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Brothers por knaxzerim

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Notas del capitulo:

Damas, caballeros, gracias por su lectura, los amodoro

Capítulo 9 Encrucijada

 

Después de la partida de Kisara, Seto se mantuvo apartado de Mokuba por un tiempo, necesitaba meditar acerca de todo lo ocurrido en ese fin de semana, desde que aceptó la presencia de la pandillita en su casa hasta el hecho de saber que Joseph Wheller era gay, y que mantenía sentimientos románticos por él; algo que nunca considero a pesar de ser la previsión hecha carne, fue hasta que una mañana, su celular parpadeo con un mensaje.

“Hoy recibo los resultados del examen”

No necesitó mucho para saber que era el teléfono de Mokuba y que a su manera le pedía que acudiera a su casa. Al abrir la puerta encontró un gran número de cajas encimadas una sobre otra, así como las muestras de que su hermano se tomó una última noche de borrachera previo a los resultados.

_Seto

Fue lo único que le dijo su hermano cuando el castaño se acercó a la mesa del comedor, donde dos botellas completamente vacías acompañaban a su hermano en un posible sueño etílico, sin sorprenderse demasiado, el dueño de Kaiba Corp, se tomó la molestia de levantar a su hermanito, y llevarlo a la ducha, aun con la ropa puesta, lo dejó caer en el piso del baño y abrió la llave sin importarle que el agua estuviera caliente o no.

Mokuba apenas se dio por enterado de lo que estaba pasando, hasta que sintió un ligero ardor en la piel, levantó la mirada hasta encontrarse con los ojos de su hermano, quien a pesar de mostrar algo de decepción en sus ojos, le cuidó con la misma ternura que tuvo cuando ambos eran pequeños, y el castaño recién se había manchado las manos con la sangre de su padrastro.

_¿Viste ya los resultados?

_no

Contestó el moreno, quien a pesar de estar empapado sentía la garganta seca, con torpeza, hizo por quitarse la ropa mojada del cuerpo, y ya desnudo dejó que su hermano terminara de bañarlo, al terminar, se dejó recostar en su cama, mientras una esponjosa toalla le frotaba la cabeza dejando a la vista su rebelde cabello. 

_por qué te emborrachaste

Inquirió el castaño, en ese tono que usaba cuando alguno de sus empleados cometía un error estúpido y que sin embargo había cagado un gran proyecto.

_tenía ganas de buscar a Joey

_aun no has hablado con el

_no; no puedo mirarlo a la cara

_porque te rechazó

Mokuba no supo si su hermano había afirmado lo último, pero estaba consciente de lo que estaba implicando, después de lo que pasara en la mansión, no había sido capaz de levantarse sobre sus propios pies, pasaba los días en un estado total de extravío que incluso le llevó a cometer varios errores en la empresa, y varias reprimendas por parte de su equipo de trabajo. Ni él ni Seto se habían visto en persona hasta ese día, era consciente que quería compartir el resultado de su prueba con Joey, pero no era capaz de pedirle nada, no después del daño que él y su familia le causaron.

_tal vez

Un silencio pesado les cubrió por un largo rato, hasta que Seto le preguntó sobre las cajas y las maletas, Mokuba dijo que eran cosas que había usado durante su viaje por el mundo, y que muchas de las posadas y hoteles donde los había dejado, comenzaron en enviarlas a su departamento, ya que era la dirección que figuraba en su tarjeta de crédito. Seto sin embargo no se tragó la excusa, viendo que el armario estaba vacío e incluso había mantas y plásticos en algunos muebles.

_vuelve a la mansión, si te sientes miserable aquí, puedes sentirte miserable en la mansión, al menos ahí estará Rolland para que puedas…

Mokuba le miró conmovido, porque después de todo ese tiempo, su hermano aun deseara tenerle cerca, lo conocía tan bien, que no se tragó el cuento de su viaje ni de las maletas, lo cierto era que los recuerdos compartidos con Joey en ese lugar le abrumaban por lo mucho que significaban para él.

_¿Puedo?

