Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Camino difícil por kurolovers

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 2: Trayendo refuerzos.

Iban los dos a una cierta distancia, Tsuna aún no acostumbrado a convivir con alguien agradable o que invadiera su espacio personal, el par llego al parque, el castaño miro el lugar deteniéndose un momento, haciendo que Reborn se detuviera, se veían niños jugar con una pelota, otros en los juegos que ofrecía el parque y algunos estaban en las bancas conversando, cerró los ojos disfrutando del viento que removió su cabello, sonrió tan sereno; tan único. Fueron solo unos segundos antes de continuar su camino, el azabache le dio instrucciones de las calles, llegaron a su destino, Tsunayoshi se estremeció al ver tanta gente.

-No me alejare Tsuna.-murmuro Reborn, le señalo un carro del supermercado, el menor echaba lo que él bebe apuntaba o decía, compraron muchas cosas, después de todo la despensa no había demasiadas cosas para los dos, y Reborn realmente iba a esforzarse en que el castaño subiera de peso.

Luego de acabar las comprar, apenas el menor podía llevarlas, no tenía tanta fuerza, el hitman sabiendo eso, le ordeno a su fiel compañero animal que se convirtiera en un pequeño helicóptero, tomando las bolsas y yéndose por las alturas.

Tsunayoshi miro impresionado aquello, sin embargo, dirigió su vista nuevamente en el bebé-hombre, desde su posición, el pequeño sicario había hecho cosas tan extrañas pero reconfortantes para él, podría comenzar a confiar más en este, se dirigieron por el mismo camino de vuelta.

El mejor asesino del mundo miraba a su estudiante y ahora en su mente protegido, comer lentamente el almuerzo de ese día, suspiro por aquello, los avances eran lentos, había planeado estar en casa por dos semanas, no queriendo perjudicar más la enseñanza del chico de lo necesario, aunque había hecho algunas pruebas para ver los errores o problemas que tenía el chico, lo que le sorprendía era que eran horribles, cuando preguntó cuál era el problema, había fruncido el ceño, lo que está escrito en la libreta era solo una leve explicación que siempre tenía dudas pero nadie se tomaba el tiempo en ayudarle o tomarle atención, le dijo como resolver algunas respuestas y como, al ver nuevamente otra hoja de ejercicio noto el cambio, el chico sabia aprender siempre y cuando se le enseñara bien y fuera algo lento, podía trabajar con eso, le felicito por su esfuerzo notando como se sonrojaba, eso le hizo feliz, el castaño le encantaba Reborn, era atento y no se enfurecía como sus profesores por sus notas o sus errores, le era perjudicial sus atrasos eso lo sabía, pero nadie lo quería ayudar, había intentado cuando niño, pero todos pensaban que era inútil y los profesores creían eso que no tomaría su valioso tiempo en alguien como él, cuando llego a comprender eso, dejo de intentar pedir ayuda y de estudiar sabiendo que era inútil intentarlo.

También el hitman noto que Tsuna estaba dejándolo estar más cerca de él, siempre a su vista ya no era tan cauteloso con el días después, a su vez comprendió que debía acercarse en silencio era muy mala idea, no queriendo asustarlo o sorprenderlo y perder todo el avance que estaban logrando entre los dos, o por lo menos acercarse a ese cielo tan roto, por ello hacia que sus pasos sonaran o le comunicaba donde estaba, pero le era difícil, él era silencioso, era un asesino por el amor a dios, eran hábitos que no podría desaparecer una noche, igual que el miedo por el pequeño Sawada, recordando eso, Reborn noto que el castaño jamás preguntaba por sus padres, eso le llevaba a una hipótesis, una que no le era siempre por ciento agradable o quizás sí, no lo sabía muy bien.

-Tsuna.-le llamo, este estaba en la sala leyendo un libro, el nombrado levanto la mirada.-Iré a hacer una llamada arriba, ¿de acuerdo?.-al ver que asentía subió a su cuarto, tomo su teléfono celular con cierta molestia, "Esto lo haces por el chico" se recordaba a su mismo antes de llamar a un número en específico.

-"¿Hola? ¿Reborn?.-una voz tranquila se escuchaba."

-Fon, necesito que vengas a Japón, Nanimori.-dijo yendo directo al punto.-Necesito un favor...-Ah como le costaba decir esas palabras.

-"...-hubo un pequeño silencio antes de volverse escuchar la voz del otro lado.-¿Qué tipo de favor?".-preguntaba más por curiosidad y los dos lo sabían.

