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Recuérdame por Na Na

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Notas del capitulo:

Este capítulo es mi favorito :3

Seis días después del cumpleaños de JiEun, JinKi subió una foto a su perfil en la que aparecía JunMyeon con un gorro de cumpleaños en su cabeza, un pastel frente a él y algunas velas, y el pie de foto decía "Feliz cumpleaños, SuHo."

La sangre de JongHyun hirvió de celos; su corazón dolió un poco más.

Todavía le dolía recordar que el mayor no lo había felicitado a él por su cumpleaños, y ver que subía una foto del otro por ello le destrozaba el alma un poco más.

Se incorporó en la cama, disfrutando de la oscuridad de su habitación. Había cambiado sus cortinas por unas oscuras y pesadas esperando que el sol no lo sacara de sus sueños por las mañanas. Funcionaba. Esa era una ventaja para los días en los que se quedaba en la cama, no queriendo afrontar la realidad. Trataba hasta de no pensar realmente en ello, aunque a veces su mente le jugara sucio y lo llenara de pensamientos culpables que lo sumían en más tristeza.

TaeYeon había estado pendiente de él esos últimos días. Había notado que no salía del departamento, y había ido un par de veces para constatar que no había un desastre en su casa. Había uno en su mente, no sería raro encontrar uno en su sala.

Se dio una ducha y desayunó algo de lo que su amiga le había dejado la tarde anterior. Se obligó a comer mientras pensaba en su libro. Desde que había salido corriendo a casa de JinKi no había escrito ni una sola palabra más. Al inicio fue porque no estaba de ánimo; salir de su cama le suponía un esfuerzo enorme, escribir algo se lo suponía aún más. Luego, fue el saber que el libro era sobre JinKi y él, y que el final no era igual al que él estaba viviendo. Las cosas en el libro eran optimistas, y él no tenía ni un grano de optimismo en su sistema.

No podía escribir.

Pero debía hacerlo.

Estaba a nada de terminarlo, no podía echarse para atrás y dejarlo inconcluso. Tenía bastante tiempo para entregarlo, su plazo era en algunos meses, y esperaba que para entonces su ánimo por escribir regresara. Sin embargo, sabía que era solo una excusa. Había trabajado tanto en ese libro, hubo noches en que no durmió, días en los que se saltó comida, decenas de notas y escenas bien escritas. No podía dejarlo de nada y hacer que su esfuerzo se perdiera solo porque su corazón estaba roto.

Suspiró pesado al recordar aquello.

Comió la mitad de lo que se había servido, y lo demás lo guardó de nuevo, esperando que en la tarde le diera hambre y pudiera comer algo.

Fue de nuevo a su habitación, a su cama, a la que había sido su compañera en esos días amargos, su refugio del dolor.

 

 

***

 

 

JongHyun era masoquista cuando se trataba de JinKi. No había dejado de seguirlo en redes sociales, y podía ver sus publicaciones. Se torturaba cada que veía una foto de JinKi y SuHo juntos, sobre todo por la sonrisa del mayor en cada una de ellas.

La que veía en ese momento era una de JinKi y JunMyeon tomados de la cintura, ambos vestidos con trajes de gala, sonriendo alegres. Era la cena de aniversario de la empresa de publicidad en donde trabajaban, el pie de foto se lo decía, y él recordaba la fecha: 7 de junio.

Bloqueó el teléfono y lo lanzó al sofá. Solo había querido ver la hora, pero notó que tenía notificaciones, una de JinKi, y no se resistió a verla. A pesar de que se sintiera triste, no se arrepintió. No había visto esa sonrisa en el mayor en mucho tiempo, y aunque no fuera con él, le gustaba que sonriera. Suspiró y pasó las manos por su cara. Estaba sentado en el suelo de la sala, su espalda apoyada en el asiento esperando paciente a que su manuscrito terminara de imprimirse.

Lo había finalizado.

