Joel no podía dormir.
No quería negarle nada a su good boy. Si good boy le pedía el firmamento quería convertirse en astronauta y traerlo en una botellita azul mar, pero era consciente que eso le sucedía por el caso crónico de enamoramiento que tenía.
Y debía pensar en todo.
No podía involucrarse tanto!
Era peligroso mostrarse!
Qué pasaba si good boy un buen día decidía decirle al mundo que había tenido una relación con él?
Porque aunque fuese doloroso, tenía que admitir que eran jóvenes y lo más probable es que el amor que sentían a sus 19 años... no fuera el definitivo ni el último.
Tenía que ser maduro y pensar en su porvenir, no podía darle el mundo a good boy por más que sintiera la necesidad urgente de darle su vida misma. Sabía que era una relación que en algún momento dejaría de generar tanta... que sentía? tanta pasión! tanto ardor! Fuck!!! Cómo era posible que se hubiese enamorado de esa manera de alguien a quien no conocía físicamente?
Cuatro meses tenía de hablar con él, el primer mes ocasionalmente y los tres restantes cada vez que podía sentarse tranquilo y agarrar el celular. Es más, desde hacía casi dos meses se dormía con su voz y se despertaba con su saludo. Good boy tenía una voz grave que lo calmaba, una voz singular y hermosa. Lo escuchaba y sentía que todo en el mundo estaba bien!!
***
Ahora tenía una "novia". Le explicaría todo a bad guy y él entendería. Tenerla a Isabel le daba cierto margen para moverse. Le podría contar todo a ella también para que lo ayudara a mantener oculta la relación.
Quería verlo y estar con bad guy, quería llamarlo por su nombre verdadero y abrazarlo, besarlo, poder mirarlo a la cara!!!
A la puta sociedad lo podía presentar como a otro primo! Si lo tenía a Dany también podía tener a otro más!!!
o no???
Ya no quería esconderse... es decir, ya no quería esconderse ante él! Ante los demás no le importaba. Se manejaba en un círculo que aun no lo admitía y no le podía interesar menos.
Tenía miedo... ¡vaya si sentía miedo!
Miedo a que bad guy lo rechazara, miedo a no gustarle (se habían mostrado en fotos y videos del cuello hacia abajo), miedo a que no quisiera seguir con él luego de enterarse de que le había mentido en casi todo... pero era una relación creada en la red!! todos arman personajes para manejarse en la red!!! hasta que les pasaba lo que le pasaba ahora... todo se iba de las manos y la relación pujaba por atravesar la placenta y ver la luz.
***
Viernes - Mediodía.
Good boy "cómo irás disfrazado?"
Bad guy ya no se sentía tan seguro, le tendría que decir esa noche que no podía mostrarle el rostro y temía la reacción de su good boy, temía que lo dejara.
Bad guy "amor, tengo fiebre, me duele la garganta y estoy resfriado!"
Golpe bajo.
Tadeo sonrió con tristeza, no había manera de que se hubiese enfermado de golpe, la noche anterior se habían quedado hablando hasta las tres de la madrugada y la voz dulce de su bad guy sonaba bien.
Bad guy no quería conocerlo, se había apresurado en pedirle perder el anonimato. Estaban en tiempos distintos... su bad guy no tenía tanta necesidad de él, no al nivel que él mismo lo sentía.
No respondió, dejó a un lado el celular y se quedó con su plato de arroz en las piernas mientras miraba el traje de power ranger rosa que colgaba en una percha.
ok, estas cosas podían pasar, Tadeo. Estaba dentro de lo previsto.
Suspiró mientras llevaba el tenedor con comida a la boca y hacía un puchero.
El celular vibró de nuevo.
Lo tomó con cierto atisbo de esperanza.
Bad guy "perdóname bb. Tendremos que dejar el encuentro para cuando me sienta mejor."
Tadeo apagó el celular.
Era la primera vez que lo apagaba desde que lo compró solo para comunicarse con él.
Si. Eso estaba dentro de lo previsto. Tampoco era como que se acababa el mundo!
No?
...
No?
Masticó su arroz e hizo un pucherito.
***
Good boy no le respondió y entró un poquito en pánico.
Bad guy "estoy seguro que el viernes que viene estaré mejor"
Hasta ese día estaba seguro que podría ingeniárselas para convencerlo de que aun no era lo mejor conocerse los rostros. Ya le daría alguna excusa.
El mensaje salió de su celular pero no llegó al de su good boy.
Esperó. Estaba metido en el baño, tenía la ducha abierta y se encontraba sentado en el inodoro. Francisco andaba en su casa preparando el almuerzo y no quería que lo viera.
Se mordió las uñas, tal vez la conexión de good boy estaba lenta, o se le había cortado internet... esas cosas pasaban. No?
No?
Bad guy: "bebé?"
No. El mensaje no llegaba.
Marcó su número, si internet no andaba su good boy le contestaría y con esa voz grave que tanto amaba le aclararía que no recibía los mensajes y que estaba preocupado por su salud.