-Te lo contare cuando llegues, ven dentro de dos días, no serás el único.-antes de que el chino hablara corto la llamada, hizo una mueca antes de marcar otro número, cuando tomaron la llamado hablo rápidamente.-Ven a Japón, Nanimori en dos días es una orden.-luego de eso corto sin esperar respuestas, marco otro con un suspiro.

-"¿Hola? Kora."

-Solo ven aquí en dos días Colonello.-dijo mirando alrededor de su habitación.

-"¿Eh? Reborn que..."-la llamada había sido cortada.

Con todo listo bajo nuevamente, viendo como Tsunayoshi acariciaba a su compañero animal, Leon hacia ruidos satisfechos por ello, sonrió levemente, aclaro su garganta para llamar la atención de su alumno, cosa que logro rápido, deteniendo su diversión.

-En dos días más, vendrán unos compañeros...-dudo un poco en como catalogar a los demás Arcobalenos.-Debo aclarar algo contigo, como sabes soy un sicario. El mejor del mundo, yo y otros seis somos llamados los Arcobalenos, las personas más fuertes.

-/¿Ellos vendrán aquí?/.-escribió confundido.

-Sí, ellos también ayudarán.-salto hasta la mesa de centro para más comodidad en la conversación.-Son de mi tamaño, como habrás notado, no soy un bebé, esto es consecuencia de una maldición, eso es lo que nos hace Arcobalenos, pero me desvío, no te sentirás tan aprisionado con nuestra presencia, además ellos podrían ayudar a su manera.-explico un poco incómodo por pedir ayuda a los demás.

El castaño pestañeo aun confundido pero asintió, no había mentiras en las palabras del contrario, aquella extraña sensación solo lo confirmaba.-/¿Cómo se llaman?/.-pregunto sentándose un poco mejor.

-Colonello es rubio y ojos azules, es el Arcobaleno de la lluvia, Fon azabache con una larga trenza y ojos negros, es el Arcobaleno de la tormenta y Skull, cabello y ojos purpura con muchos pircigs en su rostro es el Arcobaleno de la nube.

-/Espero no causarte problemas Reborn/.-anotaba nervioso, se removió inquieto en el sofá.-/No tendrías que hacer todo esto por mí.../

Negó con la cabeza.-No lo haces Tsuna, yo realmente quiero ayudar.-le sonrió levemente, antes de sentarse a su lado, notando como temblaba con sutileza.-¿Sabes de la armonización?.-preguntó curioso, desde hace días tenía esa pregunta rondando por su mente, después de todo notaba que el chico no estaba unido a ningún elemento y su esencia como cielo era reprimida.

Parpadeo confundido, acaricio la pequeña cabeza del camaleón pensativo antes de negarse.-/No sé qué significa eso, ¿Es algo malo?/.-sus manos temblaban mientras escribía la frase.

Reborn llevo su pequeña mano a la rodilla del menor, sonriéndole de forma tranquilizadora.-No es malo, por ahora creo conveniente no decirte esta información Tsuna, no hasta que vea que estés bien ¿De acuerdo? Sería malo que te alteradas o empeorara tu condición y no queremos eso ¿Cierto? Estas haciendo un buen avance en estos días pero es lento, no queremos retroceder esos avances, por tu propio bien.

El castaño le sonrió tentativo, una pequeña sonrisa. Sabiendo que podría hacerle caso al sicario en eso, algo le decía que su reacción no sería muy positiva, miro de reojo al libro de cocina que había encontrado tiempo atrás en su vieja casa, convenció a su tutor de cocinar, este no le pregunto por como sabia cocinar, los dos sabían la respuesta de ello, había escuchado las palabras del médico y Reborn, eligió una receta simple, berenjena asada y atún con ajonjolí. Siendo vigilado por el mayor debido a su preocupación, solo tomo corto tiempo tener el almuerzo de ese día, que aun sin acostumbrarse a los horarios, Tsunayoshi comía lento casi saboreando la comida como si fuera la última vez que lo probaría, su apetito era mínimo pero a Reborn eso no era un problema ahora, después de comer y lavar los platos, el sicario le dio unas tutorías sabiendo que eso costaría, sin embargo, ayudaba en la personalidad tímida del joven mafioso, aunque estaba preocupado por un asunto, en ese momento no diría nada, solo esperando que los idiotas vinieran en el día acordado.