Se sentía orgulloso de sí mismo. Había luchado para poder terminar el último capítulo, y tuvo que luchar todavía más para escribir el epílogo, pero lo había hecho. Había finalizado la historia.

Fue a alistarse en lo que esperaba que la impresión terminara, y cuando estuvo listo lo guardó en un sobre madera y salió directo a la editorial. No tenía ganas de salir, pero su obra lo ameritaba.

Casi sonrió al pensar en lo orgulloso que se sentiría JinKi al saber que finalizó el libro. Borró ese pensamiento mientras se ponía los lentes de sol y caminaba por la acera hacia el paradero. El verano había llegado ya.

 

 

***

 

 

JinKi se sintió feliz por ChangSeon cuando este le dijo que le había propuesto matrimonio a MiYoun, y que ella le había dicho que sí. El mayor se veía emocionado, sus ojos estaban brillantes, y tenía una sonrisa pegada en el rostro que ni los gritos de su jefe se la borraron.

El primer impulso de JinKi fue llamar a JongHyun y contarle.

Tenía ya su número en la pantalla y solo le faltaba aplastar el botón de llamar cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo. Era una ridiculez. En su lugar, dejó el teléfono en el escritorio y fue hacia la oficina de SuHo a contarle a él. Después de todo, JongHyun y él ya no hablaban desde hacía seis semanas.

Y no era que él llevara la cuenta, por supuesto que no.

 

 

***

 

 

Los siguientes meses pasaron en un abrir y cerrar de ojos para ambos.

Al entregarle el manuscrito a JiEun, ella le dijo que le echaría un ojo, porque a fin de cuentas ya había leído los primeros capítulos y había quedado encantada. Un par de semanas después ella lo llamó a su oficina, y una vez ahí le dijo que, sin duda, era de lo mejor que pudo haber escrito. Evitó hacer comentarios sobre la historia del libro y su realidad, le dijo que ella se encargaría de editar el libro tan rápido cómo pudiera. JongHyun le indicó que contara con él si necesitaba ayuda, y ella aceptó.

Fue así que durante los siguientes meses, JongHyun se dedicó a corregir errores que JiEun encontraba, añadir escenas que creía explicarían mejor algunas situaciones, y a eliminar otras que, según su editora, eran relleno y no aportaban a la historia. Fueron semanas trabajando todavía más duro en su libro, y terminando de escribir el anterior.

Durante las semanas que JiEun no le habló por el libro, terminó a grandes rasgos la idea del libro anterior, y empezó a escribirlo.

También salió más. Había, finalmente, llegado a la conclusión que encerrarse no lo ayudaría en nada, por lo que aceptaba casi cualquier salida que le propusieran. KiBum lo hizo socializar más, aunque cuando salía con él corría el riesgo de ser malinterpretado por JinKi o MinHo, salía de todas formas. Conoció a mucha gente gracias al diseñador, y podría decirse que inició nuevas amistades. TaeYeon también lo sacó de su departamento algunas noches, y muchas otras le dio cena. Estaba regresando a tener vida social, a salir de su reclusión en su habitación. Y eso era lo que le hacía falta para que la tristeza abandonara su vida, aunque fuera de a poco.

JinKi, por otro lado, continuaba con JunMyeon. La relación entre ellos marchaba de viento en popa. Para JinKi, una relación con él era menos descabellada, y cada día era más seria. Tanto, que ya lo había presentado ante su madre y TaeMin como su pareja, y había sido recibido con calidez. Cuando podían trabajaban juntos, e incluso estaban ayudando a Lee Joon con los preparativos de la boda, aunque en realidad MiYoun los había obligado.

Se mantenía ocupado, y las cosas en su trabajo estaban yendo bien. Las cosas en su vida parecían avanzar, dejando atrás la amarga experiencia que tuvo tras el accidente de JongHyun. Todo marchaba como debía.

 

 

***

 

 

Era finales del otoño cuando el libro de JongHyun salió a la venta.

