El tiempo es un fantasma que acecha en cada parpadeo, no se detiene ni aunque ruegues por un respiro.
Pasaron 1, 2, 3, 4 años...
Joel terminó su carrera de arquitecto y se recibió. Era uno de los mejores jugadores de fútbol del momento y ganaba tanto dinero como se hacía odiar. No había imaginado el nivel de exposición que atraerían los millones y la fama, y en más de una ocasión tuvo que pagar por la compañía pública de una mujer, Joel se estaba convirtiendo en un hombre huraño y solitario.
5, 6 años...
Joel pasó de jugar en un club de Italia a otro en Alemania...
7, 8, años...
Joel se lesionó un tendón y decidió que era hora de abandonar el fútbol profesional y comenzar a trabajar a tiempo completo de la segunda profesión que amaba: la arquitectura.
Pasaron 9, 10 años y tras un ofrecimiento de la municipalidad en donde había vivido su niñez y adolescencia, decidió regresar al hogar.
***
-y eso? -preguntó Francisco sentándose frente a su hermano.
Todos los lunes desayunaban juntos en un bar que estaba en la esquina de la oficina de Joel. Era un lugar relajante, las meseras en patines se desplazaban con rapidez y uno podía sentarse en un jardín al aire libre, rodeado de plantas y flores. El lugar se llamaba "El ronroneo" y era uno de sus favoritos.
-El municipio me envió información de varias organizaciones públicas sin fines de lucro que necesitan remodelaciones edilicias. Me haré cargo de una o dos. -le comentó mientras hojeaba algunas carpetas.
-¿Y no podías hacer eso en la oficina? Tenías que traer el trabajo al desayuno?
Joel miró a su hermano. Tenía razón. Hizo a un lado las carpetas y cuando apareció una mesera en patines, pidió un capucchino.
-Éste viernes iré al Rapsodia con Carlos, te unes?
Joel lo observó un momento sin responder y Francisco se sintió incómodo.
-Pendejo!! di si o no, nada más. ¿es necesario que me mires como si fuera un bicho raro, aplastado y lleno de hormigas?
-No te miro de esa manera! Sólo me sorprende que aun sigas insistiendo en sacarme a bailar. Esas cosas son de gente inmadura, Fran. Estoy en otra etapa de mi vida.
-En cual? en la de aburrirte hasta que se te descompongan los órganos? El día que te mueras nadie lo notará hasta que comiences a apestar.
-Me asombra que alguien como tu o como Carlos aun piensen en salir a bailar como si fueran adolescentes.
-Ok, Joel, nunca más te lo pediré. Quédate con tu amargura, espero que sean infelices el resto de sus vidas, pero intenta no contagiarmela.
Joel negó con la cabeza mientras hacía un sorbo a su capucchino y dirigía su atención a la portada de una de las carpetas que sobresalía por un costado, debajo de tres más:
Lugar: Albergue de animales - perros.
Organización: Sociedad protectora de Animales.
Representante: Farjat Tadeo - Rivera Mike.
Miró de reojo a Fran, ahora estaba concentrado en su tablet mientras tomaba el café.
Sacó la carpeta y la inspeccionó con detenimiento.
Lo había buscado en las redes durante años pero Tadeo parecía tener una enemistad íntima con internet porque no lo había encontrado y ahora estaba ahí!!! sobre su mesa, al lado de su capucchino.
Se fijó si le habían pasado el folio a alguien más... si! La reforma edilicia era para aumentar un salón con 28 nuevos cubículos para perros en el predio y el folio se lo habían pasado a dos arquitectos más aparte de a él.
Mierda!
Tomó el celular y Fran lo miró mientras negaba con la cabeza.
-Necesito hacer una llamada y luego podemos hablar de todas las estupideces que se te ocurran -le pidió.
"Municipalidad?"
"Hola! Con Sandez por favor, habla el arquitecto Joel Andrada"
"Un momento, dirigiré la llamada"
...
...
Joel tamborileó los dedos mientras tomaba la carpeta y la acercaba. Fran se había concentrado nuevamente en su tablet. Una mesera pasó en patines y les preguntó si querían algo más y Fran pidió donas.
"Andrada?"
"Sandez!! Hola! como estás?"
"Bien, todo bien, en qué puedo ayudarte?"
"Sandez estuve viendo las carpetas que me enviaste, quiero hacerme cargo de la reforma en el albergue de animales"
Fran levantó la cabeza de su tablet y lo miró con el ceño fruncido.
"El albergue de animales? Espera que me fijo. Si. Aquí está."
Se hizo silencio en la línea y Joel perdió un poco la paciencia.
"Sandez no es necesario que averigües cuanto es el pago por el diseño de la reforma, quiero que me anotes en la lista, yo tomo el trabajo del albergue!"
"Andrada, ese folio te lo mandé hace más de un mes!"
Joel se agarró el puente de la nariz e inhaló fuerte. Si! esas carpetas habían dormido durante mucho tiempo en su escritorio, pero estaba en pleno diseño de una galería de arte que pagaba mucho más que el municipio! Y NO SABÍA QUE ESE NOMBRE FIGURABA EN UNO DE ESOS PROYECTOS.
