Todavia estaba un poco desconcertado por la respuesta, se encontraba en su vehículo mirando hacia el refugio cuando una de las empleadas salió y la vio alejarse con un perrito bicolor. ¿Era el mismo bicho que tenía Tadeo en las manos y con el que había visto al hombre alto también? Seguramente Tadeo tenía un animal preferido. Bajó sin pensar demasiado e hizo un rodeo completo como para encontrar a la muchacha de frente.
-Disculpa, tu eres una de las chicas que trabaja en el refugio? -preguntó, poniendo su sonrisa matadora, mostrando sus dos dientes frontales y esas arruguitas que se le hacían a los costados de los ojos, confiriéndole un aura adorable. Nadie podía contra esa sonrisa.
-Buenas tardes, arquitecto. Si! trabajo aquí!
Joel intentó acariciar al perrito y el perrito gruñó.
-Tanny!!! -se sorprendió la muchacha. Yeontan era el preferido de Tadeo y era un perrito muy sociable, pero aparentemente al canino no le había caído bien el cara de conejo.
-Que bonito animal!
-Es de Tadeo -informó ella acariciando al animalito.
-¿Está todavía el señor Farjat? necesito que firme algo.
-Estaba por salir con Isabel, no sé si aun estará dentro del edificio.
-Oh! y el señor Mike Rivera?
-Él sólo está por la mañana!
-No hay problema, regresaré después. -contestó alegre, intentando ignorar al perro que gruñía por lo bajo -Hacen una linda pareja, ¿son novios?
-El señor Mike y Tadeo?? No! Sólo son amigos!!
-Oh!!!
Se despidió sin tanta cortesía, ya no tenía que ser amable. Odiaba ser amable. Los años lo habían vuelto un ser un tanto huraño y poco sociable.
Tadeo le había mentido con relación al novio. No lo tenía!
¿Por qué había mentido? Por que aun lo hacía temblar!!!
Sonrió. No quería nada serio. Sólo conversar con él y tal vez poder iniciar algún tipo de amistad en la que pudiera coger con el pelirrojo de vez en cuando. A veces se sentía demasiado estresado con el trabajo y necesitaba de un culo a su disposición y recordar el culo de Good boy lo ponía de buen humor.
Llegó nuevamente al vehículo que había dejado estacionado una manzana más lejos para que la bruja de Isabel no lo encontrara nuevamente y los vio salir. Iban caminando tranquilos, él tenía la cabeza gacha y la abrazaba por la cintura, ella le decía algo con convicción y también lo abrazaba... irían hablando de él?
Le envió un mensaje:
"Agendame"
Lo vio mirar el celular y guardarlo apresurado.
Sonrió de nuevo.
Si! Aun hacía temblar a Good Boy.
***
-¿Vamos por ese helado? -preguntó ella cuando entró a la oficina y lo vio sentado mirando hacia la ventana.
-Ayer me pareció extraño cuando Mike no me dejó entrar para hablar con el arquitecto, pero con la emoción que tenía lo dejé pasar.
Ella se acercó, se sentó sobre el escritorio y le acarició el rostro.
-Tienen que dejar de tratarme como si fuese un crío de 5 años!
-Teníamos miedo que te hiciera mal!
-Pasaron 10 años, Isabel!! 10! Sería muy de pendejo pelotudo si no lo hubiese superado!!
-Entonces estás bien??
-Por supuesto -mintió, estaba sentado porque aun le temblaban las piernas.
-Sabes que te quiero, verdad?
Él asintió mirando al piso.
-Y sabes que si te vuelvo a ver llorando por un tipo, en especial por ese hijo de puta, iré y le cortaré los huevos, verdad?
Tadeo sonrió y la miró a la cara.
Isabel lo inspeccionó, estaba bien! tal vez todavía un poco impactado por verlo después de tantísimo tiempo, pero estaba bien! Si!! Su bebé lo había superado!!! En 10 años Tadeo había tenido varias parejas ocasionales pero ninguna lograba "colmarlo", con Miguel llevaban saliendo 4 meses y a Tadeo lo veía cada vez menos interesado. Era como si intentase protegerse de un nuevo golpe. Lo tomó por la cara y le dio un beso en la punta de la nariz.
-Vamos por el helado!
Salieron juntos, abrazados, ella le hablaba de que todo iría mejor ahora que había más espacio para las mascotas y que con el trabajo de ella, de Mike y el suyo como entrenador de los niños, podrían con los gastos que ocasionaba el lugar.
Entró un mensaje en el celular de su pelirrojo bebé, él lo miró y lo guardó al instante.
Lo sintió tensarse bajo su abrazo.
Tuvo miedo de que se hubiese tentado de darle el número al idiota, imbécil, hijo de puta del cara de rata.
-Quien era?
-Miguel.