Los dos días pasaron rápido, y para gran sorpresa de Reborn, el día que iban a recoger –reencontrar– a los otros Arcobalenos, Tsuna en un acto sorpresivo tomo a su tutor entre sus brazos, Reborn le miro confundido, el otro le dio una pequeña sonrisa tentativa, tratando de ser valiente, aunque el azabache sentía aquellos brazos temblar pero no le soltaba, suspiro un poco dejando que su alumno le cargara, sin comentarios por su arrebató, el castaño salió de la casa hasta el destino que le había comentado su tutor. Llegaron a su destino después de media hora, estaban cerca de unas tiendas, Reborn se bajó antes de acomodar su fedora y después de eso miro a su alumno.

-Ya vuelvo Tsuna, espera aquí, ten.-le paso a leon que rápidamente fue a posarse en el hombro izquierdo del joven.-Cuídalo Leon.-con eso se fue, para darle una forma de seguridad al chico dejo a su compañero para hacerle saber que volvería y no lo abandonaría, la inseguridad del joven Sawada era algo que debía corregir, pero por ahora pequeñas coas servirían.

Suspira, "Solo espero que no demoré" pensó para sí mismo, se sentó en una banca mirando a sus alrededores, incomodo, muy incómodo por las miradas que de vez en cuando estaban dirigirás en su dirección, trato de distraerse con leon a su lado, que gustoso ayuadaba.

En otro lado, cerca de allí, habían tres bebes caminando, dos se estaban quejando por la llamada del asesino mientras el tercero estaba callado y pensativo, hasta que uno vio algo extraño a su punto de vista.

-Oh ese no es león.-dijo Fon mirando al pequeño animal en el hombro de un chico castaño.

-¿No será el alumno de Reborn? Kora.-dijo un rubio entrecerrando los ojos.

Los tres se acercaron, el de traje chino miro al chico con curiosidad.

-¡Oye!.-grito Skull asustando al menor, pero extrañamente no grito solo salto de la banca, retrocediendo algunos pasos aterrado.

Colonello frunció el ceño por tal reacción del chico.-¿Por qué no hablas? Kora, ¿Eres el alumno de Reborn cierto? Kora.

El castaño miraba a sus alrededores buscando una salida, su mente nublada por el miedo no podía relacionarlos con las descripción vaga que le había dado el asesino a sueldo. Tembló un poco, sintiendo al camaleón lamerle la mejilla como consuelo. Antes de que alguno hablara, escucharon un grito detrás.

-Tsunayoshi.-hablo un voz infantil, el nombrado miro entre aliviado y asustado a su tutor que se ganó en la banca dejando un regalo con él en el lugar.-Tsuna.-dijo suavemente viendo a su alumno tratando de tranquilizarlo, impresionando a los otros tres que no creían lo que veían.-Tranquilo, ellos no harán nada, ya estoy aquí, lo siento demore más de lo que esperaba.-dijo sin elevar la voz, al ver como se relajaba un poco miro a sus compañeros con una mueca.

Los otros Arcobalenos estaban sorprendidos, nunca habían visto a Reborn tan...suave, ni tratar a alguien con tanta amabilidad, se quedaron callados al notar lo incomodo que estaba el chico y la mirada de muerte por parte del asesino ayuda un poco, pero sabían cuando callar la boca, enojar a Reborn siempre era mala idea, el asesino sabría cómo asustarlos o molestarlos, después de todo, siempre les hacía sentir que sabía sus oscuros secretos, por ello jamás estaban en el lado malo del asesino a sueldo, sabían sus límites y este era uno muy delgado al ver la expresión molesta que se cargaba el Arcobaleno del sol.

-Hablaremos en la casa.-notifico después de unos segundos, después miro al chico.-¡Tsuna saltare en tu cabeza!.-aviso.

Parpadeando sintió un peso en su cabeza, se estremeció unos segundos antes de decirse a sí mismo que era Reborn, la persona que le ayudaba, la persona que se preocupaba por él, que era amable y de una llama encantadora y cálida.

-Oh si, allí Tsuna, trae ese paquete, por favor.-pidió él bebe desde su lugar, "Su pelo es suave y esponjoso" pensó para sí mismo.-Y sigamos, pero no lo toquen, Tsunayoshi odia el contacto.-comunicó a sus compañeros.

Con más preguntas siguieron al joven mafioso, la caminata era silenciosa, nadie hablaba, Skull y Colonello les era un ambiente pesado, iban a una cierta distancia con el castaño. Al llegar entraron, fueron a la cocina Tsuna dejo lo que compro su tutor en la mesa, se iba a ir cuando una voz infantil le detuvo.