Con un asentimiento, devolvió una sonrisa tenue a su hermano, quien ya más tranquilo, fue a la sala a buscar la laptop de su hermano, Mokuba temió que Seto encontrara alguna de las grabaciones que había hecho de él y Joey teniendo sexo, las cuales habían servido a que su borrachera se extendiera más allá de lo que su cuerpo estaba acostumbrado. Ingresaron los datos de verificación en la página de la escuela de cadetes del aire, y aunque Mokuba estaba nervioso, Seto sabía que el resultado no sería negativo, sabía de las capacidades de su hermano y que a pesar de lo que ocurrió con el rubio, sabía que Mokuba no lo decepcionaría; se lo debía.  

Esa misma tarde, ambos hermanos volvieron a la mansión, el sitio aun guardaba cierto resabio de amargura en sus paredes, pero era soportable para ambos, el menor se acercó a la habitación que Joey ocupara no hace mucho, esperando que el trabajo de las mucamas no hubiera borrado el dulce aroma de su rubio amigo.

Habían llegado al acuerdo de comer una vez al dia uno junto al otro, ya sea el desayuno o la cena, Seto en ocasiones salía temprano a la empresa, y Mokuba lo hacia hasta despues de ejercitarse; una tarde cualquiera llegó a la oficina de su hermano con la duda sobre si había pagado a Joey por el tiempo que perdió con él, y Seto se limitó a gruñir. Sin entender si fue un si o un no, ambos hicieron un pago al rubio, sin esperar su reacción el día que se dio cuenta de lo que hicieron.

En la cena del dia siguiente ambos hermanos rieron a la vez, al conocer que Wheller les había pedido devolverles el dinero; fue cuando Seto aceptó que debía hablar con Mokuba acerca del acuerdo con Kisara.

_voy a salir con Joey

Afirmó mientras introducía un trozo de pescado en su boca, Mokuba se tensó, puesto que pensó no escuchar bien lo que su hermano le decía.

_¿Salir?

_si, le pedí una cita

_¿Porqué? Tú, tu estas comprometido

_lo sé, Kisara lo sabe, me dijo que aclarara mi corazón antes de decidir unirme a ella, así que opté por darle una oportunidad a perro antes de elegir o no a Kisara

Por la forma en como lo dijo sonaba como si estuviera comparando fondos de inversión, pero la realidad era que desde que rechazó al rubio, no dejaba de pensar en sus ojos tristes y la forma en cómo se aferró a él, luego que Rolland lo trajera; era verdad que no se consideraba gay o atraído por los hombres, pero después de todo tampoco pensó poder amar a una mujer, hasta que Kisara apareció en su camino, y la idea de pensar que Joey le amaba a pesar de nunca mostrar interés alguno en él, le planteaba la duda, de que si él hubiera prestado más atención, su viaje a Egipto no habría sido necesario. 

Desde entonces, había optado por cortejar al rubio, con detalles que quizá a otros le parecieran completamente egoístas, poniendo en riesgo, su actual puesto de trabajo, pero contrario a lo que el castaño pensaba, Joseph Wheller le dejaba sin palabras a menudo.

Para evitar meterse en problemas en la empresa en la que trabajaba actualmente, había limitado sus visitas a K.C. bajo el pretexto de tener actividades en la escuela, cosa que para ambos era una evidente mentira, puesto que Joey, estaba a pocos días de graduarse, y lo único que debía hacer en la escuela era preparar tramites y pagos. Aun así dejó que las cosas se desarrollaran al ritmo que le marcaba el antaño tercer mejor duelista.

Se vieron con frecuencia, compartían tiempo juntos, y al castaño le gustaba mucho la sensación que se guardaba en su pecho luego que lo acompañaba a su departamento, o simplemente después de despedirse en la compañía, los planes de trabajo que habían desarrollado juntos, se habían remplazado por momentos de paz en su despacho y posteriormente a caminatas por su barrio, el sitio donde Joey declaró su independencia y dónde ese día lo llevaba al edificio que parecía conocer tan bien. Cuando lo escuchó mencionar a Kisara, con ese tono de melancolía y resignación, le dio la pauta para plantearle lo que su prometida le recomendó.

_lo sé, cuando conocí a Yugi, lo único que pensaba era que se trataba de un chico patético y débil, pero terminó defendiéndome a mi y a Tristán de un matón

Joey mencionó uno de sus recuerdos más preciados con el tricolor, y el brillo de sus ojos, le dio el valor al castaño de sincerarse.

