Rengueando, con su muleta a cuestas, se trasladó todo lo más rápido que pudo.
Girando para ver si Isabel se daba cuenta de lo que estaba por hacer.
Tenía la mano extendida hacia el picaporte cuando se abrió la puerta y salió un muchacho, Tadeo esperó que se alejara y luego entró: Joel estaba orinando en un mingitorio. Se quedó parado observándolo y el pelinegro lo percibió porque giró el rostro y lo miró.
A Tadeo le dolían los puños cerrados con fuerza, le taladraba el corazón tanta sangre corriendo a velocidades insanas, el hijo de puta que tenía sus tobillos sanos había ganado el partido y se mofaba en su cara. EL HIJO DE MIL PUTA QUE LO HABÍA DEJADO SIN PODER ENTRENAR NI JUGAR DURANTE UN MES.
Joel terminó de orinar y se propuso lavarse las manos, Tadeo se fue hasta el mingitorio y en el camino, cuando se cruzaba con el pelinegro, lo chocó con el hombro a propósito. Joel trastabilló, se fue contra uno de los cubículos y regresó con fuerza. Tirando hacia atrás los brazos le pegó con el pecho haciendo que Tadeo perdiera el equilibrio y se fuera al piso. El rubio logró caer sobre su pierna buena y evitó el golpe en el tobillo. Se levantó de un salto. Los dos tenían los rostros rojos, la respiración agitada. Dejó la muleta en el piso, se paró haciendo equilibrio en un pie y se fue contra el pelinegro, empujándolo. Joel recibió el embate, cayó contra una pared y regresó con la mandíbula dura para empujarlo de la misma manera, pero el pelinegro podía apoyar todo su cuerpo en ambas piernas de manera que el empujón fue con mayor fuerza y Tadeo no pudo evitar salir despedido hacia la puerta de entrada.
***
Isabel comía maní en su mesa mientras tomaba cerveza.
El dueño del club la había contratado el día anterior y tuvo tiempo para averiguar sobre la vida del muchacho del que debería aparentar ser su compañera.
Sabía que tenía un carácter explosivo y que había una enemistad muy particular con el pelinegro que tras una mala jugada lo había dejado con el tobillo esguinzado. Era, si no se equivocaba, el mismo que hacía unos minutos le levantó el dedo medio a Tadeo.
Tenía que mantenerlo alejado de ese hombre.
A ella no solo se la contrataba para que fuera la "minita" del rubio ante la prensa sino para cuidar su imagen y eso incluía que no se metiera en problemas.
Tendría que pagar y sacarlo de ahí cuanto antes, ese pelinegro con aura de conejito no era un buen espécimen. Le había caído como patada en los ovarios cuando se dio cuenta del gesto que le disparaba a su protegido.
Giró la cabeza hacia la mesa donde festejaban los jugadores y lo buscó distraídamente con la mirada... no lo encontró. Esta vez se dio vuelta con todo el cuerpo y lo buscó en el bar... no estaba.
Fuck!
Tiró el maní que tenía en la mano y corrió hacia el baño.
Abrió la puerta sin importarle que era un espacio solo para hombres, y que tal vez se había asustado sin tener motivos de peso, porque el pelinegro podría haberse retirado y no estar ahí dentro, pero ni bien la abrió, recibió el peso del cuerpo de Tadeo sobre el suyo.
Lo abrazó con fuerza y cayeron los dos.
Isabel de manera automática puso su cuerpo para que éste recibiera el golpe, habían salido despedidos del baño y estaban ahora en el pasillo, Joel los miraba con el rostro rojo desde el interior. Tadeo giró y la miró, tenía la mirada fracturada, estaba roto de odio, de bronca. Sin pensarlo, de manera inconsciente, la fémina le acarició el rostro. Ella tenía un hermano menor que se metía en problemas constantemente y le era medio imposible no reaccionar como hermana mayor (sabía que Tadeo tenía 19 años y ella con sus 23... tenía que defenderlo) Lo hizo a un lado con cuidado. Entró al baño. Levantó la muleta, todo ante el más absoluto silencio, y la puso en alto, amenazando con golpearlo. Joel abrió grande los ojos y elevó las manos en señal de defensa.
-Vete -siseo ella.
-Él me atacó primero -le aclaró con voz baja.
