19. GLOBOS
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-Olvídenlo, esas cosas no entraran en la casa -dijo Daiki tajante cuando estaban comprando las cosas para el cumpleaños de Himeko. Era su primer cumpleaños y lo harían en casa de los Aomine que contaba con un patio amplio. Así que Riota y Tetsuya dijeron que era mejor ahí.
-Daiki, no seas paranoico -dijo su esposo que llevaba en brazos a Terry que ya estaba cansado de tanto caminar, de hecho, todos lo estaban, habían ido por adornos, algunas cosas para la comida, dulces por montón, bebidas gaseosas, leche con sabores, la famosa piñata y al final, cuando estaban viendo la decoración a Daiki se le ocurría que no pondrían globos.
-Padre, los globos son importantes en una fiesta.
-Daiki se estaba quedando sin escusas, oh, pero había mucha controversia en el mundo por el cambio climático.
-Son unos inconscientes -dijo cruzando los brazos frente a su pecho, iba a intimidarlos, bueno, a Taiga no, a él lo calentaba que actuara así- ¿Saben acaso cuanto se demoran esos plásticos inútiles en desintegrarse del planeta? Sin contar con la cantidad que va a los mares y contaminan.
Los otros cinco adultos se miraron entre sí, es verdad lo que decía Daiki.
-Bien, no llevemos globos -dijo Tezuka- ¿Qué les parecen esas esferas de papel de colores?
-Oh, eso es perfecto dijo Leo yendo con su pareja a buscarlos, mientras los demás se dirigían con las compras a pagar a la caja.
-Vaya, vaya, no sabía que Aomine-kun le tuviera miedo a los globos -dijo Tetsuya en un susurro, para que sólo el oficial de policía lo escuchara.
-¿Qué cosas dices? Claro que no -dijo el moreno, entonces vio a su ex sombra tomar uno de los globos que estaba inflados como decoración en la tienda y se acercaba peligrosamente al moreno.
-Deja eso, Kurokochi -dijo el rubio divertido quitando el arma mortal de manos de su esposo.
Daiki no se había movido un centímetro por temor a correr a esconderse detrás de Taiga, pero es que ¡Demonios! Odiaba esas malditas cosas. Imaginaba que al reventarse le amputarían un dedo o algo así.
-Calma, amor -dijo Taiga a su lado, divertido con toda la situación-. El niño malo ya se llevó el globo.
-Que chistoso -ironizó Daiki, pero por lo menos cumplió con su cometido de no permitir los globos en la familia.
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-¡Aléjate de mí, maldito!
Leo veía con vergüenza como su padre y su suegro corrían por el patio. Kuroko era un ser maquiavélico cuando se lo proponía, así que había infiltrado un globo y ahora perseguía a su padre con este.
-Mi padre es un cobarde -dijo Leo apretándose el puente de la nariz.
-Bien, tu no eres el más valiente del mundo, hijo -dijo su papá llegando a su lado. Los invitados estaban divirtiéndose de lo lindo en la fiesta, ahora más con el espectáculo de Daiki y Kuroko-. Si mal no recuerdo tu temor a las arañas es extremo.
-Papá, ¿has visto esos animales del infierno? -dijo espantado el joven, lo que hizo a Taiga negar con la cabeza y alejarse, demonios, todos en su familia tenían alguna fobia. Ahora le tocaba averiguar cual tendría su pequeño Terry.
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Fin
N/A: ¡¡FUERZA CHILE, QUE SOMOS MUCHOS Y NO NOS PUEDEN CALLAR A TODOS!!