JiEun había quedado encantada con la historia, y estaba tan emocionada por publicarla que hizo todo a su alcance para que así fuera. Tan pronto ellos terminaron la revisión y edición, JiEun apresuró todo para que se publicara. Alegaba que creía justo que el resto del mundo tuviera esa obra de arte en sus manos. Sin embargo, la realidad era un poco diferente.

Ella quería que fuera JinKi quién lo tuviera.

El libro de JongHyun era la historia entre él y su ex pareja. Era tan personal, tan honesta, tan sensible, que lo correcto era que JinKi la tuviera, que conociera la verdad a través de las palabras de JongHyun. Ella estaba segura que esa era la versión del escritor de todo lo que había ocurrido entre ellos.

La editorial se encargó de toda la publicidad necesaria, tanto para crear expectativa como para la misma venta. Fue así cómo anunciaron la lectura de parte del libro en una librería y cafetería. Llegó a la hora en la que JiEun lo había citado, y la mujer lo recibió con una sonrisa y una expresión de sorpresa.

—Me gusta tu color de cabello —canturreó, ofreciéndole una taza de té.  

El escritor la tomó y se sentaron en una mesa dentro de la cocina del lugar. JongHyun se sentía nervioso, y no quería estar rodeado de tanta gente desde el inicio, por lo que esperó paciente en la cocina cuando JiEun lo dejó para revisar que todo estuviera siendo organizado de manera correcta. Se bebió el té a sorbos, tratando de tranquilizarse.

—¡La cafetería está llena! —sonrió JiEun una vez que regresó.

JongHyun se alegró por ello. Creyó que no habría mucha gente esperando por él, pero si el lugar estaba lleno, entonces habría más de cincuenta personas. Realmente no eran muchas, pero para el escritor eso era más que satisfactorio.

Pocos minutos después fue su turno de salir, y lo hizo en medio de vitorees y aplausos. Había una pequeña tarima en una de las esquinas del lugar y JongHyun se dirigió ahí. Se subió y se paró tras un pequeño atrio que estaba colocado justo para él. Saludó a todos y les agradeció que estuviesen ahí, apoyándolo.

—Leeré solo un capítulo —anunció, escuchando el descontento de los demás. Rió entre dientes, pero empezó a explicar la historia, al menos hasta llegar al capítulo que leería.

Dijo que la historia empezaba en un cuarto de hospital. Su protagonista, una chica de nombre HyeJin, estaba en ella, y poco después de despertar vio entrar a un hombre cuya sonrisa le gustó. La hizo sentir confortada, alegre, casi hasta segura. Ella no sabía quién era el hombre, pero que este le había empezado a hablar como si la conociera de toda la vida. Cuando ella le preguntó quién era, el hombre le dijo que era su novio.

—HyeJin se sorprendió porque ella recordaba ser pareja de alguien más, no del hombre a su frente. Y el desconocido se presentó como JungSeok.

JongHyun sonrió en ese punto. El nombre original era JunKi, pero era bastante obvio que se trataba de JinKi por lo que JiEun lo cambió.

—HyeJin pidió ver a su antiguo novio —continuó el escritor—, y JungSeok lo llamó.

Esa frase hizo que uno de los asistentes se tensara y que su acompañante lo notara y lo mirara, frunciera los labios y se cruzara de brazos.

JongHyun continuó relatando parte de su historia con JinKi; la primera pelea que tuvieron después del accidente narrada desde su perspectiva; continuó relatando hasta llegar al primer beso que ellos se dieron.

—Es ahí donde JungSeok la toma del rostro y le dice que no se rendirá con ella —habló JongHyun.

El asistente que antes se tensó, lo hizo de nuevo al recordar que eso estaba en Twitter, y que él había creído que había sido una indirecta. Su acompañante le dio un sorbo a su bebida, molesto.