Y ella se sintió más relajada.
***
El viernes tenían que ir los albañiles y Joel se fue para constatar que el trabajo hubiese comenzado. Los muchachos habían iniciado las excavaciones y el asentamiento del terreno a la mañana... pero el pelinegro fue a la tarde.
Tocó el timbre y lo atendió la misma muchachita que había interrogado dos días atrás.
Dos días atrás.
Dos!
Hacía dos putos días que le había pasado su número a Tadeo y no tenía noticias. No quiso escribirle porque estaba seguro que el pelirrojo no aguantaría y daría el primer paso... pero no lo había dado y Joel necesitaba una excusa para acercarse sin que su mismo cerebro se diera cuenta que lo estaba buscando como no había buscado a nadie en 10 años.
-Buenas noches, arquitecto! -saludó algo asombrada, y si! eran las 9 de la noche y nunca alguien del municipio había llegado a esa hora.
-Buenas noches -la saludó mirando hacia el interior del refugio -Quería constatar que los albañiles hubiesen comenzado con la obra, estaba planeada para la semana que viene pero la adelanté.
-Oh! Si, esta mañana comenzaron -respondió haciéndose a un lado y Joel ingresó poniéndole su abrigo en el hombro para que lo sostuviera.
-Está el Señor Farjat? -preguntó y vio salir a Tadeo desde la oficina con una bolsa enorme de alimento para perros y dirigirse con todo el torso hacia atrás por el peso, hacia otro habitáculo. -Ya lo vi! -dijo y le puso el maletín sobre el abrigo y la chica hizo equilibrio para que no cayera todo.
Se apresuró hacia él y cuando el pelirrojo ingresó al habitáculo, Joel le puso las manos en la cintura, se pegó a su espalda y le susurró al oído:
-Deja que te ayude con eso.
Decir que Tadeo casi cae muerto por un infarto fulminante, es poco. Pegó un alarido y dejó caer la bolsa, intentó avanzar y tropezó cayendo en cuatro patas y en cuatro patas se alejó lo suficiente para poder pararse y voltear.
Joel miraba sorprendido el alimento para perros desparramado.
-No quise asustarte -jadeó intentado acercarse. Sin vacilar entrecerró la puerta y Tadeo abrió aun más los ojos. -Estás bien? -preguntó sorteando la bolsa y acercándose peligrosamente. El pelirrojo lo rodeó y salió de la habitación tropezando con todo.
-Estoy bien, Joel.
-Ven -ordenó el hombre mirándolo con una sonrisa de costado -ven aquí, te ayudaré a limpiar este desastre.
La muchachita que había atendido a Joel metió la cabeza y miró el alimento desparramado.
-Qué hiciste, Tadeo? -jadeó espantada y Tadeo la empujó hacia dentro.
-Se me cayó la bolsa, pero el arquitecto dice que te ayudará a levantarla. -gimió y desapareció hacia el fondo del local.
Joel lo vio huir y salió pateando la bolsa y el alimento, hizo a un lado a la muchacha de un manotazo y se apresuró por el lugar que había visto desaparecer a Tadeo.
Llegó al sector de los cubículos y ni bien entró, los perros comenzaron a ladrar desde sus lugares.
-Me cago en la mierda con estos bichos sucios -renegó en voz baja -TADEO! SOLO QUERÍA VER COMO IBA LA CONSTRUCCIÓN. ME LA PODRÍAS MOSTRAR? -gritó sin saber dónde estaba, prestando atención a los ruidos, pero los pinches perros ladraban fuerte, se paseó por el corredor hasta casi llegar al fondo.
-Señor Arquitecto -lo llamó la muchachita, Joel giró sobresaltado y alcanzó a ver la melena de Tadeo cuando se cerraba la puerta principal y se iba. HIJO DE PUTA! -Señor! Tadeo me dijo que le muestre como va la construcción, él no puede atenderlo, surgió algo de suma urgencia.
Joel no terminaba de creer, el hijo de puta había logrado huir.
-Señor arquitecto! -volvió a decir la muchacha moviéndolo un poco por el brazo, Joel pareció regresar a la realidad, miró hacia el fondo y luego a ella.
-Si, acabo de ver que ya comenzaron los albañiles, está todo bien. Devuélveme mis cosas, me tengo que ir.
Y comenzó a caminar hacia la puerta.
La muchacha lo siguió trotando, el arquitecto era bipolar o no estaba muy bien de la cabeza, por ratos era amable y por otros sumamente antipático. Respiró más tranquila cuando lo vio partir.
Escuchó un ruido en la oficina y se asustó.
Abrió la puerta y vio a Tadeo entrar por la ventana.
-Ya se fue? -le preguntó todo colorado y ella afirmó con la cabeza... ok... algo raro estaba pasando o todos se habían puesto de acuerdo para enloquecer.