_aun no sé qué ocurrirá con Kisara, pero te doy la razón, las personas nos cambian, cuando se comparten, por ejemplo: Yugi es un grano en el culo, pero también es alguien en quien se puede confiar. Tú puedes ser un idiota la mayor parte del tiempo, pero nunca tuve tan cerca a nadie tan leal.

Joey se sonrojo, cuando escuchó lo que pensaba sobre él, después de todo, sus charlas habían trascurrido fuera del plano sentimental, Seto a sabiendas de la razón, no quiso darle opción al rubio de ocultarse en la fachada del buen amigo y continúo.

_se que no soy tan unido a todos ustedes, y que a menudo soy un idiota social, puesto que no conozco cuales son los protocolos que se deben seguir en ciertas circunstancias, en especial cuando se trata de alguien cercano, pero, puedo decirte algo Joseph, desde aquella ocasión que charlamos en la mansión, no eh dejado de pensar en ti.

Joey aturdido por lo dicho, detuvo sus pasos, acción que repitió el castaño, para colocarse frente a él. Notó el miedo, la inseguridad y también un dejo muy pequeño de esperanza en sus ojos; así que antes de provocar que el rubio saliera corriendo, le tomó por la muñeca y lo instó a seguir andando.

_no te haré daño, sigamos como hasta ahora y el tiempo dirá lo demás.

Al llegar a su departamento, el rubio no sabía exactamente cómo actuar, estaba consciente de la presencia de Seto a su lado, y que en el momento que cerrara la puerta Rolland llegaría por él, y quizá no volviera a recibir una llamada del castaño.   

_¿Quieres pasar?

Cuestionó nervioso, no estaba seguro de darle a un Kaiba el acceso a su casa, no después de su última experiencia, aun así el hombre frente a él era Seto; Seto no era Mokuba, no lo atacaría, no lo forzaría. Quizá Seto no conocía mucho a Joey, pero podía darse cuenta que estaba turbado, no lo obligaría a nada, así que, con calma y una sonrisa apenas disimulada, se negó.

_creo que hoy no, Pero ¿Qué te parece si mañana cenamos?

Con calma se acercó a Joey, y por primera vez se atrevió a rosar sus cuerpos más allá que antes, sujetó su rostro y depositó un beso delicado en sus labios, un roce, sutil que para el rubio fue un soplo de viento, pero que logró sonrojarle inevitablemente.

_hasta mañana Joey.

El castaño espero a que el dueño de casa, entrara por el portal, y se encaminó a la maceta del corredor, Joey le había contado acerca de ese escondite para las llaves, ya que era distraído en el menor de los casos, en más de una ocasión le había salvado el pellejo de tener que llamar un cerrajero a mitad de la noche, tomó la llave y dejó el sitio como si nada hubiera pasado; colocaría a un guarda espaldas en los alrededores, en lo que instalaba un sistema de vigilancia, el rubio no volvería a estar vulnerable.

Cuando llegó a la mansión, se topó con la sorpresa que Mokuba terminaba algún trabajo en el sofá de la estancia, usaba unos grandes audífonos de DJ, los cuales le aislaban a pesar de encontrarse en medio de algún sitio con mucho ruido. Al verlo, su hermano le sonrió tenuemente y se retiró la diadema de los oídos.

_Buena Noche

_Mokuba, ¿Qué haces?

_trabajo en algunos proyectos para la fundación Kaiba, creo que podemos hacer algunos proyectos en conjunto con otras instituciones

_¿Cenaste?

Cuestionó como sólo un hermano mayor podría hacerlo con su más pequeño familiar, quien con un rodar de ojos asintió, Mokuba no preguntó de vuelta, porque, sabía lo que Seto estaba haciendo, había espiado a Joey en su departamento desde el momento en que supo que su hermano mayor le rondaba, como un masoquista trató de apartarse, pero al saber que el sueño de Joey se vería cumplido, no pudo hacerlo, sintió su pecho arder cuando vio la puerta del departamento abrirse y ver a su hermano en el umbral, se odió al ser testigo del beso de ambos, temiendo que a pesar de lo breve del contacto, Joey supiera que no le era indiferente a su amor de adolescencia.

