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Always with me por Amelia_Badguy

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Las semanas fueron pasando y tal como dijo Anthony Stark, los Vengadores que se habían rebelado a firmar los antiguos acuerdos volvieron a Estados Unidos. Cuando ellos llegaron a suelo estadounidense fueron guiados por Pepper Potts hasta el complejo de los vengadores, aunque más de una vez le preguntaron por Tony o por alguno de los otros vengadores —Wanda preguntaba por Vision—, la pelirroja simplemente les desvió el tema, después de todo debían acudir a una fiesta aquella noche.

Era la fiesta que necesitaban tanto los medios como la población en general para saber que todo se encontraba perfectamente de nuevo, aunque todos dudaban de aquello. Habrían periodistas y todo, lo que era necesario, siendo que en los próximos días deberían firmar los acuerdos.

— ¿Crees que hacer una fiesta fue lo mejor, Holmes? — Le preguntó el hechicero, mirando como nombrado terminaba de abotonar los puños de su camisa, buscando arreglarse de una manera prolija.

Estaban en el auto camino a aquella fiesta, donde deberían sonreír y todo el asunto, aunque aún recibían textos de Peter con emojis tristes por perderse aquella fiesta, pero bueno, el chico todavía era un adolescente y debía ir a la escuela.

— Los fastidiara y no sabrán cómo actuar... digamos que es mi pequeña venganza por lo de Anthony — Comentó como si nada mirando los azulados ojos del médico, que únicamente alzó su ceja. Algo en esos ojos le hacían confiar, como hace muchos años había confiado en otros.

Al llegar a aquella fiesta, la cual se realizaba en un edificio que no era de las industria Stark, después de todo querían que fuera ambiente de tregua, uno neutral por decirlo de alguna forma, los periodistas rápidamente sacaron fotografías, de Iron Man y el hechicero supremo, quien aunque iba vestido de smoking, seguía teniendo aquella capa que flotaba a su manera tras su espalda.

Los flashes de las cámaras los iluminaron, obligando al hombre de menor estatura a sonreír, evitando tapar su rostro como siempre había tenido por costumbre, ahora debía representar una imagen al público.

Entraron al lobby de aquel hotel, para caminar hacía la sala de bailes y fiestas, donde se podían ver a muchos políticos importantes, que buscaban confirmar que todo estaba bien, incluso el rey de Wakanda estaba ahí, atento a que todo lo que ocurría pasara de una buena forma, después de todo Tony Stark había dicho en plena conferencia de prensa que los Vengadores que se habían escapado estaban en su país.

Era simplemente un baile de gala, como muchas veces se había visto con anterioridad, donde buscaban confirmar que el destino del mundo estaba bien, pero claro, para Holmes aquello no era lo mejor.

Su mente corría a mil por hora, analizando cada cosa, cada detalle de los invitados, incluso de los vengadores que volvían, los cuales estaban en un grupo aparte, hablando con unos políticos cuando uno de ellos los notó entre toda la gente del lugar.

Sin pensarlo siquiera levantó su mano frente a Stephen, que lo miró con cierta sorpresa, pero únicamente lo tomó de la mano.

— Vaya, creí que nunca me invitarías — Le dijo como broma. Sí bien él no podía hacer deducciones como las hacía Holmes, comprendía lo que era sentirse perdido, por lo que supuso que eso ocurría con Holmes en aquel instante, se estaba perdiendo entre el murmullo de la gente, entre todo lo que podía ver, analizar, además de querer escapar de aquellos Vengadores que vieron como ellos comenzaron a bailar sin más.

— Siempre es un buen momento para bailar — Comentó como si nada, viniendo a su mente recuerdos pasados, su último baile con Watson había sido cuando habían querido detener a Moriarty, encontrar el hermano de la gitana —Simza era su nombre le dijo su mente—, pero ahora únicamente bailaba con aquel médico para escapar de lo que vendría pronto, algo que no podía evitar, así como no pudo evitar saltar en Reichenbach .

— Bailas bastante bien — Le comentó, teniendo una de sus temblorosas manos tomada de una de las manos de Holmes, mientras que la otra la tenía descansando sobre el brazo del moreno, dejando que el hombre más pequeño lo tomara de su costado, cerca de sus costillas. — Sólo céntrate en mí, ¿no debiste imaginar que tendrías una sobre explosión de deducciones?