-Espera Tsuna.-hablo Reborn viéndolo desde la mesa.-¿Puedes quedarte? Hablaremos de ti, preferiría que te quedaras, además lo que traje es para ti.

Ladeó la cabeza confundido, allí los otros Arcobaleno vieron como el de ojos miel sacaba una libreta y escribía algo mostrándole lo que había escrito.

-/¿Para mí? ¿Qué es Reborn? Espero no ser una molestia para ti/.-jamás alguien le había comprado un regalo, bueno, sí, pero siempre eran para molestarlo, mayormente eran cosas desagradables que al final terminaban ensuciándolo y sabía bien que no era algo malo, Reborn no haría eso, había sonado tan honesto, eso no quitaba que fuera cauteloso.

Negó con la cabeza.-No es molestia, espero que te guste.

Curioso, Tsuna abrió la caja y allí vio un trozo de pastel de fresas, lo saco del paquete para luego miro al sicario, se sintió desconfiado, sólo un poco, pero le siguió mirando impresionado, se veía tan apetitoso, hace años no probaba uno así, hasta había olvidado a que sabía.

Alzo una ceja.-No le pondría nada, solo pruébalo.-resoplo por la actitud.

Busco un tenedor para luego sentarse y probarlo, cerró los ojos disfrutando del sabor, hizo un suave ruido de satisfacción, Reborn sonrió divertido, dirigió su vista hacia los otros tres.

-¿Para qué nos necesitabas?.-preguntó Fon sin dejar de ver al castaño menor.

-Les presento a Sawada Tsunayoshi, mi alumno.-dijo llevando su mano hacia la dirección del chico que los ignora en esos momentos.-Como verán él es mudo, pero por elección.-aclaro.-Los necesito para un favor, quiero que me ayuden a cuidar de Tsuna.

Ante eso el nombrado lo miro unos segundos antes de ver lo que quedaba del postre celestial, solo comió un cuarto de ello pero ya no quería más, hizo inconscientemente un puchero.

-Puedes comerlo después Tsuna.-comunico el azabache al verlo, le divertía las expresiones tan infantiles que tenía el chico que no se daba cuenta de cómo se comportaba, era hasta cierto punto adorable.-Recuerda lo que dijo Shamal, todo a su tiempo.

Asintió un poco, después guardo lo que quedaba en el refrigerador, miro a los cuatro antes de anotar algo y mostrárselo a Reborn.

-De acuerdo, te despertare al rato.

Escucharon los casi silenciosos pasos del menor hasta que la puerta de su habitación se cerró, Reborn suspiro.

-¿Qué pasa? Kora.-el rubio miro al otro confundido.

-Sí, ¿Que está sucediendo Reborn?.-preguntó con calma, mientras Skull los mira en silencio.

Suspiro frustrado.-Es un cielo, lo pudieron notar, lo sintieron, lo reprime, es un cielo sin elementos, Tsuna fue un niño abusado de forma física y psicológica, por ocho años, por su niñero, por los alumnos, por los profesores, por todos.-contaba apretando sus pequeños puños.-Odia el contacto físico, apenas hoy me dejo estar cerca suyo, pero aun así temblaba, está roto, hasta creo que piensa que sus padres están muertos, maldición, si no hubiera llegado habría muerto.-oculto su miradas tras su sombrero.

-...¿Muerto?.-susurro Skull.

-Cuando me enviaron a entrenarlo, iba a hacerme pasar por un niño perdido, pero grande mi sorpresa cuando escuche ruidos, abrí rápidamente la puerta, allí mismo en la sala, el niñero estrangulaba a Tsuna, después de pedirle que Shamal lo revisara, vi varias cicatrices, quemaduras, desnutrición, el chico estaba tan mal, muy mal.-hizo una mueca.-No soy muy paciente, ni tan considerado, él necesita sentirse seguro, ganar confianza, pero solo conmigo tomada mucho tiempo, saben lo que pasa cuando un cielo no está armonizado o reprime sus llamas.

-Ya veo.-murmuró Fon, estaba muy sorprendido por la información dada, frunció el ceño un poco pensando en ello.-Bueno.-miro al sicario.-Podría estar un tiempo aquí, después de todo las triadas no me necesitan.

-Uhh Skull-sama lo hará!.-exclamo animado, aunque en el fundo le preocupaba, si eso el mismo Reborn le pedía ayuda se notaba la desesperación no dicha.

