Los rojos ya estaban dentro de la copa intercontinental que comenzaría a jugarse en un mes más.
A los negros les faltaba ganar un partido y lo hicieron, el equipo de Tadeo ingresó a la copa con la puntuación más baja... pero estaban dentro y eso ya era un logro.
El mes pasó como un ciclon, devorandolo todo.
Tadeo había comenzado a entrenar para el primer partido dentro de la copa.
Al entrenador no le gustaba la palidez enfermiza en el rostro de su mejor jugador, pero estaba rindiendo bien así que no preguntó y evitó hacer comentarios sobre cierto rumor que se corría sobre que el rubio andaba bebiendo de más. Nunca lo había visto borracho en un entrenamiento y seguía siendo tan veloz y bueno como siempre así que lo que pudiese estar atormentándolo... lo tenía sin cuidado.
-Salimos a bailar el viernes? -propuso Isabel mientras conducía hasta su departamento.
Los martes comía con ella. Se tiraban frente al televisor con un par de pizzas grasosas e intentaban olvidarse del mundo.
-No creo que sea necesario que nos mostremos. El acuerdo era salir juntos cuando yo anduviera en calidad de puta con los machos, pero ni siquiera salgo.
Ello lo miró un segundo antes de retornar la vista a la calle.
-Ya está, Tadeo. Supéralo.
-Vos crees que no lo intentó?
Permanecieron en silencio un par de manzanas hasta que pasaron por una licorería y Tadeo le pidió parar. Isabel obedeció. Luego del rompimiento, el rubio comenzó a beber.
La fémina primero se enfadó con él hasta que una tarde llegó a buscarlo y escuchó los gritos de Dany en el departamento. Su primo, enfadado, fuera de si, sin saber cómo lidiar con el pequeño, le gritaba que era un marica que no podía ni siquiera enfrentar un rompimiento. En ese momento Isabel supo que si Tadeo no tenía un lugar en paz, todo sería peor. Si en el departamento Dany lo atormentaba y fuera de ese lugar ella seguía martirizándolo... lo perderían. Así que decidió apañar un poco esa etapa. Prefería controlar la bebida y no que saliera y terminara borracho en cualquier lado donde pudieran hacerle daño.
Tadeo bajó y regresó con dos botellas de cerveza.
Cerró la puerta y la miró a los ojos. Estaba sonriente (los ojos hablaban de una muerte interior, pero por dios que el muchacho intentaba resucitar!!!). Ella le devolvió la sonrisa y le acarició el rostro.
-A si me gusta, mi muchacho -le susurró y Tadeo bajó el rostro un poco avergonzado ante ese pequeño triunfo.
Solía bajar en la licorería y regresar con botellas de whisky o ron. Un par de botellas de cerveza era un claro indicio de que comenzaba a curarse.
Comieron juntos y bebieron una botella. La segunda no fue tocada y Isabel suspiró orgullosa de su protegido.
-Deberíamos salir y conocer más gente. -propuso ella y Tadeo largó una carcajada.
-Si se llega a enterar el vicepresidente que intentas conseguirme novio, te echará!
-Novio no!!! conocer gente, salir!!! no es necesario tener relaciones serias. Somos jóvenes, necesitamos vivir y parte de vivir es socializar.
-Todavía no tengo ganas -contestó llevando la cabeza hacia el pecho de su amiga. Desde ahí podía ver la televisión y recibir los mimos de la mujer.
-Algún día me dirás quien fue?
-No.
-No puedo creer que haya sido alguien de tu círculo. Realmente tienes mala suerte!
-Es necesario hablar de eso?
-Creo que si! tienes que reírte de lo que te pasó. Eres un adonis, Tadeo, gente babeando por ti no te faltará. Fue una mala experiencia.
-No quiero gente babeando, lo quería a él.
-Me gusta que hayas usado el pretérito.
Tadeo sonrió y se acomodó aun más en el cuerpo de la fémina y ella le removió el cabello.
-Tengo un hermano menor. Te llevarías bien con él.
-Isabel realmente no pararás hasta hacerme casar, verdad?
-No hasta que te cases. Si, hasta que dejes de estar triste.
-Ya no estoy triste.
Isabel no respondió. Tenía la cabeza del muchacho sobre su pecho. Llevó un par de dedos y se los pasó por los ojos, luego los levantó.
Ninguno de los dos dijo nada.
Los dedos estaban mojados por las lágrimas del rubio.
