre la pequeña muchedumbre que se había congregado a su alrededor para verlos salir del desembarque a la salida apareció un individuo con grasiento cabello negro y nariz ganchuda que no se cortó en plantarse ante James, y sin más preámbulo, le dio un puñetazo en el mentón que hizo salir volando sus gafas.

Lily gritó. —¡Severus!

Y al instante soltó Sirius la mano de Remus y le plantó cara al idiota que ahora con toda seguridad reconocía como Severus Snape, el ex amigo, ex manager y ex todo de Lily excepto novio, y le correspondió con un puñetazo de su propia cosecha que le hizo tronar la nariz y soltar un chorro de sangre.

Severus intentó corresponderle el golpe, pero no en balde Sirius se ejercitaba al menos una hora cada día, y esquivó su puñetazo y a cambio le contestó con otro que lo lanzó directo al piso.

—El primero es por James y el segundo por Lily —dijo Sirius con veneno a la figura encorvada en el piso—, pero no me hagas hacerte pagar por el resto de lo que has hecho en tu miserable vida...

La seguridad del aeropuerto intervino, y fue Regulus quien arregló el malentendido para que las dos bandas a su cargo pudieran salir sin cargos y directo al hospital más cercano.

Ahí James recibió dos puntos en su labio, pero por el resto estaba bien, en tanto que Sirius se tuvo que contentar con hielo para sus dedos y el reproche de Regulus porque no podría tocar su guitarra por al menos dos semanas completas.

Lily se mostró avergonzada pero agradecida, insistiendo en presentar cargos contra Severus por su acaso y también una orden de alejamiento, en tanto que Remus permaneció pegado a su móvil y con el ceño fruncido.

—¿Qué, la máquina de rumores entró en marcha? —Preguntó Sirius al sentarse a su lado en la sala de espera, y en respuesta Remus le enseñó su móvil, donde se podía leer que Sirius de The Marauders había defendido a Lily Evans de Moonlilies, y ponían en tela de juicio que ellos no fueran pareja en lugar de James y Lily.

—Patrañas —desdeñó Sirius el artículo—. Qué ridículo.

Remus encogió un hombro. —Es lo que el público opina. Da igual, sé que es una tontería pero-... ¿Sirius?

Pero Sirius ya tenía su teléfono fuera del bolsillo, y los enfocaba a ambos en una selfie.

—¿Puedo besarte?

Remus asintió, y con los ojos cerrados y los labios de Sirius contra los suyos, escuchó el clic de la cámara.

 

[Sin filtros. Dos rostros de perfil, ojos cerrados, unidos en un beso.]

SeriamenteSirius @remusjlupin ¿Tengo que decir más?

@themarauders & @moonlilies se complacen en anunciar la mejor y más grande colaboración. @prongs.potter & @levans pueden corroborarlo.

#LoveAlwaysWins #Wolfstar #Jilly #PeroMeGustaMásLames

 

Remus recibió la notificación, y fue de los primeros en marcar la publicación como favorita.

—Reg tendrá un ataque cuando vea que lo hiciste sin su previa aprobación —dijo Remus, que con todo sonreía conforme la publicación recibía más atención y comentarios, en su mayoría positivos.

—¿Sí? Pues que se aguante —respondió Sirius, que francamente no podía estar más contento con aquel cierre de tour (nudillos adoloridos y todo) que incluía a Remus, y a ellos dos complacidos por su final feliz, si no es que caótico en exceso. Pero convencido que no lo cambiaría por nada del mundo, y que Remus estaba con él en eso, Sirius sonrió para sí y se guardó de expresar cualquier queja.

Que al fin y al cabo, no tenía ninguna.

 

/*/*/*/*

Notas finales:

Y llegamos al final~ Casi nunca incluyo a Severus, y hasta mal me supo hacerlo un villano tan acartonado, pero ya lo compensaré después. Mientras tanto, que estas dos parejas sean felices.
Como siempre, es un placer haber llegado con ustedes al final del fic, por lo que cualquier comentario es siempre bien recibido :)
Graxie por leer hasta aquí~!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).