Logró recomponerse antes de que el castaño llegara, logró calmarse, repitiéndose que era lo mejor para Joey, que su hermano lo haría feliz y que no le dañaría. Que cuando ambos decidieran estar juntos, el rubio se entregaría con la misma pasión reprimida que le mostró en sus brazos, se sintió hasta cierto punto responsable de la liberación de Joey, y también de las acciones de su hermano.

Cuando le confesó lo que ocurrió entre ambos, Seto se apartó, y aunque estaba acostumbrado al acoso de su hermano en los meses pasados, en esa ocasión le extrañó; por primera vez en su vida, necesitó del consuelo del mayor, y no lo tuvo a su alcance, por la misma estupidez de hace muchos años; al no saber comunicarse con nadie, prefirió apartarse antes de pedir ayuda.

Cuando su hermano apareció en su departamento el día que se desplomó ante una botella, supo que ya estaba cansado de fingir que podía cargar con todo, así que sin pensarlo mucho aceptó su oferta y volvió con él a la mansión. Despues de recibir la notificación de su aceptación en el colegio de pilotos, le pidieron acudiera al sitio, y que aceptara las condiciones de internamiento a las que sería sometido, no era el ejército, pero si era una institución militarizada, dónde se le exigiría por principio de cuentas entrenamiento físico y un alto rendimiento académico, algo que había considerado al lado de Joey, cuando leyeron los folletos y rellenaron las formas en línea. Mientras visitaba las instalaciones, recordó a su amigo rubio y las caras que hizo cuando le explicó que no le molestaría en nada tener que encerrarse en un sitio con cuatro o cinco chicos para compartir habitación.

Esos recuerdos agridulces, le mantenían alerta, puesto que en mas de una ocasión se vio tentado en tomar su motocicleta e ir en busca del rubio, y pedirle una oportunidad; pero el recuerdo de sus ojos velados por el dolor y la resignación le detenían, él le había destrozado con sus acciones, y aunque era consciente que no sería fácil apartarse, tenía que hacerlo. Sin embargo, aun guardaba con recelo, aquella chaqueta que olvidara en su viejo departamento el día que lo besó por primera vez, la cual abrazaba cuando la necesidad era demasiada, y el remordimiento le atería las entrañas.

Los días habían transcurrido con la tranquilidad que precede a la tormenta, y esa noche, al ver entrar a Seto por la puerta deseaba partirle la cara, por atreverse a tocar a Joey. Por considerar a su viejo amigo, a su tutor como una opción viable a pesar de tener a Kisara.

Cuando Seto se despidió para ir a descansar, él hizo lo propio y al no poder conciliar el sueño optó por perder un poco el tiempo en las redes, en ese momento recibió un mensaje privado de uno de sus amigos. Erick le solicitaba permiso para enlazar una video llamada; sin dudar aceptó la solicitud y el rostro de su amigo le saludó desde una lejana habitación en un centro militar en Inglaterra.

_¡Hey, hermano!

Jhonas le saludaba, también, tras encimarse sobre la cabeza de su otro amigo, ambos sujetos eran altos, ambos de tés clara pero uno con el cabello castaño rojizo y el otro con un rubio trigueño que le había dado curiosidad al momento en que lo asignaron a su unidad. Mokuba se sintió con la confianza de sonreírles a sus amigos, a pesar de haber pasado varios meses sin saber de ellos.

_¿Qué tal?

_¿Aprobaste?

Cuestionaron nada más le vieron en la pantalla, con un asentimiento y una sonrisa les confirmó que pronto volvería a los cielos, pero esta vez con la meta de volverse un experto en el mantenimiento y desarrollo de nuevos equipos, después de todo, tenía la tecnología Kaiba a su disposición.

_inicio en un par de meses, con el acuartelamiento, pero por ahora solo tomo clases teóricas, y ustedes ¿Les dieron permiso de usar internet?

_si, estamos de descanso, Erick me invitó a su casa y aquí estoy

Comento Jhonas, al tiempo que se apartaba de la pantalla, y dejaba que su amigo rubio se colocara a su lado, mientras le extendía un emparedado, por alguna razón Erick parecía siempre tener hambre, y comía cada que tenía oportunidad.