— Oh, son cosas necesarias que se deben hacer, mi querido doctor — Le murmuró sin más mientras seguían bailando en aquella pista, captando la atención de los demás presentes en aquella fiesta.

Pero ellos no llamaban la atención únicamente porque estuvieran bailando juntos, sino porque su baile parecía ser de otra época o algo así, con sus movimientos demasiados sincronizados, como si hubieran estado bailando aquella misma pieza durante siglos, aunque ellos no tenían ni la más mínima idea de que llamaban la atención por aquel hecho, pues sus cuerpos únicamente se movían casi por instinto de aquella forma, siguiendo un vals que no estaban tocando, sino una melodía que sonaba en la cabeza de ambos a la vez.

Cuando la música termino se vieron en la obligación de separarse, después de todo no podían seguir bailando sin la maldita música, aunque no habían estado prestando atención a ella en todo lo que duro su danza, después de todo había sido como si algo los guiara, algún instinto que tenían dormidos en ellos, por decirlo de alguna manera.

Juntos fueron simplemente a la barra, pidiendo cada uno un trago que en realidad no iban a beber, Stephen porque estaba atento a todo lo que ocurría y Holmes porque simplemente prestaba atención a todo lo que los rodeaba, sabiendo de primera mano que el alcohol no era un amigo de aquel cuerpo.

— Sin tener tus dones de deducción, puedo decir que están totalmente perdidos por el baile que acaban de ver — Le comentó como si nada, sintiendo como la capa se movía perezosamente sobre sus hombros, casi como contemplando que sería lo mejor de ver en aquella fiesta, en que fijar su atención.

— Todos pueden saber eso — Contestó como si nada, pero puso aquella sonrisa que había aprendido a dar, cuando los vengadores finalmente se acercaron a ellos, más bien, Steve Rogers se acercó, tendiendo su mano.

— Hola Tony, ha pasado demasiado tiempo — Le comentó el rubio, sintiendo como el moreno, con aquella sonrisa típica de eventos de gala como en la cual se encontraban, estrechaba su mano con un poco de fuerza.

— Señor Rogers, sí, han pasado varios meses desde que me dejó en aquel búnker en Siberia, pero ¿quién lleva la cuenta después de todo? el pasado en el pasado, ahora debemos ver por la seguridad de la gente bajo los nuevos acuerdos — Comentó como si nada. Había planeado hablar lo del búnker, pues así no iban a cuestionar su tono cortante ni frívolo después de todo.

El rubio pareció sorprendido por aquel comentario, después de todo había dejado a Tony "bien" en aquel búnker, sí bien le habían desactivado las armas de su traje, supuso siempre que el hombre tenía una manera de poder comunicarse con su Inteligencia Artificial, siendo que además le había exigido el escudo de regreso, una clara señal de que había estado perfectamente bien, a su parecer.

— Vamos Tony, sin resentimientos — Comentó la viuda negra a un lado del súper soldado. Holmes pudo ver como la mujer había cambiado su color de cabello, siendo que a su parecer aquello parecía resaltar más para una espía, pero no comentó nada. Sabía que ella intentaría darle por su lado, descubrir secretos si es que los tenía, pero bueno, él sólo tenía un secreto, él no era Anthony Edward Stark.

Iba a responderle algo, cuando Friday habló por el auricular que tenía en su oído, sabiendo que Stephen también lo estaba escuchando, después de todo ambos tenían uno, disimulado por la magia del hechicero.

— Señor Holmes, doctor Strange, he detectado una anomalía en Noruega, el gobierno ha pedido que ambos estén presentes — Le comentó la voz de Friday, siendo que eso hizo que Holmes casi diera un pequeño brinco, de felicidad, porque si bien la anomalía podía ser aquello contra lo que estaban por combatir, también podía ser otra cosa, algo así como Thor, debido a que si hubiera sido aquella amenaza habría ido a por ellos, bueno había una gema del infinito en el complejo de los vengadores y otra estaba a su lado, por lo cual simplemente debía ser el dios nórdico.

Y aquello era la excusa perfecta para salir de aquella maldita fiesta, bendito sea Thor.

— Lo lamento, señores, debemos retirarnos, nuestra presencia es requerida. — Comentó con simpleza. Sabía que era Thor, estaba cien por ciento seguro de aquello, por lo que únicamente miró a Stephen que asintió e hizo el portal para desaparecer de aquella fiesta de una vez, dejando a los presentes sorprendidos, con los vengadores que apenas venían integrándose con las palabras en la boca.


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