JongHyun cortó su relato y abrió el libro en el capítulo diez, empezando a leerlo. Hablaba de que HyeJin había ido a visitar a su antigua pareja, SeungHyun, y que en un arranque de valentía le había dicho que lo amaba. Que ella se acercó y quiso besarlo, pero fue rechazada, tanto del acto como de sus sentimientos. Que HyeJin regresó al departamento en el que vivía con JungSeok y lloró en el sofá. Que después de un tiempo llorando JungSeok llegó, la había visto y le había explicado que él sabía lo que había ocurrido en casa de SeungHyun. Que ella se tensó, y le dijo que no había ocurrido nada.

"Y es por ello por lo que estás llorando, ¿o no? preguntó JungSeok, sentándose en el reposabrazos del sillón. Porque no pasó nada.

El dolor de haber sido rechazada regresó a HyeJin y junto con él las lágrimas. Hundió su cabeza entre sus piernas pegadas al pecho y lloró en silencio. Esperaba que el hombre la dejara sola, y que entendiera que no había pasado nada.

Lamento no ser SeungHyun empezó JungSeok después de unos minutos en los que solo los suaves sollozos de HyeJin se escuchaban.

Cuando ella escuchó aquellas palabras salir de la boca de su pareja, sus lágrimas se detuvieron. No entendía por qué le estaba diciendo eso, pero necesitaba verlo a los ojos para comprobar que en verdad estaba hablando con ella.

Lo vacío en los ojos de JungSeok la hizo sentirse miserable.

Lamento no ser lo que quieras continuó el hombre, provocando que el corazón de HyeJin latiera más deprisa, se sintiera preocupada, incluso asustada. Por eso me voy.

Eso hizo click en la mujer quién murmuró un qué sin comprender del todo lo que estaba sucediendo."

JongHyun tomó un respiro queriendo controlar sus emociones. Ellos no sabían que esa era su historia, que aquello realmente había pasado, y debía continuar así.

"No soporto más esta situación, HyeJin.

La voz de JungSeok se había quebrado al final, y eso solo rompió un poco más el corazón de HyeJin. Sus ganas de llorar continuaban ahí, pero ya no por el rechazo de SeungHyun, sino por el dolor que le estaba causando al hombre frente a ella.

Tú no me amas continuó JungSeok, y no puedo continuar viviendo una mentira. Lo mejor es que yo me vaya declaró con la voz clara y firme.

HyeJin susurró el nombre de su novio, con su rostro empapado de lágrimas. Le dolía saber que había sido ella quien había destruido a JungSeok, de verlo con tanta tristeza en sus ojos.

Era su culpa.

No pudo contener sus lágrimas, pero tampoco podía moverse para detener al hombre frente a ella.

Adiós, HyeJin.

Lo vio alejarse, caminar hacia el recibidor, y cada paso resonaba con fuerza en el departamento, haciendo eco en su cabeza. No entendía, no quería entender, porque nada de eso era lo que debía ocurrir. No así."

JongHyun tomó un respiro de nuevo, cortando el relato. Era más difícil de lo que pensaba relatar su versión de la historia, pero lo había escrito, no podía echarse para atrás. Respiró otro poco, y no fue el único que estuvo feliz por que hiciera una pequeña pausa.

"Se suponía que JungSeok llegaría y la consolaría porque él no tenía por qué saber lo que había ocurrido en casa de SeungHyun. Ella inventaría alguna excusa de por qué lloraba, tan solo para tener su atención, para sentir sus manos sobre sus mejillas, y la calidez que sus palabras confortantes le ofrecían. Pero había ocurrido algo inesperado, algo que jamás creyó que sucedería. Solo entonces se dio cuenta de que había dado por sentado los sentimientos de JungSeok, que había creído que su paciencia sería eterna.

No era así. JungSeok se estaba yendo.

Para cuando se giró, la puerta ya estaba cerrada, y se quedó ahí, pensando en lo injusta que había sido, en lo insensible que siempre fue, y en cómo, en un solo día, lo poco que consideraba su realidad se había desmoronado."

JongHyun respiró profundamente y exhaló despacio. Solo cuando hubo calmado sus propios sentimientos, miró a los asistentes.  Muchos parecían contener la respiración, y sonrió ante ese hecho.