-Claro, mafia land estará por aquí en estas áreas por un tiempo, Kora, además el niño es lindo.-sonrió Colonello.

Reborn asintió, aunque no lo dijera estaba aliviado, miro a los otros tres.-Bien, traten de no asustarlo, háganle saber que están allí, si estas detrás de Tsuna, has ruido o llamarlo, pero no le grites, ni le peguen.-comento sentándose.-Solo falta una semana para que vuelva a clases, ya que he querido que se acostumbre a esta casa y a la comida.

Los Arcobalenos asintieron en forma de comprensión, luego de eso, hicieron lo que habitualmente hacían al estar juntos, Reborn y Colonello golpeaban a Skull, Fon bebía un té mientras les miraba, había pasado media hora cuando el menor bajo viéndoles unos segundos.

-Oh has despertado.-comento el azabache.-Me presento soy Fon.

-Yo Kora! Soy Colonello.-habló el rubio sonriendo.

-Soy ¡Skull-sama!.-exclamo el motociclista.

Parpadeando bajo los últimos peldaños de las escaleras, saco una libreta.-/Un gusto conocerlos, soy Sawada Tsunayoshi/.-escribió sonrojado e incómodo.

-Ellos serán quienes van a quedarse un tiempo con nosotros Tsuna.-aclaró el sicario viéndole.-Ellos no harán nada, te lo prometo.-viendo como asentía lentamente viendo al mono que estaba cerca del Arcobaleno de la tormenta.

-Ah te presentó a mi compañero Lichi.-le sonrió suavemente.-También discúlpanos por asustarte hace rato Tsunayoshi-kun.

Negó con la cabeza rápidamente, se alejó de ellos por instinto, les daría el beneficio de la duda como a Reborn que había sido muy bueno con él. Sonrió un poco, era agradable tener gente amigable con él, instintivamente dejo ir sus llamas del cielo, estaba feliz y agradecido, los otros cuatro se estremecieron al sentir las llamas del cielo, pero esta no trataba de forzarlos a armonizar, no, sólo estaba allí, libre, pasiva, expresando la felicidad de su portador, solo duro unos segundos antes de que ese ambiente tan agradable se evaporada y volviera a estar encerrada dentro de Tsuna, después de eso, al principio el castaño le incomodaba estar rodeado de más gente en un solo lugar, pero se estaba adaptando un poco a sus presencias, Skull siempre le acompañaba a dar sus paseos o ver televisión, Colonello le contaba como entrenaba a algunos mafiosos en el parque de diversiones para ellos, y como una isla podía moverse, con Fon era relajante, su presencia era cómoda, aunque había momentos que el joven Sawada se alejaba o temblaba al verlos tan cerca suyo, sentía que ellos no le harían nada malo, por otro lado los Arcobalenos les fue difícil no estar furiosos al ver las secuelas en el cuerpo del menor, ¿Quién podría ser tan cruel con un niño? ¿A un cielo? Que habían hecho Iemitsu y Nana, jamás abordaron el tema de los padres del menor, sin saber muy bien que haría eso, ya que de a poco en chico los dejaba estar cerca suyo y les gustaba su presencia cuando no hacían peleas, que dañaran al chico por accidente, Reborn estaba contento por cómo iban las cosas, la semana paso rápido, pero ya iban por una rutina que pronto o eso esperaba el sicario como los demás, Tsunayoshi mejorara su estado de salud y subiera algunos kilos, siempre tenían cuidado de hacerse notar, Tsuna agradecía eso, así cuando el día que debía volver a clases, despertó temprano por los nervios, bajo, parpadeo viendo a Fon que tenía la mesa puesta.

-Buenos días Tsunayoshi-kun.-le sonrió bebiendo un poco de té verde.

-/Buenos días Fon-san/.-le dio una sonrisa tentativa, se sentó comiendo una tostada y té verde, después de unos minutos los otros llegaron.

-Hoy te acompañaremos, pero no estaremos contigo en clases.-aviso Reborn bebiendo su café.

-Aun así no te preocupes Tsuna.-ánimo Skull.-Estaremos cerca de los alrededores.

-Si Kora, no te dejaremos solo.-prometió Colonello viéndole.