***
Salió con el ceño fruncido. Dany lo esperaba fuera del club, estaba junto a Isabel en el vehículo y conversaban animadamente.
La mujer le hizo una seña al hombre de pelo violeta y éste giró para observarlo llegar.
-¿Qué pasó? -se le cruzó por la mente que tal vez no lo llamarían para firmar el contrato, ya no le importaba si podían mantenerse o no, perder esa oportunidad justo en ese momento difícil en la vida de su primo, podía ser un golpe bajo del que no podría recuperarse.
-El primer partido dentro de la copa se realizará en la cancha de Oxford.
-Me asustaste, Tadeo! pensé que traías malas noticias. No es tan lejos y el club se encarga del traslado, hotel y todo lo que consuman. No sé que te preocupa!!! Contra quienes juegan? tienes miedo de perder en el primer partido de la copa?
-No perderemos -susurró mientras apoyaba la cabeza en el vidrio y miraba hacia afuera, se había sentado en el asiento trasero del auto y se mordía los labios.
-Y entonces? -preguntó Isabel.
-Jugamos con los hijos de puta de los rojos.
Isabel y Daniel se miraron. Jugar con "los hijos de puta de los rojos" implicaba que Tadeo se encontrara nuevamente con el tipo que lo había dejado sin poder entrenar durante un mes.
-Tadeo, por favor, tienes que mentalizarte en que no puedes cagarla, estás a un paso de firmar tu contrato.
-Olvídate del tipo ese -recomendó Isabel -si te molesta, lo arreglamos fuera de la cancha, me dices y lo busco!
Tadeo la miró y sonrió.
Los dos lo observaban desde los asientos delanteros: Dany tenía una mano en su rodilla izquierda e Isabel en la derecha... si ellos supieran el pozo que tenía en el alma!!! Si ellos supieran que en la reunión que tuvo junto al equipo y el vicedirector, casi se levanta y va al baño a vomitar porque de pronto había sentido que tenía algo descompuesto en el organismo y que lo estaba contaminando por dentro, que eso muerto había estado pudriéndose y ante la noticia de ese partido ahora sentía que él mismo se moriría arrastrado por la podredumbre.
***
Fran entró al departamento del hermano y arrugó la nariz.
De nuevo había restos de comida en la mesa sin levantar y un par de cucarachas se paseaban por ahí.
Tiró las cajas a la basura, lavó los platos y se dirigió hacia la habitación, sabía que su hermano tenía reunión en el club donde tratarían las tácticas sobre los partidos que se avecinaban dentro de la copa. Lo había notado tenso y se preocupó.
Entró y lo descubrió sentado en la cama, con una caja entre las piernas y pasándose una crema por unas ronchas rojizas en los brazos. Se apoyó en la puerta y lo observó.
La psoriasis había regresado. Joel tenía una alergia totalmente controlada, le salía un sarpullido en brazos y piernas pero solo cuando estaba bajo mucho estrés y ahora había vuelto.
-Pica?
Joel elevó la mirada asombrado, no lo había escuchado entrar.
-Pica como los mil demonios.
-Joel, no te parece que te estás sobreexigiendo mucho? Te veo entrenar demasiadas horas al día y luego llegar para estudiar para los parciales de la universidad... puedes con todo?
-Si!
-Si! supongo que esas ronchas dejan en claro que puedes con todo.
Joel chasqueó la lengua para quitarle importancia.
-Hasta ayer no las tenías.
-Me salieron hoy. Me pica mucho.
-No te rasques tanto!!! Deja que yo te pase la crema. -se sentó junto a su hermano y comenzó a darle pequeños masajes por la zona comprometida con el ungüento.
-Todo bien en la reunión?
Joel hizo un gesto que no supo descifrar.
-El primer partido es la semana que viene.
-Pero ya estás preparado. Tranquilo.
-Me enteré que habrá caza talentos de otros países.
-Te tienes que concentrar en jugar bien como siempre lo haces, no te cargues con mayores presiones.
-El primer partido será en Oxford.
-Oh! es un lindo lugar. Quieres que vaya contigo?
Joel afirmó sin dudar.
-Jugaremos con los negros -susurró y Fran lo miró a los ojos.
Joel estaba cambiado.
Algo había sucedido en su vida hacía aproximadamente un mes y no quería decirle nada.
-Tienes miedo del tipo violento?
Nueva mueca.
-No, supongo que no -respondió mientras se rascaba tan fuerte el antebrazo que la piel se resquebrajó y comenzó a sangrar.