—Si quieren saber más sobre ellos, tendrán que comprar el libro —comentó, trayendo a todos de regreso.

Rio entre dientes, cerrando el libro y sonriéndoles. Los aplausos no se hicieron esperar y él sonrió, agradecido. JiEun se acercó a él, y anunció por el micrófono que podían hacer unas pocas preguntas con respecto al libro. Preguntaron de dónde había tenido la inspiración para escribir la historia y respondió que de una persona a la que apreciaba muchísimo; preguntaron si tenía una final feliz, si JungSeok perdonaba a HyeJin o si regresaba al departamento. JongHyun rió entre dientes, encantado y divertido, y a todas esas preguntas respondió con que debía comprar el libro para saber. Unas pocas preguntas más y se procedió entonces a la firma de libros. El atrio fue quitado y reemplazado por una mesa con muchas copias de su libro, y una silla.

Uno a uno cada asistente se acercó a él a tomar una copia y a pedir que la firmara. Hubo algunos quienes pidieron una pequeña dedicatoria, y JongHyun lo hizo con gusto.

Tal vez iba por la mitad de todos los asistentes cuando frente a él apareció una cara conocida. Parpadeó sorprendido.

—Hola, JongHyun ssi. —JunMyeon hizo una corta reverencia, y le sonrió brillante—. Supe del lanzamiento y vine. Debo admitir que su forma de escribir me gusta.

El escritor sonrió, un poco falso porque realmente no podía ser sincero con él aunque elogiara su trabajo. Él mismo tomó una de las copias a su lado y la abrió dispuesto a autografiarla.

—¿Deseas alguna dedicatoria, JunMyeon ssi?

El menor se negó con voz amable, pero tenía una mirada intensa, retadora, que casi hizo que JongHyun temblara. No creía que cara de porcelana le tuviera que mirar así. Después de todo era él quién estaba con JinKi, quién disfrutaba de sus atenciones, de sus besos, tal vez hasta de sus caricias.

Eso lo hizo reaccionar.

—¿Viniste solo? —preguntó mientras firmaba, queriendo sonar un poco desinteresado.

—No, vine con mi novio.

Eso congeló por un momento al nuevo castaño, pero él ya había terminado de escribir por lo que no fue notorio, o eso quería creer. Cerró el libro, sonrió como mejor pudo y le entregó el libro.

—Que lo disfrutes.

—Ya lo hago —replicó JunMyeon, tomando la copia y saliendo de la fila.

JongHyun ignoró el comentario malintencionado, al igual que el dolor en su pecho, y se preparó mentalmente para su siguiente asistente: JinKi.

El mayor se acercó a él, despacio, pero sonriendo.

—Hola, JongHyun.

Que el otro pronunciara su nombre continuaba provocándole escalofríos, que su corazón latiera sin control, y que sus ojos brillaran, aunque él no pudiera ver eso último. Sin embargo, el tono, la mirada, el lenguaje corporal, era como si estuviera saludando a un viejo amigo. Eso le hizo calmarse un poco, y simplemente sonrió cálido, sin evitarlo.

Después de todo, era la primera vez en mucho tiempo que lo tenía tan cerca.

—Hola, hyung. Me alegra mucho verte. —Y no mentía.

—Me gusta tu nuevo color. —Señaló su cabello, y el menor se tocó un mechón.

—Gracias —sonrió amplio, mostrando su perfecta dentadura—. Supe que ChangSeon se casó —comentó—. Dale mis felicitaciones a él y a MiYoun, por favor.

—Lo haré, lo haré.

Entonces un silencio un poco incómodo se instaló entre ellos. Había pasado algún tiempo desde que habían hablado, y la última vez las cosas entre ellos habían sido intensas e incómodas. JongHyun tomó una copia y la abrió, comentando en que la firmaría. Estuvo por firmarlo con lo genérico, un qué lo disfrutes, pero se detuvo.