"Si, tuve algunos contratiempos, pero ahora puedo dedicarme al 100%"
"Ok, te estaré pasando una lista actualizada de los lugares que quedaron libres para hacer las reformas."
"Y ese?"
"Ayer lo tomó otro arquitecto"
"Sandez, entre nos... ¿que costo les pasó ese arquitecto? Cuanto les cobrará?"
"No sé, Andrada. La carpeta ya está en manos de tesorería"
"Pues ve a tesorería y diles que yo lo haré por la mitad de lo que pidió el otro arquitecto"
Silencio.
"La mitad?"
"La mitad!"
"Puedo preguntar por qué?"
Joel miró hacia la plaza que había en frente, un grupo de niños jugaban a la pelota.
"Por que es un albergue de animales. Son mi debilidad. Quiero hacer este trabajo no por el dinero, sino por que esos animalitos necesitan un lugar de acogida digno hasta que puedan encontrar un hogar definitivo"
"Te estaré llamando."
"Diles que lo haré por la mitad de lo que pide el otro arquitecto!!"
Pero Sandez no lo escuchó, ya había cortado.
-Me cago en la mierda con esa porquería -susurró Joel y vio cuando Francisco cruzó los brazos sobre la mesa y lo miró interrogándolo.
-Desde cuando te gustan los perros?
-Desde siempre!
Silencio.
-Joel, la última vez que tuviste un encuentro cercano con un perro, el pinche animal te mordió. No los soportas y ellos a ti tampoco!
Ante el silencio de su hermano quiso agarrar la carpeta pero el pelinegro se la quitó de las manos y la guardó en su portafolio.
Francisco levantó las cejas.
-Qué? ¿Entiendes algo de arquitectura? No! Entonces no se para qué mierda quieres ver mis documentos.
-Joel... te dije que eres el tipo más amargo que existe?
-Varias veces y me importa un choto -contestó tajante mientras tomaba su capucchino y hacía una mueca de asco -ésto está frío!!!!
Alzó la mano y llamó a una mesera. La muchacha se acercó rauda.
-Ésto está congelado, calientalo por favor -y aunque había dicho "por favor", sonó a órden.
-Qué culpa tiene ella de que te demoraras en tomar el capucchino?
-No me demoré. Seguramente ya lo trajeron tibio. -respondió quitando importancia al incidente mientras cruzaba las piernas y miraba hacia la plaza, uno de los chicos había metido un gol y corría por toda la canchita, festejando.
-Carlos me contó una historia graciosa sobre este lugar: uno de los dueños tuvo que disfrazarse de mesera para suplantar a una de ellas que estaba esguinzada. -Francisco reía mientras recordaba el episodio que le habían contado y Joel lo miró levantando una ceja. Francisco dejó de sonreír y se dedicó a mirar su tablet.
-Adoro cuando tienen la cabeza suficiente como para perder el tiempo en leyendas urbanas. Yo también he escuchado esa historia, es una estupidez. ¿Quien en su sano juicio no notaría a un hombre en patines y lo confundiría con una mesera? ¿Y con una mesera de nombre SANTIAGA*? -estaba por seguir criticando que su hermano se creyera todas las estupideces que le contaban cuando su celular vibró en la mesa, lo tomó con rapidez, el mensaje era de Sandez:
"Folio 154 Albergue de animales. Su reforma edilicia queda a cargo del Arquitecto Andrada Joel. Reunión con los administradores: Jarjat Tadeo y Rivera Mike, mañana, 9 hs."
Sonrió mostrando sus dientes frontales.
"Gracias Sandez, te debo una"
El hombre respondió con una imagen de un pulgar arriba.
-Buenas noticias?
El pelinegro afirmó mientras guardaba el celular y recibía el nuevo capucchino.
-Te dieron el trabajo del albergue?
-Si, tengo reunión con ellos, mañana temprano.
-No vayas con los pantalones de oficina, usa unos de cuero.
-Por?
-Porque emanas tanta mala vibra, que en cuanto entres a ese lugar, todos los perros se pelearán por morderte.
Los chiquillos gritaron gol de nuevo y Joel volvió a mirarlos.
Aun jugaría al fútbol Good boy?
Lo había buscado hasta en la sala de chat gay en donde lo conoció hacía 10 años atrás, pero nunca más encontró a nadie que llevara ese nombre de usuario.
Sería bueno encontrarlo y saludarlo.
Preguntarle como le había ido en la vida!
Tal vez podría aceptar tomar un café con él, después de todo, eran ya hombres maduros, la enemistad había quedado sepultada bajo una decena de años!
Seguramente podrían dejar todo lo malo atrás y hablar de fútbol, de clubes, de esos contratos que firmaban, de la gente que tenían en común, podrían contarse anécdotas.
Tenía que tomar ese trabajo y hacer la reforma edilicia como forma de agradecimiento por lo que había sucedido en esa cancha diez años atrás... porque Joel sabía que se había hecho expulsar a propósito.
Quería eso... agradecer, charlar de la vida... preguntarle si había encontrado el amor en todo este tiempo.