-Vete -volvió a amenazar y Joel salió del baño. Hizo un paso grande cuando sorteó el cuerpo de Tadeo que aun seguía en el pasillo y antes de desaparecer, giró y lo empujó con el pie, Tadeo reaccionó tirándose sobre esa pierna, intentando agarrarla, pero no pudo, se arrastró y se estaba por parar para seguirlo cuando unos brazos fuerte lo sostuvieron desde atrás.
-Por una pelea de pendejos inmaduros vas a tirar todo tu futuro a la mierda -le susurraron en el oído -Cálmate. Necesito pagar la cuenta y salir del bar sin que causes más problemas.
Acto seguido lo levantó, le puso la muleta debajo del brazo, lo llevó nuevamente al baño, le lavó el rostro y salieron.
Cuando ella pagó la cuenta, lo hizo más tranquila, Tadeo estaba sentado a la mesa, tomando cerveza, agitado, y el pelinegro había abandonado el bar.
***
Estaba sentado en su sofá con las piernas cruzadas a lo indio mientras Isabel le explicaba todo a Daniel.
Luego de media hora su primo le invitó café a la pelirroja, Tadeo le miró los ojos, ya no estaban destilando odio, Isabel ya lo había comprado. Tenía que admitir que esa mujer se tomaba muy a pecho su trabajo.
Cuando llegaron y Tadeo la presentó como su compañera, Daniel reaccionó sonriendo, pero al explayarse y decirle que lo obligaban para que su condición de homosexual no arruinara la reputación del club de ser un lugar de "puros machos", Daniel se puso tenso. Tadeo pudo percibir como algo tangible el rechazo que experimentó hacia la pelirroja. Pero la pelirroja no tenía la culpa y como si estuviese acostumbrada a ese tipo de recibimiento, con paciencia, le explicó todo.
Ahora se iban juntos hacia la cocina, ella le explicaba cosas de su propia vida: que tenía que pagarse los estudios y que el trabajo de "acompañante" no era tan malo. El 90% de los casos la contrataban hombres gay que necesitaban aparentar algo que no eran y por consiguiente no tenía que intimar con ellos.
Tadeo pensó en el 90% y sintió pena por Isabel porque no se quería ni imaginar como afrontaba ese otro 10%.
Vibró "ese celular" en el bolsillo de su chaqueta, miró que Daniel e Isabel estuvieran lejos y lo sacó.
Bad guy "fue mala idea vernos esa noche"
Tadeo inhaló profundo. No! No iba a poder aguantar que bad guy lo dejara en un momento como el de ahora. Lo necesitaba. Quería paz en su vida y él se la daba. Se le llenaron de lágrimas los ojos antes de siquiera contestar. Estaba sensible. Todo lo iba a superar, había sido un día muy largo: su equipo perdiendo, el hijo de puta de Joel siendo el goleador del partido, el encuentro con el imbécil en el baño, la humillación a la que había sido arrastrado por parte del dueño del club, su nueva situación de "novio" de una mujer (por suerte, y era lo único bueno en ese día de mierda, Isabel parecía ser buena gente).
Good boy "por qué fue mala idea?"
Bad guy "porque ahora te necesito en cuerpo entero conmigo. Me haces mucha falta! fue un día difícil y te necesito tanto!!"
Tadeo respiró temblando, con las lágrimas llenándole los ojitos que intentaban focalizar la pantalla para mandar el mensaje.
Isabel lo observó y se quedó a la salida de la cocina, sin querer acercarse.
Daniel la vio, se acercó y pudo ver qué la paraba.
-Está enamorado, eso es lo peor -le susurró al oído.
-Es por eso que me contrataron?
Daniel afirmó con el rostro.
-Pobre Tadeo! -gimió ella -odiaría que alguien me negara hacer lo que me dictase el corazón.
Y Daniel comprendió que Isabel le haría bien a su pequeño malcriado.
Good boy "nos vemos mañana en el rapsodia"
Bad guy "nada evitará que vaya a verte"
Good boy "me quieres?"
Bad guy "te quiero, te quiero mucho, te quiero tanto que me arden las manos de saberte lejos"
Good boy "te haré una propuesta y no quiero una respuesta sino hasta mañana"
Bad guy "dime"
Good boy "quiero que por fin nos conozcamos las caras. Quiero quererte sin ningún anonimato."