—Hyung, ¿estuviste presente cuando lo leí? —Apretó el esferográfico con fuerza, nervioso por la respuesta.

—Desde el inicio. —JinKi se vio incómodo—. Esa historia me suena, ¿sabes?

JongHyun desvió la mirada hacia el libro, sabiendo de lo que hablaba.

—Bueno, es la parte de ella que desconoces —se atrevió a decir, sin mirarlo, firmando el libro junto con una pequeña dedicatoria.

—Aunque, si te soy honesto, el título no parece concordar. —JongHyun lo miró, intrigado—. Si está contado desde la perspectiva de HyeJin, ¿por qué se llama así?

El escritor miró el libro bajo sus manos, cerrado, y le prestó atención a la portada. Recuérdame, en letras grandes y en la parte superior, constituía el título.

—Descúbrelo —le pidió, misterioso, estirando el libro hacia su dirección—. Ha sido muy grato verte, hyung. Que todo en tu vida siga yendo bien.

Le sonrió cortés, amable, incluso con ilusión. Estaba realmente feliz de que estuviera ahí, que hubiera ido a verlo. De tenerlo más cerca de lo que lo tuvo durante esos meses anteriores.

JinKi asintió, con una sonrisa, incapaz de responder. La forma en la que JongHyun lo continuaba llamando todavía le afectaba. Tomó el libro, lo reverenció, y se retiró, caminando hacia JunMyeon, quien lo esperaba ansioso. El no esperó a que hablara, sino que tomó el libro para leer lo que JongHyun había escrito. Se había demorado demasiado para tan solo escribir una oración, así que tenía que saber qué era lo que había puesto. Una vez lo leyó rodó los ojos, bufó y se lo regresó a JinKi, molesto, indicándole que ya quería irse.

JinKi comprendió la reacción de SuHo al leer lo que había escrito.

"Cada palabra en este libro se trata de mis sentimientos por ti, y cada una de ellas es cierta."

 

 

***

 

 

Con la llegada de diciembre lo hacía el frío, la nieve, y la navidad.

JongHyun se mantuvo hasta mediados de diciembre promocionando su libro, yendo a librerías y leyendo partes del libro. Incluso viajó a algunas ciudades.

Para el veinte de ese mes, fue oficialmente libre de las promociones de su libro. Se sentía satisfecho por haber finalizado todo con éxito, y haber podido entregar un pedacito de su vida a los demás.

Sin embargo, a quién más se lo entregó, pareció no importarle. Desde la firma del libro no había sabido más de JinKi.

El cumpleaños del mayor había llegado mientras él estaba fuera de la ciudad. No estaba seguro de si enviarle un regalo, o tan solo un mensaje, o nada en absoluto. Su consciencia no lo dejó hacer lo último, pero se obligó a tan solo enviarle un mensaje. Un ¡Felicitaciones, hyung! Que la pases muy bien, y unos emoticones. No recibió respuesta, pero le bastó con saber que el otro lo había leído.

TaeYeon también se había abstenido de hablarle de JinKi.

JongHyun estaba decepcionado, pero no tenía que sorprenderse. El mayor hacía meses atrás que lo había rechazado, dejándole muy claro que no regresaría con él. Sin embargo, se sentía con derecho a tener esperanza. Para esas fechas JinKi ya debería haber leído el libro.

Suspiró. Estaba siendo un estúpido.

Terminó de cerrar la maleta y la bajó al suelo, dejándola con todas las demás. Viajaría a Japón. Su padre le había ofrecido que pasara las fiestas con él y él había aceptado. Necesitaba nuevos aires, y estar tan lejos de todos los problemas le caería bien.

Revisó que tuviera todo lo necesario, y cuando el taxi llegó bajó para ir hacia el aeropuerto.