_¿Cuando vuelven?

Cuestionó el moreno, al saber que sus amigos estarían disponibles, algo muy extraño desde que su entrenamiento inicial terminara, cada año, se elegía a los candidatos a formar parte de las fuerzas militares mas especializadas, y aunque él mostró interés en tomar el entrenamiento, y concluirlo en sus etapas iniciales, sabía que para sus amigos, sería mucho mas riguroso.

_dos semanas, son como vacaciones de verano

Charlaron acerca de lo que ocurriera en sus vidas, desde que Erick, fue castigado por llevar gomitas en el uniforme, hasta que Jhonas fue atrapado, mientras trataba de escaparse de un entrenamiento en la psicina, aludiendo a que tenia problemas menstruales.

_el comandante me obligó a hacer el entrenamiento sin equipo de seguridad y con un letrero que decía, “me sangra el culo”

_el idiota tenia problemas estomacales, pero cuando el comandante Rogers se pone en plan “todos debemos ser fuertes y machos”, le gritó tan fuerte que entró en pánico.

Mokuba recordaba al armario de músculos que era el comandante de quien hablaban, usaba el cabello rubio casi al rape, y su uniforme nunca parecía arrugarse, era uno de los mas galardonados militares del cuartel, y decían que gustaba de trabajar en campo. Con el pasar de las horas, llegó la pregunta que más temía.

_¿Que ocurrió con Joey?

Cuestionó su amigo castaño, mientras masticaba una gomita en forma de pez, Erick le hacia segunda masticando dulces del mismo tazón de donde salió el pececito de gelatina; sin esconderles nada les contó lo que había hecho, así como de lo que Seto estaba intentando y de la necesidad que tenia de acercarse de nuevo al rubio.

Sus amigos le maldijeron al saber que recurrió al sometimiento, y el abuso, faltando al juramento de protección que hicieron al ingresar al ejército, aceptó sus regaños y también los gritos de Erick, quien se indignó a tal grado que arrojó las gomitas a la pantalla, le llamaron imprudente, inmaduro y demás insultos que solo en su idioma tenían significado. Cuestionaron si al menos había tenido el valor de enmendar su error, y disculparse. Cuando les confió lo que Joey hizo, ambos quedaron atónitos.

_pero ese tío es un santo o un reverendo idiota

Mokuba no comprendió hasta que Jhonas confirmó las palabras de su otro amigo. Cuestionó ante lo dicho por sus amigos.

_¿De qué hablan?

_Moki, piensa un poco, a pesar de que le hiciste daño, veló porque ingresaras a la escuela de tu elección, discutió con tu hermano por ello, y al final consiguió que te apoyara, no te acusó, que debo decir fue una idiotez, pero a pesar de mantener contacto con Seto, él no se enteró de nada hasta que tú mismo lo confesaste.

El moreno se vio en la necesidad de defender a Joey, puesto que pensaba que los ingleses trataban de insultarlo.

_pero…Joey, Joey no es del tipo que traiciona, él es…

Con un gesto de la mano el castaño le interrumpió, para continuar con su alegato.

_Joey, es un hombre al que quiero conocer, puedo apostar a que, aunque está confundido ya te ha perdonado.

Los ojos de Mokuba se abrieron como platos al escuchar las palabras de su amigo rubio, quien le dedicó una sonrisa tranquilizadora, comprendiendo que el menor aún no se daba cuenta de la fuerza de voluntad que demostraba Joey Wheller ante las adversidades.

_si de verdad quieres intentar algo con él, creo que debes hacerlo de la forma correcta esta vez. Tu hermano te lleva ventaja, no le dejes el camino libre.

_es cierto, soldado, ¡Anda ponte los pantalones y lucha por tu hombre!

Gritó Jhonas mientras levantaba un brazo al aire, y le sonreía con serenidad. Mokuba sintió de pronto su corazón palpitar, en un estertor que parecía olvidado, la fuerza de las emociones que sus amigos habían removido, le llenaba de esperanzas que creía perdidas.

Notas finales:

no es por que los hubiera inventado yo, pero amo a Erick y a Jhonas, y tambien a Rogers, 


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