Pero saltó el buzón.
El celular de good boy estaba apagado.
No, no, no, no, no, no, no good boy, no, no, no, no hagas esto. Préndelo.
Diez veces más intentó llamarlo.
Quince veces más le mandó mensajes.
¿Eso era todo?
¿Por una excusa lo había perdido?
Se dio cuenta de la fina linea que lo unía. El anonimato lo protegía pero también era un abismo y se tragaría a su good boy. No había manera de buscarlo y decirle que no se enojara. No había manera de llegar hasta él, golpear una puerta y regalarle flores o chocolates para que se le pasara el enojo. El anonimato era la cristalización de su relación. Ahí se dio cuenta de que todo era tan precario y frágil! que tras un mal entendido o una discusión absurda lo podía perder para siempre.
Dejó el celular de lado y se metió a la ducha.
Ok, Joel, ok, estas cosas podían pasar, estaba dentro de lo previsto. Vos sabías que un amor de jóvenes adolescentes era seguramente uno más. Que no era el definitivo y mucho menos el último.
Está bien. Estaba dentro de lo esperable.
Lo superaría.
Hasta hace unos minutos atrás pensabas que no podías con esa relación, que era más importante tu carrera, los contratos, las grandes ligas, los clubes internacionales, la fama, el dinero... está bien Joel, está bien pensar en uno mismo y en lo que conviene. Tranquilízate. No llores Joel, todo estaba dentro de lo previsto.
***
Isabel pasó a buscarlo a las tres de la tarde y lo llevó a su sesión de kinesiología.
Se mostró sonriente y dulce, le tomó de la mano cuando unos fotógrafos aparecieron y fingió timidez cuando un periodista lo entrevistó y preguntó quien era ella.
Tadeo fue dulce, un caballero, la acercó, le puso el brazo por sobre los hombros y la presentó como una "muy buena amiga". Isabel sonrió de nuevo, miró la cámara e hizo un paso atrás (a ella le pagaban para figurar entre las sombras, no para ser la protagonista, Isabel era buena en su trabajo).
Salieron del lugar una hora después, no había fotógrafos y todo estaba en calma.
Isabel por fin se permitió ser Isabel y tratarlo como a su hermano menor.
Cuando estaban en el estacionamiento le revolvió el cabello mientras le hacía unas pequeñas cosquillas en las costillas con una mano. Tadeo rió divertido.
-Tienes los ojitos tristes, has estado llorando?
Y la sonrisa de Tadeo se revertió, devino en una mueca de dolor, estiró la boquita y arrugó la nariz.
Isabel miró en todas direcciones.
-Entra al auto, Tadeo.
El rubio obedeció.
Una vez amparados en la privacidad del vehículo, ella se puso de costado, cruzando las piernas y lo encaró.
-Puedo ayudarte en algo?
Tadeo negó, había apoyado la cabeza en la ventanilla, le echaba vapor de su boca y dibujaba corazoncitos.
-Puedo llegar a ser tu amiga si me lo permites.
Tadeo suspiró y asintió.
-Qué te pasa?
-Me dejaron -susurró y ella se rió.
Tadeo elevó las cejas y la miró.
-No sé que te causa gracia!
-¿Quien te dejó? Estabas viéndote con alguien? -preguntó divertida. Tadeo era un bebé, no entendía como es que los demás decían que era violento.
Afirmó con el rostro mientras recargaba nuevamente la mejilla en el vidrio y seguía dibujando.
-Tenía un novio.
Y giró para mirarla.
Ella seguía expectante.
Se dio cuenta que el género del novio no la había impresionado así que siguió.
-Nos hablábamos por chat, pero lo quise conocer y él no quiso.
-Pobre! él se lo pierde!
-Pero yo lo quería -susurró.
-Tal vez él no está preparado todavía. El que no esté en ese nivel no implica nada más que eso... o él te dijo que quería dejar de hablarte?
Negó.
-Ah! ok! entonces estás haciendo demasiado escándalo por nada.
El rubio giró a mirarla.
-Tu crees?
-No se, Tadeo. Las relaciones por internet son volátiles. Si las que son cara a cara son difíciles, esas otras lo son aun más. Uno puede malinterpretar un mensaje con facilidad.
-Qué hago?
-No sé! qué quieres hacer?
-No quiero perderlo.
-Pero me dices que él no te dijo que ya no quería seguir contigo!!!
-Pero no quiere conocerme!
-Tal vez está inseguro. Dale más tiempo.
Tadeo sonrió y regresó la carita al vidrio.
Suspiró.
-Le daré más tiempo -susurró mientras dibujaba una B y una G grandota
-¿Podemos irnos sin que la gente te vea llorar conmigo? porque puedes llegar a hacerme mala fama, Tadeo. Me contrataron para que te veas feliz cuando estoy a tu lado!!!-rió ella y a él se le empequeñecieron los ojos ante la sonrisa.
-Me haces feliz, Isabel.
Y ella le desacomodó el cabello mientras arrancaba el vehículo.