JinKi, por otro lado, caminaba hacia el auto de JunMyeon, también con una maleta. La familia de SuHo lo había invitado a pasar las navidades con ellos, y él no se negó. Convivir con la familia de su novio sería bueno. En el camino, los pensamientos nostálgicos llegaron a él. Esa sería su primera navidad sin JongHyun en mucho tiempo, su primera navidad lejos de su familia. Sonrió un poco triste al saber que no estaría con ellos, pero le consolaba el saber que estaría con la familia de NaEun.

Apoyó la cabeza en la ventana, queriendo dejar de pensar. No era momento para hacerlo. Hacía mucho que había dejado de serlo.

 

 

***

 

 

La luna menguante brillaba en el cielo, aunque JinKi creía que no debería estar ahí.

KiBum había organizado una fiesta para celebrar año nuevo junto a sus amigos, y había invitado a JinKi y a JunMyeon. Al llegar, el mayor buscó disimuladamente a JongHyun. Se dijo que era para estar mentalizado al momento de acercarse a saludarlo y felicitarlo.

Sin embargo, no lo encontró.

Se sintió un poco inquieto, creyendo que tal vez por él el menor no había asistido, pero desechó la idea al escuchar una conversación ajena en la que decían que JongHyun continuaba en Japón.

Decir que no se sintió desilusionado era mentirse. Tenía deseos de verlo, sobre todo porque finalmente había leído el libro. Pero eso ya no importaba. El escritor no estaba ahí, y tenía a JunMyeon, y debía estar feliz por el nuevo año a llegar.

A pesar de ello, se acercó a una ventana y miró hacia el cielo, hacia la luna.

JongHyun, por otro lado, estaba en casa de su padre, también mirando a través de la ventana. El hombre mayor se había dormido en el sofá viendo una película, y el aprovechó y vio la luna en el cielo.

No estaba celebrando la fecha, ni siquiera su padre. Al mayor tampoco le gustaba celebrar, y ya que el menor estaba a su lado, había declinado algunas ofertas de fiestas y cenas. En su lugar, la había querido pasar a su lado, como una noche más. Y parecía que eso había pasado. El escritor sonrió al escucharlo roncar con suavidad.

Se sirvió un vaso de sake, tomó su abrigo y salió al patio trasero. La nieve ya no caía, pero había restos de ella en el jardín. Su vecino de al lado estaba en medio de una reunión, y al verlo lo invitó a unirse de nuevo. El escritor se negó amablemente, y el otro no insistió más. Le dio un sorbo a su vaso, pensando que para esas fechas él estaba en una de las fiestas de KiBum, disfrutando de la buena comida y bebida, y también de la calidez del abrazo de JinKi. Le dio otro sorbo a su bebida, y miró de nuevo hacia el astro brillando en el cielo.

Sin saberlo, ambos escucharon el conteo al mismo tiempo.

Cuando la media noche llegó, ninguno despegó la mirada de la luna, a pesar del alboroto a su alrededor, de las personas a quienes podrían felicitar. No les importó nada más que desearle al otro un feliz año nuevo, esperando que fuera la Luna la mensajera de sus deseos.

 

 

***

 

 

JongHyun estaba junto a TaeYeon, en la terraza del edificio, disfrutando el caer de la nieve. Estaban resguardados bajo una carpa que el lugar tenía y eran acompañados de una botella de sake que JongHyun había llevado desde Japón. Estaban enfundados en anoraks, guantes, gorros de lana y una frazada, pero ni todo el frío del mundo les impediría disfrutar de la primera nevada que veían juntos ese año.

JinKi estaba en el departamento de JunMyeon. El menor estaba sentado frente a él, al lado de la ventana, una taza de chocolate caliente en sus manos al igual que en las del mayor. También estaban disfrutando juntos del espectáculo que era la nieve cayendo en la ciudad.

Tanto JinKi como JongHyun estaban en su propio mundo, con sus personas queridas, y a pesar de ello no dejaban de pensar en el otro.

A pesar de todo lo ocurrido, del tiempo que había pasado, ninguno pudo sacarse al otro de la cabeza.

Notas finales:

El siguiente es el capítulo final


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