El castaño les sonrió contento, asintió animado, después de comer su desayuno y ya vestido con su uniforme, los cinco partieron, con la buena sensación de calma y seguridad, Tsuna había dejado que los Arcobalenos pudieran pasar su espacio personal, Reborn se había apoderado de su cabeza, Colonello y Fon iban cada uno en alguno de sus hombros sentados y Skull lo llevaba el en sus brazos, había gente que le quedaba mirando pero los ignoro, viendo la namimori middle school los otros a regañadientes se alejaron, por otra parte Tsuna suspiro nervioso ya que todo el mundo le miraba y murmuraban a su costa, pero sabía que ahora no estaba tan solo, sus llamas del alma ronronearon de acuerdo.

No entendía ese sentimiento pero le daba una cálida sensación, fue a pasos tranquilos, encogiéndose por las miradas, hasta llegar a su salón, se sentó en su lugar, notando la mirada de la gente en su lugar, distraídamente miro por la ventana, hasta que una voz femenina le hablo, se sobresaltó para luego mirar a la persona que le había hablado, notando que era la chica más famosa de la escuela Kyoko Sasagawa.

-Hola Tsuna-san, vengo a entregarte las tareas que te has perdido estas semanas.-comento amable, entregándole una pila de hojas.

Asintió un poco, saco su libreta y escribió un sencillo "Gracias", la chica le sonrió antes de alejarse con su mejor amiga Hana Kurowara, que le miro asintiendo como saludo. Los vio irse, miro la pila de papeles, los guardo en su bolso, después los haría con Reborn y Fon, desde la llegada del asesino presentía que las cosas mejorarían para él, y eso le hacía tan feliz, tan vivo ¿Eso era la felicidad? ¿La libertad de vivir? Tsunayoshi pensó que moriría como un inútil, ese era su destino decían, pero desde que conoció a Reborn, le mostraba un diferente camino, apretó la libreta, con algo llenándolo dentro de suyo, algo que jamás pensó tener, algo que ahora poseía, sin darse cuenta sus ojos cambiaron a un color anaranjado, un nuevo destino, el salón en mitad de la clase se estremeció por la sensación, aunque no eran los único en sentirla, todo la escuela sintió esa sensación, un ambiente cálido, acogedor, fuerte, un sentimiento cómodo y maravilloso, Yamamoto Takeshi despertó de su sueño, sintiendo anhelante, una pequeña lagrima corrió por su mejilla, cerró los ojos disfrutando de esa cómoda sensación, Sasagawa Ryohei, cerró los ojos concentrado en la maravillosa calidez apegándose a algo que no comprendía mucho, pero se unía a su alma, sonrió suavemente, buscaría al causante con afán, Hibari Kyoya, miraba las ventanas desde su oficina del comité disciplinario, sonrió divertido, su alma ronroneo encantado por la acogedora suavidad que recorría el lugar, sus ojos mostraban anhelo.

Tsuna miraba a la nada con una nueva determinación notable en sus ojos, por otro lado los Arcobalenos sintieron nuevamente esa suave llama ir a la libertad, sin querer armonizar de forma forzosa, no, esta llama de Tsunayoshi era diferente, no era como los cielos que ellos conocían, que al verlos querían obligarlos a unirse a ellos, ambiciosos de poder, egoístas, muchos de los cielos que conocían usaban a sus elementos como adornos o sacrificios, la llama del cielo del castaño, estaba allí paseando en libertad, dándoles una pequeña y vaga sensación de armonía y tranquilidad, era pasiva, sin internar nada, solo estar allí, era fantástico sentir una nueva cosa, los envolvía con suavidad, mostrando la determinación del chico, la nueva resolución. Sonrieron contentos por la expresión no dicha por el chico, abrieron los ojos al escuchar algo que no pudieron reconocer por unos segundos, hasta registrar en sus mentes, esas palabras.

-Gracias por todo.-una voz suave, amable, casi infantil, les fue cautivador, pero algo les dijo que esa voz venia del castaño, pudieron escuchar la voz del chico que estaban conectadas por sus llamas.

Reborn supero la sorpresa aunque no oculto la sonrisa que había floreció en sus labios, "Así que así es tu voz eh Tsuna" pensó para sí mismo, mirando a su alumno que estaba hundido en su nueva libertad, Fon por otra parte sonrió cerrando sus ojos, disfrutando de esa cercanía de llamas acogedoras "No es nada Tsunayoshi-kun" pensó disfrutando del momento, Skull rio por lo bajo embriagado por esa sensación olvidando el pasado, animándose su llama del alma bailaba cerca de esa llama, sonriendo contento por la sinceridad de esa suave voz "Me alegra ayudarte Tsuna", Colonello sonrió de lado cerrando los ojos, una alegra se acogió en su corazón "Si que eres adorable eh pequeño cielo, kora"


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).